El Vintage como expresión actual de nuestro pasado sexual.

El vintage aparece en el género porno como revisión de un pasado que, en cuanto a las conductas sexuales, nos parece de un paraíso naíf.
La revisión de las películas las podemos establecer por décadas:
Las del 70
Son aquellas que pretendían dar pie a cine porno argumental.
Las del 80 donde la esculturalidad de las modelos y el color rubio del pelo de los actores era la verdadera emboscada del voyer.
Las de 90 donde la aparición de medios electrónicos como la video cámara hacen del “amateur” su fin y motivo.
La década del 00 es la aparición de la web, con el sexo robado de la contextual chateadora
Y la década del 10 marcada fundamentalmente por el uso del Smartphone para la captura de escenas de todo tipo.
Luego de esta descripción de las últimos largos 40 años, nos vamos a las dos primeras:
Las mujeres que circulaban por la calle con ropa Courrèges, minifaldas, medias y zapatos blancos, pelos cortados al carre, ojos deliñados y mucho make up, en realidad no eran las mujeres que solíamos ver a diario.
Por el contrario los que vivimos esa época podíamos decir que su vestuario para los que no estábamos acostumbrados a ellos nos resultaba extravagante.
Puede ser que en la actualidad el observador llegue a la conclusión que así eran las mujeres de época, pero por el contrario, una de las cosas mas llamativas del cine porno de esos años no era solamente la desnudez o el sexo expósito. Lo importante era el proceso de desnudar a la mujer desde un atavío que no era característico.
Si nos referimos al Diablo en la Sra. Jones, podemos encontrar que los personajes son muy parecidos a las modelos de la revista Siete Días y Gente de la década del 70 que eran verdaderos iconos de la sociedad y que realmente eran arquetípicas mas que prototípicas de esos momentos. Es decir eran objetivos a los que uno quería llegar no la media de la gente que uno frecuentaba.
La década del ochenta traía como imagen la rubia perfecta, casi sonsa y sin ningún rollo en la cintura y tampoco una estría en ninguna parte del cuerpo.
Las estructuras de las películas porno de esa época tenían cinco encuentros más o menos. Pero lo base eran cinco encuentros sexuales con un argumento mas que tibio, y que se matizaba con tres heteros y un bi y un trio, o mas. Pero en suma las variantes eran las mismas. Es importante anotar también que en esta década había una expansión del Video Club y la televisión con cable no llegaba a los hogares con sus canales porno como fueron en una primera etapa Venus y Play boy.
También había un cine soft core que la denudes tendía a un sexo explicito sin que se vieran las partes pudendas.
La otra cosa importante del cine de la década de los ochenta que presento un poco el cine de los setenta pero que no era gráficamente necesario en el porno anterior era la eyaculación.
Si la eyaculación se producía por penetración directa, el acabar del hombre no era visto, ni podía ser mostrado como un espectáculo.
Es esta situación la que va desarrollando otros géneros, sin desconocer que fueran practicas de la humanidad, así aparece el bukake, el facial, el bucal (blow job), la tragada de semen, in your chest, tits la masturbación como hand job, etc., etc.
La necesidad de mostrar la eyaculase masculina que va dirigida al publico masculino fue una renovación visual del tema. Esta visión altero la visión de la vida sexual y social de los hombres y posteriormente de la libertad femenina para la asunción de estos comportamientos.
No podemos suponer ajeno al desarrollo de nuestros hábitos sexuales contemporáneos lo aprendido y disfrutado en la contemplación de una peli porno.

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