El regalo de Beto

Soy kuky, tengo 37 años y mi vida cambió el 10 de Mayo de 1998.
Tenía entonces 23 años, terminaba mi profesorado y empezaba con Carla mi novia y compañera de curso. Ella era adorable, 22 años inteligente y divertida, una auténtica belleza. Yo era Marcos, Marquito para mis amigos, estudioso, curioso pero recién salido del cascarón. Mi vida me gustaba, con mi novia estábamos descubriendo la sexualidad, mis estudios inmejorables, un buen grupo de amigos, una vida por delante.
Los hechos, sucedieron a velocidad de vértigo. En dos meses a lo sumo.
Como en muchas situaciones de la vida, el azar o la confluencia de hechos aparentemente inconexos, producen una situación explosiva, sorprendente.
Debo aclarar que en el colegio habíamos dos clases de tíos: Los profes machotes y simpáticos (los que más ligaban) y los profes sensibles, màs delicados (la mayoría de nosotros), por eso cada vez que uno de los "sensibles" se ligaba a una chica guapa como Carla, generaba simpatía en los nuestros y un desafío a los "machotes" para volvernos a poner en nuestro sitio.
Pedro, uno de los machotes, que estudiaba profesorado de química, empezó a trabajarse a Carla a partir de nuestros primeros encuentros, cosa que hablábamos con ella y nos daba risa, era algo divertido para nosotos; nuestra vida sexual era buenísima, y nada hacía mella. Incluso hasta nos daba opciones a hablarlo mientras hacíamos el amor y divertirnos aún más.
Lo que no sabíamos era que Pedro había hecho una porra con los otros machotes, para ver quién se la "ganaba" primero. Era más que un desafío, era liberar a todos los salvajes tras el coño de Carla. Nada de esto hubiera sido demasiado importante si un mes antes de la fiesta de Mayo que hacíamos en el Instituto Docente todos los años, no hubiera sucedido algo ... muy extraño.
Iba caminando por el centro, mirando los comercios en busca de ropa interior para mi chica y entré en un local de lencería carísima, unos instantes después entraron dos tipos armados que parecían africanos, y a voz en cuello reclamaron todo el dinero a las cajeras, nos agruparon a todos en los probadores amenazándonos con cuchillos, nos robaron carteras y bolsos y como todos los del local eran chicas las obligaron a desnudarse y las metieron en los probadores, a mi me miraron con una sonrisa irónica y me obligaron a vestirme en lencería (para que no saliera tras ellos me dijeron) el resultado les dio gracia y algo más puesto que uno de ellos mientras el otro cogía cosas de la tienda, me hizo poner de rodillas, vestido con lencería y delante de todas esas mujeres semidesnudas, me ordenó que le bajara su pantalón deportivo, sus bóxers y besara su polla si no quería que me cortara con su cuchillo en mi cabeza.
Lo hice.
Su polla negrísima y enorme rápidamente creció y me obligó a meterla en mi boca, humillado y asustado volví a hacerlo, lágrimas me corrían por la cara.
El suplicio duró 3 minutos como mucho, el otro lo llamó a los gritos y mi violador rápidamente guardó su poderosa herramienta y acarició mi cara casi con amor, y se perdió como un rayo.
Cuando giré mi cabeza, totalmente rojo de verguenza y humillación, Vi seis caras de tías con los ojos enormes y asombradas por lo que habían visto.
Me atendieron luego me ayudaron a vestirme y me dieron las gracias por salvarlas del salvaje, mee dijeron que era su héroe con unas sonrisitas compungidas. Y les pedí que no mencionaran eso a nadie, y menos a la policía. Y ahora fui yo el que se largó corriendo a medio vestir, no sin antes escuchar unas sonoras carcajadas cuando salí de allí.
No se lo pude contar a Carla, me había sentido absolutamente humillado, y cuestionado en mis más básicas sensaciones. Esa noche al acostarnos Carla sin saber nada de lo sucedido me dijo dos cosas que me incendiaron el cerebro, me acosté a su lado con deseos de dormir y olvidar (en ese entonces yo ere un profe "moderno" y usaba una larga melena rubia atada en una cola de caballo), me solté el pelo y Carla me miró con ternura y me dijo con infinito amor: - Qué guapo eres así, pareces una chica ...
Boom! Mi cabeza estalló en mil pedazos, y mis ojos imperceptiblemente se llenaron de lágrimas...
Y el segundo golpe unos minutos después.
- Hoy Pedro, me dió un beso ....
Mi estómago se revolvió.
- Estaba supertierno y en un trabajo de química se me cayó el experimento y el me ayudó a recogerlo, estábamos solos en el laboratorio y al agacharnos nuestras cabezas se tocaron y nos dió risa y el cabrón me mandó un chupón, pensé en darle una torta pero después pasé.
Me reí y le dije que era una mala persona.
-¿No te importa, verdad? Estaba un poco excitada y deseando llegar a casa para contártelo y que me follaras como sólo tú sabes...
Giré mi cabeza la besé y bajé hasta su dulce coñito para darle con mi lengua un orgasmo increíble de los suyos.
Era la segunda vez en el día que hacía ese recorrido, y no podía quitarme aquella enorme polla negra de mi cabeza, mientras trabajaba en el coño de mi novia haciendo un curioso menage a trois en mi cerebro.
Durante las semanas siguientes me retumbaban los comentarios de Carla en la cabeza, pareces una chica .... Pedro me dió un chupón .... y seguía viendo una polla negra frente a mi cara ....
Me miraba en el espejo y me sentía femenina, incluso mis pezones habían agrandado, y mis caderas y culo parecía más redondeados. ¿Sería producto de aquel Negro?
En esas curiosas elucubraciones me pasó el mes entero, y no había tenido más ganas de sexo, cosa rara en nosotros.
El gran día había llegado y empezamos a pensar en el disfraz, yo iba a ir de profesor chiflado y Carla de pirata, Nos juntamos con sus amigas para disfrazarnos, y sucedió que mi disfraz no había vuelto de la lavandería, todas disfrazadas menos yo, Selena amiga nuestra preguntó porque no me disfrazaban de chica, todas aplaudieron y yo me puse rojo, pero accedí. Entre todas bucaron ropa de Selena me afeitaron,me pintaron, hasta me depilaron el cuerpo y las cejas, todas se reían y aplaudían a medida que avanzaba el trabajo, hasta dijo Selena -Marco si hasta tienes tetitas! Dios mío era cierto mi cuerpo estaba extraño y tenía unos sutiles pechos adolescentes. Qué me pasaba?
Un par de horas después el trabajo estaba terminado, me miré al espejo asombrado, Carla tenía razón parecía una nena, me habían teñido el pelo suelto de rubio platino y le habián dado ondas hasta media espalda, la cara extremadamente pintada pero perfecta, Una jersey de pico con escote muy provocativo, que resaltaba mis incipientes pechitos, una mini mini con portaligas negro sosteniendo unas medias de red y unos zapatos con 10 centímetros de tacón, todo aderezado de cantidades de bisutería, collares, pulsera, anillos, pendientes de quita y pon, los ojos muy pintados según Carla para resaltar mis ojos verdes. Todas aplaudieron y Sandra dijo: - Una verdadera putita debe llevar un bolso de mano, me dieron uno negro con bastante maquillajes y chorradas. Me excité al verme, una verdadera zorra.
Así salimos a la fiesta, una pirata, dos enfermeras, gatúbela y yo, la Puta barata (según dijo selena).
Llegamos en 15 minutos, este año se hacía en un pub étnico alejado del centro, estaban todos los alumnos y profesores allí, habían buenos disfraces, pero el mío se llevó las palmas (y encima gané el premio), todo el mundo me felicitaba, incluso alguno ni me reconoció, de pronto se acercó Pedro y cogiéndome por la cintura me dijo: - Que nena más divina ¿me la presentas Carla?. Entre risas Carla y las chicas le dijeron esa era Marcos pero ahora se llama kuky.
- Mmmhh nombre de perrita. Dijo Pedro tocándome el culo,
Yo sonreí, casi complaciente. Todos rieron.
La fiesta seguía y el alcohol empezaba a hacer mella, al principio me costaba caminar con aquellos taconazos, pero todos los chicos querían bailar conmigo, y al final empecé a moverme como si usara tacones toda la vida, los que más me solicitaban eran los machotes amigos de Pedro que no se podían creer que fuera yo. Y bailaban conmigo cada vez más provocativamente, me decían guarradas al oído mientras bailábamos y me tocaban toda, yo había terminado por ceder a mi papel y jugaba a ser una zorrita calentorra, me estaba sintiendo otra persona, entonces anunciaron el premio gané el masculino y Selena el femenino, subí al escenario pero en el camino me escoltaron dos amigos de Pedro uno a cada lado y delante de todos al recibir el premio al son de una cumbia bailaron conmigo en el escenario tal cómo habíamos hecho antes en la pista, entre los dos me magreaban y bailaban provocativamente, yo entré en un paroxismo sensual (producto de mi papel y del alcohol) agitando caderas y hombros, subiendo mis piernas a las de ellos, y finalmente Diego me dio un chupón en toda la boca. Entre vivas y aplusos bajamos del escenario. todos reíamos. pero eché de menos a Carla, le pregunté a sus amigas y no sabían nada, fui al baño a buscarla. Y la encontré en el baño de los chicos. Estaba abierta de piernas con todo Pedro metido dentro suyo. Gritaba de placer la muy zorra, los ojos se me llenaron de lágrimas pero a la vez me excité al ver la enorme espalda de Pedro abrazando por entera a mi pequeña Carla y vi sus nalgas bombear sin piedad el coño de mi novia que tenía los ojos cerrados de placer, y arañaba su espalda de gusto.
En eso llegaron los amigos de Pedro por detrás de mí, y me dijeron: - Tú también te equivocaste de baño putita. O quieres carne como tu amiguita?
Yo temblaba, me sacaron de allí y mi mundo daba vueltas, no sabía si llorar o gritar, cuando volví a la pista las luces estaban bajas y todo parecía haber cambiado, empezaba a entrar gente que no era del colegio, y una ronca voz detrás de mí me preguntó - ¿Cómo te llamas belleza?.
Me giré para aclararle que no era ....
Estaba allí aquella cara negra del probador, con dos negros más, me sonrió y me dijo: - Veo que te marqué para siempre, ja ja.
- Mee, me llamo .... kuky dije a media voz.
- Hoy voy a terminar lo que empecé hace unos días, llamame Papá. Me dijo cogiendome por la cintura. Me dió un beso enorme mientras su mano me aferraba el culo. Y yo me sentí segura por primera vez esa noche ...
Vi pasar a Selena y sus amigas que me miraron sonriendo mientras hablaban de mí al salir del local. Detrás iba Pedro de la mano de Carla y me dijeron al pasar: -Diviértete Kuky!
Mi Papi sonrió y me puso a bailar con él apretada y sintiendo su cuerpo, como nunca antes había sentido .....
Lo que no supe hasta mucho tiempo después, es que Pedro hacia meses me había cambiado mis pastillas para la memoria por hormonas femeninas, hoy le estoy inmensamente agradecida, y mi papi Beto y sus amigos también ...
El regalo de Beto

0 comentarios - El regalo de Beto