bombachita humeda y en arquitecto su madre y yo

Tengo ganas de estar contigo, de besarte y abrazarte. Me gustaría estar contigo paseando por la playa, cogidos de la mano. A la orilla de la arena hay unas pequeñas barcas que se alquilan, y acercándonos, a ellas, alquilamos una para poder estar a solas en medio del mar, las olas y la brisa.

Cogemos la barca y nos vamos alejando de la playa, entrando en la mar azul. Donde el sol sé esta escondiendo, dando paso a un bello atardecer de verano. Vas guapísima con tu top blanco y ese pantalón azul corto, que te pones solo para mí. Yo llevo una camiseta roja y gris, con un pantalón cortito verde.

La brisa del mar, el calor que todavía hace nos dan ganas de quitarnos la ropa, muy despacio uno al otro. Mientras nuestras bocas se juntan, despacio en un prolongado beso, introduciendo mi lengua dentro de ti. Mis manos acarician tu piel empezando por los hombros, y bajando despacio por tus brazos, donde se juntas mis manos con las tuyas y las apretamos fuertemente. Las olas mecen suavemente la barca, dando un ligero vaivén a ésta, nuestros cuerpos se unen dándonos más calor y excitación. Tus manos empiezan a acariciar mi pecho y a jugar con el vello mientras las mías te desabrochan el sujetador por delante. Dejando a la vista tus hermosos pechos y pezones, que inmediatamente empiezan a desafiar la ley de la gravedad poniéndose duros y rectos. Mi boca y la tuya siguen juntas al tiempo que las lenguas se entrelazan en un beso apasionado. Dejo por un instante tu dulce boca, para besar tus pezones erectos, introduciendo uno de ellos en la boca. Mis manos bajan a quitarte el pantalón, despacio lo empiezo a bajar por tus muslos y te lo quito. Acariciando tus piernas con mis manos y subiendo desde los tobillos hasta tu cadera. Tus manos empiezan a desabrochar mi pantalón, dejando al aire Mi slip, donde mi miembro empuja por salir, y tu lo ayudas con tu mano, dejándolo al aire. Mi boca sigue en tus pezones, chupando sin parar esos bonitos y duros pezones, mientras tus manos empiezan a masajear mi pene. Termino quitándote las braguitas, y dejo tus pezones para bajar por tu barriguita hasta tu ombligo, jugando con mi lengua, muy despacio, bajando hasta tu pubis, donde me detengo, para jugar con tu vello. Tus manos empiezan a masturbarme, lentamente al principio, y más rápidamente después. Mi boca baja hacia tu sexo, y deposito mis labios en tus labios vaginales y doy un pequeño tirón, con mis labios, y noto tus suspiros. Empiezo a jugar con mi lengua en tu sexo, recorriéndolo todo. E introduzco mi lengua en tu vagina, como penetrándote, y comienzo a moverla dentro de ti. Cada vez más rápido y noto como te vas humedeciendo. Tus manos no dejan de acariciar mi pene y mis testículos se ponen duros al contacto de tu mano. Mientras mis manos acarician tus pechos y pezones, subiendo la dcha. hasta tu boca, donde empiezas a chupar y lamer mi mano y dedos. Muy Despacio mi mano, empieza a acariciar tu pezón, jugando con mis dedos en tu aureola. Mi lengua sigue en tu sexo, acariciándolo suavemente, notando como se va acelerando. Y tus suspiros son cada vez mas rápidos, hasta que te contraes y llegas en mi boca, donde tus jugos me saben a ti. Mientras mi pene esta a punto. Y exploto en tu mano, llenándola de semen, mientras tus manos no paran, y suspiro de placer. Me doy la vuelta y te beso en la boca, saboreando los dos tu sabor a sexo.

Tranquilamente nos vamos vistiendo, después de limpiarnos. Y nos acercamos con la barca a la orilla, donde la dejamos, y empezamos a pasear por la playa, abrazados y muy tiernos.

La arquitecto, su madre y yo



Esto sucedió hace 20 años. Yo salía con Marina desde hacía 8 meses, una hermosa rubiecita de cabellos largos y algo ondulados. Tenía 21 años y yo 23. Ella estudiaba Arquitectura y yo Odontología. Como vivíamos relativamente cerca, a veces cuando no teníamos clase en la semana, me iba hasta la casa a tomar un café después del almuerzo. En una de esas tantas tardes, me fui a visitarla. Estaba sola y nos quedamos conversando y tomando café en el comedor diario. Después me invitó a subir al dormitorio porque tenía que terminar de hacer una maqueta para la facultad. Por supuesto que aprovechamos la situación de que estaba sola. Nos empezamos a besar, acariciar y en segundos estábamos los dos desnudos en su cama. Ella me encantaba, la besaba toda, le pasaba milengua por las entre piernas, y empecé a chuparle su hermosa conchita..También le chupaba el ano y con mis dedos le acariciaba el clítoris....Ella encantada...Gemía de placer... Después ella se dedicó a chuparmela a mi....Pasaba su lengua por toda mi verga, deteniéndose con más tiempo en mi cabeza..También le gustaba chuparme los huevos mientras con una mano me masturbaba...Después se subió arriba mío se acomodó bien y empezó a cabalgar...Yo sentía mi pija bien adentro de su vagina....Me excitaba muchísimo....Cada tanto se inclinaba hacia mi para que le chupara las tetas o nos besáramos....Estábamos muy cerca de acabar.... ella estaba muy excitada, pero me pedía que aguantara. Marina acabó, después se levantó y me pidió que me pusiera en el borde de la cama. Ahí volvió a chuparmela, pero yo no daba más, no podía aguantar, su hermoso pelo caía sobre mis piernas, así que le tire toda la leche. Ella se pasaba la pija mojada por la boca, la cara y parte de la leche también cayó sobre su pelo. Se levantó y se fue a lavar. Cuando volvió tenía puesto una remera que le quedaba muy grande pero se podía ver su hermosa conchita al aire. Nos reíamos porque en su pelo se había tirado un spray de peluquería para tapar el olor de la leche que le había caído. Nos quedamos charlando sentados en la cama. Ahí le pregunté por su familia, debido a que me extrañaba que no había nadie en la casa. Me dijo que el padre no volvía hasta la noche, su hermana estaba en la facultad y llegaba tarde y su mamá estaba en San Isidro de compras y trámites.

Después de un ratito nos volvimos a calentar. Ella se sacó la remera y volvimos a besarnos por todo el cuerpo.

Hicimos un 69, y nos chupamos todo. Nos encantaba coger, los dos éramos muy calentones, además que nos queríamos. Después la puse en posición de 4 y la volví a coger por la concha. La tarde de pronto se oscureció y se puso a llover, eso nos motivaba aún más. Estábamos muy excitados cogiendo con mucha pasión, cuando de golpe se abrió la puerta del dormitorio. Era Julia, la madre de Marina. Nos pegamos un susto bárbaro, no sabíamos que hacer. No recuerdo bien como la saqué de su concha, pero aparecí parado al lado de una mesada tapado con un toallón.

Gritaba pidiéndonos explicaciones. Le dijo si no le daba vergüenza hacerlo en la casa. A mi en un momento me dijo degenerado.

Después de hacernos varias incriminaciones se acerco hasta mi. Me miro y me dijo que tenía debajo del toallon. No le dije nada y me encogí de hombros. Me volvió a preguntar y le dije...Nada señora otra vez encogido de hombros.

De un manotazo me sacó el toallon. y dijo: ¿y eso, que vas a hacer con eso?. Yo la tenía chiquita, arrugada de tanta vergüenza. Me la agarró y me daba más vergüenza. Me hablaba con la pija en la mano. Pero me empezó a gustar y se empezó a parar. Ahí me di cuenta que la comenzó a acariciar, me empezó a masturbar con una mano y con la otra me acariciaba los huevos. Marina sentada en la cama, miraba sin decir palabra. Julia se me acerco y comenzó a acariciarme con sus pernas y caderas. Se sacó la camisa y la pollera. Quedo en corpiño y bombacha. Se arrodilló y comenzó a chuparmela. Su lengua recorría toda mi pija y con sus manos me acariciaba los huevos. Después se metió la pija en la boca y con sus manos hacia atrás se desabrochó el corpiño. estuvo así un largo rato. Julia era una mujer muy linda, delgada, de ojos claros...Me gustaba lo que me hacía y le acaricié el pelo castaño claro que le llegaba hasta los hombros. Después se acostó boca arriba en la cama y me pidió que se la chupara. Marina se levantó y se sentó arriba de la mesada ante la mirada sorprendida de ver a la madre en esa situación. Pero seguro que le gustaba porque no decía palabra y disfrutaba el momento. Yo ya no tenía vergüenza y le chupaba la concha a Julia que no era muy peluda pero me encantaba, hasta me anime a chuparle el ano. Después me pidió que la penetrara. Y así lo hice. Cogía muy bien, era una mujer de 47 años y me daba cuenta que con mucha experiencia en la cama. Me incliné, mientras la cogía, para besarle los pezones enormes y rosaditos que tenía, la bese en el cuello y la oreja y ella me acercó la boca y nos comenzamos a besar. Escuche unos gemidos de Marina y levante mi cabeza. Ella se estaba masturbando con sus dedos. En ese momento Julia le preguntó a su hija...¿Te gusta como me coge tu novio?. Marina asintió con un movimiento de cabeza sin hablar. Todos estábamos muy calientes, yo no aguantaba más. Julia me pidió que no le acabara adentro. Cuando estuvimos listos ella gemía y hacía algunas exclamaciones. Yo le tire toda la leche arriba de su pancita. Luego se secó la leche de la panza con el toallon que tenía yo. Se levantó y tomo sus prendas y se fue del dormitorio sin decir nada. Marina que también había acabado con su paja, se sentó en la cama y me tomó de la mano. Nos miramos y no hablamos. Ella solo se tomo la cabeza con ambas manos y repetía...No entiendo nada...No entiendo nada... Nos vestimos y yo me fui a mi casa.

Luego de este momento, hubo un antes y después en la relación con Marina. Sin pelearnos, nos fuimos abriendo de a poco. A Julia la volví a ver una vez más en su casa. Me trató muy bien, hablamos sin tocar el tema de esa tarde, se mantuvo muy cordial y en ningún momento insinuó algo o tiro alguna indirecta. Era toda una señora. Con el tiempo la relación con esa familia se perdió.

Muchos años después me encontré con una amiga en común. Me dijo que Marina se casó y tiene dos hijos.

Julia y su marido siguen viviendo en la misma casa de la Lucila.

4 comentarios - bombachita humeda y en arquitecto su madre y yo

jerly
🆒 buen relato
carteludo
muy buen relato calentito quedé

bombachita humeda  y  en arquitecto su madre y yo
brolypcs
carteludo dijo:muy buen relato calentito quedé

Historia

😀 😀 😀 😀