Teoria del caos

Hola, quiero contarles la experiencia que viví recientemente con mi novio, mi nombre es Andrea, soy mexicana tengo 37 años de edad mido 1.52 cm soy bajita pero tengo un cuerpo digno de ser apreciado, lindas piernas, unas tetas pequeñas pero suculentas y un trasero muy rico, por lo menos eso me dice Juan, mi novio, él es un hombre de 45 años, guapo y varonil con un cuerpo normal y con un sabroso pene que me encanta, tenemos ya 3 años de pareja y nuestras relaciones sexuales son completamente satisfactorias, sin embargo no dejamos de fantasear con juegos, juguetes, videos y todo aquello que aumente nuestro placer.

Tenemos por costumbre salir a tomar la copa los fines de semana, en aquella ocasión planeamos conocer un nuevo bar que algunos amigos nos recomendaron, para esta salida elegí usar una minifalda color blanca y una blusa negra, regularmente cuando salimos no acostumbro usar ropa interior porque a Juan le encanta tocarme en cualquier momento y por supuesto yo estoy preparada para que eso suceda con la mayor facilidad además de que se que eso le excita, durante el trayecto hacia el bar platicamos de cosas triviales, sentada en el asiento del carro de vez en cuando movía mis piernas de tal forma que la minifalda subiera mas dejando mis muslos descubiertos, esto a Juan lo pone como loco, así que él al mirarlos no perdió la oportunidad de acariciarlos suavemente subiendo su mano hasta tocar mi cochito que rápidamente se humedeció facilitando que pudiera introducirme sus dedos, los cuales solo dejaba de mover al llegar a algún semáforo, hábilmente separo los labios de mi vulva para descubrir mi clítoris el cual masajeó durante el camino hasta provocarme un orgasmo, ya caliente como me tenía cambié mi posición y comencé a acariciar su verga, para ese momento ya tenia una erección que amenazaba con romper su pantalón, así que bajé el cierre y lo saqué, suavemente acaricié la cabeza de su verga y al apretar el palo las gotas de lubricante no se hicieron esperar, no resistí mas y me agaché a mamarlo acariciando sus bolas con la mano que me quedaba libre mientas el acariciaba mis nalgas metiendo sus dedos entre ellas hasta tocar mi culo que para ese entonces ya pedía ser penetrado, seguí mamándole la verga hasta que por fin llegamos al bar, tuve que dejar de hacerlo para estacionar el auto y entrar.

Camino a la mesa que nos asignaron podía sentir entre mis piernas toda la humedad que dejó el orgasmo que me provocó con sus dedos, una vez sentados en la mesa pedimos algunos tragos y conversamos sobre el lugar que realmente era agradable, buena música, confortable y luces tenues, perfecto para quien desea realizar una conquista, nos pusimos a bailar y yo no perdía la oportunidad de frotar mi culo contra su verga que se mantenía erecta y que él trataba de disimular, a la vez él apretaba mis nalgas con sus manos y las subía hasta llegar a mi espalda para después moverlas y apretar mis tetas, afortunadamente no había mucha gente en el lugar, pudimos apreciar solo dos mesas ocupadas y nuestra.

Después de bailar un rato y calentarnos volvimos a la mesa a refrescarnos, comencé a acariciarlo nuevamente por debajo de la mesa, él me miró con un gesto de aprobación y con su sonrisa me dio a entender lo que deseaba, he de confesar que en variadas ocasiones hemos tenido sexo en algún bar o en lugares públicos, a ambos nos excita saber que hay algunos ojos que pueden estar mirándonos, así que baje nuevamente el cierre y saque su verga gruesa, comencé a masturbarlo midiendo el terrero y cuando consideramos propicio me incline y metí dentro de mi boca su rica vergota, con mi lengua juguetee con su cabeza y su glande un poco, para después introducirlo profundo hasta la base del pene, sentí como entraba por mi garganta, subía y bajaba con fuerza, quería saborear su leche, seguía y seguía tratando de provocar que eyaculara en mi boca, el se movía con fuerza para que su verga entrara más profundo, yo sabia que pronto estallaría, de pronto me detuvo y me obligó a levantarme, un tanto sorprendida vi que el mesero se dirigía a nuestra mesa para traernos nuevos tragos, entre los tragos y la mamada que le estaba dando ambos estábamos muy calientes, pero el mesero tan inoportuno como suelen ser interrumpió nuestro juego sexual, los niveles de excitación bajaron un poco, ahora Juan comenzó a tocar mis piernas y a juguetear con mi clítoris, en ese momento una luz distrajo mirada, era la luz de un encendedor que se había encendido para prender un cigarrillo, precisamente frente a nosotros, a una distancia de unos 3 metros una pareja conversaba e insistentemente nos miraban, me percaté que Juan ya había notado eso y aún así continuaba acariciando mi clítoris y metiendo sus dedos en mi húmeda vagina, comprendí que esa pareja había estado observando como le mamaba la verga a Juan y que él no me detuvo, solo lo hizo con la presencia del mesero; en algunas ocasiones habíamos conversado sobre la posibilidad de vivir una experiencia swinger, lo cual aunque nos inquieta nunca hemos realizado, también comentamos sobre hacer un trío hmh o mhm cosa que tampoco hemos hecho, debo confesar que una de mis fantasías es hacer el amor con dos o tres hombres a la vez, sentirme penetrada por todos lados y tener la posibilidad de mamar tres vergas al mismo tiempo y hacerlos eyacular en mi cara, en mi boca, en mis tetas es algo que me provoca sentir todo el esperma y frotarlo en mi cuerpo de verdad que me pone al 100, de pronto la chica de la mesa levanta su copa y dirigiéndose a mi, me saluda y me dice salud, por educación conteste el saludo con mi copa, Juan seguía acariciando mi cocho insistentemente, yo un poco cohibida por la situación trataba de disimular lo que estaba sintiendo, sus dedos trataban de penetrar más profundo, Juan me pidió que abriera un poco mas mis piernas para poder hacerlo, las abrí y entonces sentí nuevamente la mirada de esa pareja, comencé a relajarme y decidí disfrutar al fin y al cabo ya lo habíamos hecho antes, solo que nunca nos habíamos dado cuenta real si alguien nos miraba, fije mi mirada en esa pareja como invitándolos a disfrutar de lo que sus ojos veían, mi sorpresa aumentó cuando me di cuenta que las manos de esa chica sacaban del pantalón de su acompañante su verga y comenzaba a masturbarlo como correspondiendo a lo que nosotros les ofrecíamos, nuevamente levantaros sus tragos y nos saludaron, en esta ocasión fueron los dos, Juan y yo correspondimos al saludo.

En un momento en que Juan se levanto para ir al baño, la chica se aproximó nuestra mesa y me dijo que estaría muy complacidos si los acampanábamos a su mesa a lo que solo alcancé a decir que en cuanto Juan regresara le comentaría, sonrió gentilmente y me dijo estamos tan calientes como ustedes, se dio la vuelta y regreso a su mesa. Juan –le dije- esas personas nos invitan a compartir con ellos en su mesa quieres ir? Tú sabes lo que significa eso? –me dijo- ellos nos han estado observando y por lo visto lo han disfrutado tanto como nosotros ya que ellos también acabaron tocándose. Si –le dije- la verdad el verlos me calentó pero solo convivamos un poco con ellos y regresemos a nuestra mesa que quiero comerte. Muy bien – me dijo-
Nos levantamos y fuimos con ellos, ella se llama Laura, es una chica morena clara, pelo negro, muy bonita (menos que yo por supuesto jejeje) de unos 28 años, traía un vestido color rosa muy pegadito a su cuerpo, se notaba que no traía bra lo cual hacia que sus pezones erectos se resaltaran sobre la tela y una diminuta tanga se podía percibir bajo su vestido. El, Javier, atractivo, de unos 38 años, con bigote, vestido casualmente, un poco bajito para mi gusto, y con un cuerpo normal. Después de las presentaciones de rigor nos acomodamos alrededor de la mesa de tal forma que ellos dos quedaron juntos y nosotras al costado de cada uno de ellos, de inmediato el tema de conversación fue lo que ambas pareja vimos y lo mucho que nos calentó, nos comentaron que ellos son una pareja swinger y que aunque tienen poca experiencia ya han tenido dos intercambios y uno que otro trío, mientras platicaban me di cuenta que por debajo de la mesa, Laura estaba acariciando la verga de Javier, ella me miro con picardía y me dijo
-Ahí tienes a Juan por que no haces lo mismo
-me da pena, en realidad nunca habíamos estado en una situación así
-no debe darte pena somos adultos y este tipo de situaciones no deben incomodarte

Tímidamente baje mi mano y comencé a acariciarle la verga a Juan, entonces Laura definitivamente se puso de rodillas bajo la mesa, saco la verga de Javier y comenzó a mamarla, solo imaginar lo que sucedía bajo la mesa me puso mas caliente así que con mas fuerza apreté el pene de Juan, me mantenía aun sentada en mi silla cuando sentí la mano de Laura sobre la mía y agarrándole la verga a Juan y comenzó a bajarle el cierre mientras yo lo permitía, cuando lo bajo metí mi mano y lo saqué erecto y listo para ser mamado las manos de las dos deben sentirse muy bien en la verga de un hombre porque la expresión de Juan denotaba una tremenda satisfacción y excitación, decidí entonces unirme a Laura así que me arrodillé y me coloqué debajo de la mesa y comencé a mamar la verga de mi novio, Laura hacia lo mismo con Javier, entonces ocurrió, Laura tomo nuevamente mi mano y la llevó hasta la verga de Javier, por un momento ambas dejamos de mamar para concentrarnos en masturbar ese par de vergas gruesas con una mano agarraba la verga de Juan y con la otra la de Javier mientras Laura hacia lo mismo, ellos sentados nos miraban y nos animaban a seguir, Laura entonces me miro y me dijo que deseaba mamarle la verga a Juan, yo asentí y le dije que no había problema, así que se la metió en la boca y comenzó a succionarla con cierta experiencia, metió sus manos y le saco las bolas y chupo sus huevos, por un momento me quedé quieta sin saber que hacer, Laura me miro de y me dijo que hiciera lo mismo con Javier, lo dudé un poco pero Juan bajo su mano y suavemente me empujo hacia la verga de Javier, la tomé en mis manos y la llevé la boca y me la metí, comencé suavemente como lo hago con Juan, pero el sentir la verga de otro en mi boca frente a Juan me provocó una sensación inesperada de pronto sentí como mi cuerpo tenia contracciones hasta llegar al orgasmo, la mamé con mas fuerza metiéndomela hasta el fondo y succionado los líquidos lubricantes que salían, no había mucha diferencia, el pene de Juan ligeramente mas grade que el de Javier, pero igual de rico. Laura continuaba mamando a Juan y de pronto una de sus manos se poso en mis nalgas apretándolas con fuerza, acariciándolas, me subió la falda y metió sus dedos entre mis nalgas hasta llegar a mi ano, el cual estaba empapado de tanta humedad que todo esto me provocaba, metió un dedo en mi colita y comenzó a meterlo y sacarlo provocando que me viniera otra vez, tomó mi mano y me invito a que hiciera lo mismo, nunca lo había hecho pero al tocar su culo suave y terso mi mano de inmediato busco su ano para penetrarlo, así estábamos mamando y metiéndonos los dedos, Laura comenzó a gemir insistentemente señal de que se aproximaba un orgasmo, apresuré el movimiento de mi mano y sentí como se venia en un largo y placentero orgasmo, se detuvo y me detuvo dejamos de mamar y me dijo cambiemos ahora yo con Javier y tú con Juan al cambiarnos de lugar nuestros cuerpos se rozaron y me detuvo un instante, me beso en la boca y le correspondí totalmente, nuestras lenguas se entrelazaron frenéticamente, con sus manos acaricio mis tetas duras y me bajó la blusa, chupó mis pezones erectos y una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo no hice mas que corresponder a ello de la misma forma acaricié sus tetas y las chupé, Juan y Javier nos miraban satisfechos, se notaban las ganas que tenían de cojernos pero no había oportunidad en ese lugar, Laura y yo seguíamos enfrascadas en caricias tocando nuestros cuerpos por todos lados, bajo la mesa, metiendo mis dedos en su cosita mientras ella lo hacia en la mía, hasta lograr ambas un orgasmo simultaneo, mire a Juan, quería ser penetrada anhelaba sentir su verga dentro de mi, volví a mamarle el pene y Laura hizo lo mismo con Javier, un poco más y de pronto Juan me indicó que estaba por venirse, Javier por igual, así que se movieron un poco como si quisieran juntar sus penes, solo fue para que Laura y yo pudiéramos tener dos vergas dentro de nuestra boca al mismo tiempo, me metí las dos al mismo tiempo, subí y bajo por lo largo de sus penes alternando con Laura, acariciando sus huevos metiéndonoslos en la boca de pronto sus gemidos nos dieron la señal de que era el momento, instintivamente nos acercamos las dos y comenzaron a venirse, chorros de esperma cayeron sobre nuestras bocas, sobre nuestras caras, se realizó mi fantasía, con mis manos me froté el semen en mi cara y la de Laura, nos fundimos en un beso intercambiando el semen de Juan y Javier.

Cuando por fin nos levantamos de debajo de la mesa y salimos, solo nos miramos todos a la cara y soltamos una carcajada, por lo que había sucedido. Nos comentaron que una situación así el lo que llaman Soft, es decir un contacto swinger suave, sin llegar al intercambio de parejas total. Poco después nos despedimos y nos retiramos. Cabe decir que apenas llegamos al carro, Juan me pasó al asiento de atrás y sin más levanto mi falda, sacó su vergota y me la metió profundo levantando mis piernas hasta sus hombros, con movimientos fuertes, casi salvajes me penetraba una y otra ves, duro, con sus manos apretaba mis tetas y las masajeaba pellizcando mis pezones, se agachaba y me mordía el cuello las tetas, desesperado, esa experiencia despertó en él algo indescriptible y claro en mi también, estire mis manos para alcanzar sus nalgas y lo empuje hacia mi para que me penetrara mas profundo, con fuerza como a mi me gusta, sentí como mis fluidos comenzaban a salir, tenia un orgasmo nuevamente, pero esta vez con mayor intensidad, chorros de liquido salieron mojando todo mi vestido, el pantalón de Juan, el asiento del carro, Juan siguió bombeando hasta que terminó echándome toda su leche dentro de mi. Terminamos jadeantes y muy satisfechos por todo lo sucedido.

Fue una experiencia inolvidable, aunque intercambiamos teléfonos con Laura y Javier, aún no nos hemos animado a reunirnos nuevamente, sin embargo no esta fuera de nuestros planes.

2 comentarios - Teoria del caos

Hot-Ice
Buenísimo el relato !!!!! Me calentó muchísimo...
Te felicito por la experiencia y si lo disfrutaron tanto creo que deberían encontrarse con esa pareja !
sebirra
Muy bueno. Gracias