Mi Chica y Yo: La Ducha Despues de la Plaza

Volvíamos después de una larga caminata y un muy recomendable anal en el parque, la noche entraba serena, soplaba una brisa fresca, estábamos cansados y felices, llegamos y el viejo portero nos abrió con gentileza, el ascensor (maldita cosa) no funcionaba (nunca funciona) y subir los 3 pisos hasta mi depto se volvía una tarea pesada.

-¿Hay que subir?- Me preguntó casi como en un llanto, le di un abrazo, la tome en mis brazos y empezamos el lento ascenso.

Finalmente llegamos, me dolían los brazos, su peso y el cansancio combinados comenzaron a notarse, entramos, nos sentamos en el sillón a reposar un rato, puse mi cara en su hombro, me abrazo y me acomodo en su seno derecho, bendita almohada, pasaron unos minutos, creo, le dije que nos ducháramos juntos, me miro desde lo alto con un cierto entusiasmo, seria la primera vez que nos ducharíamos juntos.
Fui al baño a descargar líquidos, mientras ella buscaba algunas toallas, abrí la ducha cerciorándome que el agua estaba bien, ni muy fría, ni muy caliente, salí y me dio las toallas, fue a la cocina a tomar algo fresco, yo me dedique a observarla. Me miro y sonrió, se acercó y me tomó de las manos, me dio un beso en la mejilla, ¿En la mejilla?, me pareció raro, no se porque.
Fuimos al baño, nos desnudamos poco a poco, no había mucha ropa para sacar, abrió la ducha y nos metimos, el agua fue un elixir de vida, tomo el jabón liquido y lo echo en mi pecho, se sentía tibio, lo expandió por mi cuerpo masajeando suavemente, tome el pote y llene mis manos, lo unte en su espalda con cariño, mire su colita, cuando pase mis manos por ahí ella se alejo un poco con un saltito.

-¿Te duele?- Pregunté.
-No, pero, estoy sensible ahí- Respondió por sobre su hombro, mientras el agua corría por su espalda
-¿Te gustó?
-¿Lo dudas?
-No.

Pase mi mano con cuidado, la dilatación aun estaba presente, mi semen salía despacio y resbalaba con el agua. Aparte mi mente de ideas nuevas, y me concentré en la ducha, estuvimos bastante, entre enjabonar y masajear, su cabello blanco por la espuma olía delicioso, nuestra piel brillaba, húmeda y tibia, volteo y me miro de arriba a abajo mientras sus manos bailaban en sus senos, me di vuelta y acaricio mi espalda, de pronto me pellizcó una nalga, me tomó completamente desprevenido, nos reímos, tomó el shampoo y jugo con mi cabello.
Cerré los ojos para evitar que se irritaran por la espuma, continué masajeando junto con sus manos, en un momento dejo de hacerlo, supuse que estaba ocupada con su propio cabello, de pronto escuché un leve gemido, voltee a verla, estaba de espalda a mi ocupada en su cabello, algo de espuma llego a mis ojos y casi grito del ardor, me enjuague de inmediato pero no podía ver nada, seguí así, ella me dio unos besitos en los párpados con deseos de pronta recuperación.
Ciego como estaba estire mi mano buscando la esponja, en ves de eso solo atrape uno de sus senos, me disculpe y nos reímos, acaricio mi miembro y también se disculpo.

-Te aprovechas de un invalido.- Le dije
-Si.- Respondió casi fría.

Cerró la ducha, y me dio una de las toallas, seguía sin poder abrir los ojos, nos secamos mutuamente, por curiosidad pase mi mano por su cola, ya no había dilatación, pero si estaba sensible.

-Cuidado con lo que tocas.- Me dijo.
-Vos también.- Respondí mientras secaba mi miembro con cuidado.

Seque su vientre y seguí bajando, la toalla se me resbalo de la mano justo cuando estaba sobre su vulva, acaricie suavemente su clítoris, estaba excitado a mas no poder, lo toque un poco mas, sentí su humedad, se inclino hacia adelante un poco sujetándose de mis hombros.

-¿Cómo mierda haces para calentarme tanto?- Me preguntó apretando los dientes y resoplando

No conteste, solo seguí toqueteando su clítoris, deje la toalla aun lado y puse mi otra mano en su cola mientras se movía de un lado al otro contrayendo su conchita, tomó mi pene y lo jalo con fuerza, se me endureció en un segundo.
Me empezó a morder el cuello y yo a ella, al principio solo lo chupaba, me besaba, pero cuanto mas se excitaba, mas ruda se ponía, me mordía con fuerza, no hasta el punto de lastimarme, pero lo hacia con pasión, respondí de la misma forma, estaba a 100, me masturbaba y yo a ella.
Quería verla, verla en ese estado me excitaba el doble, pero no podía hacerlo, el ardor en mis ojos continuaba.
Intente meterle un dedo en su culito pero me lo impidió, estaba muy sensible, me dedique a hacer círculos en la entradita, mientras tanto metí mi dedo medio en su conchita,la acaricie por dentro, de un lado al otro, lo metí tan adentro como me fue posible, abrí sus labios y metí otro dedo mas, el índice, los moví en todas las direcciones posibles, toque, acaricie, raspe, todo la volvía loca.
Saqué mis dedos rápido, y la bese, mordí su labio, seguí con el mentón, besé su cuello, pasé mi lengua tanto como pude, estaba deseosa, quería que llegara a su vagina de una vez por todas, pero lo hice lento, muy lento, seguí bajando, bese entre sus senos, bese sus senos, los chupe solo un poco, bese su vientre, me entretuve en su ombligo, jugó con mi pelo deseosa, de a poco hizo algo de fuerza en mis hombros hacia abajo, me resistí.
No daba mas, gemía de solo pensar en como se la chuparía, baje un poco mas, lamí su pubis depilado de forma definitiva, puso una de sus piernas en mi hombro y me sujeto con fuerza la cabeza, me zambulló en su vagina abierta y deseosa, chupe con ansias y fuerza descomunal, me apretaba, me hundía en ella mientras gritaba de placer, metí mi lengua, lamí su suave interior, se estremecía de todas formas.

-¡Metemeló, cogéme, por DIOS!!!- gritó desposeída.

Me puse de pie y la penetré sin aviso alguno, sus labios de doblaron hacia adentro, de a poco se abrieron y retomaron su forma normal, me abrazó con su pierna pero no era suficiente, se abrazo a mi y sostuve su peso mientras la penetraba con fuerza y mantenía el equilibrio sobre el suelo mojado.
Se retorcía como un animal salvaje sin control, a gritos me pidió que abriera el agua, la abrí al tanteo.
El agua broto rauda y fría, muy fría, se estremeció, su piel se puso de gallina, chupe sus senos, sus pezones se endurecieron mas.
Saltaba como endemoniada sujeta a mi cuello, sus pezones rozaban mi pecho, la apoye contra la pared para alivianar peso, moje mi cara mientras el agua fluía por mi hasta nuestras ingles, su dilatación era tal que empezó a entrarle agua, el frio la enloqueció, bombee con todas mis fuerzas.
De pronto se aferró a mi y exclamó un gemido, su conchita se apretó con fuerza, acabe de forma descomunal inundándola, nos quedamos ahí gozando tanto como fue posible.

Respiramos agitados, cerré el agua y me senté sin sacársela, mis piernas se acalambraron pero no importaba, ella se movía con suavidad en los últimos estertores de goce. Me besó suavemente. Abrí los ojos y pude verla, estaba sonrojada, su cabello caía sobre sus hombros, se paso la mano por la cara quitándose la mezcla de sudor y agua, hizo lo mismo conmigo ya que no quise soltarla.

-Bienvenido.- Me dijo agitada y con amplia sonrisa.

Nos secamos y salimos de la ducha, no dijimos nada, las palabras sobraban, solo intercambiamos miradas. Dormimos como ángeles esa noche.


Espero que les haya gustado esta aventurilla en la ducha..... Si te ha gustado, dejáme un coment :)

5 comentarios - Mi Chica y Yo: La Ducha Despues de la Plaza

shad_t
Excelente! muy pero muy bueno! saludos! te dejo 5 pts! 😀
monica_lov
Mi Chica y Yo: La Ducha Despues de la Plaza
me encanto!!!! la verdad describis muy bien lo que pasa y tu relato esta mucho mas que caliente...arde!!!!