Los comienzos de una ninfómana

Un buen relato para buenos lectores espero les guste, mi primer post para tener puntitos





Mi historia comienza hace 15 años, pero no voy a contarla toda hoy, solo como comencé con mis fantasías y como después de un tiempo mi apetito sexual se desboca. Ahora que tengo más tiempo libre puedo relatar mis locuras sexuales y recordar excitada mis aventuras.
Yo vivía en un apartamento en una ciudad de España con mi hijo y mi hija después de que me separara de mi marido con el que compartí 15 años de matrimonio. Mi ex marido había sido el único hombre con el que había tenido relaciones. Después de la separación algo traumática estuve 3 años muy ocupada en buscar tranquilidad, ocuparme de los hijos, volver a trabajara, en esos años apenas tenía tiempo para mí. Pero poco a poco mi vida fue calmándose. Entonces me di cuenta que tenía que divertirme y disfrutar la vida, en esos últimos años apenas había disfrutado. Pero ya, con 35 años no me apetecía salir de fiesta como antes.
En mi nuevo trabajo terminaba a las 12 de la noche, y después de 8 horas solo me apetecía llegar a casa y descansar. Ahí es donde comenzó todo. Al llegar a casa mis hijos ya dormían, yo sin sueño aun me acostumbré a tumbarme en mi cama a ver la televisión de noche mientras cenaba algo ligero. Un día mientras cambiaba de canal mirando que podía ver, sintonicé una canal por el que estaban emitiendo una película porno. En un principio me sorprendió un poco pero la película me cautivó y no dejé de verla hasta que terminó.
Tengo que reconocer que al ver a aquella actriz mis fantasías y mi deseo sexual que no tenía desde mucho tiempo atrás se despertaron. Esa noche apenas podía dormir, las imágenes se repetían en mi cabeza, ese tipo de películas eran nuevas para mí. Confiero que me acariciaba recordando como el actor se lo montaba con aquella chica.
Desde entonces ese era mi pasatiempo favorito, nada mas llegar a casa me disponía a ver la película que ponía esa noche. Incluso en mis días libres esperaba a que mis hijos se durmieran para poder ver la película tranquila. De tanto ver películas no paraba de tener fantasías sexuales a todas horas y en todos sitios. Me convencí de que si lo deseaba yo podía ser como esas chicas de las películas. Estaba separada y aun era joven y podía disfrutar del sexo. No era una mujer muy atractiva, pero si me consideraba muy sensual, siempre tuve mucho pecho y culo, cosa que a los hombres les gusta mucho, por lo que tenía éxito con ellos.
Llegué a ser una experta en películas porno, todas las noches la temática era diferente, sabía que tocaba cada noche, yo tenía mis preferencias, pero las veía todas. Mi excitación fue en aumento hasta que decidí satisfacer mis deseos.
Lo planeé durante una semana, mis hijos se marchaban durante el fin de semana y tendría la casa para mí, además yo tenía el fin de semana libre, todo parecía perfecto. Comencé a tomar la píldora como hacía antes pare evitar embarazos. El viernes por la noche la dedique a depilarme totalmente, mi rajita quedó suave como el de una niña. Mi victima sería un hombre del barrio que suele decirme indirectas al pasar, bueno, me las dice a mí y a todas las mujeres que pasan. Apenas lo conocía, no sabía su nombre, y eso me excitaba más. No era un hombre guapo pero eso no me importaba.
Apenas pude dormir esa noche de la excitación. El día se me pasó lento hasta que mis hijos se fueron. Sabía que aquel hombre tenía que estar en la esquina de siempre y estaba decidida.
Me puse una blusa escotada sin sujetador y una minifalda, sabía que se fijaría en mí. Para disimular, la escusa para pasar delante de él es que iba al supermercado a comprar.
Bajé a la calle y allí estaba en la esquina, al pasar le saludé y le dediqué una sonrisa para que se fijara en mí, aunque ya tenía la mirada fija en mi escote; él me contesto con un piropo.
Regresé rápido del supermercado con unas bolsas con la intención de pedirle que me ayudara con ellas pero él se ofreció nada mas verme venir.
Subimos las escaleras hablando de cosas banales hasta mi apartamento, al llegar a la puerta el quiso dejar las bolsas y despedirse.
Yo- si tienes tiempo pasa a mi casa
Marcos- no quiero molestar
Yo- no molestas, además sería una desconsideración por mi parte después de ayudarme. Ni sé cómo te llamas.
Marcos- me llamo marcos, tu Laura, AA¿no?
Le sonreí mientras le miraba.
Yo- sabes mi nombre?
Marcos- el de todas las mujeres guapas
Pasamos a la directamente a la cocina:
Marcos- no tienes a nadie que te ayude hoy?
Yo- no hoy me han dejado sola, mis hijos están fuera el fin de semana
Marcos- AA¿y tu marido?
Yo- me separé hace tres años
Marcos- pero tendrá un novio?
Yo- no, se está mejor sola que con mala compañía. Y siempre que necesite a alguien habrá algún hombre dispuesto a ayudarme.
Le miré y le guiñé un ojo mientras le sonreía. Creo que en ese momento fue cuando se dio cuenta de cuales eran mis intenciones y ya hablaba conmigo con más confianza. Yo estaba excitada.
Me ayudó a colocar la compra en los armarios y mientras lo hacía yo me chocaba con mis pechos contra el de forma disimulada, el a veces me sujetaba por la cintura para ayudarme a poner cosas en la parte alta. Cada vez con más confianza y la conversación más subida de tono.
Marcos- y has estado 3 años sin novio?
Yo- solo he estado con mi marido, después del divorcio no he conocido a otro hombre
Marcos- dios! Y como aguantas? Yo estoy 3 meses y me subo por las paredes.
Yo- es que no hay ningún voluntario que me consuele.
Ese comentario le hizo lanzarse definitivamente sobre mí. Me cogió por la cintura, me acerco a él y comenzó a besarme. Metió su lengua en mi boca y comenzó a jugar con mi lengua.
Yo dejaba que hiciera lo que quisiera conmigo. Sus manos subieron acariciando mi cuerpo hasta mis pechos y comenzó a manosearlos con mucha energía. Al no tener sujetador unos de mis pechos se salió de la blusa y empezó a jugar con el pezón, lo que aumento mi excitación.
Luego puso una mano en mi mulo y fue subiendo, pero antes de que llegara a mis braguitas que estaban muy mojadas lo paré, me separe un poco de él.
Yo- no me folles aquí, vamos a mi cuarto.
Me dio la mano y lo llevé a mi habitación, me puse delante de él y comencé a desnudarme lentamente.
Yo- es la primera ver que me ven desnuda una persona que no fuese mi ex marido.
El comenzó a quitarse la ropa rápidamente. Al quitarse el bóxer el pene salto desde dentro my excitado y duro, me quede mirándolo mientras terminaba de quitarme las braguitas dejándole ver mi rajita.
Yo- solo había visto a mi marido desnudo
Marcos- y que te parece?
Yo- estas muy excitado
Marcos- ya lo creo, no sé cómo tu marido pudo dejar una mujer tan rica como tú.
Se acercó a mí abrazándome con fuerza y volviendo a besar y tocar mis pechos y mi culo con fuerza.
Marcos- dios! Qué rica estas! Que culo y tetas tiene.
Yo le dejaba hacer lo que quisiera. Dejó de besarme y empezó a mamar de mis pezones mientras metía una mano en mi rajita y otra en mi culo.
Luego se agacho más y comenzó a meter su lengua en mi rajita, yo separé las piernas para facilitarlo. Mientras disfrutaba de su lengua no dejaba de pensar lo puta que iba a ser al hacerlo con un desconocido y me excitaba más. Antes de correrme de la excitación lo aparte.
Yo- ahora te lo hago yo.
El se puso de pié y yo me arrodille para quedar a la altura de su pene. Se lo cogí, le hice la piel hacia atrás dejando al descubierto su glande que desprendía un olor a pene, al metérmelo en la boca sentí en sabor de su pene, ese sabor ligueramente salado que hacía tiempo no experimentaba. Se la mamé al estilo más profesional de una actriz porno, con energía y acariciándole los testículos. Sus gemidos me indicaban que estaba disfrutando. Se lo hice hasta que me pidió que parara. Me levanté y me tumbé en la cama boca arriba con las piernas abiertas para que él se pudiera poner encima, lo hizo rápidamente. Con una mano guió su pene a la entrada de mi cuevita y sentí como su pene entraba dentro de mí.
Yo- despacio que hace tiempo que no lo hago.
Marcos- te gusta?
Yo- si, es la primera que me penetra después de mi marido.
Yo estaba demasiado excitada, y marcos también. En cuanto sentí el pene de un desconocido que me penetraba no pude contenerme y me corrí. Pero aun estaba muy excitada.
El empezó a follarme con fuerza, yo no paraba de gemir mientras su pene entraba y salía de mi cuevita totalmente mojada y me mamaba los pezones, mientras me sujetaba los brazos por las muñecas.
El me decía cosas pero con la excitación y mis gemidos no las entendía bien lo que decía.
No tarde mucho tiempo en volverme a correr con muchas ganas y esta vez si quede satisfecha.
Mientras marcos seguía penetrándome, yo disfrutaba relajada esperando que marcos terminara. Me penetro al menos 5 minutos más, luego me apretó con más fuerza las muñecas y comenzó a follarme con más energía, sabía que estaría a punto de correrse, así que separe todo lo que pude las piernas para facilitar su penetración. Me excitaba el saber que un desconocido iba a correrse dentro de mí.
Marcos acercó su boca a mi oído mientras me penetraba cada vez más fuerza.
Macos- ya me viene
Me dijo susurrándome al oído, yo no le contesté.
Marcos- hay! Laura! Que me viene.
Se aparto un poco y nos quedamos mirando a los ojos mientras gemimos al ritmo de sus penetraciones. El estaba muy excitado. Volvió a acercarse a mi oído a susurrarme.
Marcos- no aguanto mas Laura, ya me viene!
Yo permanecía quieta sujetada fuertemente por el.
Marcos-me duelen los huevos! Están muy cargados.<
Yo- estoy preparada marcos!
Le susurre yo, eso le excito mucho mas
Marcos- estas preparada?!
Yo-si
Marcos-me viene mucha Laura!
Yo- no importa, disfruta.
Marcos- te la quieres comer?!
Yo- no! No! Dámela dentro.
Marcos- ayúdame Laura! Ya me viene.
Comenzó a penetrar con mucha fuerza.
Marcos- Laura! Laura! Laura!
Entonces sentí como su semen llenaba mi cuevita mientras el gritaba mi nombre. Cuando terminó cayó desplomado sobre mi exhausto del esfuerzo. Y no era mentira que se corriera mucho, durante toda la tarde de mi cuevita salía su semen.
Marcos- no te importa que me corriera dentro
Yo- no, no te preocupes yo tomo la píldora.
Marcos-menos mal porque me corrí a gusto, hace semanas que no me corría.
Yo- no tienes porque preocuparte.
Marcos- por eso te ofrecí que si querías comértela, espero que no te molestara.
Yo- No me molesta, no me asusto del sexo. La verdad es que ha estado muy bien. Disfrute mucho. Tu siempre di lo que te apetece.
Marcos- muchas se asustan al pedirles cosas.
Entonces le conté en una larga conversación todas mis fantasías, lo de las películas porno y que tenía intención de vivir disfrutando a tope, hacer cosas nuevas, estaba dispuesta a hacer de todo; pero sin compromisos y conociendo hombres nuevos. El se emocionó mucho, estaba dispuesto a colaborar en mis intenciones. No se marcho de casa sin que le prometiera que contaba con el para todas mis fantasías, el me ayudaría a conocer gente nueva. Pero eso será otra historia que les contaré en otro momento si les interesa.Autor: Anonimo