Con mi mejor amigo en una noche estrellada (gay)

La hierba pegó muy bien en ambos, la noche estrellada, un clima espectacular y una charla caliente nos encendió.
Le pregunté: te calentaste?
Respondió: si. Respondió algo seco y expectante.
Yo como que lo tomé en broma y lo toco de costada a la altura de la panza.
Le dije: a ver. Y no opuso resistencia alguna.
Cuando le toco el bulto, sobre el pantalón, el reclina el asiento hacia atrás y levanta los brazos. Yo no lo podía creer, estaba cruzando una línea. Me enloquecí, le baje el cierre y le desabroché el pantalón con su ayuda. Saqué su miembro, completamente erecto y lo toqué un ratito nada más.
Le dije: ah bueno. Hasta donde había llegado, y no pararía.
Corrí el asiento más atrás y me arrodillé a sus pies. Su pene tendría unos 18 x 5, algo gomoso, con un rico olor que me duró toda la noche. Yo con la boca totalmente seca me zambullí en él.
Se la mamé un buen rato, pidió cambiar de posición, se bajó del auto y se paró al lado de la puerta del acompañante.
Me dijo: acá está bien.
Yo, ya sentado en su lugar, le dije: vení acá. Apuntando que se parara sobre mí. A lo cual accedió. Yo recostado sobre el asiento y él parado entre mis piernas con las manos en la luneta ofreciéndome su pene.
De una me lo metí entero, me produjo arcadas pero me las aguanté. Lo chupaba con muchas ganas, lo lamia como si fuese la última vez, estaba descontrolado y él también.
Me pregunta: te acabo en la boca?
Le respondí: esperá un poco… no podía ser tan rápido.
Seguí mamando mientras él controlaba que no viniese nadie. Saca su pene de mi boca y me pega con él. Yo como era inexperto, le ponía todas mis ganas, pero su remera me molestaba y se la enrosqué en el cuello. Toqué todo su cuerpo, trabajado en el gym pero no en la cocina. Me encantaba tocarlo, sus glúteos bien formados.
Cansado de esa posición me dice: esperá que me acalambro.
Se sale del auto, da la vuelta y se sienta en el asiento del conductor ofreciéndome su miembro, al cual no volví a negarme. Seguí mamando, pero yo no aguantaba más y comencé a masturbarme. Fueron solo unos minutos y acabé como nunca antes, sin imaginar el desastre que había hecho. Con mi semen también se fueron mis ganas, ya estaba agotado y mi actitud no era la misma. Él comenzó a masturbarse un poco más, yo hacía vacio con su miembro y se me revolvía el estómago.
Al cabo de unos minutos se vino completamente sobre su pecho. Yo encendí un cigarrillo y él se sentó correctamente. Hubo un instante como en el que pensó y vio la situación.
Dijo: viene gente.
Nos cambiamos de asiento, encendí el auto y nos marchamos, mientras revisábamos para no dejar rastros de lo sucedido.
Me dice: esto es como un vaso de agua, no se le niega a nadie.
Yo lo miré y le dije: mañana me va a doler la mandíbula.
Pasamos por mi casa, a controlarnos la ropa y nos fuimos al boliche.

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