Depto. nuevo y mil aventuras sexuales con mi vecino mirando

Hola pajerones amigos, mi nombre es Sandra y les quiero contar mis aventuras desde que me mudé a mi nuevo depto.

Desde que llegué a mi nuevo hogar no pararon de sucederme cosas extrañas, pero realmente extrañas. Todas relacionadas entre si por un mismo factor, que era el que menos esperaba, pero las cosas se dan así y uno no puede hacer nada para cambiarlas una vez que se dan. Solo puede seguirles el ritmo y empezar a rodar con ellas. Así hice yo cuando me comenzó a ocurrir todo aquello que cuando se los cuente, se caen de culo. Pero seguro con la pija al palo o la chochona toda mojada, según el/la lector que encare mi relato.
Bueno, basta de presentaciones y preámbulos y vamos a lo que ustedes y yo queremos. Una historia que nos ponga cachondos, claro. Espero les guste.

Cuando llegué definitivamente a mi nuevo depto. con mis cositas recién mudadas y la alegría de haber terminado con todo ese tramite engorroso, aunque todavía faltaba acomodar todo adentro pero era lo de menos, no terminé de sentarme en la cama para desatarme las zapatillas que me golpean la puerta. Tímida pero ansiosamente, como un chico en el kiosco, hicieron sonár la madera. La casa está en un primer piso y solo comparto el piso con un vecino, así que si estaban golpeando la puerta de arriba solo podía ser ese vecino de al lado. Una vez atendido el amable sr., hecha la presentación formal de nuevo vecino y el ofrecimiento del "para lo que necesites golpeá" infaltable que todos dicen cuando uno apenas llega, se fue para su departamento con la tarea de averiguar todo lo que necesitaba bien cumplida. Porque yo cuando quiero puedo parecer una chica aniñada y con aspecto de alumnita 10 que no tocará una pija hasta el matrimonio, pero reconozco un pajero cuando lo veo. Y a éste lo olí como a uno de esos pajeros que no se quedan conformes con su paja y lo que su imaginación les ofrece cuando se calientan con una. Se empujan todo el tiempo un poco más por su propio morbo a meterse cada vez más hasta el fondo, y tarde o temprano finalmente la trampera les cae al pescuezo. Ahí es donde una tiene que saber ser fria y decidir: Si llamar a alguien a los gritos para que se lleven al ratón atrapado y todo se termine así nomás. O saber encontrarle el gusto y dejar que el ratón piense que tiene que tiene chances de escapar, y mientras nos divertimos haciéndoselo creer, lo tenemos atrapado donde y como queremos. Así que para que aquello comenzara contesté todas sus preguntas para dejarlo satisfecho, incluso más de las que acostumbro a contestar antes de cortarle el rostro a cualquier desconocido, siguiéndole el juego a mi futuro nuevo "amigo" para ver cómo se movía. Y lo hizo tal cual yo lo esperaba.
La primer mañana que amanezco en mi nuevo hogar, con la cabeza en otras cosas después de darme una ducha salía apurada de mi departamento y estaba ahí, mi vecino servicial. Se quedó paralizado, con la mandíbula desencajada como si hubiera visto algo terrible. Claro, lo terrible eran mis tetas. Yo suelo andar muy poco pendiente de mi aspecto físico. No soy de estar preocupándome por cómo me queda algo cuando lo uso o si insinúa algo o no. Si me queda cómodo y lo veo lindo me lo pongo, y listo. Así salía ese día a la calle, con una musculosa blanca ajustada y unos jeans cortados tipo short, sandalias y mis gafas. El detalle era que acababa de bañarme y con el pelo bastante mojado que caía sobre mis hombros y tetas se me había mojado toda la musculosa blanca, dejando las aureolas de mis pezones, un poco parados por el frio de la tela mojada, bien notorias para el deleite del gordito pajero. En definitiva era una imagen de almanaque de gomería. En serio. No por agrandarme, porque no soy una modelo pero tengo un cuerpo bastante deseable. Buen culo, una cintura bien pronunciada, tetas pequeñas pero bien paradas y llamativas para una espalda tan angosta como la mía. Mi cara, como antes se los dije, puedo parecer la hija más buena y bonita de la cuadra. Y mis piernas son muy miradas, aunque para mi son un poco anchas, pero bueno.
Volviendo a mi salida repentina y el regalo para la vista del gordito que salía a comprar el pan, el diario o vaya uao a saber qué carajo haría, me sentí un poco avergonzada como primer impulso, pero me di cuenta enseguida que el más avergonzado era él. Además del más caliente, se le notó en la cara. Y digo el más caliente porque lo que siguió a mi sensación de vergüenza temprana fue una especie de subidón que movió un poco el morbo en mi. La situación de sentir que lo apichonaba mi presencia femenina, mientras le ponía los ratones a mil y más tarde la pija al palo a ese tipo me hizo sonreir, socarronamente, y guiñarle un ojo antes de salir para la calle y escuchar recién su respuesta casi cuando cerraba la puerta.
No se por qué reaccioné así, ya que no me insinúo jamás a un tipo que no me interesa. Pero sentí y entendí todo en ese momento. Tenía el poder, y me encantó hasta hacerme humedecer un poco la bombachita.
Así todo empezaría. Como casi todo, por el principio y de menor a mayor.

Bueno, ésto es recién el principio a modo de presentación. Tan solo una muestra de lo que se viene, que es bastante caliente.
Es mi primer post, así que espero guste y den ganas de seguirme porque tengo mucho para seguir.

Gracias por leer lo mío.
Saludos!

3 comentarios - Depto. nuevo y mil aventuras sexuales con mi vecino mirando

cojememami
esta muy bueno.... me calento bebe.... quiero mudarme al lado tuyo y ser tu veciono!!!!
Conchadicto
ando buscando depto sabes.
cuando se le termina el contrato a tu vecino?
elpitu_10
malisimo hubieras contado todo de una