Un breve relato de una noche apasionada

Me despierto en medio de la noche. Solo un tenue rayo de luz entra por la ventana, y me permite ver tu figura. Con tu cabeza descansando en mi pecho, puedo oler el perfume de tu pelo, mezclado con el intenso olor a sexo que aun reina en la habitación. Paso mi mano por tu espalda y al sentir la suavidad de tu piel desnuda no puedo mas que desearte nuevamente. Como si acaso adivinaras entre sueños mis pensamientos, posas tu mano sobre mi miembro y, al cabo de pocos segundos, tienes mi verga erecta atrapada entre tus dedos. Medio adormecida, la agarras fuertemente mientras das un beso en mi pecho y desciendes hasta quedar con tu boca sobre la punta de mi pene. Mi corazón late rápidamente, siento la sangre hervir en mis venas, y mi respiración se agita mientras tus labios envuelven mi verga. Siento como dentro de tu boca tu lengua me acaricia. La punta esta atrapada disfrutando los juegos caprichosos de tu lengua mientras tu mano se desliza por mi palo. Sigues un rato así hasta que finalmente veo como mi verga se hunde por completo en tu boca. El increíble goce que siento me lleva hasta el limite. Quiero detenerte, pero me miras a los ojos mientras que tu mano libre se posa en mi pecho impidiendo que me levante. Sin mediar palabra, me recuesto y me entrego por completo a tus caprichos. Succionas, lames, besas y vuelves a succionar mi verga, sin dejar de acariciarla con tus manos. Tambien mis testículos son sometidos a los placeres que les brinda tu mano. Mi verga comienza a latir mas fuerte, indicando la inminente llegada del extasis. Lo presientes y sin mediar palabra dejas de darme placer oral para colocarte sobre mi. Siento tus labios y tu clitoris frotarse contra mi verga. La tengo dura y caliente, pero aun asi puedo sentir perfectamente lo caliente de tu vagina, y la humedad con que me bañas. Sigues frotándote contra mi hasta que te tomo fuertemente por la cintura y, con un muy sutil movimiento, logro que mi verga se coloque en el punto justo. Antes que pueda yo hacer nada, tu empujas lentamente y emites un quejido mientras me introduzco en tu cuerpo. Nos abrazamos fuertemente mientras nos movemos rítmicamente al compas de nuestras agitadas respiraciones. Siento el calor de tu piel, tu respiración mientras muerdes mi oreja y tus uñas clavarse en mi espalda. Y siento también tu cuerpo tensarse. Veo como te muerdes los labios. Y siento apretarse tu vagina mientras llegas al final. Y tu sientes como te abrazo fuertemente al tensarse todos mis musculos. Mi verga tan dura y firme como nunca, se clava en lo mas profundo de ti para soltar el néctar. Aquellos leves quejidos que emitíamos ahora se transformaron en gritos. Sientes mi verga eyacular una y otra vez, llenando tu concha. Por tus labios se derrama parte de la leche. Y ambos apretamos aun mas nuestros cuerpos en el momento culmine de nuestros orgasmos, el momento en que el ultimo chorro de leche llena tu interior y tu llegas al final mas caliente.
Te quedas recostada sobre mi, con mi verga dentro tuyo, y nos dormimos nuevamente, con nuestros sexos bañados por tu humedad y mi néctar.

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