Lau, mi puta.

Como relaté en mis post anteriores, con mi mujer teníamos infidelidades consentidas y realizamos los primeros pasos en el tema swinger, hace casi veinte años. Ya estábamos instalados en el nuevo departamento, en Buenos Aires. Nuestros ex vecinos cada tanto se llegaban a visitarnos y era inevitable el intercambio, en otras solo el venía por razones laborales, se quedaba a pasar la noche y el tema entonces era coger a mi mujer la que por supuesto la pasaba de diez. Mi trabajo quedaba cerca de casa, pero al ser en Bs As, quince cuadras resultan ser mundos distintos. Y lo que me pasó fue en la oficina, un local todo vidriado y donde veía todo lo que pasaba en la calle. La primera vez creí haber tenido una ilusión óptica, me pareció ver una mujer alta, cabello rubio, una figura espectacular y unos pechos increibles, vaquero ajustadisimo, en fin un hembrón. Salí a la calle a verla y había desaparecido, el corazón me latía a mil. La vez siguiente confirmé que no era un espejismo, me la cruzé en la calle, simplemente espectacular. A pesar del lomazo, su andar era el de una mujer timida, cuando nos cruzamos me lanzó una mirada que me fulminó, algo pasaba. A partir de ese momento los encuentros fueron mas frecuentes, hasta que un día la invité a tomar un café. Entonces me contó que era casada, con una hija y que hacía rato que me había visto (por lo visto mucho antes que yo). Ese día nos despedimos con un simple beso, hubo otro café y la tercera vez cuando era inevitable el telo, solo conseguí llevarla a la Costanera Sur. Fue reclinar los asientos y al poco rato la tenia con la tanga por la rodilla, los pechos al aire y metiendo mano como loco, cuando le metí dos dedos en la concha acabó de una forma increíble, me mordió el hombro, la quise dar vuelta para cojerla pero todavía no quería , a cambio me agarró la pija y la empezó a mamar, yo tenía tal calentura que al principio no la sentía y estaba al palo mal. Acabé como un caballo, se tomo todo y me dio un beso. Me pidió que lo dejaramos así por esa noche, tenia que volver para que el marido no sospechara. La siguiente vez fuimos al telo, chocaron los planetas, de entrada le chupé la concha, cosa que a ella mucho no le gusta, sin embargo acabo y casi termino decapitado cuando ceró las piernas en pleno orgasmo. Luego vinieron dos hermosos polvos en posición de misionero, intensos no se sabía quien cojía a quien, me calentaban ( y me siguen calentando) esos ojos de pendeja adolecente y puta que pone y que todo lo señora que es en la vida diaria (con importante cargo en uno de los tres poderes del estado) en la cama se transforma en una máquina del vicio. El final de ese momento nos encontró tirados en la cama y ella feliz de estar enchastrada en semen. La vez siguiente me invita al departamento porque el marido estaba de viaje. Me recibió con un vestidito negro que no hacía mas que resaltar sus interminables piernas, como el que no tenía mucho tiempo era yo, tomamos algo y al rato estabamos en su cama besandonos, haciendo un 69 hasta que la puse en cuatro patas al borde de la cama y se la metí en la concha, en esa posición es cuando mas se calienta porque según ella es cuando se siente mas puta, todo lo seria que es se transforma y cuando mas se la trata como a una puta, mejor se pone la cosa. Así estabamos bombeando hasta que se siente un ruido de llaves y una puerta que se abre, nos quedamos duros, petrificados, ella en bolas, en cuatro patas, agarrando el acolchado, con mi pija en su concha y mis manos agarrandola de la cintura. Fueron cinco segundos que parecieron años, mi cabeza laburaba a mil, esto terminaba agarrandome a trompadas o cojiendola entre dos pensaba. La puerta se cerró y nos dimos cuenta que era la de la vecina de al lado, maldije a los constructores del edificio, me serené, continué con mi faena y acabamos los dos yo encima de ella llenandole la concha de leche. Nos veíamos tres veces por semana, la mayorìa de ellas en el telo. Mi mujer ya estaba cabrera porque de una estaba emparejando el marcador y aunque no lo reconocía, sentía celos. Un día Lau me llama para que vaya a su depto. Cuando llego baja a abrirme la puerta de calle y casi me muero, tenía una camisa anudada debajo de esos dos gloriosos melones, unas sandalias de taco alto y un shorcito hecho con un vaquero viejo bien cortito y la entrepierna eran dos flequitos encima la muy turra no tenía bombacha. toda una puta, si nos veía un vecino estábamos muertos. No usamos el ascensor, fuimos por la escalera, yo me la cojía ahi mismo. Ni bien entramos en el departamento me fue poniendo en bolas y no se como llegamos a la cocina. Le saqué la camisa, la senté en la mesada y me la cojí de una. Fué un garche salvaje, como no tenia bombacha los flequitos no eran obstaculo. Le di para que tenga mientras ella me besaba, me arañaba, me pasó las piernas por detras de la cintura y cuando me apretó acabamos los dos, asi nos quedamos un instante con mi pija todavía largando leche dentro de su concha. Me separé un poco y estaba ella con sus largas piernas colgando sus pechos desnudos y viendo en el marmol el charquito de leche y fluidos que se habia formado entre su piernas, la abrazé de nuevo, la bajé y cuando estaba en el piso se dió vuelta y empezó a pasar la lengua por el charquito, un verdadero espectaculo un culo hermoso unas piernas increíbles, ese short que pienso enmarcar en fin una hermosa mujer lamiendo la leche con que se la cojieron. A los pocos minutos, despues de una pequeña mamada se la estaba poniendo de vuelta. Es que no podíamos entonces (ni ahora) estar solos sin cojer. En público nadie diría que somos nada, a pesar de que un par de veces me chupo la pija a las tres de la tarde en plena Av del Libertador, no se si alguien nos vió, yo estaba muy ocupado. Mis compañeros de oficina que algo sospechaban,estaban que volaban porque consideraban que era un hijo de puta que me comía este bombon teniendo el caramelo de mi señora, claro que no sabían mi pacto con ella y si bien a Lau se lo habia dicho ella no lo creía. Pero eso después lo cuento. Son muchos años

1 comentario - Lau, mi puta.

guerrero1981
La puta madre, muy bueno el relato, ahora el publico quiere ver ese cuerpo que te comiste ja ja ja de 10