Recursando

RECURSANDO... Acá les dejo un lindo relato espero que les guste

El año pasado debí recusar una materia de primer año, la verdad que eso me tenía mal, tener que conocer gente nueva y volver a generar grupos de estudio y todo eso me sacaba de quicio. Para colmo la materia era de primero por lo que iba a estar lleno de pendejos de poco más de 18 que recién salía del colegio lo cual los vuelve bastante molestos.

Llego el primer día y al menos para mi suerte había una chica que ya conocía de otra materia cursando esa también, así que me junte con ella, al menos ya tenía una persona de confianza, nos saludamos y me dijo que me sentara con ella. Entre al aula y ya estaban todos ya que esa materia correspondía al segundo bloque y ya habían estado cursando otra materia, hice un paneo general buscando a la chica que conocía para sentarme junto a ella y fue ahí cuando la vi, era hermosa era como un ángel, una chica de cabellos ondulados dorados como hilos de oro, con cara una cara de niña inocente que te hacia querer abrazarla, unos ojos hermosos y una boca con unos labios que hacían que solo pienses en querer besarlos.

Me senté junto a mi amiga pero no podía dejar de mirarla, el profesor comenzó a hacer una especie de presentación y decidió que para presentarnos entre nosotros y el conocernos mejor teníamos que completar una planilla de datos y luego arrojo un bollito de papel al azar y comenzamos a presentarnos, la idea era que ese bollito siempre fuera arrojado al azar, cuando me cayó a mí no lo dude ni un segundo, después de leer mi presentación me hice el boludo y le arroje el bollito a ella, esperando que me mirara y cruzar miradas, pero ni pelota es más creo que la única mirada que recibí fue de odio en ese momento.

Al salir pude observarla con más detenimiento, era simplemente hermosa, una de esas mujeres que solo existen gracias al photoshop no era solo su cara y su cabello su cuerpo también era hermoso.

El tiempo transcurrió sin novedades, a los pocos días de comenzar a cursar yo debía realizar un viaje, para ese momento ya había más relación con el grupo y mi amiga comenzó a acercarse a ellas. Cuando volví del viaje el grupo ya había sido formado, era mi amiga, el ángel de los cabellos rubios y otra chica más, cursaba otra materia con ellas y fue ahí donde comencé a acercarme más y a charlar más, pero seguía notando cierta distancia de ella hacia mí, suponía que se debía a que ella creía yo estaba de novia y yo también. Nos fuimos de a poco haciendo más amigo, en cuanto pude conseguí su mail y la agregue al MSN para charlar, la verdad que no esperaba que pase algo pero, vamos seamos sinceros, no era la clase de chica que te levantas fácil, y además estaba de novio. Pero nos fuimos haciendo cada vez más amigos, yo la alentaba para que no largara la facultad.

De pronto nuestras conversaciones se empezaron a hacer más íntimas, ella me contaba de sus amoríos y yo iba descubriendo que la que yo creía que era una niña inocente no lo era tanto, el ángel tenía su lado de diablita también, descubrí que era más hermosa aun de lo que mostraba en la facultad, incluso demostró ser aún más única de lo que esperaba, sabido es que rara vez una mujer tiene lindos pechos y buena cola, a no ser que este operada, pero ella era la excepción a la regla, no solo tenía unos pechos que hacía que quisieras sumergirte en ellos si no que además tenía una colita hermosa chiquita y paradita de esas que da placer solo de apoyarla al abrazar por detrás.

Empecé a notar también que yo le interesaba, que la atracción no era solo de mi lado, y poco a poco las charlas intimas comenzaron a derivar primero en indirectas y palos y luego ya puramente en directas, y de a dónde iba a terminar todo esto, ella siempre me decía que no creía en la amistad entre el hombre y la mujer, y cosas así, con constantes escenitas de celos e histeriqueadas de ambos lados.

Hasta que llego el día que la invite a almorzar, fuimos a un mc donald´s luego de la facultad, todo muy tranquilo comimos criticando a compañeros y riéndonos, y luego la lleve a su casa, fue allí en el auto donde sucedió el primer beso, todavía recuerdo el contacto con esos labios y la pasión con la que besaba, su lengua jugando con la mía y su mano agarrando mi cuello.

Durante un tiempo las cosas siguieron así con muchos besos y comenzamos a mostrarnos más cariñosos en la facultad tratando de no llamar mucho la atención. La tensión sexual estaba al máximo ambos sabíamos que era cuestión de tiempo, pero se hacía difícil por los tiempos y las parejas. Hubo un día que fuimos a desayunar a un Starbucks pero jamás bajamos del auto nos quedamos toda la mañana besándonos y acariciándonos, la excitación era tremenda de haber podido en ese preciso momento la hubiera desnudado y le hubiera hecho el amor en ese mismo lugar sin importar quien pasara. Pero ella siempre lograba frenarme cuando estábamos por perder el control

Hasta que finalmente un día después de clase fuimos a almorzar, le había prometido que pasaríamos toda la tarde juntos, almorzamos en un lindo restaurante y luego llego el momento de ver que hacíamos si íbamos a un lugar donde estar solos o a pasear. Ella no estaba segura de hacer nada por su novio y la verdad es que yo tampoco quería presionarla, estaba nervioso como un chico en su primera vez y la deseaba muchísimo no podía dejar de imaginar su cuerpo desnudo rozándose con el mío, pero quería que si pasaba fuera porque los dos lo deseábamos. Finalmente decidimos ir a un hotel pero para estar tranquilos sin que ello significara que fuéramos a tener relaciones, supongo que en algún punto ambos sabíamos que iba a pasar, pero la idea era que si no pasaba no fuera un problema. Ni bien entrar comenzamos a besarnos con más pasión que nunca nos tiramos en la cama y no dejábamos de besarnos nos abrazábamos, rozábamos nuestros sexos por sobre la ropa yo no dejaba de acariciar su cola, sus pechos, de besar su boca su cuello. De a poco la ropa fue saliendo, parecíamos dos chicos teniendo su primera vez, ella tímida al desnudarse y yo tratando de protegerla y que se sintiera bien, recuerdo a la perfección el momento que se quitó su corpiño y libero esos pechos hermosos, comencé a besarlos y chuparlos como si fueran el ultimo alimento que quedaban en la tierra, y encima ella estaba sobre mí y se rozaba como si estuviera siendo penetrada, poco a poco las manos comenzaron a descender, e ingresar en los pantalones, comencé a acariciar su sexo primero por sobre la tanga que llevaba y ella al mismo tiempo comenzaba a investigar en el interior de mi pantalón deseaba que me sacara ya el pantalón y me tocara a gusto pero, estaba esa regla tacita que nos habíamos impuesto de permitir que el otro hiciera lo que deseara sin obligar a nada.

Decidí ir más lejos e introduje mis dedos dentro de su tanguita, que sensación hermosa, esa conchita sin un solo pelito y completamente mojada por la excitación, al sentir que mis dedos comenzaban a jugar libremente en su lugar más íntimo ella también metió su mano dentro de mi bóxer y agarro mi pija y comenzó una suave masturbación, juro que en ese momento creí que acabaría en poco segundos, pero fue ahí donde ella, completamente excitada me sorprendió, dejo de besarme y dijo con una vos suave y entrecortada por la excitación “ponetelo” entendí al instante salte de la cama y fui a buscar el preservativo, y mientras terminaba de desnudarme pude disfrutar de la hermosa visión de ella desnuda y de mi boca solo pudo salir un “ah bueno” su cuerpo desnudo estaba ahí frente a mí, tan solo la tanguita que llevaba cubría su sexo y rápidamente se la quitó, nos arrodillamos los 2 sobre la cama y comenzamos a besarnos, nos recostamos y lentamente comencé a penetrarla, dios que sensación más hermosa, la recuerdo y vuelvo a excitarme, su conchita estaba muy mojada pero era estrecha como si fuera una niña virgen, al fin de cuentas para mí lo era, para mí era una niña, y era nuestra primera vez y hasta estaba nervioso como el día de mi primera vez. Si bien el ambiente estaba colmado de lujuria no se puede decir que estuviéramos cogiendo, estábamos haciendo el amor, nos besábamos y acariciábamos sentía sus manos recorriendo mi cuerpo, cambiábamos de posición, estábamos en nuestro mundo disfrutando al máximo. Sabía que en cualquier momento iba a llegar mi orgasmo y sabía que ella no había llegado, fue por eso que decidí dar un descanso y dedicarme solamente a su placer, Salí de su interior y lentamente comencé a bajar besando cada rincón de su cuerpo hasta llegar a su rincón más íntimo, su aroma era de sensualidad, comencé a pasar mi lengua por su sexo, bese cada rincón, me entretuve con su clítoris, mientras ella se retorcía de placer, comencé a introducir mis dedos en su interior, primero uno, luego 2, hasta llegar a un tercer dedo, su estreches era increíble y me excitaba aún más, podía sentir en mis dedos cada pliegue de su interior, y notaba que ella disfrutaba, finalmente llego a su orgasmo sentí los espasmos de su vagina y sus gemidos de placer eran simplemente como una melodía que podía excitar hasta la persona más dura.

Luego de ese momento ella se dedicó a mi placer, comenzó a masturbarme, para luego ir bajando al igual que yo, esperaba ansioso que sus labios llegaran a mi sexo, me miro sensualmente y primero paso su lengua por toda su extensión y sin dejar de mirarme comenzó a introducírselo en su boca, dios que sensación increíble, la chupaba a la perfección estaba completamente entregado siguió durante un largo rato, incluso jugo con sus hermosos pechos hasta hacerme finalmente acabar.

En ese momento volvimos a la realidad, ya era prácticamente de noche y ambos debíamos volver a la nuestras obligaciones, volvimos en el auto riéndonos, la deje en su casa y yo volví a la mía, todavía tenía la sensación de sus labios recorriendo su cuerpo.

Esa fue la primera vez que lo hicimos a partir de allí ya no nos ocultábamos tanto en la facultad y hubo otros encuentros


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