En el baño de la oficina

Era cerca del medio dia y fui al baño para lavarme las manos e ir a comer cuando te encontre en el pasillo de los baños. Te veias hermosa como siempre con tu piel morena tu largo cabello que llegaba a ese hermoso par de senos grandes y turgentes comenze a bromear contigo y decirte que estabas acorralads, que no te me ibas a escapar..., cuando dijiste "Y quien dice que me quiero escapar?"

Fue en ese preciso instante donde todas mis fantasias se hicieron realidad . Me acerque con cautela (realmente era que no me lo creia aun) correspondiste a mi timido beso metiendo tu lengua en mi boca y eso me encendio tanto que olvide que estabamos en la oficina y comence sacarte la ropa tu gemias me besabas en cuanto tus grandes pechos quedaron descubiertos comence a deborarlos, mientras gemias y me pedias que hiciera mia.

No se si pasaron segundos o minutos, solo se me detuve en ese hermoso y grandioso par de pechos que tantas veces habia deseado.

Sin darme cuenta como habiamos quedado totalmente desnudos y nustros cuerpos se retocian queriendo fundirse en un abrazo eterno y besos que nos dabamos mutuamente, quemandonos consumendonos hasta que... te tome de las nalgas y te alce recostando tu espalda desnuda en la pared y dejando tus hemosos senos a merced de mi boca, gritabas gemias halabas mi cabello... gadeabas y rogabas que te poseyera alli mismo. Solo tube que dejarte resbalar un poco y penetrarte lenta y profundamente tu gemido debio escucharse en todas partes, pero eso solo consigio encenderme mas, mientras me movia ritmicamente, sentia como tus caderas seguian mi ritmo acoplandonos mas y sacando mas y mas placer tus gemidos tus rasguños y tus movimientos me decian que estabas a punto de llegar al climax, asi que empece a acelerar mis embates si cada vez mas rapido cada vez mas profundo, sudando, gimiendo, alcanzamos la gloria del mas exquisito orgasmo conjunto que hizo que mis piernas flaquearan por un momento.

Luego de quedarnos abrazados un momento, recojimos nuestras ropas y, con un beso y una sonrisa complice cada uno se fue a su baño para refrescarnos y vestirnos.

Increiblemente hubo una falsa alarma de incendio; asi que nos habiamos quedado solos cuando tubimos nuestra aventura en el baño de la oficina

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