Alma penetrada (dedicada a Alma mia)

Era un viernes a la noche, y me encontraba como cada viernes a la noche cenando solo, en una parrilla a medio camino entre el trabajo y mi casa. Mis dos botellas de vino tinto se habían terminado y cuando estaba a punto de pedir la cuenta, siento que alguien me toca el hombro, sorprendido de encontrar a alguien conocido a esa hora, me di vuelta y descubrí que era mi amigo Juan con su esposa Alma.

Nos saludamos, los invite a sentarse, se dieron cuenta que mi estado no era el mejor, y se rieron de mi incipiente borrachera, aunque a decir verdad, ninguno de los dos estaba mejor yo. Se negaron a mi invitación, pero a cambio tuvieron la idea de ir a su casa a tomar algo antes que se terminara la noche.

La verdad, que la invitación era tentadora, porque la verdad son dos personas con las cuales se pueden pasar grandes momentos, y porque siempre hay buenas bebidas en sus casas y podríamos terminar la noche de la mejor manera.

Entonces, pedí y pague mi cuenta, y nos fuimos. En el camino paramos en un kiosco, compramos cigarrillos, algunos chocolates y seguimos. Nuestro estado alcohólico nos permitía reírnos de cuantas pavadas se nos ocurrieran, y así transcurrieron las pocas cuadras que nos separaban de nuestro destino.

Al llegar, me desplome en un sillón muy cómodo, el que siempre uso cuando llego a ese lugar y no estamos sentados en la mesa. Frente al sillón hay una mesita ratona, y enfrente un sofá cama haciendo juego con el individual donde estaba yo sentado. Como era tarde decidimos dejar solo iluminado el living con un velador que nos ofrecía luz tenue y bastante intimad. Así quedamos, enfrente mio estaban ellos dos, muy cómodamente sentados también, medios borrachos y un poco mimosos. Abrimos un whiskys que hacia una semana les había regalado y nos servimos tres copas con un poco de hielo, y así paso la primera hora, entre alcohol, risas, bromas y confesiones varias.

Luego de ese tiempo, y al ver que Juan se estaba quedando dormido, decidí irme,ya era tarde y la noche no daba para más. Cuando me disponía a levantarme, sonó tajante la voz de Juan, que parece que se habría despertado de golpe, impidiendo que me vaya. Le dije que no se preocupe, pero su negativa prosiguió, debido a mi estado y lo tarde que era. Me pidió que me quedara durmiendo ahí y que cuando me despertara me iría.

Le dije que se dejara de preocupar que yo me iba. Otra vez se negó y le pidió a Alma que no me dejara ir.

Afloje un poco, y al ver que amagaba para quedarme, Juan decidió irse a dormir. Mientras tanto Alma, sirvió otro vaso de whisky para cada uno, y nos quedamos un rato mas bebiéndolo. Cuando juan finalmente se fue a dormir, y yo termine mi bebida, nuevamente le dije a Alma que me iba. Ahora fue ella la que se negó, y me pidió que no le complicara la vida, porque si me iba, Juan se iba a enojar y aparte ella se preocuparía también por mi.

En ese momento mi borrachera me impidió irme, pero a la vez,me gusto la negativa de Alma, y un pensamiento perverso y erótico se cruzo por mi mente, la que aún quedaba lúcido de ella, y me propuse usarlo a mi favor.

Si, porque no les conté pero Alma, es una morocha hermosa, de un metro sesenta de alto, una mirada capaz de derretir un cuerpo, un par de ojos hermosos, de rasgos tipo árabes, una nariz chiquita y acorde con su bellísima cara, una tez blanca preciosa, y una boca tierna, apasionada, seductora al sonreír, de labios carnosos. Su cuerpo no se queda atrás, dueña de una muy linda cola redonda, con cachetes esponjosos, unas piernas sensuales y piel muy suave, junto con un par de tetas grandes, hermosas para comer y tocar.

A los pocos minutos de su negativa, ella fue al baño, yo me quede sentado en el sofá y al escuchar que abría la puerta del baño, me acerqué hasta la puerta de salida, y cuando pude verla,le dije que había decidido irme, que era mejor así.

Sorprendida por lo que veía, y diciéndome que no me iba a abrir se aprestaba a sentarse nuevamente en el sillón, le comenté que las llaves estaban puestas y le pedí que me venga a saludar. Ya media enojada por mi insistencia y convencida de que debería impedir que me vaya, se acercó hasta mí. Como pudo apuró su caminar por el corto pasillo que nos separaba y medio tambaleando y protestando se acerco hasta mi. Se puso frente a la puerta, estorbando totalmente mi salida. Y ahí en ese momento le dije, quiero que me saludes así me voy, es tarde y tengo sueño. Me dijo, no!!! Te vas a quedar.

Entonces aprovechando el momento y amparado por la desinhibición de mi borrachera le dije... Lo que pasa es que si me quedo, no me das un beso. Y con un tono de broma, termine diciendo... ves que no entendés nada!!!

Riéndose, y en un tono bastante raro debido a la borrachera, me dijo, ... si era por eso me lo hubieses pedido, ahora te doy un beso y te quedas y te dormís tranquilo....

Fue ahí que le dije, ok, me das un beso y me quedo... o mejor dicho, te doy un beso y me voy a dormir...

Se quedó mirándome, como diciendo... " que pedo que tenes"

Me acerque a ella, la abrace por su cintura la traje hasta mi, y ahí, sin mediar palabra, le di un beso en su boca... creyendo que al sentirlo lo iba a rechazar. Pero grande fue mi sorpresa, cuando sentí que su boca respondía a mi beso y en un segundo nuestras lenguas estaban jugando desenfrenadamente.

Acto seguido, nos empezamos desesperadamente a acariciar, a tocarnos, jugamos con nuestras manos y en segundo, estábamos totalmente calientes, empujándonos para la cocina. al pasar por la mesa,la subí, seguí besándola, y tocándola por todo el cuerpo. Mis manos acariciaban sus tetas, y mi boca se comía sus pezones, enseguida, mis dedos empezaron a jugar en su concha, y sus gemidos empezaron a oírse, suaves pero intensos. Mis dedos se metieron en su concha totalmente mojada y la penetraron. Sus caderas empezaron a moverse, y sus manos acariciaban mi pelo, y empujaban mi cabeza a su concha.

Al cabo d unos segundos estaba chupando desesperadamente su clítoris, lo mordía, lo lamía, lo besaba. Así estuve un rato hasta que sus gemidos (todos en voz baja) se hicieron mas intensos, sus jadeos mas profundos, sus movimientos de caderas mas rítmicos, y una cataratas de orgasmos, fueron produciéndose en cuestión de minutos.

Sin mediar palabras, busco desesperadamente con sus manos mi verga, que estaba completamente dura, caliente y mojada. La toco, la manoseo y la saco sin perder mas tiempo de mi pantalón y la llevo a su boca. La chupo con maestría, la lamió, la beso, la mordió, y la chupó durante un buen rato con gusto. Debo confesar que me encanto, que me volvió loco de placer y realmente le hubiese dejado mi leche en la boca, pero tuve muchas ganas de penetrarla. Me puse un forro que tenía en el bolsillo, y la subí nuevamente a la mesa, la abrí de piernas, y la penetré profundamente. Nuestros gemidos, casi susurros, resonaban en nuestros oídos, mientras nuestros movimientos iban en aumentos. La penetración se hizo cada vez mas profunda, y de repente, sentí como mis huevos expulsaban la leche hacia el tronco de mi pija, y de ahí salia expulsada. Un chorro enorme de leche me hizo acabar, sentí un placer enorme, y lo único que hice es buscarle la boca y volver a besarla. Así nos quedamos un rato, agitados y recuperándonos pero sin dejar de besarnos.

Al rato, sentí que mi pija nuevamente quería penetrarla. La cargue sobre mis brazos y la lleve al sillón. Arrastré su cabeza nuevamente a mi verga, y volvió a chupármela, esta vez muy suavemente, de forma muy dulce, pero con el mismo resultado. Otra vez mi pija estaba totalmente erecta. La miré a los ojos y con mi voz entrecortada por la pasión, la calentura y la borrachera, le dije que quería coger su culo. Me dijo que lo hiciera ya mismo...

La di vuelta y me puse a chupar el culo, al rato estaba todo mojado y abierto, tan abierto que podía meter dos dedos en el tranquilamente. El culo estaba mojado y Alma completamente caliente y entregada. La puse en cuatro en el sillón, le paré el orto, y me puse con la pija bien parada atrás de ella. Dió vuelta su cabeza y muy borracha me dijo... Y el forro???

Le dije, NO!!! el culo es sin forro, porque quiero dejarte la leche en el culo, y que te vayas a dormir así, con leche en culo que se vaya saliendo, te animas??

Me dijo, si!!! es muy caliente.

Entonces, la agarre de la cintura, apoye la cabeza de la pija en su agujero, y empece a penetrarla. Empezó a gemir con mucha pasión, y a mover el culo... y cuando menos lo esperaba, la penetré totalmente.

Grito, gimió y puteo todo en voz baja, me miró como pudo y me dijo "hijo de puta es muy grande... me estas rompiendo el culo, ... pero no pudo terminar la palabra culo, debido a que empece a moverme mas fuerte y sus gemidos cortaron la palabra.

Al cabo de un buen rato de bombearle el culo, y suplicándome que acabara porque no lo aguantaba mas, mi semen comenzó a ser expulsado por mi verga, y quedándose en su culo. Cuando esto sucedía, sus manos empezaron a tocarse su concha y clítoris, y en pocos instante otra vez sus orgasmos comenzaban a fluir de su concha.

Con el culo bien abierto y la leche, adentro, pugnando por salir... la mire a los ojos, el di un beso, y le dije que debía irse a dormir...Y así se fue, tranquila cogida y derramando leche por el culo....

A la mañana siguiente, se levanto junto a Juan, y cuando el se fue a bañar, me despertó con un pete, y puteando porque su sábana estaba manchada de leche, pero esa es otra historia, que después contaré....

FIN.

1 comentario - Alma penetrada (dedicada a Alma mia)

mimameporaca +1
Nooooo...me imaginé todo. Me calentaste mucho con este relato!!!