Me encantan las maduritas I

Bueno, este es mi primer relato a modo de una pequeña introducción a mis aventuras que tuve con maduritas voy a decir que desde joven digamos 18 años, hasta los 20 mantuve una relación con una chica de mi edad, mi primer novia enserio 2 años de fidelidad. Cuando rompimos -depresión de por medio- decidí comenzar a cumplir una fantasía que tenía hace tiempo, algo que me calentaba pero no podía cumplir… Acostarme con una veterana, con una mujer de más de 35 años de edad.
Así que aquí comienzo con mi primer aventura, a esta mujer la conocí por una de estas tanta webs para hacer “amistades”; tenía 39 años, una figura normal para su edad, pechos tamaño normales y cola bien mantenida, publicaba fotos normales sin hacerse la perra mostrando la cola o los pechos ni poniendo caras picaronas –más tarde me iba a demostrar que tan perra podía ser-, empezamos a charlar lo más bien, hablamos de nuestras vidas lo más bien hasta que un día la charla se puso caliente, nos dijimos cosas chanchas hasta tocarnos y arreglar un futuro encuentro y así fue, intercambiamos celulares y acordamos la cita.
La pase a buscar por la zona de Av. Callao y Sta. Fe, charla previa, unos besos y encaramos para un hotel. Me sentía tan cómodo y todo iba tan bien que no me percate en decirle que era la primera vez que me iba acostar con una vete. Llegamos, pido una habitación, estaciono, entramos; seguimos charlamos ella prende un cigarrillo, seguimos hablando, su última pitada y arranca la acción…
Nos sacamos la ropa a las apuradas y me propuso lo siguiente; antes de coger acostarnos y empezar a tocarnos… Me dijo que le encantaba calentarse hasta que la conchita le hiciera ruido por la cantidad de fluidos que le salían, hasta que no aguante más y le dije que me hiciera hacer mi especialidad: chupar muy bien la conchita –algo que con el tiempo comprobé que las vuelve locas a TODAS- le comí bien su entrepierna con dedicación y esmero, le metía dos deditos y con mi lengua le frotaba el clítoris cambiando de ritmo guiándome por sus gemidos hasta que acabo y saboree todos sus líquidos cosa que me encanta hacer.
Descansamos uno minutos y ahora le tocaba a ella darme placer per antes me acostó boca abajo y me hizo unos masajes eróticos usando sus pechos –que todavía yo no había probado- , me pidió que me de media vuelta y me chupo la pija de una manera sublime, la escupía, jugaba con la lengua… Utilizaba su otra mano en mis testículos, garganta profunda, cuando finalmente estuve bien caliente otra vez me puso el forro, se coloco debajo de mi y empecé a penetrarla mientras comía sus pechos me calentaron sus pezones marrones durísimos.
Bombeaba como una bestia, la manera de cómo me la chupo me había dejado la pija durísima y como yo ya la había hecho acabar ahora era mi turno de sacarme las ganas. Cambiamos de posición, la puse en 4 al borde la cama así podía estar parado y con facilidad –ya que tenía la concha muy pero muy mojada- la ensarte otra vez hasta el fondo, con mi mano derecha le deba chirlitos en la cola mientras me pedía más fuerte y me gritaba cosas bien sucias, aguante varios minutos hasta que decidí montarme como estábamos sobre ella y cogerla de perrito mientras mi mano derecha ahora jugaba con sus pezones duros todavía, aguante un rato para volver a la posición original con la que comenzamos.
Pero las cosas no eran iguales, ella –nuevamente- y yo estábamos llegando al climax, también me fascinaba verla más despeinada y totalmente despeinada. Le pedí que me pegue en la cola mientras la cogía, otro detalle que me caliente mucho…
Entre que era mi primera vez con una vete y que estaba tan caliente no recuerdo con exactitud cuanto tiempo habremos cogido pero si recuerdo dos cosas que me dijo al oído y –a veces- las palabras pueden excitar tanto como los roces, penetraciones, etc . Estas fueron: “Que gruesa la tenes pendejo” y la otra fue: “Que bien que coges bebe”; cuando no aguante más le dije que quería acabarle todo en su boca y obedeció sin chistar me pare, ella se sentó al borde de la cama… Me saque el forro y empezó a pajearme con fuerza y a chuparla nuevamente como lo hizo antes… Tenía una cantidad de leche increíble para largarle, no aguante más y tuve una de las mejores acabadas de mi vida… Salía leche de a chorros que iba a parar a su boquita, un poco adentro y otro poquito le caía por los labios y el mentón… Esa imagen me quedo grabada, sentada sonriendo con todo la leche calentita en su cara, tragando lo que tenia en su boca y con lo que tenia fuera sonreía y me dijo “¿Te gusto?” Mi respuesta fue contundente “Si”
Descansamos un rato y fuimos por el segundo, pero esta vez mientras estábamos en misionero conmigo arriba a la hora de acabar me agarro la cola, puso mi pija en su cara apunto a la boca y me dijo “Mejor ponete así, así me enchastras toda…”
Después lo de siempre, nos cambiamos la acerque a la casa y chau, tuvimos un par de encuentros más y hasta el día de hoy somos buenos amigos sin tener relaciones… Aunque confieso que hasta el día de hoy me quede con el secreto de decirle que ella fue la primer vete que me cogí.
A partir de ese momento no hay encuentro que disfrute más que coger con veteranas particularmente cuando las hago acabar con mi lengua –repito, algo que las vuelve loca a todas no importa la edad- sin dejar de lado una buena cogida con el ritmo justo y para finalizar una gran dosis de leche bien calentita. Cualquier interesada, no dude en ponerse en contacto…
Así comenzó mi aventura con señoras en la cama, tengo varias para contar la próxima va a ser con una tetona tremenda, una yegua en la cama que tenía un don en la cama que solo ví una vez en mi vida hasta el día de hoy…

4 comentarios - Me encantan las maduritas I

zerocool_jp +1
Buen relato maistro jajaj aguanten las vetes!!
stuttgart +1
Muy bueno!! Tuve dos experiencias con veteranas y son lo mas 🙂
narutito87 +1
muy buen relato amigo te dejo puntitos y a mi tb me gusta mucho escuchar el " como coges pendejo" o " me encanta como te moves pendejo" me vuelvo loco y les dejo la concha como flor 😁
Me encantan las maduritas I
ren6o
Buen relato!! Dsps leo los otros!
sexo