Mi cuñada me come la tararira 2

...Y yo le comí el orto




Porqué el cielo es azul? Porqué se corta el cable cuando llueve? Porqué mis relatos son menos leídos que las necrológicas de Clarín? Porqué Silvia estaba tan dispuesta a todo cuando vino a casa y terminamos cogiendo?

Todas estas preguntas ( y otras que por razones de espacio no enumeraré ) se agolpaban en mi cabeza mientras el agua tibia de la ducha caía sobre ambos, mi sexy cuñada Silvia y yo. Nos estábamos mimando después de una fogosa garchada.

Era ese momento cuando aún la calentura no baja del todo y la culpa no se alcanza a divisar en el horizonte. Tenía la lengua de mi cuñada, esa turra que me calentó por años, siempre insinuando, siempre histeriqueando, siempre jugando al límite, adentro de mi boca y mis manos a la deriva de su cuerpo.

Habíamos pasado la frontera, y con el polvo aún tibio, me daba toda la sensación de que esto no era mas que el comienzo. Silvia siempre fue una mina copada, siempre me tuvo en bandeja, alzado con ella, aunque jamás me animé a nada por una cuestión de lazos familiares.

Al ser una hermana mayor muy "cuida", siempre me dijo que si me enganchaba corneando a su hermanita, me la cortaba. Ahora, con los cuernos ya consumados, la historia me cabía cada vez mas, pero a la vez me daba miedo que la boluda entrara a hacerse dramas por haber cagado a su propia sangre.

Además temía preguntar porqué su marido no la cogía. Porqué me eligió justamente a mí para apagar las llamas que consumían su sexo. Porqué antes no, pero ahora si.

Preferí callar. Era al pedo hablar en ese instante, nos estábamos conociendo como amantes, acabábamos de consumar el pecado mas delicioso y cachondo de nuestras vidas.

Demasiado pronto para preguntas y respuestas. Demasiado pronto para planes y coartadas. Solamente importaba esa mujer desnuda con la cual me bañaba. Esa mujer de cuya concha, escurría nada menos que mi semen. Explotar adentro de Silvia fue una locura divina, sentir esa conchita contrayéndose, apretándome el tronco de la verga hasta vaciarla fue sublime.

Ni hablar del modo en que me la chupó. Con esa devoción, con ese ahínco entre amoroso y bestial. Me trabajó la chota hasta que le tiré el último renacuajito en la boca, y para coronar, se tragó todo saboreándolo, relamiéndose, con una expresión tan cachonda que muchas veces ni en pelis porno la consiguen recrear.

Ahora, la hermana de mi esposa estaba otra vez besándome con esa misma vehemencia que mostró un rato antes. Caliente como panza de parrillero! ( metáfora que baja la líbido, pero te saca una sonrisa! 😉 )
Mi cuñadita me agarraba fuerte de la nuca, en puntas de pie, porque soy mas alto, y me devoraba labios y lengua.

Ya le había arrancado la tanguita y le avisé;
- Esta queda para mi.-Guiñándole un ojo.
- Ok! ese va a ser tu trofeo de guerra? Yo reclamo esta para mi.-Respondió con esa mirada lujuriosa y llevando sus manos a mi garcha, apretándola entre sus deditos.


Con ambas manos la sujetaba de esas increíbles nalgas. Por años le ojeaba el culo cada vez que venía. Cada vez que se agachaba, las veces que la encontraba en calzas o shorcitos...
Ese orto era mi obsesión, mi sueño, y de pronto lo tenía aprisionado, a merced de mis mas bajos instintos, todo para mi!

Obviamente no perdí oportunidad y tanteaba el asterisco del ojete, lo dedeaba para medir sus reacciones, quería tener su venia para juguetear en el ojo del cíclope e ir dilatándolo. Asi que me animé a mandar el dedito adentro.

Dió un respingo al sentir al invasor hurgando en su agujero
- Ouch! Ay! Despacito Da!.-Me hizo un puchero.
Se separó de mi boca, guiñó un ojo y me miró otra vez con esa carita de perversa;
- Querés hacerme la cola Da?.-Preguntó.

Mi cabeza hervía en una orgía de ratones que corrían descontrolados envueltos en llamas. (Pavada de metáfora eh! 😉 )

La yegua me agarró la mano "atrevida" y buscó al dedo culpable de la invasión. Lo miró, lo besó y luego lo chupó lentamente, salivándolo abundantemente, entonces si dió permiso para una nueva exploración.

Lo puse a girar sobre los arrugados bordes del asterisco, ella meneó el culo tirándolo hacia atrás, facilitando la incursión hasta la primera falange y entonces me dió una clase práctica de cómo "cortar clavos", ya que con la fuerza de los músculos del esfínter, estrangulaba mi dedo mayor, provocándome una deliciosa sensación.

Y fue ese enardecedor estímulo el que trajo de regreso al mundo de los vivos a mi amigo, fallecido temporalmente a causa de dos extenuantes rounds con una argolla y una boca, que lo dejaron mustio como malvón sin riego. Allí, entre sus hábiles manos, comenzó a crecer.

- Hmmm! Veo que alguien se despertó.-Se sorprendió ella.
(Yo también me sorprendí que mierda! No soy Superman, ni tengo 20 años, por eso mismo, verla dura otra vez en tan corto lapso de tiempo era un milagro digno de ser investigado por el Vaticano, para una posible canonización del eréctil guerrero)

Silvia seguía "masticándome" el índice con el ojete, y gimiendo de gusto; pero enseguida se le ocurrió un jueguito, ya que tenía esa veta divertida y provocativa, que tanto me gustaba.

- Uuupsss!!! .-Exclamó ella, tirando algo.- Se me cayó el jabón!!!

Hija de puta, me estaba cocinando a fuego lento y de repente salía con algo así! Me volvía loco. Era todo el morbo de la situación, la forma en que me lo decía, la manera en la que se movía, la calentura que yo tenía!

Se dió vuelta despacito, descorchando mi dedo de su orto, y me apoyó su traste sobre la pija, encajándola a lo largo, lo que me recordó algún que otro viaje en el Roca.

Acto seguido, casi sin flexionar las rodillas, se agachó a buscar el jabón, ofrendando a mis ojos la vista de su culazo, entre cuyas nalgas acomodé la poronga, dándole golpecitos (como tantas veces había visto en los videos porno! 😉 Cumplí el sueño del pibe!)

No contenta con eso, se puso a zarandear el orto con movimientos oscilantes, haciendo resbalar mi pedazo por la canaleta de ese ojete. Silvia se tomaba de los tobillos con ambas manos, y yo la sostenía de las caderas.

Se los cuento y no hago justicia a lo que mis sentidos eran sometidos ahí. Porque el agua chorreaba de nosotros, ella jadeaba como gata en celo, y su culo me estaba prácticamente pajeando, empujándome la chota contra el pubis, aplástandola entre esas masas lujuriosas de carne argenta, la mejor carne del mundo carajo!


Me estaba bamboleando el culo con una original banda de sonido;
- Hmmmmm! Assssi...asssi...assi...asi! Siiiiiii! Assssi... Asssi...Assi...Asi!
Yo ponía los ojos en blanco de excitación.

En una de esas casi resbala, ya que estábamos bajo la lluvia de la ducha, asi que cerramos el agua, nos secamos uno al otro entre besos de lengua y manoseos y nos fuímos al dormitorio con una idea entre ceja y ceja; disfrutar de ese ojete!

Se zambulló en la cama boca abajo, abriendo ligeramente las piernas. Ella subió un poco el orto, ofrendándomelo, pero le resultaba incómodo aquello, por lo cual acomodamos una almohada bajo su vientre, así quedó su culito en pompa, paradito, divino. La tenía mas entregada que la defensa de Racing.

Me acerqué desde atrás, subiendo desde esos piecitos, besando y lamiendo, lentamente ascendía por las pantorrilas y los muslos. Separé mas la piernas y bajé a lamer los labios de su conchita, haciendo resbalar mi lengua desde el clítoris, toda la raja, y el ojo del Cíclope, donde dedicaba mas atención.

- Hmmmm! Ahhhhh! Ahhh!.-Se deshacía Silvia en acuciantes quejidos.

Le mojé más su ano con mi saliva, le di con la lengua dibujando círculos y arabescos sobre ese cerrado agujerito. El roce y los cambios de ritmo que le propinaba, la enloquecían. Con un dedo busqué su clítoris para masajearlo y me encontré con que ella ya estaba dedeándose solita!

- No, no, no! Déjalo a papito que te atienda, vos relajate y gozá putita!.-La reté quitando de allí su manito.
- Ayyy nooooo! Me decís putita y me vuelvo una leona Danyyyy!!!.-Exclamó ella.
- Ok putita! Alzá el orto y abrítelo, que te lo voy a preparar!.-Le ordené

Con la ayuda de sus manos me abrió sus cantos, facilitando que le taladre el marrón con la lengua.
- Ahhh! Chupale el orto a tu putita Dany!.-Rogó.

Era delicioso. Escarbaba en su ojete con la punta de mi lengua, trataba de poner "la sin hueso" lo mas dura posible para enterrarla en ese ano. La metía y la sacaba imitando una verga, la movía en círculos, la "puerteaba" ensanchando y afinando la lengua, la mina tenía una fiesta en el ojete, mis dedos en su clítoris y se pellizcaba solita los pezones. Deliraba de gozo!

Me encanta chupar culos. Me excita un culo limpio, sin pelos, cuidadito. No importa si es marrón oscuro o tiene suaves tonalidades en Beige, también los he probado rosaditos y cuasi albinos, el morbo es el mismo, es un caquero a conquistar, a lamer, degustar y dilatar bucalmente para luego cabalgar hasta el desmayo.

Le estimulaba la argolla porque es clave para relajar el esfínter, para ir ganando milímetros adentro del hoyo. La saliva abundante lubricaba el agujero seco, además, en cada pasada por su argolla, untaba sus jugos para traerlos a la retaguardia, donde serían vitales para lo que vendría.

- Ahhh! Ahhh! Ahhh! Asiiii! Chupame el culo papiii! Seee!.- Silvia estaba desencajada.

Aumenté la velocidad en ambos frentes, ojete y botoncito, y ella empezó a jadear con fuerza:
- Hmmmm! Ahhhh! Así! No pares! Hmmmmm! Ohhhhh seee! Que ricoooooo! Hmmmmm!

Entonces si le dejé ir un dedo, que sin problemas se perdió en su agujero. Lo moví cual bobina loca, arremetiendo hacia los costados, arriba y abajo. Ella tiraba el ojete hacia atrás, reclamando mas. Otro dedo adentro, ensanchando el asterisco, aumentando las serruchadas.

- Ahhhhhhhhhh!!! Ah! Ah! Ahhh! Hmmmm! Ay! Ay! Ahhhh!.-Se desparramó Silvia en la catrera.

Sentí como vibraba, el espasmo fue fuerte y luego otros tres o cuatro pequeños, sentí como sus músculos se aflojaron, me retire y vi su cara de costado, hundida en las sábanas, su carita de satisfacción y su cabello enredado, una postal la hija de puta!

Le chupé el ojete una vez mas, pasé a beberme el juguito de su orgasmo, haciéndola temblar a la guacha, y me incorporé para darle murra. Acerqué mi verga a su vagina y allí la empapé, entonces si, con la chota chorreando y su culo abierto, le apoyé mi herramienta en la escarapela del ojete.

La fuí puerteando despacito. Ese culo tenía tiempo sin recibir gente. Nada. Ni una visita, ni un dildo, ni una alegría. Pero la había dejado tan arriba de calentura que empujé tranquilo y solito me fue "comiendo" la cabecita.
- ¡Ahhhh! Duele como la concha de su madre! Despacito Dany!—gritó ella al sentirse penetrada.

Con el glande ajustadamente coronado, la rodeé con el brazo izquierdo por la cintura y a la par que le introducía el primer tercio de mi aparato la empujé hacia arriba de manera que la tenía casi arrodillada, con su cara contra el colchón y sus manos arañando las sábanas.

- Ahhh! Ahhhhhhhh! Ahhhhhh! Ufff! Uff! Se! Se! Aseee! Ahhhh!.-Se retorcía ella.
- Ahhh! Duele! Pero no me la vayas a sacar hijo de puta! Ahhh!!!.-Deliraba Silvia.
- Siempre te quise hacer el orto putita! Seeee! Mira como come carne ese ojete!,-Le contaba con entusiasmo, embobado en ese onírico "paisaje anal".

Despacio y con la precisión de un técnico "desactiva-bombas", mi poronga se introducía en esa cavidad estrecha y cremosa, centímetro a centímetro, para el deleite de ambos. Aproveché para sacarme las ganas que siempre tuve de dar un par de chirlos a un ojete que se me está entregando (Si, si, bien de peli porno de nuevo, jejeje 😉 )

-Asiiiii! Cogeme el culo papi! Aseeee!.-Pedía ella.

Recibía jadeante las penetraciones que desde atrás yo le iba realizando mediante empujones profundos de mi pelvis. En el infinito silencio del dormitorio, entre sus gritos y quejidos, sólo se escuchaba el sonoro chapoteo de mi verga en la profundidad de su ojete y el rítmico sonido sordo del choque de mis huevos con la cajeta aguada de aquella hembra a la que estaba poseyendo con vehemencia.

- Ayyy! Ayyy! Duele! Ahhhhmmmm! Dame! Dame! Dame!.-Pedía mi cuñadita.


Luego alternaba con una cadencia lenta y rítmica, llevando y trayendo esas nalgas, para que solita se ensartara mi pija. Entraba y salía casi hasta la punta de su culo, para volver a sumergirme en ese esfínter ahora bien abierto. Ella gemía con la voz ronca y sensual, como si fuera Adriana Varela grachando!

- Ahhhhhhh!!! Siii! Rompeme el orrrrrto!!.-Vociferaba a lo "garganta con arena".

Si en la próxima reunión de consorcio no se trata el tema de los "ruidos" (léase, gritos, guasadas, gemidos, y alaridos) que hicimos esa tarde, será porqué inspiró a mas de un vecino, salvó matrimonios, animó a novios y trajo nueva vida a los calzoncillos de mas de un copropietario y humedad en las bombachas de las envidiosas vecinitas. Lo digo porque Silvia no se privaba de sacar a los cuatro vientos, toda esa calentura atrasada que traía encima!

Mi verga seguía taladrando ese orto, cada vez parecía engrosarse mas, se le saltaban más las venas, yo sudaba. Costaba llegar al 3º polvo, era mucho tiempo sin tanto garche afiebrado tan seguido. Pero estaba tan compenetrado (ella mas compenetrada que yo, 😉 ) que seguía bombeando y bombeando ese culo sin parar.

- Ahhhh! Ahhh! Papiiiiiii! Me estás desgarrando el ojeteeee!.-Se quejaba con el rostro en una mueca entre adolorido y gosozo.

En cada embestida sacaba la pija hasta que sólo la punta del nabo quedaba en contacto con el esfínter de mi cuñada, y luego lo volvía a meter con un sonido húmedo y sutil. Otra vez aprovechó para hacer su "jueguito" de cortar clavos, y con los poderosos músculos de ese ojete, me estrangulaba la tararira.

Me hacía ver las estrellas. Era una mezcla de dolor pero de gozo indescriptible. A la sensación de lo estrecho que era esa cavidad anal, le sumaba la destreza de su esfínter ordeñándome la chota.

Mi cuñada de repente comenzó a gruñir, mientras todos sus músculos se tensaban. Sus puños apretados desmenuzaron la sábana a la que se habían aferrado.Comenzó a gemir ahogadamente;

- Ahhhhhh... Dany soy tuya papi...cogeme toda...cogeme asi! Dame verrrrga! Hmmmm!

Yo no aguanté mas. Le mandé todo mi grueso bastón de carne en el culo, Silvia exhaló un grito ahogado y yo acabé. Sentí los chorros de esperma dispararse en sus intestinos, sentí que mis fuerzas flaqueaban y me quedé así, hundido en las entrañas de esa hermosa mujer, mientras los espasmos recorrían los cuerpos de ambos.

Le besé el cuello y el lóbulo de la oreja.

- Ahhh!!!.-Exclamé.-Me mataste putita!
- Ahhh! Ay! Ay! Ahhhmmm...Me dejaste ardiendo el culo forro!.-Protestó ella jugando a la nena caprichosa.

Por fin mi miembro comenzó a ponerse blando, hasta que por fin se salió del culo de mi cuñadita. Un chorro de leche brotó también del apretado agujerito, empapando las sábanas.

- Si vieras como escupe leche ese hoyito!.-Le dije admirando ese instante.
- Hmmmm! Si?.-Preguntó ella, y agregó.- No es como mi boquita papito, que se traga hasta la última gota de tu lechita, viste?- Dijo entornando esos ojos cachondos.

Ambos nos derrumbamos sobre la cama, exhaustos y felices.

Nos acomodamos, ella recostó su cabeza sobre mi pecho y nos mimamos un rato largo, caricias, besitos y charla.

- Me vas a tener todas estas tardes acá para vos Dany!.-Prometió.
- Mas te vale! Porque este cuerpito ahora tiene nuevo dueño.-Le aclaré.
También aproveché para mostrarle mi trofeo de guerra; su tanguita, la cual desarrugué y enrollé en el tronco de mi chota, detalle que le encantó.

- Siiii papito! No sabés como necesitaba de vos, de esta pija, de tu lengua, que me chuparas el orto así, dejándome los ojos en blanco! Me vas a gozar todo lo que quieras, a partir de ahora soy tu putita!.-Y acariciando mi comatosa tararira, agregó.- Esta poronga tiene dueña! Te la voy a chupar cada vez que quiera! La mamaré hasta que me riegues la garganta Da!

El futuro se mostraba espléndido asomando tras esas promesas. La historia comenzaba, y tendría muchos capítulos. Mientras nos despedíamos me llegó un mensaje de texto. Mi suegra venía en 2 días a ayudar con los quehaceres domésticos.


Se me iluminaron los ojitos. No pensaba dejar escapar esa oportunidad, total, todo quedaba en familia!


CLICK AQUI PARA DISFRUTAR LA PRIMERA PARTE SI TE LA PERDISTE!


http://www.poringa.net/posts/relatos/2397125/Mi-cunada-me-come-la-Tararira.html



CLICK AQUI PARA DISFRUTAR

LA HISTORIETA QUE TUVE

CON MI SUEGRITA!


8 comentarios - Mi cuñada me come la tararira 2

galocasto +1
muy bueno ambos 1ra y 2da
ELKOTUR71 +2
Bien loco se hizo justicia a la cuñada trola se le rompe bien el ojete.... jajaja
huevocat1975
Muy buen relato, me maté de risa y me recalente, según mi criterio de lo mejor que leí, Congratulations
Illyakabio
Excelente! Que metáforas hijo de puta!!!!!!! jajaja!!!! Genio
luju78
usted es un señor relator!!! gracias por excelente relato! !!!!