Me cogi a la mujer del carnicero

Voy a contar como me la cogí a la mujer del carnicero del barrio. Un hecho ocurrido hace poco tiempo. El tipo de 52 años, grandote de casi dos metros y 100 kilos, tiene una mujer paraguaya, chiquita de estatura pero de un lomo impresionante..una verdadera yegua. Fue así que sabiendo de “sus sufrimientos” por falta de atención del marido, un día me tiré un lance y la hablé mientras hacía las compras en la carnicería, dado que ella atiende la Caja. Coordinamos un encuentro “en cualquier momento”, me dijo. Así ocurrió el día en que nos encontramos por la mañana a la salida de un Banco de la ciudad. Ella fue a realizar depósitos, yo a pagar la tarjeta de crédito. Rápidamente la invité a llevarla con mi automóvil y aceptó, con la salvedad de que debía regresar pronto porque “él” estaba solo en el negocio. Sin pérdida de tiempo enfilé para un “telo”, mientras que por el camino charlaba y mandaba mano sobre sus gambas y tetas.
Llegamos…casi sin palabras entramos y nos dispusimos a ponernos en bolas. Mientras ella se quitaba sus ajustados vaqueros y la polera, yo ya estaba al palo con la pija re dura…la besaba por todos lados hasta llegar al hermoso culo cubierto aún por una fina tanga. Solamente la corría a un costado y le dí con la lengua por la zanja y luego me fui hacia una concha bien afeitadita que resaltaba unos labios vaginales rosados. Allí la chupé mientras jugaba con su clítoris de arriba a abajo. Ella gemía de placer y se prendió a mi Pija y comenzó a pajearme hasta que bajó y se la metió de un solo movimiento en su boca. Me la chupaba como la más experta de las putas, me lamía las bolas y hasta llegó a darme unos sabrosos “besos negros” que me recalentó más.
Sin decir mucho, la puse de cuatro y con la pija bien humedecida la penetré en la concha que se abría como un repollo. No podía creer lo hermosa que era, a pesar de sus 40 años y tres hijos, parecía una pendex. Se movía y balanceaba de un lado a otro,mientras yo le ponía un dedo en el culo tratando de dilatarlo para lograr mi deseo de cogerla por allí. No hubo necesidad de pedirla, ella me pidió por favor que se la meta en el orto…se inclinó un poco más, y abriendo las nalgas con las dos manos me dejo la puerta del culo lista para ponérsela. Sin dudar un segundo se la saqué de la concha y apoyándola despacito la fui empujando hasta que de repente ella con un rápido movimiento hacia atrás se la metió toda, hasta el tronco.
Un goce grandioso…prácticamente ella comenzó a comerme toda la pija..yo no hacía nada, ella se la metía y sacaba mientras repetía que quería toda..más y más.. que necesitaba eso hace mucho tiempo..gemía y se aferraba a la cama. No di más, dije que acabaría, y allí me pidió que lo haga en el culo, quería sentir la leche caliente derramarse por dentro como hacía tiempo no lo sentía. Cumplí con su pedido mientras le acariciaba la concha con los dedos para ver si la hacía acabar. No fue necesario..sola acabó como lo que era: una verdadera yegua!!!. Quedamos tendidos un rato sobre la cama, uno arriba del otro..hasta que después ella decidió volver a mamarme la pija. Dijo que quería tragar toda la leche, que la acabara en la boca..que seguía caliente. Me la chupó un rato hasta que le llené la boca de leche y se la tragó toda mientras saboreaba con la lengua. Algo geníal!!. Luego, nos vestimos y salimos más que apurados hacia el centro, desde donde debía regresar en taxi a su negocio, porqué el “ogro” del marido la esperaba. Tuvimos otros encuentros más..realmente extraordinarios, pero eso será para otros relatos.

1 comentario - Me cogi a la mujer del carnicero

toritonegroqac
muy bueno son las mejores las paraguas no hay dudas