Generalmente cuando en sueños acabamos (polución nocturna le decían antes) nos despertamos en un instante después o cuando se produce. Bueno, a veces los sueños se hacen realidad.
Vino de Italia una mujer con la que había entablado una relación bastante intensa. Llamamos intenso cuando ambos disfrutábamos el erotismo del otro sin tapujos.
Toda la gama de cosas posibles e innumerables eran practicadas con habitualidad en nuestros encuentros, y debido a la distancia realmente eran esporádicos, lo que mantenía a lo largo de los meses esa excitación sensual que solo nos puede dar la otra persona.
Jodiamos, por aquel entonces, con el MSN, y el video. Nos gustaba pajearnos a la par y además me gustaba el acento italiano con que me provocaba por lo que ambos lográbamos en lo virtual efectos alucinantes.
También en las largas charlas telefónicas, en las que todavía había tarjetas para llamar a larga distancia a bajo costo, eran con el agregado de esa tensión sexual que solo los amantes pueden evocar.
Bueno, yo fui a Barcelona y nos reunimos ahí, ya que ella venia de la Perugia. Luego en Mallorca. Finalmente en Bastia Umbria cerca de su casa. Cuando una vez decidió ella venir a Buenos Aires.
Supongo que en su corta estadía mas que algún bar de la calle Carlos Pellegrini, y las cuatro paredes del apart hotel, no conoció nada. Creo que tampoco le interesaba, más bien a ambos no nos interesaba.
EL sexo era una gimnasia celestial y no me pondré a detallar cada cosa que hicimos porque muchas veces esto se ha hecho. Solo que en un momento, no daba más con mi sueño. Pero (creo que ella también) era como una necesidad sublimada estar tocándonos, chupándonos, cogiendo, haciéndole la cola, en fin. Todo lo que se puedan imaginar, y disculpen, que pueda ser reticente.
El caso que me dormí, esto lo supe después, en un momento donde había un encuentro álgido. Cuanto duro el sueño no sé, tenía un sueño erótico donde María me estaba chupando bien la pija. Y de pronto, acabe, y acabe realmente.
Esto que contaba al principio fue el entrecruce del sueño y la realidad, estando dormido y ella despierta me siguió chupando la pija, por la estimulación y el sueño: creo que acabe.
Fue despertar y ver su cara, su boca, y su pelo lleno de mi leche. No pude otra cosa que pensar que todo sueño se hace realidad.
Su risa al ver que me había quedado dormido y acabe aún queda en mi recuerdo como esas cosas para siempre.
Vino de Italia una mujer con la que había entablado una relación bastante intensa. Llamamos intenso cuando ambos disfrutábamos el erotismo del otro sin tapujos.
Toda la gama de cosas posibles e innumerables eran practicadas con habitualidad en nuestros encuentros, y debido a la distancia realmente eran esporádicos, lo que mantenía a lo largo de los meses esa excitación sensual que solo nos puede dar la otra persona.
Jodiamos, por aquel entonces, con el MSN, y el video. Nos gustaba pajearnos a la par y además me gustaba el acento italiano con que me provocaba por lo que ambos lográbamos en lo virtual efectos alucinantes.
También en las largas charlas telefónicas, en las que todavía había tarjetas para llamar a larga distancia a bajo costo, eran con el agregado de esa tensión sexual que solo los amantes pueden evocar.
Bueno, yo fui a Barcelona y nos reunimos ahí, ya que ella venia de la Perugia. Luego en Mallorca. Finalmente en Bastia Umbria cerca de su casa. Cuando una vez decidió ella venir a Buenos Aires.
Supongo que en su corta estadía mas que algún bar de la calle Carlos Pellegrini, y las cuatro paredes del apart hotel, no conoció nada. Creo que tampoco le interesaba, más bien a ambos no nos interesaba.
EL sexo era una gimnasia celestial y no me pondré a detallar cada cosa que hicimos porque muchas veces esto se ha hecho. Solo que en un momento, no daba más con mi sueño. Pero (creo que ella también) era como una necesidad sublimada estar tocándonos, chupándonos, cogiendo, haciéndole la cola, en fin. Todo lo que se puedan imaginar, y disculpen, que pueda ser reticente.
El caso que me dormí, esto lo supe después, en un momento donde había un encuentro álgido. Cuanto duro el sueño no sé, tenía un sueño erótico donde María me estaba chupando bien la pija. Y de pronto, acabe, y acabe realmente.
Esto que contaba al principio fue el entrecruce del sueño y la realidad, estando dormido y ella despierta me siguió chupando la pija, por la estimulación y el sueño: creo que acabe.
Fue despertar y ver su cara, su boca, y su pelo lleno de mi leche. No pude otra cosa que pensar que todo sueño se hace realidad.
Su risa al ver que me había quedado dormido y acabe aún queda en mi recuerdo como esas cosas para siempre.
3 comentarios - La vida es sueño