Hola que tal un saludo a todos, es mi primer post y espero que sea del agrado de los que tenemos esa fijación por la ropa femenina, pero bueno aquà comienzo con mi post.
Esto sucedió hace aproximadamente 7 años pero desde hace como 15 años me nació el gusto por las prendas intimas de las mujeres, pero como les comentaba esto fue hace unos 7 años, justo al lado de mi casa una familia de 4 mujeres se mudaron y para mi suerte a las 4 ya las conocÃa, 2 de ellas siempre me atraÃan, una de ellas tenÃa un años más que yo y la otra un año menor, las otras 2 era la mamá de ellas que calculo tenÃa unos 45 años pero aún se conservaba con buen fÃsico y la otra era la hija menor de la señora y hermana de las otras 2 con apenas unos 15 años, pero como buena genética también de buen cuerpo.
Siempre que las veÃa nos saludábamos por cortesÃa y lógico por ser vecinos y yo siempre admirando sus cuerpos. Un dÃa estando hasta la parte de atrás del jardÃn de mi casa vi a la hermana mayor en su cuarto pues tenÃa una ventana que ocupaba casi toda la pared, estaba limpiando su cuarto en ese momento ella tenÃa unos shorts color blanco y gracias a eso vi que tenÃa puesta una braguita roja ya que no me vio que la vi agachandose y viendo como se marcaba el color rojo sobre el blanco de sus shorts, la verdad desde eso momento la vi con otros ojos, mientras ella limpiaba yo seguÃa en el jardÃn y me di cuenta que saco un cesto de ropa sucia en el balcón de su cuarto, mi cabeza comenzó a tener varias ideas, pero no me hice ninguna ilusión ya que pensé que sólo habÃa sacado el cesto porque limpiaba su cuarto, pero aún asà no perdà esperanza alguna, entre a mi casa y regrese como 2 horas después al jardÃn y vi que ella ya no estaba limpiando pero ahà en su balcón seguÃa el cesto de ropa, por lo que me imaginé que ahà siempre dejarÃan la ropa que lavarÃan.
HabÃa dÃas que iba al jardÃn y veÃa que no dejaban ningún cesto de ropa para lavar y otros dÃas si, asà que regularmente daba mis vueltas pues en mi mente ya tenÃa un plan para hacerme de una buena paja con alguna prenda Ãntima que pudiera encontrar en ese cesto, hasta que un dÃa me decidà a dar ese paso, fui al jardÃn y vi que estaba el cesto, ese dÃa planee como subir hasta su balcón y hurgar para ver que me encontraba, esperé hasta las 2 am aproximadamente para que los demás vecinos y esas vecinas ya estuvieran durmiendo, subà las escaleras de mi casa para llegar a la parte del techo pues mi casa es de un piso, con mucho cuidado vigilé que no hubiera luces encendidas de los vecinos pues si me veÃan estaba acabado, nunca en mi vida habÃa hecho algo asà pero era tanto mi deseo que me acerqué al balcón y para mi mala fortuna el cesto no estaba, querÃa desaparecer del mundo pues me habÃa arriesgado a que alguien me viera asà que rápido baje de mi casa y no me quedó otra que ver al siguiente dÃa si ahora si dejaba el cesto.
Al otro dÃa pasó lo mismo nuevamente dejó el cesto de ropa, pero ahora me aseguré de que cuando subiera ahà siguiera, asà que esa noche antes de subir fui al jardÃn para ver el balcón y ahà estaba el tesoro que tanto anhelaba, espere unos minutos y subà al techo igual procurando que nadie me pudiera ver, lentamente me acerqué a su balcón y vi el cesto, mi respiración era muy diferente a la normal, ya querÃa tener alguna prenda de cualquiera de ellas, pues no sabÃa de quien de todas las vecinas serÃa lo que me iba a encontrar, me acerqué al cesto y vi bastante ropa, comencé a hurgar pero no podÃa ver muy bien porque estaba oscuro, lo primero que saqué fue una media pero ya no la metà al cesto por si no encontraba a la primera algo con que hacerme mi paja descomunal, luego encontré unos shorts azules, pero aún no era lo que esperaba seguà hasta que saque del fondo una braguita de seda color negro con un encaje en el frente color negro transparente y un moñito en la parte superior también del frente he de decir que me dan un poco de asco las bragas que tienen mucho color entre blanco y amarillo en la parte donde ponen su panochita, pero estas no tenÃan nada, ninguna muestra de suciedad, pero si el olor a la vagina de la dueña de esa braguita, mi verga se puso a mil, nunca se me habÃa puesto tan dura es más asà la siento en este momento que estoy escribiendo con sólo recordar esa braguita, el olor era hipnotizante asà que lentamente me baje el pantalón y los boxers que traÃa puestos, la olà como por 3 minutos y me imaginaba que las vestÃa la hija mayor sin realmente saber de quien eran, luego la parte donde va la vagina me la rocé en la cabeza de mi verga que por cierto la tengo circuncidada, la sensación era como estar en el cielo por el sólo hecho de tocar esa parte con mi verga, luego me la enredé y la comencé a subir y bajar lentamente sintiendo la delicadeza de la seda y como resbalaba sobre la piel de mi verga en completa erección, confieso que nunca habÃa tardado tanto en pajearme con una braga pues ese momento era de total soledad y como ya querÃa correrme me la quite de mi verga y volvà a olerla, su olor divino aún lo tengo impregnado un olor de una chica limpia que dejaba el olor natural de su cuerpo sobre esa diminuta tela, seguà y seguà bajando y subiendo mi mano hasta que comenzó a brotar mi satisfacción sobre esa braguita, la sensación siento que me duró una eternidad pues la dejé repleta de mi semen pero con la idea de que se pudiera dar cuenta que estaba mojada por tanto semen, la limpie con la media blanca que habÃa sacado al principio y volvà a dejar todo como estaba sin llevarme esa prenda como premio pues no querÃa ningún problema.
Espero que les haya gustado mi relato créanme que me tomé mi tiempo para recrear ese momento inolvidable y aunque no tengo su braguita el recuerdo nadie me lo quita.
Esto sucedió hace aproximadamente 7 años pero desde hace como 15 años me nació el gusto por las prendas intimas de las mujeres, pero como les comentaba esto fue hace unos 7 años, justo al lado de mi casa una familia de 4 mujeres se mudaron y para mi suerte a las 4 ya las conocÃa, 2 de ellas siempre me atraÃan, una de ellas tenÃa un años más que yo y la otra un año menor, las otras 2 era la mamá de ellas que calculo tenÃa unos 45 años pero aún se conservaba con buen fÃsico y la otra era la hija menor de la señora y hermana de las otras 2 con apenas unos 15 años, pero como buena genética también de buen cuerpo.
Siempre que las veÃa nos saludábamos por cortesÃa y lógico por ser vecinos y yo siempre admirando sus cuerpos. Un dÃa estando hasta la parte de atrás del jardÃn de mi casa vi a la hermana mayor en su cuarto pues tenÃa una ventana que ocupaba casi toda la pared, estaba limpiando su cuarto en ese momento ella tenÃa unos shorts color blanco y gracias a eso vi que tenÃa puesta una braguita roja ya que no me vio que la vi agachandose y viendo como se marcaba el color rojo sobre el blanco de sus shorts, la verdad desde eso momento la vi con otros ojos, mientras ella limpiaba yo seguÃa en el jardÃn y me di cuenta que saco un cesto de ropa sucia en el balcón de su cuarto, mi cabeza comenzó a tener varias ideas, pero no me hice ninguna ilusión ya que pensé que sólo habÃa sacado el cesto porque limpiaba su cuarto, pero aún asà no perdà esperanza alguna, entre a mi casa y regrese como 2 horas después al jardÃn y vi que ella ya no estaba limpiando pero ahà en su balcón seguÃa el cesto de ropa, por lo que me imaginé que ahà siempre dejarÃan la ropa que lavarÃan.
HabÃa dÃas que iba al jardÃn y veÃa que no dejaban ningún cesto de ropa para lavar y otros dÃas si, asà que regularmente daba mis vueltas pues en mi mente ya tenÃa un plan para hacerme de una buena paja con alguna prenda Ãntima que pudiera encontrar en ese cesto, hasta que un dÃa me decidà a dar ese paso, fui al jardÃn y vi que estaba el cesto, ese dÃa planee como subir hasta su balcón y hurgar para ver que me encontraba, esperé hasta las 2 am aproximadamente para que los demás vecinos y esas vecinas ya estuvieran durmiendo, subà las escaleras de mi casa para llegar a la parte del techo pues mi casa es de un piso, con mucho cuidado vigilé que no hubiera luces encendidas de los vecinos pues si me veÃan estaba acabado, nunca en mi vida habÃa hecho algo asà pero era tanto mi deseo que me acerqué al balcón y para mi mala fortuna el cesto no estaba, querÃa desaparecer del mundo pues me habÃa arriesgado a que alguien me viera asà que rápido baje de mi casa y no me quedó otra que ver al siguiente dÃa si ahora si dejaba el cesto.
Al otro dÃa pasó lo mismo nuevamente dejó el cesto de ropa, pero ahora me aseguré de que cuando subiera ahà siguiera, asà que esa noche antes de subir fui al jardÃn para ver el balcón y ahà estaba el tesoro que tanto anhelaba, espere unos minutos y subà al techo igual procurando que nadie me pudiera ver, lentamente me acerqué a su balcón y vi el cesto, mi respiración era muy diferente a la normal, ya querÃa tener alguna prenda de cualquiera de ellas, pues no sabÃa de quien de todas las vecinas serÃa lo que me iba a encontrar, me acerqué al cesto y vi bastante ropa, comencé a hurgar pero no podÃa ver muy bien porque estaba oscuro, lo primero que saqué fue una media pero ya no la metà al cesto por si no encontraba a la primera algo con que hacerme mi paja descomunal, luego encontré unos shorts azules, pero aún no era lo que esperaba seguà hasta que saque del fondo una braguita de seda color negro con un encaje en el frente color negro transparente y un moñito en la parte superior también del frente he de decir que me dan un poco de asco las bragas que tienen mucho color entre blanco y amarillo en la parte donde ponen su panochita, pero estas no tenÃan nada, ninguna muestra de suciedad, pero si el olor a la vagina de la dueña de esa braguita, mi verga se puso a mil, nunca se me habÃa puesto tan dura es más asà la siento en este momento que estoy escribiendo con sólo recordar esa braguita, el olor era hipnotizante asà que lentamente me baje el pantalón y los boxers que traÃa puestos, la olà como por 3 minutos y me imaginaba que las vestÃa la hija mayor sin realmente saber de quien eran, luego la parte donde va la vagina me la rocé en la cabeza de mi verga que por cierto la tengo circuncidada, la sensación era como estar en el cielo por el sólo hecho de tocar esa parte con mi verga, luego me la enredé y la comencé a subir y bajar lentamente sintiendo la delicadeza de la seda y como resbalaba sobre la piel de mi verga en completa erección, confieso que nunca habÃa tardado tanto en pajearme con una braga pues ese momento era de total soledad y como ya querÃa correrme me la quite de mi verga y volvà a olerla, su olor divino aún lo tengo impregnado un olor de una chica limpia que dejaba el olor natural de su cuerpo sobre esa diminuta tela, seguà y seguà bajando y subiendo mi mano hasta que comenzó a brotar mi satisfacción sobre esa braguita, la sensación siento que me duró una eternidad pues la dejé repleta de mi semen pero con la idea de que se pudiera dar cuenta que estaba mojada por tanto semen, la limpie con la media blanca que habÃa sacado al principio y volvà a dejar todo como estaba sin llevarme esa prenda como premio pues no querÃa ningún problema.
Espero que les haya gustado mi relato créanme que me tomé mi tiempo para recrear ese momento inolvidable y aunque no tengo su braguita el recuerdo nadie me lo quita.
3 comentarios - Mi gran paja con la braguita de una de mis vecinas