Amigos con derechos(2da parte)

Antes de empezar con lo que íbamos hacer, nos fijamos detenidamente para ver que nadie viniera o nos estuviera viendo. Ella se recostó mirándome a mí. Yo hice lo mismo. Para ir entrando en el juego, nos dimos un par de besos, normales, como si fuéramos novios desde hace un tiempo. Ya al besarla sentí que ella estaba algo "caliente". A mí me calentó más saber que ella quería tener algo conmigo (aunque sea calentarse). Como es de costumbre de cada beso, nuestras manos empezaron a tocar nuestro cuerpos. Yo tome su cintura, y ella puso sus suaves y pequeñas manos sobre mi cuello. Cada tanto, ella miraba para ver si venía alguien o si nos estaban viendo.

La situación se tornó cada vez más caliente. Nuestras lenguas se tocaban mutuamente y ambos queríamos comerle la boca al otro. Es por eso que nos turnábamos, un rato ella y un rato yo. Su cuello fue otra victima de mis labios que no dejaron ninguna parte sin besar o mejor dicho sin chupar. Ella, al sentir mis labios sobre su cuello, inclinaba la cabeza hacia atrás y dejaba que yo haga lo que quiera. Luego volví en busca de sus labios que ya estaban bastante húmedos, al igual que los míos. Sin perder mucho tiempo empecé a bajar mi cabeza en busca de su teta izquierda principalmente. Antes de llegar a darle el primer beso, ella me dice que pare porque se estaba levantando alguien de su asiento. Yo le hago caso y me quedo inmóvil. Luego de diez segundos, ella me dice que siga porque la persona que se había levantado fue para ponerse una campera y que ya se había sentado otra vez. Con mucho gusto, seguí con lo mío. A medida que iba dándole besitos sobre su teta, intentaba correr su corpiño de color rosa con mi nariz, pero mucho éxito no tenía, por lo que tuve que usar mi mano derecha para llegar a su durito pezón. Mi "amigo" ya estaba bastante despierto a esa altura. Con la puntita de mi lengua, empecé a hacer una especie de circulo sobre su pezón y luego tocaba apenas el centro de éste. A mi amiga le gusta bastante ya que su respiración se aceleraba cada vez más. Usando casi toda mi lengua, empecé a besarle todo lo que quedaba de su teta. Lo mismo hice con su teta derecha, empecé por su pezón y luego por el resto. Su remera, a pesar de ser escotada, ya estaba algo estirada por mi manoseo y mi lengua.

En un momento, una señora se levanta y se dirige hacia nosotros. Por eso mi amiga me dice que me detenga que viene alguien. Inmediatamente me senté derecho, para disimular. Mi amiga se tapo con su camperita su pecho. La señora pasa por al lado nuestro y baja. (Habrá ido al baño, supongo). Mi amiga, que estaba bastante caliente, me dice que siga, que no puede esperar a que la señora pase. Yo le digo que no se puede, que como vamos a saber cuando viene. Mi amiga pone cara de enojada. Yo, para que no se caiga lo que teníamos y poder seguir mas adelante, le puse mi mano izquierda sobre su teta derecha (más precisamente sobre su pezón). A ella se le transformó una sonrisa de oreja a oreja. Seguí tocándola, pero con un ojo sobre la escalera, para ver cuando venía la señora. Mi amiga, me dice que la toque un poco más rápido, cosa que cumplí. Su respiración era muy acelerada, a tal punto que quería largar algún gemido o grito, pero yo la detenía. Estaba algo sacada. A los 5 segundos vuelve la señora. Mi amiga me mira y se vuelve a morder su labio y me dice: seguimos con lo nuestro. Mi respiración también aumentaba, al igual que el tamaño de mi amigo. Cuando me acomodaba para mirarla a ella de frente, ella miró mi entrepierna y vio el bulto que tenía. Me miró a lo ojos, con una sonrisa picara y me dijo. Parece que se despertó ¿no? A lo que yo le respondí: vos provocaste eso. Y ella me dijo: es lo que busco.
Para seguir con lo nuestro yo volví a poner mis labios sobre sus tetas, pero ella me detuvo y me dijo: ahí ya jugaste, ahora quiero algo más intenso. Yo la miré y le pregunté: ¿y que es algo más intenso?. Ella, con cara de seguir disfrutando, me dijo: abajo del ombligo hay algo que te puede interesar. A mí se me voló la cabeza y mi "amigo" se puso bastante duro. Ya no podía ni pensar. Con mi mano izquierda, le desabroche el jean y le introduje la mano. Primero la toque sobre su tanga, que era rosa, al igual que su corpiño. Por cierto, su tanga estaba algo mojada ya. Metí mi mano hasta el fondo y con mis cinco dedos empecé a tocarla. Ella inclinaba su cabeza hacia atrás y cerraba sus ojos. Su mano izquierda apretaba con fuerza su remera que cada vez más la tiraba hacia abajo y dejaba ver su corpiño. Obviamente mis ojos estaban anclados en sus tetas. Ella, queriendo aún más, me dijo: lo quiero aún más intenso. Entonces subí mano y la metí otra vez, pero ahora debajo de su tanga. Estaba tocando su hermosa concha. Era muy hermosa. A pesar de no verla, me bastaba con tocarla e imaginármela. Sus labios estaban bien formados y salidos hacia afuera. Primero, con mi dedo medio (el más grande), la toque desde arriba hacia abajo, una cuántas veces. Ella se estaba poniendo más inquieta. Luego, con hice lo mismo pero con mi dedo indice. Lo mismo hice pero con el anular, es decir, la empecé a tocar con tres dedos, de arriba hacia abajo. Después, con dos dedos, le hice una especie de círculos sobre la parte superior de su concha, que eso la volvió loca y pegó un gemido corto pero ruidoso. Ahí le pregunté si quería parar, a lo que me respondió: ¿estás loco? Vamos por la mitad recién. (aclaro que hablábamos en voz muy baja) Bueno le dije, y seguí tocándola. En un momento, escucho unos pasos que se iban acercando. Le digo a ella y ella levanta su cabeza sobre el asiento y ve que viene un hombre. Enseguida me mira y abre los ojos. Yo entendí que venía alguien. Ella se saca su camperita, que por cierto ya estaba quedando en el suelo, y la extiende sobre su cintura, cubriendo mi mano que estaba en su concha. Ambos nos hacemos los dormidos. El hombre pasa. No se si nos miro o que, yo cerré los ojos y que sea lo que Dios quiera. Hasta que el hombre no volvió, no hicimos nada, solo nos quedamos quietos, mirándonos a los ojos. Cuando vuelve el hombre, mi amiga me dice: seguí que la calentura no se me fue. Yo, que ya estaba con la mano en la masa, seguí tocándola. Luego de tocarla por un minuto y medio, veo que ella relojea mi entrepierna y aprieta los dientes. Yo la adiviné al toque. Ella quería tocar a mi "amigo". Entonces yo le digo: tenías vía libre. Y ella, sin responderme nada, me desabrocha el pantalón y me empieza a tocar. Fue directamente a mi "amigo", cosa que a mi me calentó aún más sentir la piel suave de una mujer. Estábamos los dos tocando uno al otro, y nos calentó más. Ella se acercaba a mi oreja y me decía con voz de perra: seguí seguí que me gusta. Y yo la tocaba más fuerte. Su concha empezaba a estar más húmeda y ella largaba gemidos cortos pero intensos. Mi "amigo" estaba demasiado duro. Ella tenía una mano impresionante. Bajaba y subía con mucha rapidez y tocaba la cabeza de mi "amigo" con la yema de sus dedos que me calentaba aún más. Luego de varios minutos así, mi amiga largó un respiro algo largo, como de relax. Ella me miró y yo a ella y me dijo: Gracias! Había llegado a su tan ansiado orgasmo (no fue el único, ya que otro día me confesó que tuvo más de uno). A pesar de todo esto, su mano seguía con mi amigo. Yo dejé que siguiera pero hasta un cierto punto, ya que no quería eyacular porque no tenía nada con que limpiarme después.

Luego de vivir éste momento tan caliente e inolvidable, ambos nos acomodamos para hacer de cuenta que no habíamos hecho nada "prohibido". Antes de llegar a nuestro destino, fuimos hablando de todo lo que pasó y de que estaría bueno repetirlo en otro momento. Otra cosa que dejamos en claro fue que ésto quedaría entre nosotros. Faltando poco para llegar, ella se levantó y se fue al baño. A los 10 minutos volvió y me preguntó donde estaba mi bolso. Yo le indique que estaba arriba nuestro (donde se colocan lo bolsos). Yo le pregunté si necesitaba algo y ella me dijo que no, que no necesitaba nada. Yo no le dí importancia. Habíamos llegado a nuestro destino y ella antes de bajar por las escaleras e ir al piso de abajo del micro, se da vuelta y me dice: cuando llegues a tu casa, abrí el bolsillo chiquito del bolso que te dejé un regalito. Yo le dije: bueno, gracias. Yo no sabía que era, ni intente adivinarlo.

Cuando llegue a mi casa, deje el bolso y me fui a lavar las manos. Cuando termino de lavarme las manos, me acordé de lo que me dijo y fui directo a abrir el bolsillo chiquito. Cuando lo hago, meto la mano y saco una tanga rosa.

4 comentarios - Amigos con derechos(2da parte)

Petisitamvd
Me encanto! Calentura y adrenalina a la vez 😉
JenyLov
me moje amigo muchas gracias
joder2010
me pso algo similar en un viaje , grax por compartilo