La hermana de mi amigo (2da parte)

Era la noche. Con Pablo estábamos hablando por mensajes para ver que hacíamos. El me había dicho que en su casa no se podía porque su hermana necesitaba la casa sola porque supuestamente se iba a ver con alguien, y Pablo tuvo que acceder, ya que siempre íbamos a su casa. Esta vez le tocaba a su hermana la casa. Entonces le dije de ir a una fiesta que hacían otros amigos nuestros. Quedamos quedamos en ir. Cerca de la medianoche, Evelyn me manda un mensaje diciéndome si quería mi recompensa. Yo le dije que sí, quería saber que era. Entonces me responde que valla a su casa dentro de una hora. Pero, yo sabiendo lo que su hermano me había dicho, le dije que iba a estar ocupada. Y ella me dijo que no, que no se iba a ver con nadie. Que valla dentro de una hora. Entonces, pasadas la 1 de la mañana, fui a la casa. Pablo ya se había ido para la fiesta, por lo que Eve estaba sola. Cuando me abre la puerta, tenía puesto una remera blanca tipo musculosa y un shorcito azul que le marcaba toda su cola. Estaba divina, como siempre. Yo me había puesto una bermuda con una remera negra. Hacía mucho calor, como en el día.
Fuimos directo al patio y nos sentamos en el borde de la pileta con una cerveza y dos vasos. Empecemos a charlar y a tomar. Ella en todo momento mostraba su cuerpo y yo, embobado, la miraba con los dos ojos abiertos. Ya no tenía mas vergüenza. Si se me paraba, que se enterar. Mientras le miraba los ojos y las tetas, iba sintiendo más calor. Por eso decidí sacarme la remera. Ella sonrío y me dijo que tenía lindos brazos. Yo le agradecí y me le acerqué. Ahí le pregunté: ¿cuál es la recompensa? ¿estás ansioso?, me dijo. Y vos me pones ansioso y la empecé a besar. La calentura de la tarde me volvió al cuerpo y por eso le comí la boca. Ella no se quedo atrás e hizo su parte también. De tanto besarnos, nos caímos al agua. La imagen de su remera mojada que le marcaba sus dos grandes tetas fue inolvidable. En seguida le saque la remera (no tenía corpiño) y se las empecé a chupar y besar y tocar de una manera alocado. La senté en el borde de la pileta y le saque el shorcito. Tenía puesto la bombacha negra que me había mostrado en la tarde. Con paciencia y mis dientes se la saque. Parecía que su conchita ardía, estaba bastante roja. Primero se la toque con mis manos y luego se la chupe con mi lengua. Vivir ese momento, a la luz de la luna, con 30 grados y en una pileta fue algo inolvidable. Y además escuchar sus gemidos fue algo hermoso. Salí de la pileta y me saque la berduma. Ella me saco el bóxer. Mi pene estaba duro y erecto. Ella abrió su boca y se lo metió de a poco hasta el fondo. La chupada que me dio la hermana de mi amigo fue muy placentero y a la vez desgastante. Me alivió de una forma única. Me dijo si no podía acabarle un par de gotas en sus tetas porque nunca lo había hecho y le dije que sí. El resto de mi tibia lechita la deje en el pasto, que más tarde la tiré un poco de agua para disimular. Antes de penetrarla, ella fue adentro y trajo un preservativo. Ella misma fue quién con su mano agarro mi pene y empezó a meterselo de a poco. A medida que se lo iba metiendo, su cara era una mezcla de sonrisa y placer y cada vez más rápido. Yo solo aportaba mi pene. Luego me encargue yo y ahí fue cuando ambos vivimos lo que hasta el día de hoy recordamos. Sus pies me dejaron marcas en mis gemelos ya que ella trabó sus piernas en mí. Así la cogida que tuvimos fue muy dinámica y rápida. Fueron 20 minutos intensos, muy intensos. Por si fue era poco, aprovechaba de besarle sus pezones que durante toda la noche estuvieron duritos. Pero ahí no terminamos. Fuimos arriba, a la pieza de sus padres, algo mojados y transpirados. Ella ahí fue arriba mío, apoyando su cadera y cola contra mis piernas y mi duro pene. Sus tetas bajaban y subían, yo intentaba agarralas pero se me escapaban. Ella se reía mientras gemía con muchas ganas. Luego la dí vuelta y le empecé a darle por detrás. Agarrar esa enorme cola con mis dos manos y metersela hasta el fondo me hizo sentir el hombre más poderoso del mundo. Sentía que estaba arriba de la montaña más alta. Ella tiraba la cabeza hacia atrás y seguía gritando. Esa noche, ambos tuvimos como 2 o 3 orgamos cada uno. Fue una noche con todas las letras.
Estaba para seguir tomando cervezas en la pileta, pero ya era tarde y no sabíamos a que hora iba a aparecer Pablo. Por eso decidí irme antes que llegara. En la puerta de entrada de la casa, Evelyn me detiene y me dice: mañana te doy la recompensa. Yo la miro y le dije: ¿y esto que fue?. Esto fue algo espontáneo que surgió entre nosotros. Vos me tenías ganas y yo tenía ganas. Bueno, hasta mañana le contesté. Chau lindo, me dijo Evelyn.

6 comentarios - La hermana de mi amigo (2da parte)

carapicha
Eso no se le hace a la hermana de un amigo.
CrisV2009
Ajaja no seas malo carapicha
chi_
Seeeeee te felicito es lo mas
colt45
Vamooooo keremos la recompensa!!!!
charter28
Me mató el final. Si hay 2da parte, van mis puntos.