Ya no es la hermana de mi amigo

Luego de un verano inolvidable, tuve que irme a otra ciudad por cuestiones personales, por lo que a Evelyn la veía cada 20 días o un mes más o menos.

Un fin de semana vuelvo a mi pueblo natal. Una de las cosas que querías hacer ese finde era verla a ella. Y así ocurrió. En la tarde del sábado le escribí para ver que iba hacer a la noche y me dijo que iba a ir a un boliche con sus amigas y que si quería nos veíamos allí. Le contesté que sí. Yo la quería ver.

Ya en el boliche, fui directamente a la barra para tomar algo. Cuando llegue, la pude ver a ella bailando en el medio de la pista con sus amigas. Estaba hermosa, divina, como siempre. Tenía puesto una pollera larga de color gris con una remera blanca, escotada por supuesto. Sus tetas, como siempre, se escapaban por todos lados. Y los glúteos de la cola se notaban perfectamente cuando ella se movía. Yo tenía una camisa y un pantalón corto. Simple.

En un momento y era lo que yo buscaba, ella me miró y yo a ella. Ella hizo una sonrisa picarona, mientras seguía bailando. Yo seguía tomando, tranquilo. En cierto momento se me acerca una rubia, bastante alta, con un buen físico. Tenía puesto un shorcito de jean que solo le cubría la cola, con una remera rosa que dejaba que se le vean las tetas. La mina, nunca supe su nombre, se me pone a hablar. Yo le contestaba pero no le da mucha charla. Mientras hablábamos, yo vuelvo a mirar a Evelyn y ella, con cara de enojada, mueve la cabeza de un lado hacia otro (como diciéndome que no). Al verla a ella haciendo eso, entendí que no le hablará más a la rubia o que me valla de ahí. Con esa seña me dio a entender que estaba algo celosa, por lo que me causó algo de gracia. Yo le levantaba los hombros como diciéndole ¿qué queres que haga? Y ella me abre bien los ojos para que me la saque de encima. A todo esto, la rubia percibió que estaba viendo a alguien y me pregunta: ¿a quién miras? Yo la miro y le digo: a mi novia, que está bailando con sus amigas. La rubia se me acerca más, casi apoyando sus tetas en mi cara y me dice mirando hacia la pista: ¿cuál es? ¿La morocha de remera negra? No no, la de al lado, le contesté cuando ella me miró fijo a los ojos a tan solo dos centímetros de mi cara. En resumidas cuentas, a la rubia la tenía encima. Cuando me quiere tocar el pelo con su mano, aparece Evelyn. Me salvó porque si no iba estar en serios problemas. Evelyn, que primero me mira a mí, le dice a la rubia: ¿qué pasa acá? La rubia se corre cinco centímetros hacia atrás y le dice a Evelyn: nada, solo estaba hablando con tu novio. Evelyn me vuelve a mirar a mí y le dice a la rubia: ¿el te dijo que somos novios? (acá Evelyn se alegró de que diga que ella es mi novia, creo que eso fue lo que no me causó problemas con ella) Sí, ¿porqué, no lo son? contesta la rubia. Sisi, hace poco que nos pusimos, dice Evelyn con una sonrisa. Inmediatamente, Evelyn me toma de la mano y me dice que vallamos a bailar. Yo acepté con mucho gusto. A la rubia la dejamos sola en la barra (va sola no, porque el que atendía la barra quedó chamuyandosela) Bailamos un buen rato, casi todos temas de cuarteto, bien movido fue. Ella bailaba con una sonrisa hermosa y a mí me "cautivó" demasiado.
Luego decidimos dejar de bailar e ir a la barra por algo fresco. Como buen caballero y era lo que correspondía, invite yo. Pedimos los tragos y nos sentamos en unos sillones que había. Hablamos casi media hora. A todo esto era como las 2.30 de la madrugada. Como era inevitable, salió el tema de lo que habíamos vivido en su casa en el verano. Ambos nos reímos sobre eso, dando a entender que ambos queríamos volver a vivir esos momentos. Pero yo le dije que teníamos un problema, que era que no teníamos lugar, dado que en su casa estaban sus padres y en la mía estaba casi toda mi familia. Ella se me acerca y me dice: vos seguime. Yo me levante y la seguí. Nos fuimos del boliche caminando. Yo le preguntaba a dónde íbamos pero ella no me decía nada.

Llegamos a su casa y me dice: espérame acá afuera. A los 5 minutos sale y me dice: vamos. Yo la sigo pero le vuelvo a preguntar: ¿a dónde? Ya lo sabrás, me dijo mirándome de reojo. Íbamos llegando al centro del pueblo y nos paramos en frente de un local en el que su vidriera estaba tapada con diarios. Era un local que lo estaban arreglando. Veo que Evelyn saca de su cartera una llave y abre la puerta del local y me dice: vení, entra y cerra la puerta con llave. Hago lo que me dice y le pregunto: ¿y esto de quién es? Mi mamá lo alquilo hace poco para poner una tienda de ropa. Ah, mira qué bueno. Igual no sabe que vinimos, así que esto es otro de nuestros secretos, me respondió dejando su cartera arriba de una caja. Pasamos directo al depósito que estaba atrás, había mucho desorden y muchos tarros de pinturas y escaleras.

Yo caminé hacia un poco más hacia el fondo del depósito y cuando me doy vuelta, veo a Evelyn sin la remera, de espaldas a mí y agachada, sacándose la pollera, apuntando su cola directo a mí. Estaba para sacarle una foto con esa pose. Tenía puesto un conjuntito blanco que le queda muy lindo. Yo me voy acercando y ella se da vuelta. Nos empezamos a besar muy despacio, con mucha calma. Pero nos fuimos calentando. Mi camisa fue lo primero que me saco, seguido de mi pantalón. Luego me sentó en una silla de plástico y se arrodilló en frente mío. Empezó tocando mi pene sobre mi bóxer. Lo acariciaba y me lo apretaba. Y se mordía los labios. Después me bajó el bóxer para tocarlo directamente. Se acomodó el pelo y empezó a besarlo. Sacaba su lengua y lo besaba desde arriba hasta abajo. La cabeza de mi pene era su debilidad. Fue lo que más besó. Después lo chupó. Se lo metió hasta el fondo muchas veces, tocando con sus manos mis testículos. Cada vez que me chupaba mi pene, lo hacía bien, muy bien. A ella le encantaba que yo le diga que siga chupando, la ponía caliente. Antes de que acabara, la frené, le dije que se parara y empecé a hacer lo mío. Le bese el cuello, seguido por sus tetas (le saque el corpiño), su linda panzita, hasta llegar a su hermosa concha (también le saque la bombacha). Le di pequeños besos en su concha pero luego me levanté y le bese las tetas. Así hice por varios minutos. Iba alternando. Tetas, concha y así sucesivamente. No puede alargarlo más porque veía que se enojaba un poco porque cada vez que se empezaba a calentar yo le chupaba otro lado. Entonces decidí chuparle las tetas por un buen rato, dejando para el final su hermosa concha. Use mis manos y mi boca para dejarle bien duritos sus pezones. A esta altura, ella estaba demasiado caliente. Si yo me iba del lugar dejándola así, creo que me mataba. Me arrodillé y empecé a disfrutar de su concha. Como cada vez que se la chupe, le besé toda su concha. No dejé nada sin chupar. También le metí los dedos, uno por vez. Sus gritos no tardaron en llegar y su orgasmo también. Parece que hacía mucho que no acababa porque fue mucho lo que salió de su conchita. Sus piernas se relajaron y ella cerró los ojos. El primer round la había dejado nocaut. Yo me paré y ella en seguida abrió los ojos y se levantó y me dijo: ¿no te vas no? No no, quedate tranquila que no me voy, le respondí. Ah bueno, me dijo con una linda sonrisa. Ella puso sus manos sobre mis hombros y me empujó hacia ella que estaba apoyada contra la pared. Yo le apoyé todo mi cuerpo sobre ella, es decir mi pene chocaba contra su concha. Nos dimos un par de besos y ella se subió arriba mío, apoyando sus piernas sobre las mías. Yo la agarré de su cola para sujetarla más. Y ahí fue cuando mi pene se metió dentro de su coloradita y mojada concha. Ella había recobrado toda su energía y estaba lista para tener otro orgasmo y yo tenía muchas ganas de cogerla. Y así ocurrió. En ningún momento paramos. Fueron veinte minutos de mucha intensidad y sexo. Ambos gemíamos de placer. Sus tetas chocaban contra mi cara, sus manos arañaban mi espalda y mis manos apretaban con fuerza su cola. Mi pene seguía duro entrando en su conchita que estaba empapada del orgasmo que estaba teniendo. Yo también eyaculé. Tuve varios chorros de lechita intensa. Aclaro que antes de ponérsela, tuve el recaudo de ponerme preservativo.

Ella se tiró arriba mío abrazándome con sus dos brazos y me dijo al oído: como te extrañe! Yo también la abrace y le dije: yo también hermosa. Nos sentamos contra la pared, así desnudos como estábamos y nos dormimos un buen rato. Cerca de las 6.30 me desperté y la desperté a ella. Nos vestimos y sin tocar nada, nos fuimos del local. La acompañe hasta la casa y allí le dije: mañana me vuelvo para la ciudad. Ella, agachó la cabeza algo triste. Pero luego me miró y me dijo: capaz que el fin de semana que viene valla para allá. Yo, alegre por lo que me dijo, le respondí: ¿en serio? Qué bueno! Sí, igual en la semana te aviso si voy me respondió Evelyn. Bueno, si vas tengo un lugar para ir que te va a gustar, le dije. Sí, ¿a dónde? me dijo. Como vos me dijiste, ya lo sabrás, le contesté. La besé y me fui.


.

7 comentarios - Ya no es la hermana de mi amigo

DARIOMZA +2
fotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofotofoto
kramalo
muy caliente...!!
xDmono1
excelente relato cada vez se pone mejor esto jejejejjejej