Libro Intimo de Mi Suegra

VOY A TRANSCRIBIR TEXTUAL LO QUE ENCONTRE EN UN DIARIO INTIMO A TIRAR DE MI EX SUEGRA

Anoche vinieron los muchachos a comer, pasé unas horas maravillosas, son terribles! Pobre Vittorio, siempre tan inocente…

Aclaro que con ‘los muchachos’ se refería a los compañeros de trabajo de mi esposo, en esos años trabajaba en un depósito de un gran supermercado, tenía seis compañeros, una vez al mes se juntaban a cenar en casa, a mi marido le encantaba agasajarlos, recuerdo que siempre iban al quincho del fondo donde se pasaba horas preparando la comida en la parrilla, y que nadie se metiera! los otros solo observaban y hablaban mientras mi esposo preparaba todo, y yo siempre , me quedaba sola en la casa, preparando alguna ensalada ó solo mirando alguna novela.

Como de costumbre, mi esposo ajeno a todo preparaba la cena, rodeado por sus ‘amigos’, que amigos… estaba ansiosa porque sabía que de uno en uno se escaparían del quincho a casa para que les chupara la pija, uno a uno, como de costumbre…

Epa! Que estaba leyendo? como era esto? mi ex suegra lo engañaba desde antes que se separaran?

Valentín fue el primero en aparecer, nos miramos, sonreímos, bajé la mirada a su entrepierna pasando la lengua por mis labios, sigilosamente y con rapidez fuimos al cuarto, cerramos la puerta, estaba lista, pero me sorprendió, me llevó sobre la cama, me hizo arrodillar en el piso, con mi vientre, mis pechos y la cara sobre el colchón, levantó la pollera hasta la cintura, corrió la bombacha, pensé que iba a cogerme, pero de pronto escupió mi culo para meter dos dedos en el.

- Pará! le dije – estás loco! por quien me tomaste? Está Vittorio muy cerca!

Pero el solo tenía una sonrisa en la cara haciendo caso omiso a mis reclamos, protestaba en voz baja, ya tenía la verga dura en su mano derecha y comenzaba a forzar mi culito con su cabeza, poco a poco lo fue estirando y cuando sentí su carne introducirse en la mía ya no dije nada, lo sentí moverse dentro mío, qué manera más insólita de perder mi virginidad anal, mi esfínter adolorido sufría los embates de Valentín, una y otra vez, tengo que reconocer que me gustaba, no tardó demasiado tiempo, sentí su leche caliente llenando mi culo, hasta la última gota…
El se retiró y se acomodó presuroso la ropa al tiempo que yo me levantaba y hacía lo propio con la mía, me dolían las rodillas, y ni hablar el culito…

- Te gustó?
- Estás loco… esto no es lo acostumbrado…
- Me voy, no quiero levantar sospechas…

Solo besó mis labios para volver al quincho, volví a la cocina, me senté, solo meditando lo ocurrido… tantas veces se lo había negado a Vittorio…

Pedro fue el próximo en pasar por la puerta, ahora si iba a chuparme una buena pija, fuimos al cuarto, me dijo

- Dale! tu marido está concentrado en la comida…

Me preparé para lo que venía, pero el me giró poniendo mi frente contra la pared, lo esperaba, me apretó inmovilizándome, besó mi cuello al tiempo que lo sentía desnudarse de la cintura hacia abajo, luego me desnudaba a mi, el maldito apuntó a mi culo

- Pará! pará! vos también?
- Vos también qué? no me digas que Valentín te hizo la colita?
- No! no! pará!!!

Pero no paró, aún me dolía y Pedro también me la metía en el culo, de parados, salvaje, animal, se movió en mi interior haciéndome suspirar, sentía sus jadeos en mis oídos, que rico sabía, la adrenalina corría por mi ser, esta situación me hacía hervir la sangre…

- Vos también me lo vas a llenar de leche?
- Si! tomá! tomá! tomá!

A medida que hablaba sentía su pija contraerse rítmicamente en mi ano dejando la segunda descarga de leche…

Yo no podía creer lo que estaba leyendo, esa era mi madre?, doy vuelta la página, continúo leyendo

Cuando Pedro se fue tuve necesidades de ir de cuerpo, me senté en el inodoro, me sentí violada y me había encantado, noté que solo había expulsado la gran cantidad de semen que tenía en mi interior, mis intestinos solo tenían aire…

Al salir la figura de Norberto me sorprendió, estaba esperándome, otra vez al cuarto…

- Ya se! Vos también me la vas a dar por el culo!
- Es que con los muchachos jugamos una apuesta viste…

Mientras decía esto me tiraba sobre la cama, con mis piernas hacia atrás, levantándolas bien, me dejé poseer aunque me dolía demasiado, su verga ya entraba y salía de mi ano dilatado moviéndose con rapidez, con furia, pronto descargaba su esperma en mi trasero, así, salvaje, sin miramientos…

Casi al mismo tiempo que Norberto salía del cuarto ingresaba Ricardo, visiblemente apurado, aún estaba semi desnuda…

- No! vos no Ricardo!

Ricardo tenía una pija cortita pero terriblemente gorda, sabía que si lo dejaba avanzar me destrozaría, pero la pregunta era: quería detenerlo?
El besó mis labios al tiempo que susurraba en mis oídos lo mucho que lo excitaba una mujer caliente como yo, decidida coger a espaldas de su esposo, dispuesta a todo.
Me colocó en cuatro patas la borde de la cama, mientras sacaba mi bombacha para hacerla un bollo en su mano y metérmela en la boca, me dijo que era para acallar mis gemidos…
Tomó crema para las manos que tenía sobre la mesa de luz y hecho un chorro en mi trasero, Ricardo apoyó su verga y literalmente comenzó a destrozarme, a tal punto que la tela en mi boca no alcanzaban a aplacar mis gestos de placer.
En unos pocos minutos otro hombre pasaba por mi trasero…

Luego de limpiarme con la bombacha que tenía en la boca y ponerme una limpia, fui al comedor, a sentarme frente al televisor que aunque estaba encendido yo no le prestaba atención, cruzada de piernas casi apoyada solamente en mi glúteo derecho puesto que ya no soportaba mi esfínter de la culeada que me estaba pegando.
Marcelo entró entonces raudamente, casi con su verga en la mano, intenté detenerlo pero tomándome de los pelos con firmeza casi me viola, me acomodó sobre la misma silla levantándome las piernas para enterrarme su pija en mi dilatado culo, dolía demasiado, por la ventana que daba al patio alcanzábamos a ver a Vittorio que seguía ajeno a todo, era excitante pero yo ya no podía disfrutar, mi pobre culo había recibido demasiadas vergas en tan corto tiempo…

Cuando Marcelo se retiró fui al baño a higienizarme nuevamente, no soportaba el agua del bidet tocando mi esfínter, fui presurosa al dormitorio y cerré con llave, lo lamenté por Flavio, pero el ya no tendría nada de mí, al menos por esa noche.
No podía dormirme, sentía latir mi culo y al tocarlo con mis dedos sentía mis tripas afuera.
Dos días después tuve que ir al médico, fue humillante, incómodo que el examinara mi orto destruido, tuve que contarle sonrojada de mi exceso de uso, me recetó una crema. Vittorio nunca se enteró, nunca supo de lo que hacía a sus espaldas, nunca supo porque sus amigo apreciaban tanto sus agasajos, supongo que merecía lo que pasó, por puta…

4 comentarios - Libro Intimo de Mi Suegra

Fedee88 +1
Q suegra re puta tenias jajaja yo q voy la hubiera culeado toda estaba buena por lo menos?
kramalo +1
muy bueno..!! ésos son asados..jaja..!! Paso algo más.? porque parece que se separaron..