Ante todo, aprovecho para saludar a todos los miembros de esta comunidad. Este es mi primer post, quiero relatar mi historia, la primera de muchas, y sobre todo calentarlos como se merecen.
Mi historia arranca a los 16 años, era un pibe curioso al que, como a todo el mundo, le gustaba masturbarse mucho. Siempre era lo mismo, quitarse la calentura y seguir con la vida, pero un día decidí comenzar juegos que se asimilaran a mi idea del sexo, ya que todavía era virgen. Intenté nuevas técnicas: masturbarme en la ducha con la mano llena de jabón, simulando que era una vagina y hasta aproveché mi capacidad elástica para chuparme la cabeza de mi pene en muchas oportunidades. La sensación era increíble y no podía esperar a estar con una chica para que me la chupara!
Mi primer orgasmo intenso y memorable se produjo cuando un día, luego de ver nuevas técnicas de masturbación, me sometí a lo que llamaban "Bondage". Primero, me até las bolas con una cuerda que ya tenía preparada para la ocasión. Sentí como de a poco se ponían rojas, y por la fuerza de la cuerda, mi pene estaba más erecto que nunca. La temperatura comenzaba a subir, tenía la casa sola por varias horas, así que me iba a tomar esto tranquilo, con todo lo que había preparado para semejante ocasión.
Estaba explorando, totalmente desnudo en mi cama, la sensación de la dominación. Fue así como empecé a colocar broches de la ropa en mis tetillas, el dolor era soportable, pero me estaba calentando aún más, tenía unas ganas incontenibles de eyacular, de tocarme, pero en mi cabeza esto era un juego y ganaba más mientras más aguantara. Mientras, de fondo tenía videos de este tipo:
Continué con el último truco que me tenía preparado, cera caliente. Con una vela comencé a tirarme cera por el pecho, la sensación me generaba una taquicardia terrible, era nuevo para mi. Empezaba a entender porqué la gente se excitaba con ese tipo de dominación. Tiré cera sobre mi pene, y sentía cómo ahora quería castigarme más, ya no era suficiente, la calentura era tal que podía soportarlo, sólo quería más!!
Con mucha delicadeza me coloqué una crema para la piel en toda la verga erecta. Sentía que estaba muy cerca de acabar y ni siquiera había comenzado a tocarme, por eso lo hice con mucha tranquilidad.
Finalmente llegó el momento de terminar lo que había empezado. La cabeza me latía de la presión, era mi climax, no podía creer lo que estaba sintiendo mi cabeza!!! Comencé con un masaje suave, subiendo y bajando con lentitud, pero con mucha fuerza, agarrando mi pija con toda la fuerza posible. Cada vez que llegaba hasta abajo y tocaba mi abdomen con la mano, sentía lo suave que estaba mi pija y lo fácil que se resbalaba la mano con toda esa crema que me había puesto. La sensibilidad de cada nervio estaba al máximo, y no faltaban muchas sacudidas más para que se produjera la explosión de leche.
Empecé a sentir como llegaba el orgasmo, lento, no lo dejaba terminar rápidamente, mis movimientos seguían igual de tranquilos para no acelerar el proceso y disfrutar al máximo. Mis bolas atadas no permitían que la lecha saliera tan fácilmente, el dolor era intenso pero retrasaba un placer inimaginable! Llegó el orgasmo y la leche no salió hasta recién el tercer espamo de mi pene!! fue con tanta fuerza que llegó a mi cara, el segundo chorro cayó sobre mi cuello y luego fue bajando por el torso. Al final seguía saliendo como un volcán, casi sin fuerza, pero tenía todo el pubis lleno de leche. La sensación fue tan placentera, como una explosión de mil orgasmos.
Esa fue la antesala para todo lo que haría más adelante, descubrí cómo explorar mis sensaciones, mi curiosidad por probar lo exótico de manera escalonada, sin apuros, disfrutando cada paso. Cada descubrimiento marcó un momento en mi vida sexual, las mujeres sin tapujos, las conservadoras, mis nuevas técnicas de autosatisfacción, mis experiencias bisexuales y de dominación, siempre con una cuota de amor que hace que el sexo sea más intenso, y que si les interesa puedo seguir escribiendo, porque lo que me trae hoy a poringa es parte de un juego, de mi exploración sexual, del deseo de conocer gente que se caliente conmigo en la distancia, con relatos y escritos que los dejen calientes como una pava, sean hombres o mujeres, porque lo mejor del sexo pasa mejor por una cabeza sin tabues. Para su disfrute....
Que tengan una placentera calentura...
Mi historia arranca a los 16 años, era un pibe curioso al que, como a todo el mundo, le gustaba masturbarse mucho. Siempre era lo mismo, quitarse la calentura y seguir con la vida, pero un día decidí comenzar juegos que se asimilaran a mi idea del sexo, ya que todavía era virgen. Intenté nuevas técnicas: masturbarme en la ducha con la mano llena de jabón, simulando que era una vagina y hasta aproveché mi capacidad elástica para chuparme la cabeza de mi pene en muchas oportunidades. La sensación era increíble y no podía esperar a estar con una chica para que me la chupara!
Mi primer orgasmo intenso y memorable se produjo cuando un día, luego de ver nuevas técnicas de masturbación, me sometí a lo que llamaban "Bondage". Primero, me até las bolas con una cuerda que ya tenía preparada para la ocasión. Sentí como de a poco se ponían rojas, y por la fuerza de la cuerda, mi pene estaba más erecto que nunca. La temperatura comenzaba a subir, tenía la casa sola por varias horas, así que me iba a tomar esto tranquilo, con todo lo que había preparado para semejante ocasión.
Estaba explorando, totalmente desnudo en mi cama, la sensación de la dominación. Fue así como empecé a colocar broches de la ropa en mis tetillas, el dolor era soportable, pero me estaba calentando aún más, tenía unas ganas incontenibles de eyacular, de tocarme, pero en mi cabeza esto era un juego y ganaba más mientras más aguantara. Mientras, de fondo tenía videos de este tipo:
Continué con el último truco que me tenía preparado, cera caliente. Con una vela comencé a tirarme cera por el pecho, la sensación me generaba una taquicardia terrible, era nuevo para mi. Empezaba a entender porqué la gente se excitaba con ese tipo de dominación. Tiré cera sobre mi pene, y sentía cómo ahora quería castigarme más, ya no era suficiente, la calentura era tal que podía soportarlo, sólo quería más!!
Con mucha delicadeza me coloqué una crema para la piel en toda la verga erecta. Sentía que estaba muy cerca de acabar y ni siquiera había comenzado a tocarme, por eso lo hice con mucha tranquilidad.
Finalmente llegó el momento de terminar lo que había empezado. La cabeza me latía de la presión, era mi climax, no podía creer lo que estaba sintiendo mi cabeza!!! Comencé con un masaje suave, subiendo y bajando con lentitud, pero con mucha fuerza, agarrando mi pija con toda la fuerza posible. Cada vez que llegaba hasta abajo y tocaba mi abdomen con la mano, sentía lo suave que estaba mi pija y lo fácil que se resbalaba la mano con toda esa crema que me había puesto. La sensibilidad de cada nervio estaba al máximo, y no faltaban muchas sacudidas más para que se produjera la explosión de leche.
Empecé a sentir como llegaba el orgasmo, lento, no lo dejaba terminar rápidamente, mis movimientos seguían igual de tranquilos para no acelerar el proceso y disfrutar al máximo. Mis bolas atadas no permitían que la lecha saliera tan fácilmente, el dolor era intenso pero retrasaba un placer inimaginable! Llegó el orgasmo y la leche no salió hasta recién el tercer espamo de mi pene!! fue con tanta fuerza que llegó a mi cara, el segundo chorro cayó sobre mi cuello y luego fue bajando por el torso. Al final seguía saliendo como un volcán, casi sin fuerza, pero tenía todo el pubis lleno de leche. La sensación fue tan placentera, como una explosión de mil orgasmos.
Esa fue la antesala para todo lo que haría más adelante, descubrí cómo explorar mis sensaciones, mi curiosidad por probar lo exótico de manera escalonada, sin apuros, disfrutando cada paso. Cada descubrimiento marcó un momento en mi vida sexual, las mujeres sin tapujos, las conservadoras, mis nuevas técnicas de autosatisfacción, mis experiencias bisexuales y de dominación, siempre con una cuota de amor que hace que el sexo sea más intenso, y que si les interesa puedo seguir escribiendo, porque lo que me trae hoy a poringa es parte de un juego, de mi exploración sexual, del deseo de conocer gente que se caliente conmigo en la distancia, con relatos y escritos que los dejen calientes como una pava, sean hombres o mujeres, porque lo mejor del sexo pasa mejor por una cabeza sin tabues. Para su disfrute....
Que tengan una placentera calentura...
1 comentario - Relatos de auto-satisfacción.