Adrenalina familiar! (#47)

Al otro día al mediodia mi primo me escribió al WS. Como habia dicho en el anterior relato (leerlo ACÁ), él salía del curso a las 12 hs, y volvía a entrar a las 15 hs.

- Che Delfi, la verdad que fue fantástico lo de ayer. Todavía estoy sorprendido de cómo sos.
- Jaja estuvo bueno sí, pasamos un lindo rato.
- Lindo nada más? Jaja
- Bueno, estuvo reeee bueno, así te gusta más?
- Sí. Che igual creo que nos dejamos llevar por la calentura del momento, como cuando éramos chicos.
- Te arrepentiste ahora?
- No, al contrario, siempre quise volver a ver esas lolas, jaja
- Tarado!
- Es chiste! Me gustaría verte hoy. Pero no nos zarpemos, que no pase nada, vamos a actuar como lo que somos, primos! Te parece?
- Dale, me parece bien
- Paso cuando salga tipo 19.30 hs?
- Pasá, besito

"Sí claro, no va a pasar nada, no te preocupes", pensé en mi interior. Pobre mi primo. Se pensó que por un día de sexo ya volvía todo a la normalidad. Estábamos solos los dos en La Plata, sin control de nadie sobre nosotros, pensaba garchármelo hasta que no pueda caminar.

Bien puntual, a las 19.30 hs me toca el timbre del edificio y bajo a abrirle. Cuando subimos al depto le dije que había quedado con mi viejo ("El tío Héctor", como le dice él) que iba a llamarlo cuando viniera así podían hablar un poco.

Mis viejos son particularmente hinchas con estas cosas, me preguntaban todo el tiempo si lo iba a ver a mi primo, se obsesionan con la idea de que teniamos que vernos porque "éramos familia y lo primero es la familia".

"Hace mucho que no hablo con el tío Héctor", se mostró alegre mi primo cuando le dije eso.

Ni bien escuché esas palabras, a mi sucia mente se le ocurrió una idea que no podía dejar de llevar a cabo.

"Ahí está sonando, hablá tranqui con él que total yo no pago la conversación, jaja", le dije.

Él estaba parado en la cocina, apoyando una mano en la barra desayunadora, y mientras él hablaba comencé a sacarme primero el buzo y después la remera.

Él me miró un poco desconcertado, nunca se imaginó que pasaría lo que pasó.

Yo tenia puesto debajo de la remera un top super apretado que me explotaba las lolas. Comencé entonces a mirarlo fijo, mientras con mis manos me masajeaba las tetas. Primero una, después otra, después las dos a la vez.

Rápidamente los pezones empezaron a marcarse por encima del top, y mientras él seguia con su charla con mi papá, me miraba en forma fija a mí, bueno, más bien a mis tetas.

"Cómo tío? Es que no se escucha bien", se excusaba torpemente de los distraído que estaba.

Al final se dió vuelta dándome la espalda, para no mirarme. Yo entonces me fui al baño y agarré crema Nivea para el cuerpo. Me acerqué lo más que pude a él, me saqué el top, y mirándolo con cara bien de puta, apreté el envase largando gigantezcos chorros de crema en mis lolas.

Los ojos de mi primo quedaron petrificados, parecían dos monedas de oro. No sé cómo pudo seguir la conversación cuando vio que todas mis lolas estaban enchastradas de crema, y que me las amasaba y apretaba delante de su cara.

Así nomás, con el pantalón puesto y todo, podía verse que tenía la pija durísima. Tras unos minutos de esto yo me habia ya re calentado, la adrenalida de tal situación era zarpada. Ya estaba como loca por coger!

Sin embargo, empecé lentamente la segunda parte de mi plan. Con las tetas brillantes por la crema recién puesta, me agaché y le bajé el cierre del pantalón de vestir.

Cuando intenté meter la mano para sacarle la pija, enseguida se corrió a un costado y me dijo "NO" con su cara, pero yo hice caso omiso de eso. Intenté otra vez meter su mano adentro del pantalón pero nuevamente se corrió.

"Mi mujer bien por suerte!", justo le dijo. "Extranándome imagino, jaja", dijo con tono actuado. "Vos no creo que la extrañes mucho", pensé yo.

Al tercer intento logré sacarle la pija, y antes de que pudiese moverse de nuevo, metí toda la pija adentro de mi boca, de una bocado digamos. Mi boca chocó contras sus piernas, me habia metido la pija entera de una, haciéndole una gran garganta profunda.

Finalmente se dió por vencido. Desistió de correrse y empezó a disfrutar un poco.

Lentamente empecé a pasarle la lengua por la parte inferior de la pija, sin las manos, comiéndomela toda entera un par de veces más. Luego la tomé con una de mis manos y empecé lentamente a pajearlo mientras mantenia mi lengua apoyada en la punta del pene.

De a poquito fui subiendo el ritmo de la paja, mientras mi primo seguia intentanto cortar con mi viejo que no lo soltaba más. Yo tenia una mezcla de calentura, adrenalina, ganas de que me la ponga, con ganas de estallar en risa, porque la verdad me causaba gracia el esfuerzo que intentaba hacer mi primo para mantenerse concentrado con la conversación.

Cuando la cosa se apuró, o sea, cuando empecé a pajearlo succionándole la pija con mayor intensidad, no pudo más. "Tio voy a tener que cortarte pero seguimos charlando otro momento", le dijo. "Sí, Delfi está acá al lado mío leyendo"

No sé cómo hice para contener la risa, fue tan gracioso eso! Mi viejo imaginándome comiendome un libro, y lo que me estaba comiendo era otra cosa. La paja que le estaba haciendo subia cada vez más de intensidad, ahora se la chupaba a pleno sin dejarlo decansar un momento.

Yo quería cogérmelo realmente, estaba muy caliente, pero me habia excitado tanto eso que quise hacerlo acabar ahi mismo para que me diera toda la leche. Le agarré entonces la pija con las dos manos y se la escupí llenándola de saliva.

Mis manos subian y bajaban continuamente, mientras cada tanto me metia mitad de la pija adentro para succionarla bien fuerte. Comencé entonces a mirarlo fijo, diciéndole (o sea, hablandole pero sin articular sonido) "Dame la leche, dame la leche, dame la leche". Una y otra vez le decia eso mientras seguia mi paja a dos manos.

"Sí dale dale tío, hablamos, vos también que andés bien, dale dale, chau chau!"

Y le cortó...

"Dámela bebé, quiero tomarla, damela toda!!!", empecé a gritarle bien alto totalmente desesperada. A los dos segundos (como mucho porque en realidad fue casi instantáneo) un espeso chorro de leche entró directo a mi boca, que estaba totalmente abierta dispuesta a recibirla toda.

Tragué enseguida y a tiempo para que otros dos chorros fueran directo tambén a mi boca, el primero sobre mis labios y pera (no habia llegado a abrir la boca nuevamente), el segundo de nuevo adentro. Otro dos más pero con menos leche fueron directos a al cachete izquierdo de mi cara.

Con el resto de leche que aún no habia tragado, abrí mi boca para mostrarle como un trofeo lo que habia hecho. Mi primo ahi estaba con el corazón a mil y la pija muriendose, mirándome fijo y repitiendo una y otra vez lo mismo: "Que puta sos Delfina, que puta sos".

En el momento en que estaba tragando el semen de mi primo que aún tenia en la boca, el celular suena otra vez. Era mi papá de nuevo. "Quié quiere ahora?", me pregunté. Lo atiendo y me dice:

- Che tu primo cortó pero queria saludarte a vos antes, jaja
- Hola papá! Ah! Se confundió, pensó que tenia que cortar [mentira plena]
- Cómo va todo?
- Bien bien... le digo tragando saliva con restos de leche que aún tenia en la boca.
- Te agarré comiendo??
- No! Sólo estaba tomando un vaso de yogurt

Eso fue lo primero que se me vino a la mente, no daba para decirle un vaso de leche, aunque con lo espesa que habia sido la leche del primo, se parecía más al yogurt que a la leche...

Tras hablar un rato con él, cortamos y me acerqué a mi primo que estaba sentado en el sillón.

"Preparate que te voy a coger como nunca te cogieron en la vida."