Pasión por el cine

Una tarde de marzo común y trivial. Decidí ir al cine para matar el tiempo, ya que no tenía nada más que hacer. Como no me puse de acuerdo con ningún amigo fuí solo. Sí ya sé, suena medio friki eso de ir al cine solo, pero se disfruta por igual. Aunque aquella tarde lo que disfruté no fue la pelicula, que de hecho estuvo de lo más aburrida.

El cine estaba un poco solo. A esas horas no hay mucha afluencia de personas. Sin embargo a mi me gusta mucho ir a esas horas precisamente por eso, siento que hay menos ruido y ajetreo en las salas y por ende se disfruta más la pelicula.

Aunque no sabia exactamente que pelicula veria, fuí más bien a elegir en el momento y al azar.

Cuando llegué al cine ví a tres chicas juntas, parecian un grupo de amigas. A dos de ellas nunca las habia visto, a la tercera si la habia visto una o dos veces por la calle. Una de ellas vestía un jeans entallado, que le marcaba el torno de sus piernas, con una blusa azul sin más. La segunda vestía unos shorts ajustados que le lucian bien presumiendo sus preciosas piernas. Y la tercera -la que "conocia"- vestia una falda a las rodillas, con estampados de flores y una blusa blanca con un ligero escote, sus pechos se veian atractivos no eran grandes ni pequeños pero sus piernas eran una verdadera preciosidad algo digno de cualquier escultura. Tenia las pantorrillas firmes y llenas muy bien marcadas y lo que se percibia de la parte superior de las piernas también muy bien torneadas.

Yo ví a estas tres chicas deambulando por la plaza comercial. No pensé que fueran ir al cine.

Pedí un boleto para una pelicula algo sobre la segunda guerra mundial o eso aparentaba en el cartel. Pero también prometia ser una pelicula romántica. Se trataba de una chica que se iba a comprometer con un tipo al que llaman a unirse al ejército y lo pierde, el tipo va a la guerra con la esperanza de volver y matrimoniarse, pero al volver ya no encuentra a la chica. Esa era la trama en resumidas cuentas. Pensé que seria un buen filme, y era el cartel más atractivo.

Entre y la sala estaba casi vacia, solo dos o tres personas y una pareja dispersas en toda la sala. Yo me senté en la última fila, hasta atrás en el último asiento es decir junto a la pared. Es el lugar que me ha parecido más cómodo en cualquier sala.

Cuando apagaron las luces y empezaron a salir los créditos de las productoras; entraron las tres chicas que habia visto antes. Se metieron a la misma fila que yo. Al parecer no me habian visto porque llegaron justo hasta donde estaba yo, perdido en las sombras. La de ffalda se sentó justo a mi derecha y me preguntó:

-¿No esta ocupado, verdad?

-No, puedes sentarte. -Le respondí. Y fue lo único que le dije mientras ella se sentaba y hablaban a lo bajo sus amigas.

Total que después de una hora de pelicula, sus dos amigas estaban una recostada sobre la otra y dormidas. Ella estaba también recostada casi para dormirse y yo aburridisimo porque la pelicula no tenia nada de interesante.

Cuando pensé en salirme e irme del cine, volteé y fue que vi a sus amigas dormidas y a ella también casi dormida, sentí pena por molestarlas y me quedé sentado. Esperando quizás que alguna bomba o algo de acción aconteciera en la pantalla.

Vi a la chica a mi derecha. Comencé a verla, es decir a recorrerla con la mirada, entre las sombras y con las escenas más claras. Veía sus pechos, como respiraa y se subian y bajaban. Vi sus piernas -cruzadas- como se marcaban.

Me incliné sobre mi brazo derecho y sin querer rocé su mano, ella se incorporó poquito. Me volteó a ver y sonrió un poco. Después miró a sus amigas y las se dio cuenta que estaban dormidas.

Aunque mi mano habia chocado con la suya, ella no la retiro. La dejo allí. Casi estabamos enlazados como si fueramos pareja. Yo me acerqué un poco más y olí su pelo. Olía muy rico.

Bajé mi mano y rocé su pierna por la caida natural. Pensé que quizás recibiria una cachetada y me tendría que ir del cine, pero para tal pelicula eso tampoco era un castigo. Sin embargo la reacción fue diferente, ella sólo volteo y me sonrio. Entonces con mi mano alli abajo, comencé a acariciarle suavemente la pierna, tocaba suave casi de manera imperceptible sus pantorrillas. Ella no se inmutaba. Lentamente agarré con más firmeza la pierna y comencé a frotarla desde la rodilla hasta el tobillo.

Estuve asi un buen rato. Ella puso su mano en mi pierna y también jugueteaba arriba y abajo, en un tacto sutil.

Cuando ella comprendió que mis manos sólo recorrian el espacio descubierto, se agarro la falda y la fue subiendo poco a poco. Mi mano iba abarcando más de ella, como si estuviera haciendo un reconocimiento de terreno. Bajaba por la parte de afuera de sus piernas, luego por la parte interior me deslizaba hacia arriba suavecito, de vez en cuando ella se levantaba poquito la falda y mi mano tenia más para recorrer.

Estuvimos asi como unos 20 minutos. Luego ella se incorporó e hizo unos movimientos algo bruscos en su asiento, yo pensé que se iba a levantar, pero no. Luego se volvio a sentar y vi que me miraba, yo volteé a verla y vi como desplazaba algo entre sus manos hacia abajo de sus piernas
¡se estaba quitándo las bragas!.

Me las puso en las piernas y yo las tomé. Las olí discretamente. Tenian un olor bonito, femenino, olian a limpio pero tenian un ligero perfúme mezclado con algo de su tibieza. Mientras las olia ella puso su mano sobre mi pierna nuevamente.

Ambos disimulabamos para que nadie se diera cuenta, para no despertar a sus amigas y para poder seguir disfrutando. Asi que esto que narro tan deprisa, sucede en lapsos de tiempo que discurren lentamente y con tranquilidad. Era un placer calmo, suave y sin prisas.

Con sus bragas en mi mano izquierda, comencé a tocarlas con mis dedos imaginándome como seria tocar y sentir esa textura pero puestas en ella. Después volví a poner mi mano en sus piernas y seguí con el ritmo. Suave, lento. Subia por su entrepierna y bajaba, ella subió la falda poquito y yo comencé a aventurarme a ir más arriba, y más. Hasta que sentí su calor, entre más arriba se sentian más tibias sus piernas, tenia sus bragas en mi mano izquierda por lo que sabia que no tendria impedimento para llegar a ella.

Poco a poco, subi. Ella comenzó a agarrarme el pene -que ya estaba erecto- sobre el jeans. Yo metí mi mano por fin a su intimidad. Sentí sus labios vaginales, suaves. Iba depilada casi en su totalidad, la recorrí con la mano, senti un poco de vello púbico en la pelvis, no en sus labios pero sí arribita. Seguro llevaba un corte para bikini, pensé. La recorria imaginándomela, sintiendola.

Comencé a frotar lentamente, y a agarrar sus labios como si tentara fruta en una fruteria. Con suavidad, ella se inclinó a mi hombro, ví sus senos. Dejé la braga en mis piernas y con la mano izquierda toqué levemente su seno izquierdo, lo agarré con firmeza y sentí su pesón durito.

Seguí con mi mano derecha debajo de su falda, pero con la izquierda me bajé la bragueta que ella habia estado buscándo y tentaleando, como pudo se hizo paso y cogió mi pene dentro de la truza, bien erecto, ella lo agarro con firmeza. Pensé que comenzaria a hacerme una masturbada típica, pero no, en cambio sólo apretaba con fuerza y luego soltaba, apretaba y soltaba. Estuvo asi mucho rato, yo seguía tentaleando y acariciando su entrepierna.

Senti que iba a eyacular, pero ella siguió con su mano empuñando y aflojando. Era una masturbación distinta, yo sentia todo un arrebol de emociones y cosquilleos intensos. Queria que ella acelerara y sacara el pene para masturbarlo en forma, pero no podia. No podiamos, asi que en lo poco que podiamos hacer lo disfrutabamos.

Luego de un rato así, senti que ella estaba más húmeda de lo normal. Y tuvo un par de estertores. Después yo eyaculé dentro de la truza, con toda esa presión. Fue riquisimo.

Luego de eyacular ella siguió frotando esparciendo mi semen por toda la truza, o por la parte que ella alcanzaba a tentar. Yo sentia un calor suave en todo mi glande y el espesor del semen que iba cediéndo.

Cuando comenzaron a salir los créditos finales de la pelicula, le devolví las bragas.

-No, quedátelas. -Me dijo.

-Gracias - le dije.

Se encendieron las luces de la sala y sus amigas comenzaron a despertarse. Y asi la pelicula más aburrida se convirtío en una experiencia inolvidable, tanto asi que aumento mi pasión por el cine, como ningún otro filme lo haya hecho.

J.R. 2016