La hija de la mujer de la limpieza

Zuleima estaba en su país para arreglar el papeleo con su ex, desde el primer encuentro nunca más había pasado nada, ella venía y limpiaba, tenía llaves de casa porqué a diferencia de mi padre, no siempre estaba en casa, aun así era tan prudente que siempre entraba saludando en voz alta, en ocasiones desde dentro de la piscina la oía, ella sacaba la cabeza y saludaba, y yo seguía a lo mío. Ese viernes me había olvidado por completo que quien vendría sería la hija y no ella, yo acababa de salir de la ducha y estaba en pelotas delante del ventanal mirando el jardín, era un día lluvioso, y estaba absorto en mis pensamientos con un vaso de naranjada en mi mano y la otra en mi cadera, fijaba mi vista en las gotas salpicando al caer al jardín, no la oí abrir la puerta, tan solo escuché un grito de sorpresa, me giré de repente, el vaso cayó al suelo rompiéndose en mil pedazos y derramando lo que quedaba de zumo por el suelo, esta vez ella ahogo un grito con una mano tapándose la boca, pero con sus ojos fijos en mi polla, que no se porqué exactamente pero estaba erecta, yo la miré, nos miramos, no podía moverme sin clavarme algún cristal en los pies, así que instintivamente me tapé con las dos manos, «Lo siento, no…, no…, no pensé que estaría así, es decir, sin ropa, desnudo, lo siento» dijo ella, yo miré al suelo, para ver una ruta posible para salir de esa situación, pero joder donde iba a ir, tendría que pasar por su lado desnudo para llegar hasta las escaleras e ir al piso de arriba, o salía al jardín así, ¿y que hacía allí? ¿meterme en la piscina? No me quedó otra que quedarme allí, y decirle: «No pasa nada, tranquila, había olvidado que vendrías, estaba absorto, tampoco pienses que estoy así siempre cuando viene tu madre» «Eso espero, sino creo que no haría mucha faena» respondió ella entre risas, la verdad es que la situación era graciosa, «No se mueva voy a buscar una escoba y un recogedor» dijo ella, dejó su bolso en una silla, y las llaves, «Donde están?» gritó desde la cocina «En el garaje es la puerta de enfrente» le respondí yo desde el comedor, regreso al poco con la escoba y el recogedor, mi polla ya no estaba erecta, aun así me tapaba, ella se acercó a mi, estaba a pocos centímetros de mi, barriendo, y su perfume se filtró por mi nariz golpeando en mi cerebro y haciendo nuevamente reaccionar mi polla, por suerte al tener las manos cubriendo, ella no lo notó, la miré, era una versión mejorada de la madre, un poco más alta, más delgada, más joven, con un poco más de pecho, y mi mente pensó que seguramente su culo sería más duro, y sus pechos más tiesos, ella terminó, me miró y con una sonrisa me indicó que podía pasar a vestirme, cosa que hice.

Baje al cabo de unos minutos, vestido, y me presenté como es debido, ella alargó la mano para saludarme, pero le dije, «Después de haberme visto como me has visto, creo que dos besos no estarán de mas» le besé en la mejilla, su piel era suave, descansé mi mano en sus brazos mientras lo hacía, y ella posó una de sus manos en mi cintura, y la otra en mi vientre. Le enseñé la casa, primero la planta de abajo, y después subimos a la planta superior, le mostré las habitaciones de invitados, el despacho, y mi habitación, entró en mi habitación, se acercó a la cama, pasó su mano por encima de la cama, se giró hacía mi, y con una sonrisa en sus labios y en sus ojos, me dijo: «Si esta cama hablase, verdad?» «Podría escribir un libro» le dije, «A sí? Vaya, no ha estado quieto, hay una señora?» me contestó. «No, no hay señora (me acerqué a ella y a escasos centímetros de ella) nunca la ha habido, porqué?» mis manos acariciaron sus brazos, y bajaron hasta la cintura, ella sonreía y sus manos se posaron en mi pecho, se puso de puntitas y alzó la cabeza para alcanzar mis labios, yo agaché mi cabeza y la besé, mi mano pasó a su cuello, mientras la otra abrazaba su cintura, sus manos empezaron a manosear mi culo, apretaban mis nalgas, acercaba su pequeño cuerpo al mío, y podía sentir sus pechos, su pelvis, una de sus piernas se enroscó en una de las mías, mientras nuestros labios seguían pegados y nuestras lenguas hacían pequeñas incursiones en nuestras bocas. Llevaba una blusa que desabroché, de su cuello colgaba un crucifijo, lo eché hacia atrás y empece a besarla por el cuello, me senté en la cama, ella me quitó la camiseta y continuó acariciando el pecho, mientras yo le besaba los pechos, y mis manos desabrochaban su sujetador para poder disfrutar mejor de ella, aparté mi cara de su pecho, mis manos tocaron los pechos, los acaricié, los apreté, ella gimió y sus manos clavaron sus uñas en mi pecho, volví a besar sus pechos, lamí y sorbí sus pezones hasta que estaban muy duros, mientras mi mano acariciaban su cuerpo, desabrochaban sus pantalones y los bajaba, llevaba un precioso tanga, mis manos acariciaban su duro culo, tal y como pensaba, lo tenía duro, bien puesto, besé su sexo por encima de su ropa interior, ella se apartó de mi, se sacó bien los pantalones, después de descalzarse, se arrodilló, se acercó a mi, y me bajó los pantalones, yo en ese momento no llevaba ropa interior, así que se dio con la sorpresa de encontrarse con mi polla semierecta en la cara, la acarició, me miró, «Cuando te he visto abajo, mi coño se ha humedecido y mi boca se ha hecho agua» agarró fuertemente mi polla y se la llevo a la boca, yo apoyé las manos en la cama, eche el cuerpo hacia atrás y disfruté del momento, ella lamía con delicadeza, jugaba con su lengua en mi glande, apretaba mis huevos con sus manos, suavemente intercalaba la presión y la velocidad, el placer era máximo, esta chica era una experta mamando, eso lo tenía claro, así estuvo un buen rato, aparté su cara de mi polla, y la besé en la boca, ella se levantó, y se sentó encima de mi, frotaba su coño enfundado en su tanga por mi polla caliente, mientras nos besábamos y mis manos le acariciaban el culo, me tumbó empezó a besar mi pecho, mientras seguía frotándose contra mi polla, yo alargué la mano hasta la mesilla, abrí el cajón como pude y saqué los condones, salió una ristra de 3, los miró se rio, «¿Piensas usarlos todos?» «Porqué no» le contesté se giró me plantó su coño en mi boca, y empezó a lamer mi polla con deseo desenfrenado, en el intento de quitarle su tanga, terminé rompiéndolo, quedó sujeto a una de sus piernas, abrí su coño con mis dedos y empecé a lamer con deseo, que buen sabor tenía, su perfume me embriagaba junto con sus jugos vaginales, ella seguía lamiendo mi polla, me tenía muy excitado, movía sus caderas para marcar el ritmo que quería que le diera a mi lengua, se mojó, apretó su coño contra mi cara, creí que me ahogaría, dejo de chupar mi polla, y su mano empezó a apretarla con fuerza, mientras gemía, se giró, agarró el paquete de condones sacó uno, y me lo puso con asombrosa maestría pese a su juventud, se puso encima y se la fue introduciendo con delicadeza, la agarré de la cintura mientras ella subía y bajaba, cada vez más fuerte se apoyaba en mi pecho, en mis piernas, seguía moviendo, así me corrí, entre espasmos de ella, cayó sobre mi, nuestros cuerpos estaban acelerados, sudados, se puso a mi lado, no decía nada, «Mi madre me dijo que el dueño de esta casa era un anciano, nunca me había hablado de ti» «Ese era mi padre, pero hace unos meses murió», me miró se abalanzo sobre mi y me besó con pasión, mientras su mano volvía a buscar mi polla, yo acariciaba su cuerpo, bajó, me miró con la polla acariciada por su mano «Ya que has sacado tres, habrá que aprovecharlo» empezó a lamer de nuevo, al poco tiempo mi polla volvía a estar erecta, le indiqué que acercara su sexo hasta mi alcance, y así lo hizo, volví a comérselo, pero esta vez no pude detenerme ante tan maravilloso culo, y empecé a lamerlo, a jugar con él con mis dedos.

Ella estaba mojada, yo estaba excitado, metí uno de mis dedos en su húmedo coño, y a continuación lo acerqué a su culo, y lo introduje, ella dejó de lamer mi polla, se giró, me miró y con cara de deseo y sonriendo me dijo: «Mi culo es virgen» saqué mi dedo se su culo, pero su mano me lo impidió y acercó de nuevo mi mano a su culo, entendí la indicación volví a meterle mi dedo, ella engulló con más pasión mi polla, le lamía el coño mientras un segundo dedo entraba en su culo, paré de comerle el coño y le advertí que me correría si seguía así, de modo, que se detuvo apoyó sus manos en la cama, y empezó a empujar su culo contra mis dedos para que entraran más, así estuve un buen rato, esta vez fui yo el que alcancé los condones, se los di y ella una vez más me enfundó, dándome la espalda agarró mi polla y la dirigió hasta su hasta entonces virgen culo, mi polla entró despacio, se quedo allí un rato quieta con mi polla en su culo, y empezó a moverse con delicadeza, le acariciaba la espalda, se movía arriba y abajo, se levantó y la sacó del todo, me levanté y le indiqué que se pusiera a4 en el borde de la cama, allí con delicadeza le introduje mi polla en su culo, y le di hasta que no aguanté más y me corrí, mientras mis manos jugaban con su clítoris, me corrí, saqué mi polla de su culo, ella cayo adelante en la cama, me fui un momento al baño, tuve que mear, me lavé la cara, y volví a la cama, allí seguía ella se había dado la vuelta, me acerqué empecé a comerle el coño, y esta vez decidí follarla mirándola a la cara, así lo hicimos durante un buen rato, ella se corrió varias veces, y yo una última vez.

Quedamos en la cama, un buen rato, ella cayó dormida, no le dije nada, me fui a dar una ducha, la tapé con la sabana, y despertó cuando era de noche, yo estaba en la cocina, la oi entrar en la cocina, me giré, iba totalmente desnuda, nos besamos, le besé el cuello, acaricié sus pechos, los lamí, acaricié su sexo, la levanté en brazos, la llevé hasta el comedor la tumbé en el sofá, la comí de nuevo, ella se corrió, se sentó me comió la polla, y sin pensarlo la penetré a pelo, ella gemía, gritaba, sin parar, clavaba sus uñas en mi espalda, yo le agarraba fuerte el culo, no lo soltaba, ella subía y bajaba con fuerza, hasta que noté como se corría, yo no aguantaría mucho más y se lo dije, saltó de encima de mi, se arrodillo, cogió mi polla y la metió en su boca hasta que me corrí, quedé rendido en el sofá, esa noche se quedó a dormir.

5 comentarios - La hija de la mujer de la limpieza

KaluraCD
La hija de la mujer de la limpieza


Uffff!!! Menuda historia, me has puesto a mil 🔥

Gracias por compartir 👍
Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
Declan1971
Muchas gracias
KaluraCD
@Declan1971


Yo comenté tu post, la mejor manera de agradecer es comentando alguno de los míos...
kramalo
muy bueno....!! hicistes una partuza con las dos... seguro que la pendeja es mejor, no..?
Pasó algo mas..?
Declan1971
Para responder a tu pregunta la hija además de estar más buena, folla mucho mejor, para mi que es una experta folladora, pasó algo más con ella, con la madre nunca más.
kramalo
@Declan1971 Seguro que a la madre, le gustó tanto, que le dio miedo de encajetarse con vos o con la follada que le mandastes...jaja!!
Que más hubo con la hija...? se puede contar? saludos..