Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 01
Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 02
Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 03
Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 04
Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 05
Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 06
Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 07
En algunas de mis lecturas, me quedo grabado algo de Thomas Edison, el que logró fabricar el primer foco, uno de larga duración tras realizar más de mil intentos. Un poco antes de llegar al que sería el final, uno de los que colaboraba con él, en el taller, le preguntó si no se desanimaba ante tantos fracasos, ante lo que Edison le respondió que él no había fracasado sino que en cada intento había descubierto un motivo por el cual el foco no funcionaba, por lo que ya había aprendido, unas mil maneras de no hacer un foco.
Es una forma muy interesante de capitalizar fracasos, pero también de cierta forma, está mostrando la otra cara de la moneda, que con el fracaso, solemos hacer de todo, menos aceptarlo.
Y como será, que no sabemos aceptarlo, que le tenemos tanto miedo, que el éxito en nuestras vidas, estará presente en muy escasos momentos, casi por suspiros, y no podemos o nos negamos a ver, que el fracaso es lo más cotidiano, con lo que a diario convivimos.
Y cuando dejé de mirar por el telescopio, lo bien que la pasaba mi ex, me quede sentado en ese cómodo sillón, me llene la vista de ese paisaje que la altura del edificio y que ese vidrio enorme me regalaba, y mi ex cuñada siguió con sus indirectas y sus ironías, ineficaces para ese entonces, había llegado a mi fondo, me había llegado la bienaventuranza.
De alguna forma, o de esa forma, mi ex cuñada, buscaba despertar en mí, “algo”, y cuando vio que ya me resbalaba todo y que no podía llevarme al terreno que ella quería, como la mayoría de nosotros, no supo qué hacer con el fracaso.
Te pasa en algún momento, después que tragaste tanta mierda, que lo miras desde cierta perspectiva, y te pueden tratar de pelotudo romántico, pajero serial, de ser poca cosa, buscando que uno diga, no para, soy un ¡¡¡¡¡hombrazazazaso!!!!! y te muevas en el sentido que ella desea, y aunque a veces, podía flaquear, mi ex me había “bien enseñado”, lo mismo si llora, si con su moral dice que está bien o mal, en fin… como digo, te pasa en algún momento, vas aprendiendo al igual que Edison, las mil formas de cómo traicionarte.
Y estas situaciones tan terminales, son como cursos de post grados, no estaba enojado, ni decepcionado, estaba más convencido y satisfecho, que años atrás, mi decisión, había sido, quizás las más correctas de muchas, de mí vida.
-Y NO VAS A DECIR NADA, TE HACIA POCA COSA, PERO NUNCA TANTO…
Jajaja pobre estúpida, con cada enojo, con levantar la voz, con cada insulto, más quedaba expuesta
-¿te parece?
-MIRATE, NO TENES SANGRE, TU MUJER TE HACE MIERDA Y VOS TAN TRANQUILO, CASI QUE LA ENTIENDO
-aja, no, bueno, no se… a ver,
Balbuceaba mi ironía, estaba para un “Oscar” con mi actuación, muy equilibrado, muy tranquilo y mi ex cuñada todo lo contrario
-MIERDA CHE… ENCIMA QUE TE HAGO UN FAVOR MOSTRAND… ¿Dónde vas?
- A buscar mi perro, ¿Cómo se sale de este lugar?
Mi ex cuñada lo tenía todo planeado, lugar, fecha, horario, telescopios, cámara, justo estaba culiando mi ex, a ver… soy pero no como vidrios, no era que justo… casual, había una causa.
-sabes lo bueno…
-¿qué?
Cruzada de brazos y golpeando con su piecito el piso…
-que pensé que estaba enfermo, ya estaba contando lo días te digo, acomodando las cosas, me dolía tanto la cabeza
-¿Qué decís?, ¿Qué tiene que ver tu dolor de cabeza?... ¿hablas cualquiera?
-como no te va doler la cabeza, con semejante cuernos que tengo… ¿Cómo mierda pasaba las puertas?
Me salió tan natural, tan oportuno, que mi ex cuñada, se rio…entonces dije
-Si contás la historia, y vamos ganando tiempo, ya que si me buscaste, sacaste turno para el perro, el departamento tan estratégico, los telescopios, la cámara…
-Ese tipo que viste ahí, es mi ex marido, ¿lo conocías?
Naaa me tuve que aguantar la risa, que una mina como mi ex, le haga el marido a una como mi ex cuñada, era casi inconcebible, solo moví la cabeza, indicando que no lo conocía, escondiendo mi malicia y empezó el relato de su historia…
-Hace como cinco años que se ven, me entere casi al principio, pero se veían muy esporádicamente, a mi mucho no me importaban, incluso mejor, así no me tenía que acostar con él, te juro, le quería hasta agradecer que me lo sacaba de encima…
A medida que desarrollaba el relato, de corrido, sin pausas, apenas tomando aire, para no quedarse sin voz, sangraba, pero no por amor, sino por odio, su barbarie despertaba… nos sentamos en la mesa de las cuatro sillas de la enorme cocina, saco agua fresca, dos vasos, unos sorbos largos, me paso un libro con fotos para que vaya mirando y continuó, llenándose de odio
-Jamás me imagine, que la gorda puta esa, lo volviera loco en la cama, después se empezaron a frecuentarse más seguido, hasta que después todas las semanas, incluso dos años se fueron de vacaciones con tus hijos, los cuatro…
Fue un puñal helado, esa si que no me la esperaba, que si me quedaba algo sin desgarrar, eso era lo último, la mire como pude mirarla, cuando te dicen que tus hijos, sabían que su mama… en fin eso, me mostro la fotos de Cancún y de Cartagena, ahí estaban, abrazados en la foto… el puñal helado
-¿no lo sabias no?, como pensás que cada uno tiene una casa del instituto de la vivienda, y tu hijo trabaja en Aduana y tu hija en AFIP, cargos de planta permanente, ganan muy bien
Me puse la mano en la boca, mordía con rabia, mis ojos húmedos, me volvía a desgarrar, lo poco de humano que tenía, ese puñal helado…
-Y cuando el empezó a meter en sociedades anónimas lo que podía del patrimonio, ahí me di cuenta que me iba dejar y bla bla bla
Debe haber hablado más de media hora, no me acuerdo más…
¿cómo llegue hasta acá, como saldría de acá.?
Mauriac decía que:
“La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida ¡sí!, que nos los roba muchas veces y definitivamente.”
Después de morir, tantas veces esa mañana, supe por fin, que ninguna vida, me podría robar, absolutamente más nada.
Continuará…
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En algunas de mis lecturas, me quedo grabado algo de Thomas Edison, el que logró fabricar el primer foco, uno de larga duración tras realizar más de mil intentos. Un poco antes de llegar al que sería el final, uno de los que colaboraba con él, en el taller, le preguntó si no se desanimaba ante tantos fracasos, ante lo que Edison le respondió que él no había fracasado sino que en cada intento había descubierto un motivo por el cual el foco no funcionaba, por lo que ya había aprendido, unas mil maneras de no hacer un foco.
Es una forma muy interesante de capitalizar fracasos, pero también de cierta forma, está mostrando la otra cara de la moneda, que con el fracaso, solemos hacer de todo, menos aceptarlo.
Y como será, que no sabemos aceptarlo, que le tenemos tanto miedo, que el éxito en nuestras vidas, estará presente en muy escasos momentos, casi por suspiros, y no podemos o nos negamos a ver, que el fracaso es lo más cotidiano, con lo que a diario convivimos.
Y cuando dejé de mirar por el telescopio, lo bien que la pasaba mi ex, me quede sentado en ese cómodo sillón, me llene la vista de ese paisaje que la altura del edificio y que ese vidrio enorme me regalaba, y mi ex cuñada siguió con sus indirectas y sus ironías, ineficaces para ese entonces, había llegado a mi fondo, me había llegado la bienaventuranza.
De alguna forma, o de esa forma, mi ex cuñada, buscaba despertar en mí, “algo”, y cuando vio que ya me resbalaba todo y que no podía llevarme al terreno que ella quería, como la mayoría de nosotros, no supo qué hacer con el fracaso.
Te pasa en algún momento, después que tragaste tanta mierda, que lo miras desde cierta perspectiva, y te pueden tratar de pelotudo romántico, pajero serial, de ser poca cosa, buscando que uno diga, no para, soy un ¡¡¡¡¡hombrazazazaso!!!!! y te muevas en el sentido que ella desea, y aunque a veces, podía flaquear, mi ex me había “bien enseñado”, lo mismo si llora, si con su moral dice que está bien o mal, en fin… como digo, te pasa en algún momento, vas aprendiendo al igual que Edison, las mil formas de cómo traicionarte.
Y estas situaciones tan terminales, son como cursos de post grados, no estaba enojado, ni decepcionado, estaba más convencido y satisfecho, que años atrás, mi decisión, había sido, quizás las más correctas de muchas, de mí vida.
-Y NO VAS A DECIR NADA, TE HACIA POCA COSA, PERO NUNCA TANTO…
Jajaja pobre estúpida, con cada enojo, con levantar la voz, con cada insulto, más quedaba expuesta
-¿te parece?
-MIRATE, NO TENES SANGRE, TU MUJER TE HACE MIERDA Y VOS TAN TRANQUILO, CASI QUE LA ENTIENDO
-aja, no, bueno, no se… a ver,
Balbuceaba mi ironía, estaba para un “Oscar” con mi actuación, muy equilibrado, muy tranquilo y mi ex cuñada todo lo contrario
-MIERDA CHE… ENCIMA QUE TE HAGO UN FAVOR MOSTRAND… ¿Dónde vas?
- A buscar mi perro, ¿Cómo se sale de este lugar?
Mi ex cuñada lo tenía todo planeado, lugar, fecha, horario, telescopios, cámara, justo estaba culiando mi ex, a ver… soy pero no como vidrios, no era que justo… casual, había una causa.
-sabes lo bueno…
-¿qué?
Cruzada de brazos y golpeando con su piecito el piso…
-que pensé que estaba enfermo, ya estaba contando lo días te digo, acomodando las cosas, me dolía tanto la cabeza
-¿Qué decís?, ¿Qué tiene que ver tu dolor de cabeza?... ¿hablas cualquiera?
-como no te va doler la cabeza, con semejante cuernos que tengo… ¿Cómo mierda pasaba las puertas?
Me salió tan natural, tan oportuno, que mi ex cuñada, se rio…entonces dije
-Si contás la historia, y vamos ganando tiempo, ya que si me buscaste, sacaste turno para el perro, el departamento tan estratégico, los telescopios, la cámara…
-Ese tipo que viste ahí, es mi ex marido, ¿lo conocías?
Naaa me tuve que aguantar la risa, que una mina como mi ex, le haga el marido a una como mi ex cuñada, era casi inconcebible, solo moví la cabeza, indicando que no lo conocía, escondiendo mi malicia y empezó el relato de su historia…
-Hace como cinco años que se ven, me entere casi al principio, pero se veían muy esporádicamente, a mi mucho no me importaban, incluso mejor, así no me tenía que acostar con él, te juro, le quería hasta agradecer que me lo sacaba de encima…
A medida que desarrollaba el relato, de corrido, sin pausas, apenas tomando aire, para no quedarse sin voz, sangraba, pero no por amor, sino por odio, su barbarie despertaba… nos sentamos en la mesa de las cuatro sillas de la enorme cocina, saco agua fresca, dos vasos, unos sorbos largos, me paso un libro con fotos para que vaya mirando y continuó, llenándose de odio
-Jamás me imagine, que la gorda puta esa, lo volviera loco en la cama, después se empezaron a frecuentarse más seguido, hasta que después todas las semanas, incluso dos años se fueron de vacaciones con tus hijos, los cuatro…
Fue un puñal helado, esa si que no me la esperaba, que si me quedaba algo sin desgarrar, eso era lo último, la mire como pude mirarla, cuando te dicen que tus hijos, sabían que su mama… en fin eso, me mostro la fotos de Cancún y de Cartagena, ahí estaban, abrazados en la foto… el puñal helado
-¿no lo sabias no?, como pensás que cada uno tiene una casa del instituto de la vivienda, y tu hijo trabaja en Aduana y tu hija en AFIP, cargos de planta permanente, ganan muy bien
Me puse la mano en la boca, mordía con rabia, mis ojos húmedos, me volvía a desgarrar, lo poco de humano que tenía, ese puñal helado…
-Y cuando el empezó a meter en sociedades anónimas lo que podía del patrimonio, ahí me di cuenta que me iba dejar y bla bla bla
Debe haber hablado más de media hora, no me acuerdo más…
¿cómo llegue hasta acá, como saldría de acá.?
Mauriac decía que:
“La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida ¡sí!, que nos los roba muchas veces y definitivamente.”
Después de morir, tantas veces esa mañana, supe por fin, que ninguna vida, me podría robar, absolutamente más nada.
Continuará…
4 comentarios - Amor y Venganza, tanta barbarie. Cap 08
un placer leerte