Los rulos de la gorda

Fui de viaje a Temuco en una delegación de empresarios. Eran tres días de reuniones con pares transandinos. En nuestra traffic subió una mujer fuera de todo estereotipo de belleza. Petisa, tipo 1,55, seguro cerca de los 90 o 100 kilos, morocha tirando a mulata y una melena enrulada enorme tipo africana.
Mi fantasía es una negra, siempre lo fue y esa mujer desproporcionada era algo cercano. no tuve contacto con ella hasta la primera noche de salida a cenar. ahí le tiré un par de perros y siempre me respondía que era casada. Sin embargo estaba casi entregada. No me cansé en toda la noche de alabarle el pelo y los labios gruesos...muy gruesos.
Sus tetas enorme me enloquecieron y el alcohol aflojó las tensiones. Varios chistes al respecto surgieron...pero no me daba mucha cabida.
Tipo 3 am volvimos en delegación al hotel y ella se quedó conmigo y otro integrante de la delegación en el lobby del hotel.
El lugar tenía unos sillones, la luz era escasa y hablamos tomado bastante. Nuestro acompañante se fue a dormir aburrido. Nosotros nos acercamos y lentamente nos fuimos tocando. una rodilla con otra.. una mano acomodaba un rulo. Un lóbulo de la oreja, una mirada. una mano en la pierna... el nacimiento de esas tetas grandes... y finalmente unos besos breves.
Nos calentamos en el sillon. ahogamos las voces porque a metros, no más de 5, estaba el conserje sentado. saque la pija y me la agarró mientras rabioso le besaba el cuello o le tocaba las tetas. Hacía frío y no nos sacamos la ropa. no daba. era un manoseo caliente y un toqueteo sobre la ropa o sobre la piel que podíamos sacar por alguna cierre o un elástico corrido.
gemía ella y me calentaba mucho yo.
Le acabé en la mano y nos manchamos la ropa entre risas apagadas. Ella se chupó los dedos y me voló la cabeza.
tipo 6 se fue a su habitación y yo a la mía. En el pasillo del hotel nos dimos cuenta que el conserje había visto todo por las cámaras de seguridad... risas nerviosas y nada más. nos ignoramos al día siguiente y los meses que siguieron.
Pero me contactó y pese a mi reticencia insistió. nos vimos ese año y al año siguiente en un pequeño departamento de neuquén. Sesiones de sexo largas bajo el calor del verano o el frío. Una mina tremenda. re caliente y capaz de tragarse la pija completa y luego beberse toda la leche.
Pero para llegar a eso unos semanas antes (y un par de veces) nos manoseamos en su auto estacionados en una plaza a metros de la comisaría... y nos cogimos.
Ella de concha depilada y culo generoso en tamaño y voracidad.
No se cual es tema, pero nos calentamos mal siempre y cada uno con su vida. pero al menos un par de veces al año nos seguimos cogiendo y me siguen enloqueciendo sus rulos negros acabe y sus carnes voluptuosas. Ese amor por gozar repetidas veces "mi marido esto no me lo hace" y mi falta de sexo en casa complotan seguro. pero no dejo de imaginarme agarrándole esos rulos cuando me la chupa o cuando se encarama sobre mi humanidad y se deja llevar.... un placer tremendo.

5 comentarios - Los rulos de la gorda

MIGUELFERREZ +1
Podría escribir una historia así que duró 20 años
rand1974
ufff que hermosa experiencia +10