Con la peluquera

La verdad es que toda mi vida me corte el pelo en peluquerías de barrio, con tipo veteranos en el rubro donde habitualmente se habla de política y futbol. Hace un par de años cambié de barrio y de casualidad caí en una peluquería digamos con un estilo mas moderno, donde hay un dueño que maneja la caja y tiene distintos especialistas en el rubro. Arranque cortándome con un flaco, re macanudo, flaco de barrio como yo, charlábamos de futbol y minas en general. Había una señora, 40 y largos, vamos a llamarla Sabrina (nombre ficticio) que se encargaba de lavar el pelo a la gente, y la verdad que me relajaba como me masajeaba el cuero cabelludo y un poco me calentaba. La semana pasada decido ir a cortarme el pelo, y cuando pregunto por mi peluquero de cabecera me dicen que estaba de vacaciones, y me ofrecen cortarme con Sabrina. Ni lo dudé y me arriesgue a que me haga alguna macana en la cabeza. Me lava el pelo y ya me relajé sintiendo como me masajeaba el cuero cabelludo, y arranque a laburar la situación. Le comenté que me encantaba lo que estaba haciendo y que imaginaba que hacia maravillas con esas manos. Un poco como que le dio vergüenza, pero yo seguí preguntándole cosas de su vida privada. Divorciada hace un año y medio, un hijo adolecente. Se las empezó a rebuscar en peluquerías y salones de belleza lavando y cortando el pelo, maquillajes y esas cosas. Me empezó a preguntar de mi vida, edad, laburo, si me voy de vacaciones y medio que se nos termino el tiempo porque ya había terminado. Le dije que podíamos juntarnos un día de estos a tomar algo fresco y me evadió la respuesta. Como se que la peluquería cierra a las 20 hs, el viernes estaba haciendo unas compras por la zona y me tire el lance de pasar y me quede haciendo tiempo hasta que veo que ella sale y va para la parada del colectivo. Me hago el que la encuentro de casualidad y le ofrezco ir a tomar algo. Me dice que no puede porque esta apurada, entonces le ofrezco alcanzarla con mi auto. Me dice que no pero insisto tanto que acepta. Viaje de aproximadamente 30/40 minutos charla va, charla viene, vamos pegando mas onda y ella se empieza a reir de mis chistes pavos, signo de que vamos en buen camino. Llegamos a la casa y cuando se va a despedir le tiro la boca y se prende, me pide que la aguante que hace un llamado al hijo. El pibe estaba en la casa de un amigo parece (vía libre, jeje). Me ofrece entrar en su casa. Me ofrece algo fresco y le digo que lo único que quiero es a ella. Nos matamos a besos, le desabrocho jean, meto mano, empapada su entrepierna me resbalaban los dedos entre sus labios vaginales. Desabrocho camisa y corpiño y me hundo entre sus pechos. Me lleva a su habitación, la termino de bajar su jean, queda en bombacha, camisa abierta y corpiño desabrochado, se recuesta y le practico sexo oral, le arranco el primer orgasmo. Su voz agitadísima me pedia que le diera un toque de respiro. Me esmere en terminar de desnudarla y recorrer todo su cuerpo con mis labios dándole cuponcitos y mordisquitos mientras me colocaba el preservativo. Ella se recuperó e intentó tomar el control pero no la deje, le dije que hoy gozaba ella. La puse en cuatro y comencé a penetrarla, ella se regocijaba sintiendo como ingresaba cada centímetro de mi pene. Comencé lento hasta buscar un ritmo desenfrenado, ella me devolvía gemidos de aceptación y un grito de placer dándome a entender que habíamos llegado a su segundo orgasmo. Ella se desplomo y elogio el buen momento que estaba pasando. La di vuelta y levante sus piernas colocándolas en mis hombros y vuelvo a puertear el ingreso vaginal viéndole la cara de placer y aceptación. Hacía mucho calor y nuestros cuerpos estaban empapados resbalándonos el uno del otro. Seguimos un buen rato así hasta que le pedí que se pare y la volví a poner de espaldas contra un mueble que tenía un espejo. La penetré desde atrás y con mi mano derecha sostenía su mejilla, combinando mis besos en su cuello, oreja y boca. Con mi brazo izquierdo acariciaba sus pechos, y luego bajé a su clitorís, intensificando mis movimientos arrancando su tercer orgasmo. Jadeando me rogo que le permita recuperarse, que hacia mucho que no sentía lo que estaba viviendo. Me tiro boca arriba y en la pose del misionero, me relajé y ella se esmeró en cabalgarme. Cuando estoy por acabar le pido que salga, me arranca el preservativo y me hace explotar con sus manos en sus pechos, deleitándonos juntos el espectáculo de ver los 4/5 chorros de semen que salían explotando de mi, pintando sus pechos con mi placer liquido. No nos dimos cuenta pero ya era bastante tarde, habían pasado un par de horas. Acordamos volvernos a ver porque la pasamos muy pero muy bien.

2 comentarios - Con la peluquera

narutito87 +1
tremenda y muy fogosa la madurita 😀 gracias por compartir
wartel88 +1
Gracias por leer y comentar!