Confesión de mi esposa.

Sandra había estado algo rara en los últimos días, a vecesse distraía más de lo normal o simplemente parecía que no ponía prestabaatención y lo mismo pasaba con el sexo, a veces parecía que no se concentraba yalgunas veces lo disfrutaba más de lo normal, así que comencé a pensar que algoestaba pasando y cuando le preguntaba qué pasaba ella siempre me respondía con evasioneso simplemente decía que no ocurría nada.


La verdad era que yo no estaba tranquilo y no paré depreguntarle,  pero ella seguía sindecirme nada y sólo bajaba la mirada. Al fin, una noche decidimos salir a tomaralgo y después de unas copas me miró a los ojos y me dijo que me confesaría elpor qué últimamente estaba así y comenzó a contarme, al principio me preocupóun poco ya que me dijo que andaba atrasada con el trabajo y corría el riesgo deque la cambiaran a un puesto más bajo y que no terminaría todo lo que lefaltaba y además pues teníamos el presupuesto justo y nos afectaría si lebajaban el sueldo.


Hizo una pausa muy grande y sentí que aún no terminaba dedecirme todo, entonces le dije que me terminara de contar, Sandra dio un sorbode whisky y me dijo que su Diego (su jefe) la estaba “condicionando”. No entendímuy bien a lo que se refería así que le dije que se explicara bien y después deuna pausa bajó la mirada y me dijo que le estaba proponiendo, casi casiobligando a que se acostara con él, pues él sabía lo atrasada que iba y elriesgo que corría si no entregaba el trabajo.



Le dije que no se preocupara y que con un poco más deesfuerzo y tiempo terminaríamos todos los pendientes. Llegamos a la casa y nosfuimos a acostar, la abrace y le di un beso  y ya con el calor del whisky una cosa llevó aotra, después de la charla mi esposa se sentía menos tensa y comenzaba adisfrutar un poco más, pero en punto me dejé llevar por el momento y le dijeque no pasaba nada, si no terminaba el trabajo pues de cualquier forma se ibana solucionar las cosas, y le dije que si no habría otra opción pues tendría queacostarse con Diego. Mi esposa no respondió pero por sus movimientos y gestos corporalesme di cuenta que le movió un poco que le dijera eso, entonces le pregunté si legustaría hacerlo y ella me decía que no, pero en ese instante sentí cómo seponía más excitada y me decía que lo hiciera más fuerte.


Desde ese día, el que mi esposa conservara su trabajo pasó asegundo plano, y mi fantasía de que mi esposa follara con ese tío comenzó ainvadir mi mente y también la de mi esposa, aunque ella no lo aceptara. Comencéa decirle si estaría dispuesta a acostarse con su él y ella siempre respondíaque no y que no y que no, pero ante el hecho de que rezagaba más y más pues novio muy loca la idea y me dijo que antes de tomar alguna decisión tendría quedecirme que su jefe era un mujeriego y que no dudaría a que a otras compañeras tambiénles hubiera hecho eso, yo le dije que no importaba pero que sólo fuera cuidadosaya que realmente lo que yo quería era que mi esposa follara con él sin importarotra cosa.

Sandra comenzó a irse al trabajo  más provocativa, a veces una blusa escotada,una falda más corta o pantimedias a la pierna, cosas así y cada que Sandra regresabadel trabajo y a modo de diario me confesaba todo lo que había pasado y hacía mayorénfasis en los encuentros con su jefe,  medecía que algunas veces le enseñaba la pierna, o fingía un “accidente”  para que se le desabrochara el botón de lablusa, cosas de ese tipo y a mí me volvía loco y supongo que a ella también. Eldía viernes ella llegó demasiado tarde del trabajo y comencé a pensar que algohabía pasado, Sandra se metió en la cama y cuando la fui a ver no quiso decirni una palabra, así que comencé a decirle una serie de preguntas y ella sóloasentía o negaba con la cabeza, le pregunté que si había salido con su jefe yella asintió, le dije que si habían salido solos y ella movió la cabezadiciendo que no, para no dar más rodeos le pregunté si se había acostado con ély mi sorpresa fue que se tardó en responder pero al final dijo que dijo que sí.


Después de tanto insistirle que me contara y cuando estuvo mástranquila me dijo que después del trabajo ella y unos compañeros fueron a lacasa de Diego, al inicio los hombres estaban en su círculo y las mujeresestaban en otro  pero después se juntarony comenzaron a bailar y a seguir tomando, después unos compañeros comenzaron aretirarse y en algún momento su jefe se le acercó y me dijo que mientrasbailaban comenzó a decirle que ya era su última oportunidad si quería conservarsu trabajo, aquí les digo que si bien mi esposa intentaba incitarlo en eltrabajo pues también se hacía la difícil, en parte porque ella aún no estaba segurade hacerlo y en parte porque yo se lo había pedido. Me dijo que al final sólohabían quedado un compañero una compañera ella y diego y los demás ya se habíanido, pero su compañero y su compañera se “perdieron” cuando habían ido alsanitario, entonces Diego se le acercó, la tomó de la mano y comenzó a besarlay tocar sus senos, comenzó a besarle el cuello y mientras hacía eso comenzó ameter sus dedos entre sus piernas  y quela llevó a su cuarto y no me dijo lo que había pasado ahí.



Para ese momento yo ya estaba muy excitado  y con ganas de follármela, entonces comienzoa besarla y me doy cuenta que sus bragas están muy mojadas y sin pensar las hagoa un lado y comienza a follarla  y ella empiezaa gemir muy fuerte y entonces comienzo a pensar que su noche estuvo mejor quecomo ella lo platicó. 



Confesión de mi esposa.

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