Mi vida en Europa 2: mi cuñada 3

En primavera de 2017 tuve una lesión en la rodilla. Mi cuñada es fisioterapeuta, así que le pregunté que si me podía revisar y recomendar un par de ejercicios. Me dijo que sí, que llevara ropa y zapatos deportivos. Acordamos la hora, me clavé la paja de rigor para estar más tranquilo y llegué puntual a su casa.

Ella se acababa de bañar… tenía puesto un pantalón blanco sumamente ligero, y se le podía ver un poco el bikini… tenía una blusa sin mangas, también blanca, y sin sostén. Se estaba frotando las manos y brazos luego de echarse crema para la piel.


El marido estaba de viaje, el suegro estaba con los amigos, y la suegra estaba dando un paseo con los niños (casualidad o a propósito?)


Cuando me di cuenta de que estábamos solos en la casa la mente me voló, tenía esta sensación de que “la voy a poner”, y no estaba pensando bien, estaba nervioso… ella se veía muy emocionada, motivada y nerviosa a la vez… realmente era ridículo cómo dos adultos estaban en esta situación tan nerviosos.


Fuimos a un cuarto que lo tiene acondicionado para masajes, con una camilla para terapias en el centro, un par de mancuernas cerca de una pared, un estante con aceites y cremas, una trotadora y un par de equipos más…

Cerró la puerta y la cara se me puso caliente. Yo sabía que si tenía una erección, ese short para correr no iba a disimular nada; y no sabía si ella iba a tomar una erección como algo grotesco o más bien un empujón para desinhibirse; así que era algo a controlar
Luego de cerrar la puerta suavemente (raro porque estábamos solos) se tomó un segundo para voltearse hacía mí. Cuando lo hizo sonrió encogiendo los hombros y cerrando casi por completo los ojos. Una expresión muy tímida pero que a la vez decía mucho.

• A ver, qué tienes, qué te duele? (en un tono muy enérgico, muy amistoso)
• (Blablablabla)
• Ok, haz estos ejercicios a ver si te duele
• …
• Perfecto, ahora haz esto


Mientras tanto yo estaba concentrado en no ponerme duro… muy difícil porque ella hacía primero el ejercicio y se le veía el cuerpo muy deseable, cada vez que se agachaba, yo trataba de ver si se le escapaba un seno, o al menos un pezón, pero no, la blusa estaba bien hecha…, además me tocaba las piernas y caderas… pero en esta parte debo decir que ella estaba muy profesional

• Ajá, te duele si haces así?
• Blablablablabl (ya llevábamos como 10min en eso)
• Ven, sube a la mesa, voy a hacerte presión contra la rodilla y dime si te duele
• …
• Ok, ahora voy a hacer presión en sentido contrario
• …
• Perfecto, ahora desde los lados
• …
• Hmmm la verdad es que no consigo nada… los tendones y músculos sí están algo duros (pero no tan duros como la verga que le tenía guardada), pero no hay una lesión seria, al menos no es nada grave… quítate el short
• (oh oh)


Yo estaba de pie, al pie de la camilla, en ropa interior y aun con la franela.. estaba nervioso. Ella estaba muy normal, profesional. Buscó una almohada, la puso frente a mí, y se arrodilló, esa imagen me puso turbio, pero los mismos nervios no me dejaban soltar la erección.

Comenzó a tocar detrás de los muslos, su mirada estaba concentrada en mis piernas y rodillas, como con la vista perdida, concentrada, palpando en busca de lesiones. Yo tenía mi paquete a unos cuantos centímetros de su cara, aguantando para no sacarle un ojo.

Cómo instinto le acaricié el cabello y lo dejé detrás de una oreja. Ella mi miró y sonrió amistosamente y se quedó mirando mi paquete. Sus ojos jugosos con deseo me dispararon el obelisco que poco a poco comenzaba a ganar tamaño. Empecé a acariciar suavemente su rostro, ella cerró los ojos y colocó sus manos en la parte frontal de mis muslos, colocando la punta de sus dedos por debajo del boxer. Levanté su barbilla como para que me mirara e instintivamente abrió los ojos. Sus orificios nasales estaban muy abiertos, su mirada era seria, nerviosa, tenía las mejillas ruborizadas, su respiración era fuerte

La tomé de las manos y la levanté… no se resistió.

Me quedé mirándola a los ojos mientras le acariciaba las manos. Sus ojos verdes brincaban de un lado a otro. Cuando miré sus labios, ella comenzó a respirar más agitada, estaban húmedos, rosados, finos… cómo deseaba besarla, pero ya la había espantado una vez con un abrazo… así que me tomé mi tiempo para detallar su piel

• Eres muy hermosa
• (con sonrisa de quinceañera) no te creo, estás exagerando
• Si supieras las veces que te he imaginado así de cerca


Cerró los ojos por un par de segundos y suspiró; los abrió lentamente mientras sonreía y suspiraba

• No juegues conmigo, yo sé que no soy bonita
• Quién te lo dijo? Tal vez no eres una top model, pero a mí me gustas y mucho. No te has dado cuenta cómo te miro?
• Sí, me he dado cuenta. Al principio me fastidiaba, luego me acostumbré, ahora me hace falta cuando no estás
• No tienes idea de lo mucho que te deseo, de conocer mejor tu cuerpo… sería capaz de memorizar todos tus lunares. No sabes todo lo que despiertas en mí
• Eso es lo que me asusta, me pasa lo mismo. Yo no quiero tener problemas con mi marido, ni mucho menos con mi hermana
• Y si nos dejamos llevar? Al menos una vez?
• (empieza a reír) tú estás loco
• Yo no pienso dejar a tu hermana, ni quiero que dejes a tu marido, sólo déjate querer, deja que te acaricie, al menos una vez... esto es sólo entre tú y yo, nuestro secreto


En su rostro se veía que lo estaba pensando seriamente, tenía una mirada muy analizadora. Yo me sentía confiado, los nervios se fueron, sin embargo sentía que me iba a dar algo si ese día no me la garchaba.

Agachó la mirada, soltó mis manos y se fue hacia el estante y descansó sus manos en él, dándome la espalda… quizás quería pensarlo mejor. Yo no dije nada, ni la seguí, sólo me apoyé en la camilla. Levantó su cabeza mirando hacia el techo y suspiró

• Acuéstate en la camilla y no hagas nada, no digas nada


Le hice caso… ella seguía de espaldas.
Unos cuantos segundos más tarde se volteó y se dirigió hacia mí. Se paró a mí lado derecho y comenzó a tocarme otra vez las rodillas y detrás de los muslos… se transformó nuevamente en la terapeuta.

Me resigné y no hice más nada por el momento…
Ella estaba aún con esta mirada pensativa.
Seguía palpando mis piernas, presionando suavemente y haciendo círculos.

• Quítate la franela y ponte de espaldas


Le hice caso. Empezó a hacer los mismos movimientos en la espalda.

• Wow, tienes muchos nudos cerca del cuello, te debe doler mucho
• Sí, duele, pero lo aguanto
• Quieres que te los quite? Pero te va a doler mucho
• Buehhh, ya que estamos en eso… dale


Mierda!!! cómo me dolió!!! De hecho me dejó la espalda marcada. No sé cómo explicarlo, pero “metió” la punta del pulgar entre un par de músculos casi en la base de la columna y hacia un lado, y luego llevó el pulgar hasta la cabeza separando los músculos que formaban los nudos. No sé si se entiende. Claro, primero me echó un poco de aceite y me dio un masaje vigoroso como para calentar los músculos, sin embardo me dolió y me dejó en la espalda dos rayas que me duraron al menos tres semanas…

Me puse en modo espartano para no quejarme del dolor. Luego me hizo otro par de masajes y continuó con las piernas y detrás de las rodillas. La erección se me fue a la mierda.

- Voltéate


Me empezó a masajear el cuello y hombros. Su mirada era de una profesional que ya había hecho esa tarea durante mucho tiempo. Sus manos bajaron a mi pecho y luego al abdomen. Yo comenzaba a cobrar de nuevo el deseo. Pero la verdad es que esa situación me tenía muy incómodo, ella quería y a la vez no, eso me daba rabia, quería garchar sí o no?. Yo no sabía qué esperar. Lo que me hizo en la espalda fue un truco para que me calmara? Para que me concentrara en el dolor y no en otra cosa? Era de verdad muy incómodo, muy raro…

Siguió con el masaje en el abdomen, haciendo algo de presión… Regresó a las piernas, no sin antes frotar un poco de aceite en sus manos. Me miró a los ojos y comenzó a masajearme los muslos suavemente. Su respiración volvió a ser fuerte, y su mirada era intrigante. Recorría mis muslos de arriba hacia abajo, muy lentamente, presionando.

- Tienes buenas piernas
- Jejeje gracias
- No me imaginé que las tuvieses tan duras
- Jaja eso fue un piropo o quieres decir que me veo mal?
- Jaja tómalo como quieras, pero se sienten muy bien al tacto


Siguió con su suave masaje sin dejar de mirarme a los ojos. Llevó sus manos otra vez hacia mi abdomen, presionando hasta llegar al pecho y deslizando sus manos hacia los lados, y otra vez, a veces llegando hasta el cuello, y deslizando sus manos hacia los hombros. Subió por última vez hacia el cuello y comenzó a bajar lentamente por el centro del pecho, luego el abdomen. Se detuvo y hacía círculos con sus pulgares, presionando fuertemente desde el centro hacia la parte exterior de las caderas.

Cada vez bajaba más los pulgares y repetía los movimientos. Hasta que llegó a la orilla del bóxer, se detuvo y me miró a los ojos. Estaba seria, concentrada, pensativa, excitada, no sé cómo explicarlo. Comenzó a bajar poco a poco el bóxer, respiraba profundamente mientras lo hacía. Mi verga comenzó a cobrar tamaño nuevamente y en cuanto ella se dio cuenta bajó el bóxer decididamente y dejó salir a mi bestia. Me dije “release the Kraken!!”

Su mirada estaba desencajada, tenía mucha lujuria pero estaba super controlada. Traté de quitarme por completo el bóxer, pero no me dejó, insistió en que me quedara como estaba.

Mientras mi verga crecía, parecía que sus ojos se fueran a desorbitar, seguía masajeando mis piernas a la altura de las bolas. Cuando ya estaba completamente duro y palpitando con ganas de concha, lo tomó con la mano izquierda por la base y con la derecha pasaba sus dedos muy suavemente, con mucha delicadeza, como si se fuera a partir, desde la base al glande.

Le agarré la pierna justo debajo de la nalga y la apreté. Pero alejó su cadera en señal de que no quería. Al menos continuó haciéndome una paja tipo restaurante fino: te cuesta un huevo y parte del otro pero sigues con hambre.

Apretaba la base y lo acariciaba hasta la punta, relajaba y repetía el movimiento. Así siguió como por unos 5min más… realmente en ese momento había perdido la noción del tiempo, pero fue un buen rato… Tomó un poco más de aceite, frotó sus manos y comenzó a aumentar un poco más la fuerza, ya no usaba sólo la punta de sus dedos, sino la mano completa.

Intenté acariciar su brazo izquierdo, pero me esquivó otra vez.

- No seas mala, déjame acariciarte
- No, esto es lo más lejos que llegaremos
- Estás loca? Se me va a reventar la poronga, tú crees que soy de plástico?
- (le causó mucha gracia) jajaja
- Si no me dejas tocarte, me lo vas a tener que chupar como si fuera un caramelo


Con expresión de asombro y riendo a la vez me dio un pequeño golpe en la pierna.

- Aahhhh!!!! Atrevido!! Jajajaja
- Eso, así, abre un poquito más la boca


Me dio otro golpe mientras reía y con una expresión muy agradable se mordió el labio inferior, y meditó un par de segundos…
- Hmmmm bueno, pero no trates de quitarme la ropa, esto ya es demasiado

Retomé la seriedad del momento y comencé a acariciar su brazo izquierdo, sintiendo cada vello, recorriendo su cálida y suave piel. Su expresión era ahora más relajada, de satisfacción. Me acerqué más hacia la orilla, le agarré una nalga, y la atraje hacia mí; no se resistió. Me miraba la verga, me miraba a los ojos y se mordía los labios. Metí mi mano bajo la blusa para acariciar su espalda; su piel era suave, perfecta. Deslicé mi mano hacia su vientre e inclinó la cabeza hacia atrás con los ojos cerrados. Con mi pulgar y dedo medio hacia presión en su vientre y cada vez bajaba más. Ella apretaba con más fuerza mi verga, y hacía movimientos más vigorosos

- De verdad eres muy hermosa, no sabes todo lo que te deseo
- (comenzó a aumentar un poco la velocidad de la paja mientras inclinaba su cabeza hacia atrás)
- Si tuviera la oportunidad de llevarte a la cama sería feliz de por vida


Volví a agarrarle la nalga y se la apreté bien duro. Automáticamente su boca se abrió, como para ganar más aire y la cerraba mordiéndose el labio. Comenzó a frotar su panocha contra la camilla muy lentamente. Como pude metí mi mano dentro del pantalón para acariciar mejor sus nalgas, bajaba un poco más mi mano para tocar también el pliegue de su nalga con la pierna. Su pantalón era muy ligero y ancho, sostenido por un cordón, y con este movimiento el nudo comenzó a aflojarse un poco.

Saqué mi mano con cuidado para no terminarlo de aflojar y regresé a su espalda. Con la mano izquierda acariciaba sus brazos.

Jamás en mi vida me había hecho una paja como esa. Sentía que la poronga me iba a estallar, pero no sentía que me iba a correr todavía, lo cual era bueno porque podía seguir disfrutando.

Ella seguía frotando su panocha contra la camilla. Bajó su cabeza y tenía una mirada algo animal, sus ojos eran de deseo, pero de alguna manera lograba controlarse

- Te gusta así?
- Preferiría acariciarte durante horas y después metértelo poco a poco. Pero sí, me gusta, me gustas, me vas a reventar la poronga, es toda tuya


Se humedeció los labios con la lengua y siguió con la paja.

En un último intento volví a meter mi mano bajo el pantalón; mientras tocaba la parte trasera de su muslo izquierdo el nudo del pantalón no resistió más.

Deslicé mi mano entre las piernas y la subí poco a poco hasta llegar a su panocha. La presioné con un poco de fuerza; ella levantó la cola un poco hacia atrás y este movimiento hizo que el pantalón cayera; no por completo, quedó un poco atrapado es sus muslos, pero con un movimiento de piernas, ella misma lo hizo caer.

Terminó de quitarse el pantalón y con ayuda de uno de sus pies lo levantó y se dirigió al estante. Tenía una tanga celeste que le cubría un 70% de las nalgas. Tomó una toalla blanca pequeña y dejó el pantalón en su lugar.

Regresó hacia mí y me quitó el bóxer por completo. Me dijo que me colocara en la mitad de la camilla, presionó un botón y la bajó más o menos a la altura de sus rodillas.

Se le notaba una mancha de humedad en la panocha que me volvió loco. Colocó su rodilla izquierda en la camilla, apoyo también su mano izquierda, pasó su pierna derecha sobre mis piernas y se sentó sobre mí y colocó la toalla en mi abdomen.

Por la ventana del cuarto entraban rayos de luz solar que impactaban en sus brazos y hacían brillar sus vellos rubios. Estaba sonriente, parecía despreocupada, pero yo a estas alturas todavía no sabía qué podía esperar.

Tenía este par de muslos blancos y suaves al lado de mi cuerpo; me fijé bien y por los lados de la tanga salían algunos vellos púbicos, medio rubios, medio rojizos… Acaricié su vientre y subí mis manos por debajo de la blusa, ella colocó sus manos sobre las mías y me detuvo, así que deslicé mis manos hacía los lados y luego su espalda.

Ella continuó haciéndome la paja

- Es todo tuyo cuando quieras
- (Se mordió los lados y me pajeaba con fuerza)
- Siéntelo tu misma (a la vez que la empujaba desde sus caderas hacía mí)


Se corrió un poquito más hacia adelante y empezó a frotar su panocha con mi verga, muy suavemente. Comencé a acariciar su cabeza, clavando mis dedos en la parte de atrás y moviéndolos hacia arriba. Ella colocó sus codos al lado de mi cabeza y pegó su frente con la mía. Subí mis caderas mientras tenía una mano en su nuca y con la otra apretaba su nalga

Ella soltó un pequeño gemido a la vez que aumentó la velocidad y fuerza de su movimiento. Después de un par de segundos su cuerpo se rindió y descolgó su peso sobre mí. Yo seguí embistiéndola mientras que recorría su espalda de arriba hacia abajo

- Espera, espera… (una pequeña pausa) por favor, déjame terminar lo que empecé, si seguimos así no voy a poder aguantar más y no estoy preparada
- (dejé de moverme, la abracé y respiré profundamente) … ok


Ella respiraba fuertemente por la boca, sentía su aliento cerca de mi cara. Acariciaba lo que podía de su cuerpo: espalda, nalgas, piernas, pelo… Volteé un poco la cara para mirarla y ella abrió los ojos… se veía algo cansada; su mirada era profunda.

- Espera... (mientras cerraba de nuevo los ojos)


Le acomodé el cabello y acaricié con delicadeza su rostro. Al cabo de unos segundos recobró la postura sobre sus codos y nos miramos fijamente

- Perdóname, pero todavía no estoy preparada
- (le sonreí)
- (Se acercó y me dio un beso en los labios, muy suave, muy corto que no me dió chance de responder)


Se sentó nuevamente erguida y continuó con la paja hasta que no aguanté más y eyaculé en sus manos como un litro de leche. Cuando la sintió en sus manos su cuerpo se estremeció, y abrió la boca soltando un gemido como si ella también tuviera un orgasmo.

Quedamos un par de minutos en silencio, recobrando el aliento. Me limpió con mucho cuidado y luego a ella misma. Ahora la mirada era algo de remordimiento, de arrepentimiento, la vergüenza comenzaba a invadirnos. Ella seguía sobre mí

- No quiero que te sientas mal (mientras le acariciaba el rostro)
- (se le aguaron los ojos y se le escapó una lágrima)
- Ven, no te pongas así (me senté rápido a su lado)
- Soy una estúpida, no sé qué me pasó
- No hemos llegado muy lejos, no te lamentes. Yo no me arrepiento
- De verdad?
- No, es algo que quería hacer desde hace mucho tiempo. Me arrepentiría si perdiera la oportunidad de estar contigo
- Tú sabes que esto no está bien, esto no es posible
- Esto no está bien si los demás se enteran.
- (me miró y empezó a reír) me estás corrompiendo, yo no soy así, no quiero que pienses que soy una regalada
- Regalada????? Si la vez en la cocina te asustaste con un abrazo, y eso fue hace cuánto, 2 años????? 2 años para pasar de un abrazo a esto, y con todos estos masajes yo no sé cómo te pudiste controlar, eso no es normal, entrenaste en un templo budista?
- (su sufrimiento comenzaba a desaparecer para darle paso a la sonrisa) jejeje tú también te aguantaste
- No quería volver a asustarte y tener que esperar dos años más
- Perdóname que no te dejé disfrutar, pero gracias por tu comprensión, eso significa mucho, pero mucho para mí.
- Si te soy sincero quiero sentir todo tu cuerpo, pero sólo si me dejas
- Todavía no estoy preparada, tenme paciencia

“tenme paciencia”!!!!!!!!!!!

fueron las mejores palabras que escuché esa semana

6 comentarios - Mi vida en Europa 2: mi cuñada 3

elnuevo28
paaa! 2 años te llevó llegar a ese momento? en cuanto te dijo "tenme paciencia" imaginaste 2 años mas verdad? me encanto el relato, un buen masaje nunca hay que desaprovecharlo jaja espero una foto de tu cuñada en el proximo post me encantaria! abrazos
__albastru__ +1
@luismiguelito78 uhh amigos, lamento informarles que una foto de mi cuñada es muy difícil, yo creo que las únicas fotos de ella son del pasaporte, no se deja tomar fotos. Voy a ver si encuentro algo en el disco duro de mi mujer, tendré que bucear en GB de imágenes
luismiguelito78
A buscar se a dicho entonces... no pedimos mucho, es solo para ilustrar nuestra fantasía
vaan28
Mi amigo....tu nick deberia ser huevos de titanio. Jajajjaa. Buen relato. Q puedo opinar....si pase x algo similar. A darle para adelante q todo llega y se disfruta mas.
luismiguelito78 +1
Mortal como va la historia amigo @__albastru__ !!! los ratones se nos fueron al carajo...
Esperamos la continuación con alguna fotito si es posible
Mi vida en Europa 2: mi cuñada 3
moesyou +1
Muy bueno te deje 10