Y María Teresa sopló por fin lasvelitas de sus 70 añitos. Semejante acontecimiento debía ser a todo dar, confestichola total con gente. Así fue el miércoles 30 en su casa de Carapachay,adonde la gordota dulce me invitó y la pasé bomba. Pero claro, siendo MaríaTeresa, estando sus amigas con sus maridos y siendo sus 70, la fiesta noterminó ahí.
Tere llamó a sus pelirrojas delalma muy mimosa toda esa semana, invitándolas a su cumple, y luego a mí. Lasmujeres acordaron ir muy lindas y con sus maridos, que resolvieron prepararleun regalón de cumpleaños. Y el frío miércoles fui de campera de cuero, pulóver,pantalón, zapatos y mucho perfume fuerte, y al llegar me saludó María Teresamuy linda de pulóver crema, pollera negra y botas, muy maquillada y perfumada,y me charló mientras iban llegando de a poco los y las demás. Y vinieron nomástodas como yo quería: Estela de campera de cuero con piel, pollera, botas, maquilladafuerte y de exquisito perfume, cartera y con su marido Ernesto también decampera de cuero. Susy Guerrero toda de campera y pollera de cuero,supermaquillada y del brazo de Carli, con campera y pantalón de cuero negro.Annabella de tapado de cuero largo y su marido, Mariu con el suyo, Ana María y Emmacon sus hombres, Haydée y Susy Calderioni, todas con campera de cuero, María del Carmen conMónica toda de cuero. María Beatriz, la hermana de Teresa, estaba de tapadolargo de paño, botas y maquilladísima junto a su marido. Y después otros amigosde la familia, amigos de Juan Carlos y demás, hicieron un mundo de gente paracompartir linda cena: queso y fiambre, aceitunas, sandwiches de miga de todotipo, pizzetas, saladitos, arrollados, hasta algo alemán de Emma, más gaseosasy cerveza. María Teresa pegadita a Juan a los besos comía un montón, mientrasEstela tenía a Ernesto pero de su otro lado estaba Susy, a quien le tenía ganasy toqueteaba su pollera, pero no iban a hacer nada feo que eran los 70 deTeresa. Yo me senté al lado de Ana María, quien me dio sandwichito y me contóde todo, excitándome con su finura y maquillaje. Luego la torta grandota ynutrida, pasó el cumple y Juan la invitó a María Teresa, como coresponde, a unalinda noche de bodas en un telo de zona Norte, así que ambos excitados yacaramelados se despidieron de todos, incluido yo, María Teresa se puso sucampera de cuero con piel y se fue con su marido a la noche.
Pero María Teresa ni pensaba enque no sería sólo con su hombre la fiesta de sus 70. Llegaron, Juan la tomó delbrazo, subieron a la pieza, mimos, besos, champagne, él le regaló rosas, todosúper para ir entrando en clima. Más besos, mimos, los dos tomaron mucho, empezarona calentarse mal, se sacaron todo y Juan se volvió loco al ver a María Teresaen finísimo corpiño y bombacha erótica. Se le reparó, se sacó su calzón, leexigió a su mujer que se desnude, María Teresa excitada se quitó su corpiño ybombacha, la arrojó al suelo y ahí nomás Juan se le zambulló, la abrió depiernas, Teresa se entregó jadeando y él la penetró duro con terrible pene porla vagina,frotando enloquecido con el aroma a perfume, crema y pintura de Tereaparte de la cena, y le dio con una potencia que en menos de 10 eyaculóinterminables chorros de semen en la vagina de María Teresa, que largó buenflujo. Luego Teresa, bien borracha, sele pegoteó y pidió más, lo excitó, a Juan se le paró terrible y le dio cola,dos por vagina y otro por vagina y cola con un elemento largo, que María Teresagozó a puro gemido y gritando de placer, largando flujo a chorros al sentir elespeso y abundante semen de su marido, que además lamió y tragó chocha. Buenagarchada para festejar sus 70, pensó la gordota y se levantó para ir al baño alavarse y vestirse para, supuestamente, volver con él a su casa.
No señora, ahí recién empezó lanoche. Mientras María Teresa andaba en el baño, Juan llamó a varios hombres. Yjusto cuando la gordota regresó del baño a punto de ponerse la campera,entraron de golpe Ernesto, Carli, Jorge de Ana María, Fran de María Beatriz,Carlos de Emma y dos o tres más, no sé si los de sus hijos. La agarraron aMaría Teresa, la desnudaron rapidísimo y entre todos la cogieron y llenaron desemen hasta el cumpleaños que viene. Pene largo y grueso, vagina, cola,acostada, sentada, parada, la estrujaron, la manosearon, le exprimieron tetas,le acabaron en sus orificios y en su cuerpo, cara, tetas y pelo, le dieron de ados, tres, de a uno, la vistieron y le dieron con bombacha empapándola, sepusieron su ropa y se la cogieron así, la hicieron masturbarse y tragaron suflujo, se masturbaron manchando su ropa. Aparte le dieron champagne, cerveza ymás para que siguiera borracha, un polvo para estimularla sexualmente, unapastilla, todo. Y María Teresa voló de placer en medio de la furia de lostipos, que la empomaron a gusto y placer hasta dejarla a la miseria, sobre todosu marido que mientras le daba disfrutaba de su plan cumplido. Así la gordotaestuvo casi tres horas taponada de abundante semen, borracha hasta el clítoris,toda arañada y dolorida de la potencia física de los hombrazos, ni qué hablarde cómo le quedaron sus agujeros. Y cuando terminó, los hombres le cantaronbastante borachitos el feliz cumpleaños, se fueron y luego, Juan la ayudó a vestirse,la subió a un remise y ahí sí se fueron a su casa a dormir. Ahí sí su maridofue un caballero, la besó en la boca y durmieron juntitos. María Teresa quedóchocha de una noche inolvidable, a tono con sus 70 y con ella: una gordotamadura y muy linda, y de lo más caliente.
Tere llamó a sus pelirrojas delalma muy mimosa toda esa semana, invitándolas a su cumple, y luego a mí. Lasmujeres acordaron ir muy lindas y con sus maridos, que resolvieron prepararleun regalón de cumpleaños. Y el frío miércoles fui de campera de cuero, pulóver,pantalón, zapatos y mucho perfume fuerte, y al llegar me saludó María Teresamuy linda de pulóver crema, pollera negra y botas, muy maquillada y perfumada,y me charló mientras iban llegando de a poco los y las demás. Y vinieron nomástodas como yo quería: Estela de campera de cuero con piel, pollera, botas, maquilladafuerte y de exquisito perfume, cartera y con su marido Ernesto también decampera de cuero. Susy Guerrero toda de campera y pollera de cuero,supermaquillada y del brazo de Carli, con campera y pantalón de cuero negro.Annabella de tapado de cuero largo y su marido, Mariu con el suyo, Ana María y Emmacon sus hombres, Haydée y Susy Calderioni, todas con campera de cuero, María del Carmen conMónica toda de cuero. María Beatriz, la hermana de Teresa, estaba de tapadolargo de paño, botas y maquilladísima junto a su marido. Y después otros amigosde la familia, amigos de Juan Carlos y demás, hicieron un mundo de gente paracompartir linda cena: queso y fiambre, aceitunas, sandwiches de miga de todotipo, pizzetas, saladitos, arrollados, hasta algo alemán de Emma, más gaseosasy cerveza. María Teresa pegadita a Juan a los besos comía un montón, mientrasEstela tenía a Ernesto pero de su otro lado estaba Susy, a quien le tenía ganasy toqueteaba su pollera, pero no iban a hacer nada feo que eran los 70 deTeresa. Yo me senté al lado de Ana María, quien me dio sandwichito y me contóde todo, excitándome con su finura y maquillaje. Luego la torta grandota ynutrida, pasó el cumple y Juan la invitó a María Teresa, como coresponde, a unalinda noche de bodas en un telo de zona Norte, así que ambos excitados yacaramelados se despidieron de todos, incluido yo, María Teresa se puso sucampera de cuero con piel y se fue con su marido a la noche.
Pero María Teresa ni pensaba enque no sería sólo con su hombre la fiesta de sus 70. Llegaron, Juan la tomó delbrazo, subieron a la pieza, mimos, besos, champagne, él le regaló rosas, todosúper para ir entrando en clima. Más besos, mimos, los dos tomaron mucho, empezarona calentarse mal, se sacaron todo y Juan se volvió loco al ver a María Teresaen finísimo corpiño y bombacha erótica. Se le reparó, se sacó su calzón, leexigió a su mujer que se desnude, María Teresa excitada se quitó su corpiño ybombacha, la arrojó al suelo y ahí nomás Juan se le zambulló, la abrió depiernas, Teresa se entregó jadeando y él la penetró duro con terrible pene porla vagina,frotando enloquecido con el aroma a perfume, crema y pintura de Tereaparte de la cena, y le dio con una potencia que en menos de 10 eyaculóinterminables chorros de semen en la vagina de María Teresa, que largó buenflujo. Luego Teresa, bien borracha, sele pegoteó y pidió más, lo excitó, a Juan se le paró terrible y le dio cola,dos por vagina y otro por vagina y cola con un elemento largo, que María Teresagozó a puro gemido y gritando de placer, largando flujo a chorros al sentir elespeso y abundante semen de su marido, que además lamió y tragó chocha. Buenagarchada para festejar sus 70, pensó la gordota y se levantó para ir al baño alavarse y vestirse para, supuestamente, volver con él a su casa.
No señora, ahí recién empezó lanoche. Mientras María Teresa andaba en el baño, Juan llamó a varios hombres. Yjusto cuando la gordota regresó del baño a punto de ponerse la campera,entraron de golpe Ernesto, Carli, Jorge de Ana María, Fran de María Beatriz,Carlos de Emma y dos o tres más, no sé si los de sus hijos. La agarraron aMaría Teresa, la desnudaron rapidísimo y entre todos la cogieron y llenaron desemen hasta el cumpleaños que viene. Pene largo y grueso, vagina, cola,acostada, sentada, parada, la estrujaron, la manosearon, le exprimieron tetas,le acabaron en sus orificios y en su cuerpo, cara, tetas y pelo, le dieron de ados, tres, de a uno, la vistieron y le dieron con bombacha empapándola, sepusieron su ropa y se la cogieron así, la hicieron masturbarse y tragaron suflujo, se masturbaron manchando su ropa. Aparte le dieron champagne, cerveza ymás para que siguiera borracha, un polvo para estimularla sexualmente, unapastilla, todo. Y María Teresa voló de placer en medio de la furia de lostipos, que la empomaron a gusto y placer hasta dejarla a la miseria, sobre todosu marido que mientras le daba disfrutaba de su plan cumplido. Así la gordotaestuvo casi tres horas taponada de abundante semen, borracha hasta el clítoris,toda arañada y dolorida de la potencia física de los hombrazos, ni qué hablarde cómo le quedaron sus agujeros. Y cuando terminó, los hombres le cantaronbastante borachitos el feliz cumpleaños, se fueron y luego, Juan la ayudó a vestirse,la subió a un remise y ahí sí se fueron a su casa a dormir. Ahí sí su maridofue un caballero, la besó en la boca y durmieron juntitos. María Teresa quedóchocha de una noche inolvidable, a tono con sus 70 y con ella: una gordotamadura y muy linda, y de lo más caliente.
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