Un negro pijudo me cojió bien duro


Me puse esta ropa al llegar a la casa de un negro que me contestó un anuncio que puse.

[/color][/font][/size]

Un negro pijudo me cojió bien duro


Un negro pijudo me cojió bien duro


Un negro pijudo me cojió bien duro
Hasta traía puesto un cinturón de castidad para que entendiera que yo sólo estaba ahí para complacer a la verga de él.


Un negro pijudo me cojió bien duro


Un negro pijudo me cojió bien duro

Me esperó en su cama, acostado arriba de unas toallas con la verga bien parada, dura, y punzante. Un negro pijudo me cojió bien duro

Gateé hacia él hasta terminar entre sus piernas donde empecé a besarle y chuparle los huevos con muchas ansias. Cuando por fin entré a chuparle la pija, se la chupaba como experto también succionándola mientras me la enterraba hasta el fondo de la garganta y luego sacándola de nuevo hasta que casi salía por completo, y llegando a la punta me la volvía a enterrar hasta el fondo. Tosí un par de veces y me salieron lágrimas, y creo que hasta saliva por la nariz. Luego di la vuelta, y quitándome la bombacha, le ofrecí mi culito. 

Un negro pijudo me cojió bien duro



Después de darle unos buenos lengüetazos, se puso un condón extra grande, se embarró la poronga de lubricante, y me la clavó hasta el fondo. Me empezó a coger tan duro que en un momento que me tenía agarrado de las dos muñecas con una sola mano (que era enorme) y me empezó a cachetear el culo con la otra. Me estuvo dando así a su gusto por mucho tiempo mientras yo gemía como putita. A veces me pegaba demasiado duro y yo le reclamaba en voz aguda que me había dolido pero él respondía cogiéndome cada vez más fuerte. “Callate putita que te voy a coger como se me da la gana.” Me contestó con voz de mando mientras no paraba de taladrarme y pegarme palmadas en el culito. Mi pijita empujaba inútilmente contra la jaula de castidad en la que se encontraba. “No voy a acabar hasta que no acabes como putita mientras te cojo por el culo.”

“¡Cómo quisiera pero no puedo!” Le reclamé. “Traigo la pijita encerrada.”

El negro empezó a cogerme todavía más fuerte mientras que con dos dedos y el pugar de la mano izquierda empezó a frotarme el perineo, la parte que es como una extension de mi pijita entre los huevitos y el ano. “¡Ay sí, voy a acabar como putita!” chillé, y de repente empecé a soltar chorros de líquido transparente bajo presión. Era como el squirting. Fue una de las sensaciones más agradables que he sentido y la primera vez que me pasaba. Viendo lo sucedido, el negro sacó la verga de mi hoyo y me dió una última nalgada mientras se sacó el condón, y yo me di vuelta para recibir abundantes chorros de leche caliente en mi cara y en mi pecho. No pude resistirme a abrir la boca y sacar la lengua para saborear un poco de ese manjar exquisito.  Después me fijé en un espejo y traía el culito todo marcado. Le reclamé que qué me había hecho, pero, mejor no le hubiera dicho nada porque ahora ya no me regresa los mensajes y me quedé con ganas de más.



Un negro pijudo me cojió bien duro



[/font][/size][/font][/size][/font][/size][/font][/size][/font][/size]

0 comentarios - Un negro pijudo me cojió bien duro