La zorra (Fantasía)

La zorra (Fantasía)

Una historia, un protagonista, una fantasía. Todos nos hemos dejado llevar alguna que otra vez por nuestra mente. En esta página nos interesan las fantasías y los protagonistas de nuestros relatos se encargan de vivir las suyas a flor de piel. Una historia por día, un protagonista nuevo, una fantasía distinta. Dejate llevar por la imaginación...

La zorra
   Lorena es muy zorra. Llega a la oficina todos los días a las 8 de la mañana vestida con una pollerita que de pedo le tapa el culo y con una camisa que cada día es más transparente. Lo peor de todo es que la hija de puta sabe que Andrés y yo la miramos, pero a ella le encanta que le relojeemos el culo.
   Me llamo Pablo, tengo 23 años y estoy a un año de recibirme de abogado. Trabajo en un estudio contable bastante importante de la ciudad con otras 5 personas: mi jefe, Ricardo; su secretaria, Lorena; y otros dos chicos que ya se recibieron y manejan los casos menores, Andrés y Fabián. Este último es gay, por lo que Lorena no es de su agrado, pero para Andrés y para mí, es la perdición.
   Al principio laburábamos en una oficina chiquita, con dos ambientes, donde Ricardo y Fabián compartían uno y nosotros tres el otro. Era casi imposible concentrarse. Para colmo en verano, en vez de camisa, la zorra (así la llamamos con Andrés) usaba remeras escotadas. No solo tiene buen culo, sino que unas tetas impresionantes. Ahora nos mudamos a una oficina más grande, con 4 ambientes. En la oficina del fondo está el jefe. Al lado estoy yo, y lo único que nos separa es una persiana americana que está en su oficina. En frente mío está Fabián, en la otra oficina principal. Delante de todo, en la recepción están Andrés y Lorena.
   A pesar de tener 23 me convertí en una pieza clave para Ricardo. Lo ayudé mucho al principio con los trámites y con los papeleos, por lo que me gané su confianza y por eso una oficina (por más chica que sea) al lado de él. ¿Y es importante donde está mi oficina? Sí, muy importante, porque me da privacidad y me deja escuchar todo lo que pasa en donde está mi jefe.
   Más de una vez Lorena me cachó mirándole el culo o las tetas, pero nunca me dijo nada, es que a ella le encantaba. Cuando se ponía una remera escotada, siempre venía a mi oficina a dejarme papeles y tiraba “accidentalmente” una birome al piso. Obviamente cuando se agachaba a buscarla, las tetas parecía que se le iban a salir para afuera. Cuando volvía a estar parada me sonreía y se iba satisfecha de haberme calentado el día. Otras veces se sentaba en mi escritorio y se cruzaba de piernas dejando todo el muslo descubierto. Me intimidaba encarármela, pero me moría de ganas de encerrarla en mi oficina, de tirar todos los papeles del escritorio a la mierda y pegarle la cogida de su vida. Pero alguien se la agarró primero.
   Todo empezó hace unos 3 meses con un caso grande. Ricardo estaba muy ocupado y con mucho trabajo, lo que lo hacía vivir molesto y enojado. Pero un mes atrás empezó a calmarse. Pensamos que era porque habíamos controlado la situación, pero con Andrés nos dimos cuenta de que cada vez llamaba más a Lorena a su oficina y de que cada vez que ella salía, él iba al baño y volvía con cara de contento. Así que pensé en hacer algo para averiguar qué pasaba.
   Un día que Ricardo salió a ver a un cliente, yo entré en su oficina diciendo que tenía que buscar unos papeles, y rompí una de las paletas de la persiana americana. Fue una del fondo, bien lejos de su escritorio, pero cuando comprobé desde mi oficina, podía ver todo. Y no podía esperar a ver qué pasaba.
   Al día siguiente, el jefe llegó a las 9 de la mañana con una cara de culo terrible. Protestó un rato con Fabián y después se encerró en su oficina. Casi cerca del medio día, suena el teléfono del escritorio de Lorena, que ese día tenía puesto una pollera negra muy ajustada y una camisa blanca muy transparente, lo que hacía que se le vea el corpiño celeste que tenía abajo. Ella atiende, dice unas palabras y corta. Al rato se levanta, va a la oficina de Ricardo, cierra la puerta y después mueve las cortinas para que no se vea nada. Pero el agujero me permitió ver todo lo que pasaba.
   Me levanté y cerré la puerta de mi oficina, quedando completamente oculto, y me dediqué a mirar. Ella se había sentado en la silla en frente de él y estaba anotando unas cosas en su cuaderno, nada del otro mundo. Pero después de un rato ella estiró la mano y le agarró la de él para después besársela. Enseguida se levantó, se paró al lado de Ricardo y se agachó para quedar tapada por el escritorio. Pero la cara de satisfacción del jefe lo decía todo.
   Cuando me di cuenta tenía la mano adentro del pantalón y me estaba tocando la pija. Veía como la cabeza de la zorra se asomaba y desaparecía constantemente, mientras Ricardo se relajaba cada vez más en la silla. Y pensé que me gustaría ser yo el que pudiera estar ahí…

   Me concentré tanto en su cabeza, que cuando me di cuenta tenía a Lorena arrodillada adelante mío, con mi verga en su boca. Ahí entendí por que Ricardo cambiaba tanto su humor, Lorena era una diosa chupando la pija. Con las manos me pajeaba, mientras se la metía y se la sacaba de la boca constantemente. Le pasaba la lengua por todo el tronco y después se la volvía a meter de lleno. Pasaba los labios por la cabeza y la escupía para que pudiera chuparla con más comodidad.
   Me empecé a relajar a disfrutar de cómo lo hacía. Tenía los ojos cerrados, pero podía verla ahí adelante mío, como me chupaba la pija, y mientras con una mano la agarraba firme para que no se le fuera de la boca, con la otra se iba desabrochando la camisa despacito. Pude verle el corpiño celeste y las increíbles tetas que tenía que pedían a gritos salir de ahí. Pero yo no me movía, seguía disfrutando de las magias que hacía con sus labios.
   Abrí los ojos un segundo para vez que pasaba en la oficina de al lado. Lorena seguía arrodillada atrás del escritorio. Pero pude ver que ya no jugaba con su boca, sino con sus tetas. Le estaba haciendo una terrible turca. Así que volví a cerrar los ojos y ahí estaba otra vez. La zorra seguía adelante mío, pero esta vez el corpiño había volado a la mierda y ya no me volvía loco con su lengua y sus labios, ahora había puesto sus tetas a la altura de mi verga y me la estaba masajeando como loca. Con los brazos se apretaba a los costados para que no se le escapara mientras que, cuando podía, me lamía la cabeza de la chota. Era muy, muy puta.
   Se dedicó a combinar un rato las formas de satisfacerme. Un rato me pasaba las tetas por la pija y después volvía al pete y mas manualidades. La escupía para que estuviera bien mojada y se la metía en la boca para saborearla todo, y después se enderezaba para hacerme una buena turca con esas dos tetas increíbles que tenía.
   Me atreví a mirar otra vez, pensando en que iba a ver más de lo mismo, pero me sorprendí. Lorena ya no estaba arrodillada chupándosela al jefe. Sino que estaba sentada encima de él, de espalda cogiéndoselo bien despacito para no hacer ruido. Así que eso fue lo que hicimos nosotros. Le pedí que se parara y mientras me bajaba un poco más el pantalón ella se dio vuelta, se acomodó y se sentó sin ningún problema sobre mí verga. Ahogó un grito llevándose la mano a la boca y una vez ya acomodada se empezó a mover con ganas.
   Subía y bajaba la cintura con las manos apoyadas en los apoyabrazos. Su cola golpeaba contra mi pelvis dándome un placer increíble. Su conchita húmeda recibía bien a fondo mi verga que dura como un mástil entraba en su cuerpo para partirla al medio. Se mordía los labios para no gritar, pero se moría de ganas de hacerlo. Comenzó a mover su cuerpo cada vez más rápido y sus tetas bajaban y subían a gran velocidad, golpeando duro contra su cuerpo.
   Se levantó y cuando lo hizo tiró su cuerpo contra el escritorio, dejando su colita bien paradita. Me arrodillé detrás de ella y me llevó su concha bien húmeda a la boca. Le pasé la lengua de abajo hacia arriba y ella no pudo evitar un gemido. Le abrí las cachetes al medio y me dediqué a lamerle la conchita mientras ella seguía ahí tirada sobre los papeles que había. Estaba muy caliente y quería cogérmela con ganas. Le metí dos dedos en la concha y me dediqué a garcharmela con la mano hasta que ella no pudo más y con un suspiro me pidió que me la cogiera.
   Me levanté y le metí la pija bien hasta el fondo y apoyé mis manos sobre su cintura para empezar a darle bien duro. Mis muslos golpeaban firme contra su cola y el ruido de la piel chocando era lo único que se escuchaba en la oficina. Lorena se había metido una birome en la boca y la mordía bien fuerte para no gritar y eso me calentó más provocando que le diera más y más fuerte. De su conchtia empezó a salir un líquido y pude comprobar que estaba acabando cuando sus ojos se pusieron en blanco y casi de un soplido soltó la birome y emitió un gemido ahogado.
   Le saqué la pija de adentró y me empecé a pajear sobre su cola. La golpeé un par de veces con la cabeza y ella emitió unos pequeños gemidos de satisfacción. La leche no tardó en llegar y una gran cantidad de semen fue a parar a su cola que estaba roja de todos los golpes de mi cuerpo. Yo seguí acabando hasta que no tuve una gota más adentro y ella se quedó ahí tirada, con la cola llena de semen…

   Abrí los ojos y miré alrededor. Espié por el agujero de la persiana americana y vi que Lorena ya no estaba y Ricardo estaba sentado haciendo unas anotaciones. El piso estaba lleno de semen, al igual que mi pantalón y la silla. La puerta sonó y rápidamente me escondí detrás del escritorio y Lorena entró con una sonrisa en la cara a dejarme unos papeles. Mis ojos nuevamente fueron a parar a sus tetas y algo me distrajo. En el medio de la remera tenía una pequeña manchita más oscura, era restos de semen que según mi imaginación, había salido de mi pija.



OTRAS FANTASIAS:
A ESCONDIDAS
EL PROFESOR PARTICULAR
MOJADOS

Contame tu fantasía. Qué te gustaría hacer o provar? Tenés algún morbo oculto? Algún guilty pleasure? Comentame que te gusta y hago realidad tu fantasía en un relato.

2 comentarios - La zorra (Fantasía)

Beatuille +1
Una cuidada mezcla de fantasía y realidad. Muy original. Me paró la verga, luego cumplió su cometido.
Me encantó
Gracias por publicarlo.
HistoriasDe
Gracias por comentar!
HardCaandy +1
que buena...
HistoriasDe
Muchas gracias!!
Beatuille
@HistoriasDe a ti por escribirla y hacerme disfrutar con su lectura