Una salida de pesca

Mi padre había arreglado con su amigo Ricardo ir este fin de semana de pesca a algún islote del Paraná, obviamente mi madre se quedaba a descansar y mi hermano y yo marchábamos con papá. Por su parte su amigo era viudo desde hacía un par de años por lo que llevaría a su hija Rosana - dos años menor que yo-  ya que no quería dejar sola a una adolescente todo esos días.
Rosana era una chica bastante linda de cara, delgada, alta, morocha de cabellos enrulados, casi nada de tetas, cintura fina lo que hacía más evidente su culo: muy parado, pero muy ... casi como dos mini pelotas puestas ahí atrás... en definitiva, lo que primero uno le veía era su delgadez y...su culo.
Nuestra relación con ella - la de mi hermano y mía- no iba más allá de un saludo desinteresado cuando nos encontrábamos en alguna fiesta que organizaba la empresa donde trabajaban nuestros padres.

Preparamos la lancha y los elementos que íbamos a necesitar la noche anterior, pensando en partir bien temprano en la mañana... a decir verdad, a mí no me gustaba para nada la pesca pero llevaría mi máquina fotográfica y mi diversión pasaría por ese tema, fotografiar paisajes y demás... Esa noche mi hermano estuvo con vómitos y levantó algo de fiebre por lo que mi madre no lo dejó ir con nosotros, es decir que me la tendría que fumar solo a la hija del compañero de papá.

Luego de dejar nuestros autos a resguardo en una casa de la zona, tiramos la lancha y partimos en búsqueda de un islote metido en algún brazo del río Paraná. Al rededor de media hora después encontramos un lugar muy lindo, resguardado de la tormenta que se veía venir y a unos 200 metros del río madre, es decir que tenía una importante boca de entrada para poder calar la malla de pesca.
Bajamos, armamos tres carpas, una donde dormiríamos papá y yo, otra para Ricardo y su hija y una más chica donde se guardarían todas las cosas para que no quedaran a la intemperie.

Mientras mi padre y su amigo preparaban las mallas y tiraban la caña, Rosana y yo nos internamos en el islote en busca de algunas ramas secas para hacer fuego. Nos fuimos alejando y rompimos el fuego conversando de nuestras actividades escolares... a medida que transcurría nuestra charla, fui observándola ... era realmente bonita: sus cabellos, su nariz respingada que acompañaban a unos grandes ojos color miel que resaltaban con su tez morena ... y obviamente su cola parada.
Rosana tenía puesta una remera negra y un short corto de lycra que levantaba sus nalgas... se fue poniendo negro el cielo presagiando la tormenta que se avecinaba ... nos habíamos alejado bastante según mis cálculos ya que hacía unos 15 minutos que habíamos salido de nuestro acampe.

Fue un solo trueno y la lluvia se desató torrencialmente sobre nosotros. Intentamos resguardarnos bajo un frondoso árbol, pero estábamos empapados ... Rosana estaba asustada y se acurrucó junto a mí. La abracé y traté de calmarla, diciéndole que ni bien parase un poco saldríamos a nuestras carpas... el contacto con su cuerpo hizo que mis hormonas adolescentes pusieran en acción el mecanismo y mi verga tomara dureza en el acto.... aproveché la situación y me acomodé sentándome sobre la base del árbol y abriendo mis piernas la ubiqué entre ellas, abrazándola por detrás: era mas que obvio que iba a sentir mi erección ya que daba de pleno en su espalda.
La abracé fuerte ... ella estaba muy asustada ... intentaba calmarla hablándole al oído ... esa cercanía y su fragilidad hizo que me animara a darle besos en el cuello mientras hablábamos... Rosana no se movió de esa posición en ningún momento ...con sus manos acariciaba mis brazos suavemente ...   cuando amainó la lluvia la levanté y le dije que corriéramos hacia donde estaban nuestros padres.

Llegamos completamente mojados y después de decirnos que nos cambiáramos para no enfermar, papá y su amigo subieron a la lancha diciéndonos que en menos de una hora estaban de regreso, querían aprovechar y calar la malla en la boca del riacho ya que decían cuando parara la tormenta en la mañana habría mucho pique.

Se fueron y con Rosana quedamos mirándonos: en la carpa chica estaba la ropa para cambiarnos. Fuimos hacia allí y la lluvia comenzó a caer nuevamente... una vez adentro buscamos lo que nos pondríamos ... había un silencio raro ... estábamos de rodillas los dos, revolviendo los bolsos ... quedamos frente a frente y nuestras miradas se encontraron ... me acerqué y ayudé a que se sacara la remera ... aparecieron dos pequeños pechos ante mí ... se inclinó y nos besamos ... fueron besos suaves, lentos ...besaba muy bien ... nos acercamos un poco más, estábamos de frente, arrodillados, el lugar no nos permitía mucho más ... jugaba con su lengua en el contorno de mis labios... bajé y besé sus tetas ... mordisqué sus pezones ... mi pija iba a explotar ... volvimos a besarnos y empujándome hacia atrás ayudó a sacar mi pantalón ... estaba de espaldas contra el suelo, mi pija apuntando hacia el techo de la carpa y ella ... la flaca insulsa y de pocas palabras que yo conocía, comenzó a bajar besando mis tetillas y mi vientre hasta llegar a su objetivo y metérselo íntegramente en su boca.
Ahora era ella quien dominaba la situación ... le pedí, le rogué que se detuviera porque iba a lograr que acabara en el momento ... me miró y sonrió ... nunca dejó de chupar, lo que hizo que en dos segundos llenara su boca.
Volvió a mirarme y abrió la boca mostrándome lo que había logrado sacarme ... lo escupió sobre sus manos y lo depositó en la remera mojada que se había sacado... se subió encima mío y me besaba las tetillas y el cuello ... agarró mis manos y las condujo hasta su short, haciendo que se lo saque y que luego  hiciera la mismo con su bombacha.
Quedó totalmente desnuda ... su conchita era perfecta, cerrada y depilada, un almeja en su máxima expresión ... fue subiendo hasta dejarla sobre mi boca ... y atrapado e inmóvil no me dejó otra opción que empezar a lamerla hasta hacerla acabar.

Se acomodó después del orgasmo a mi costado ... estábamos empapados por la lluvia y  el sexo ... nos acariciamos sin decir nada... pasé la yema de mis dedos por sus pequeñísimos pechos, erectando sus pezones y pellizcándolos,  acaricié si vientre ...hasta que Rosana, subiéndose encima mío nuevamente me besó y dijo: " ... seguro que no trajiste condones, no ? ..."

5 comentarios - Una salida de pesca

EnzoLug
Me llega a dar ternura oa situacion... genial relato...
qoqopelado
Yo ib a pescar, pero solo. mas de una paja no me hacia....