Me vestí de mujer en fiesta y me dieron picos

Ya me conocen todas mis locuras, entre ellas la de vestirme de mujer que me fascina. Pero claro, salvo acá en mi depto de Carapachay, donde suelo abrir mis cajones de bombachas de mujeres que me regalaron una noche, o pintarme con su lápiz labial, o ponerme cremita para el cuerpo, no ando travestido por la calle ni nada. Justamente, era mi fantasía hacerlo en público, Y este viernes a la noche, mis amigos (y una amiga fuertona) lo hicieron realidad.

Compañeros de colegio antiguos, los chicos con los que me reúno cada tanto resolvieron una picada con sandwiches y demás en casa de mi amiga Andrea, una divina. Y como somos cinco o seis los varones y cuatro las chicas, y otras nunca vienen o se cortan, me agarró la excitación y en la reunión anterior le dije a Andrea que quería vestirme yo de mujer, así íbamos equilibrados en las cenas y sobre todo en el baile posterior. La rubia estuvo de acuerdo y me preguntó qué quería, le dije, ella me resolvió comprarme una bombacha y algo de ropa femenina y me daría sus cosméticos y demás cositas, hasta una carterita suya.

Llegó el día, la llamé a Andrea y le recordé la jugada mía. Y casi me sale el semen sin masturbación cuando Andre me avisó que ya tenía todo listo, que fuera a su casa de hombre pero sin perfumarme. Me bañé, no pude evitar darme en la ducha, eyaculé montón de semen (sí, antes de la cena y no después) y excitado, me vestí normal de hombre, hasta con mi campera de cuero. Y al llegar a su casa, la dulce me recibió muy linda, con un beso y un aroma a pintura de labios y perfume que me hizo parar bien el pene bajo mi pantalón. Mientras esperaba algunos chicos que faltaban, nomás Andrea me llevó a su pieza, me mostró lo que me había comprado especialmente y me lo dio para que me cambiara. "Te compré una bombacha blanca y negra, esta pollera fina con flores, la blusita haciendo juego, ves qué linda, y estos tacos son míos, te los presto pero te van a quedar bien, y después te pinto", me dijo re dulce.

Enloquecido, apenas ella cerró para que me cambiara, me saqué todo, hasta mi calzón, y me calcé la bombacha fina, que me quedó perfecta. Enseguida la llamé para que me ayudara a vestirme (yo puedo, pero zorro quería que fuera ella) y Andrea me vistió, blusita, pollera, tacos, le pedí bijouterie y me puso un collarcito, y luego me dio a elegir color de lápiz labial, yo quise el rojo. Andrea me puso primero el collar, luego me colocó base de maquillaje, que ya me volvió loco. Imagínense cuando me pintó los ojos de celeste y me puso rimmel en las pestañas. Le pedí que me colocara pintura en la cara, ella me dijo de pasarme el labial y darle con los dedos, así hizo y me ppuso rubor del rojo del labial. Y luego sí, me pintó los labios del rojo fuerte que me encanta. Le pedí perfume, me puso uno rico de ella, luego obvio le pedí cremita para las manos y me dio una Hind's que también me vuelve una tromba. Y así salí de la pieza, me senté en el comedor y los que estaban me aplaudieron, cargaron y me saludaron.

Y cuando llegaron los demás, la pasé bombacha. Los varones me daban un beso sorprendidos, las chicas me elogiaban qué linda (lindo) estaba. Y vestido con blusa, pollera, tacos y maquillado, con perfume y cremita, disfruté la picada con quesos y fiambres, sandwiches de miga, saladitos y demás.

Pero claro: no me iba a quedar sólo con mi ropaje femenino. Pedí loco sentarme al lado de dos chicos, y dos grandotes y muy perfumados me hicieron compañía toda la noche, me dieron sandwiches, me convidaron de todo y me hicieron unos mimos a mi pedido. Y lo mejor vino en el baile, donde pasó lo que yo quería. Eramos seis varones y cinco chicas, entre ellas yo. Me consideré una mujer, me comporté toda la noche así, entonces en el baile tenía que serlo. Así que los varones me sacaron a bailar, me hicieron mimos, me abrazaron, hasta me toquetearon un poquitín a mi pedido, y al final, dos de ellos me dieron un pico largo. Disfruté la boca gorda y el corpacho de mis amigos mientras las mujeres mujeres comentaban y se cagaban de risa todo el tiempo, pero sin burlarse, sólo haciéndome la gamba. Y lógico, no pude más y tras excusarme, me fui a la misma pieza donde me cambié, me bajé la pollera y la bombacha, me creció terrible pene y me di con furia hasta eyacular y bañar la bombacha y la pollera de semen. Luego salí, tras limpiarme lo mejor que pude, y seguí así de mujer tomando algo y charlando con las chicas y aún con besos de los chicos hasta casi las 5 de la mañana. Poco faltó para que me cogieran, eso ni loco, pará que no es mi profesión, sólo soy fetichista, ya saben. Pero bueno, una noche distinta cualquiera la tiene. Y yo la tuve bien a mis anchas de mujer.

0 comentarios - Me vestí de mujer en fiesta y me dieron picos

Los comentarios se encuentran cerrados