Recien casada, como don Raul estreno mi culito

Otro relato de infidelidad. Nada mas lindo que ser infiel en la misma cama que compartis con tu pareja, le da un morbo adicional no creen?

Después de aquel día en que Don Raúl disfruto de mi a su antojo, en los días siguientes continúe con mis infidelidades y la verdad me encantaba ser mujer de aquel hombre con tan delicioso miembro.
Como dicen en mi tierra, trabajo la primera vez, nunca me imagine que estuviera poniéndole el cuerno a mi marido Ernesto, y menos con un tipo como don Raúl  yo amo a mi esposo, en físico no tienen comparación, pero en la cama la diferencia es abismal. Después de que don Raúl me culea tan rico, me pregunto siempre, porque con mi esposo no disfruto como lo hago con este tipo. Pero recuerdo cada vez que me hace suya y lo rico que me culea y me mete esa verga tan grande se me pasan los remordimientos y pues solo me queda disfrutar lo que la vida me pone enfrente, no sé si en verdad me he convertido en una puta o será que siempre  muy en el fondo he deseado que me disfruten como tal.
Al día siguiente del primer encuentro con  mi amante, traía la cabeza inundada de miles de ideas y suposiciones, una de tantas, que pasaría si Ernesto se enterara, que futuro me esperaba de hoy en adelante, recordaba todas y cada una de las sensaciones que tuve con aquella culeada de ensueño, estaba angustiada y a la vez desesperada porque ardía de ganas por volver a sentir esa verga y esa lengua de don Raúl en mi interior, deseaba volver a sentir esas manos enormes tocando mis piernas, chupando mis tetas y apretando mi culo redondito, que solo él lo había hecho disfrutar como nunca. Pasaron 5 días del la primera culeada con don Raúl, para tener mi segundo encuentro con este tipo,  y lo que me hizo hacer don Raúl, me hizo sentir la mas zorra de las mujeres….
Esa mañana como todas Salí a despedir a mi esposo como siempre lo hago, de hecho todavía traía las ropas con las que duermo, un pequeño top y un mini short que apenas cubren mis nalgas, Ernesto siempre me ha llamado la atención que nunca salga con tan diminuta prenda, porque dice él, que es muy provocativa, que se me ven unas  piernotas y un culote, bueno es el que me pongo para calentarlo jijij… En eso veo a don Raúl caminando por la banqueta acercándose a la casa y se cruza con Ernesto, mi marido siempre muy cortes saludo y se quedo platicando unos minutos con don Raúl, no se, pero el verlos juntos me hizo sentir algo de morbo, vi a don Raúl muy efusivo en la plática con mi marido, y no me percate de la mirada fulminante de mi marido al ver que no me metí inmediatamente a la casa, ya que en ese instante me volvieron las imágenes de aquellos momentos en los que disfrute como nunca aquella culeada divina, no sin imaginar que momentos mas tarde volvería ser la putita de don Raúl.
Yo me di la media vuelta y me metí a mi casa a iniciar con mis labores, cinco minutos después tocaron a la puerta y pensé que a Ernesto se le había olvidado algo, al acercarme a la puerta grite.
-Amor que se te ha olvidado.
Cuando abrí la puerta cual fue mi sorpresa ahí estaba parado Don Raúl con esa sonrisa morbosa, me quede petrificada no sabía que hacer.
-Qué rica te vez hoy mamacita que shorcito tan chiquito traes hermosa, y que culazo tienes, hoy lo hare disfrutar como nunca y te hare adicta  …dijo Don Raúl.
No le di importancia a sus palabras en ese momento.
-Entonces que chiquita me vas a dejar entrar para estrenar tu culito virgen.
Las últimas palabras retumbaron en mí y me sacaron de mi transe…. Esta ud loco Don Raúl como cree que esa cosa tan grande va a entrar en mi culito.
-Ya verás mamacita te va a encantar y veras que te harás adicta a mi verga, mírate con ese shorcito y ese culito tan paradito y redondito  pide verga a gritos…..
Dio tres paso hacia dentro de mi casa en cuanto cerró la puerta se abalanzó hacia mí, me arrincono en una pared y  me abrazo, con sus manos enormes empezó a apretarme las nalgas sobre mi short y después por debajo,  el  sentir nuevamente esas manos callosas apretando mi culo hizo que me excitara al 1000 % mientras su lengua jugaba con la mía en besos interminables y llenos de lujuria, instantes después comenzó a acariciar y apretar mis tetas con sus manos y a juguetear con su boca y lengua sobre mis pezones, ya para entonces yo gemía de placer, no podía creerlo, nuevamente era la mujer de don Raúl, así que  me deje llevar por la extinción y las ganas que tenia de volver a tener esa verga tan grande dentro de mí.
Duro como 15 minutos besándome  y jugueteando con mi lengua y  con mis pezones que estaban bien paraditos, y con su lengua recorrió cada centímetro de mi piel, me sentía rara muy rara sentir su lengua recorrer todo mi cuerpo, pero la verdad me encantaba y me tenia totalmente desquiciada y excitada, por fin después de varios días volvía a estar en las manos de mi macho.
Sin ninguna dificultad me tomo de las nalgas y me cargo y se dirigió hacia mi recamara y me poso sobre mi cama, si la cama que compartía con el hombre que amo, pero esta vez la compartiría con el hombre que más me ha hecho gozar. Tan pronto se recostó se despojo de su camisa y su pantalón dejando ver un enorme bulto debajo de sus calzoncillos. Poco a poco  me quito mi diminuto short, y mi tanga. mientras besaba mis piernas,  fue entonces cuando empecé a sentir sus dedos desplazar mis pliegues de mi vagina tarea que no le fue difícil ya que se encontraba súper lubricada.
Estas bien apretadita mi deliciosa Angélica. Me decía don Raúl, para llevarse sus dedos a su boca y lamerlos, yo lanzaba gemidos, uno tras otro cada vez más sonoros, estaba disfrutando increíblemente, cada que metía sus dedos en mi vagina sentía una descarga dentro de mí, de pies a cabeza, y aun más cuando empezó a chupar mi vagina con lo que me regalo orgasmos intensos, claro don  Raúl lo sabía y chupaba más y más con mayor intensidad mientras me retorcía y gritaba pidiéndole que no parara.
Tras varios orgasmos se levanto y por fin saco su suculenta verga, aquella verga tan grande morena, venosa y gruesa que tanto deseaba, me miro y me dijo con voz firme.
Mi bella y rica Angélica ven y chupa esta verga que hoy estrenara tu rico culito, con cara de inocente me acerque y tome entre mis manos esa verga enorme y  la empecé a chupar lentamente primero la puntita, la lamia como si fuese un caramelo, para después comerla por completo, si mi marido me viera aquí, a su bella esposa, en su propia cama hincada chupando y disfrutando semejante portento de la naturaleza, se infartaría,
Como niña con su paleta, lamia y chupaba de arriba abajo pasaba mi lengua desde ese par de huevotes peludos, hasta la punta de su enorme verga, valla que estaba disfrutando de esa fenomenal chupada que le estaba dando a este viejo, y en mi propia cama, esa escena me excitaba aun mas.
Yo estaba ardiente deseosa de tener ese enorme tronco dentro de mí, y no pude mas y le pedí a don Raúl que me diera verga mucha verga, me recostó y me jalo a la orilla de mi cama abrió mis piernas y puso su verga en mi vagina, yo pedía que la metiera ya, con ella empezó a darme pequeños golpecitos, y de pronto metió su enorme cabeza en mi vagina wuauuu, exclame con un gemido enorme.
-Te gusta mi verga Angie me dijo don Raúl.
-Me fascina, métela toda ya quiero que me cojas como solo tú lo sabes hacer.
Poco a poco introdujo su verga en mi, sentía cada centímetro  entrando poco a poco, hasta el fondo, la sentí toda,  empezó su ritmo de entra y saca lentamente, yo con mis movimientos quería que me diera más rápido, a lo que don Raúl paro de pronto y me dijo…
_-No desesperes que yo hare todo el trabajo, y empezó a meterla más rápido, mis piernas estaban a todo lo alto reposando en sus hombros que rica cogida me estaba dando, como una muñequita me giraba me jalaba, me acostaba en fin cual posición se le ocurría me ponía, y en todas disfrutaba como loca, así estuvimos como media hora, cuando de repente don Raúl me ordena.
-Angeliquita tráeme vaselina ya quiero estrenar ese culito virgen que tienes, medio asustada respondí.
-Don Raúl como cree que esa enorme verga va entrar en mi culito jamás lo he hecho me partirá en dos.
-No te preocupes reina por eso quiero la vaselina para que no te duela y disfrutes, ya verás te harás adicta a este enorme trozo de carne, abriré bien ese culito tuyo para que vea el soquete de tu marido quien es tu macho.
Comenzó nuevamente a besarme y chupar mi vagina mientras con sus dedos enormes ponía vaselina en mi culito, y recuerdo muy bien cuando introdujo por primera vez su dedo en mi culito sentí como un calambre estaba en shock sentí un poco de dolor pero a la vez una sensación increíble, después metió otro dedo y abrió aun mas mi oyito, estaba asustada cuando empezó a susurrarme en el oído..
-Ya verás mamacita tu relájate, flojita y cooperando,, vas a disfrutarlo,
Así estuvo un rato, cuando de repente se para y  me hizo ponerme de cuatro de perrito,
-Preciosa levante bien tu culito que hoy disfrutaras de una verdadera verga.
Se puso detrás de  mí, se acerco y empezó a meter la punta de su verga, sentí un dolor enorme, es que en verdad su verga es muy gruesa, poco a poco sentía como entraba ese enorme tronco, sentía que quemaba, con mis manos apretaba mis sabanas y mordía mi almohada, no soportaba el dolor, yo trataba de sacármela, pero don Raúl me tomo de la cintura y de un golpe me la metió toda, no pude contener el grito y las lagrimas era insoportable el dolor, le suplicada que me la sacara, pero don Raúl firme lo evitaba y solo dijo.
-Espera mi muñequita deja que tu culito se acostumbre a su nuevo amiguito.
Sentía que me moría, después de unos minutos con ese enorme invasor en mi culito, don Raúl inicio el entra y saca y no tardo en desaparecer aquel dolor intenso, poco a poco entre cada metida sentía menos dolor y comenzaba a disfrutarlo es inexplicable que después de tanto dolor comenzaba a gozarlo, nunca me imagine tener sexo anal, pero con cada metida de esa enorme verga sentía un placer nunca antes sentido, ahora era yo la que se ensartaba esa enorme verga, no paraba de mover mis nalgas hacia él, sentía como esos huevotes rebotaban en mis nalgas.
-Don Raúl que rica verga tienes, dame mas verga, me encanta esa verga quiero más,  dame mas papito rico. Exclamaba yo mientras me clavaba más y más esa enorme verga.
Don Raúl parecía todo un semental disfrutando de su hembra,
-Que apretadito tienes tu culito mi reina ve que rico te entra.
-Si papito dame mas verga, que rica verga tienes y que rico me culeas, quiero que disfrutes de esta hembra y de este culito que es tuyo.
-Aquí está tu putita para que te la cojas cuando quieras.,
No cabe duda que era la mejor cogida de mi vida,
-Me voy a correr le dije a mi amante, aaahhhhhh, dame tu lechita, la quiero dentro de mi cuito por favor.
-Vente todo lo que quieras mamacita… te llenare ese culito rico de mi leche….
Momentos después sentí como terminaba en un orgasmo intenso mientras sentía más dura y más grande la verga de don Raúl y fue cuando sentí esos enormes y calientes chorros en mi culito …aaaaahhhhhhh que rico….grieteé…
Fue muy intenso e increíble sentir esa enorme verga vaciarse en mi culito, y en efecto  partir de ese día me hice adicta a esa verga deliciosa y cada vez que veía a don Raúl le pedía que disfrutara de mi culito, y a partir de entonces no podía dejar pasar más de un día sin poder disfrutar de tan deliciosas culeadas…..así que mis primeros meses de casada recibía casi diario a mi amante quien disfrutaba de su pequeña Barby…..

4 comentarios - Recien casada, como don Raul estreno mi culito

pijaman30 +1
esto suena a pelicula, es puro chamullo 👋👋👋👋
van puntos " 1" y de pedo 😂😂😂😂😂
Elgatomontes +1
Muy buen relato!
Te deje +10 por ambos relatos!