Rocío y Paula, hermanas misioneras

En una noche de temperatura más que agradable, mi compañero Lalo y yo decidimos salir a un boliche de la capital misionera. Solíamos estar por allí por cuestiones laborales y esta vez serían 2 semanas. Bebíamos en la barra cuando pasa a nuestro lado una morocha del montón, a mi no me llamó la atención, pero para Lalo al parecer fue irresistible, fue tras ella y se pusieron a bailar. 
Tras media hora llegaron a mi lado. Tomaron y nos conocimos. Paula era una morocha de cabello lacio largo y facciones marcadas delgada pero no lo suficiente como para menguar sus curvas pronunciadas en las caderas. Pensé para mi que con pechos más grandes sería una diosa.
Comenzaron un juego de copas y mimos cada vez más copas y caricias más subidas de tono, Paula estaba lista para tener una noche salvaje y Lalo sería su afortunado partenaire. 
Le pase a Lalo las llaves de la habitación y ella lo descubrió, me miro y me regaló una sonrisa cómplice. Cuchicheaban al oído un plan que yo ya suponía.
- Vamos a ir a mi departamento, y vos te venís con nosotros.- dijo Paula que se sonrojaba ante mis ojos sorprendidos.
Al llegar al edificio Paula nos informa. -Esta mi hermana, pero no se preocupen ya debe estar durmiendo.
Lalo y Paula venían por el pasillo haciendo mucho ruido y parando cada dos metros a besarse y tocarse. Cuando Paula puso la llave en la cerradura la puerta se abrió de un golpe. Solo pude ver unos ojitos grandes y verdes de los cuales no me pude despegar por unos instantes.
-Ella es Rocío- dijo Paula como escueta presentación mientras entraban con Lalo como si fueran un solo cuerpo.
Los vimos entrar y nuestros ojos se volvieron a cruzar un momento, pero no pude evitar que bajaran a recorrer su cuerpo.
Era de menor estatura que su hermana pero sus cortos shorts insinuaba unas piernas deseables, tenía puesto una musculosa de varias tallas más grandes y aprecie unos pechos enormes, muchos más grandes que los de Paula. 
Me hizo un ademán y entre. Lalo y Paula ya destapaban más cerveza. Rocío tomó del brazo a Paula y hablaban entre susurros, el fastidio de Rocío era notorio. Nos sentamos en la mesa y bebimos, Paula estaba sentada sobre Lalo y no les interesaba nuestra conversación, se basaban y acariciaba sin pudor al punto de que de que sus pechos estaban a punto de salir de su vestido. A mi era Rocío la que me gustaba y nuestras miradas se cruzaban constantemente, sus pechos se salían de la musculosa y podía ver perfectamente su redondez, ella se daba cuenta y se tapaba constantemente.
Decidimos dormir, en realidad Paula solo quería ser cogida, solo había dos camas, y me hicieron prometer que me importaría bien ya que obviamente dormiría con Rocío. Nos quedamos en slip y las dos pudieron apreciar el miembro de Lalo, no podían sacarle los ojos de encima.
- Pobre hermanita mía- me susurró Rocío al acostarnos.
Cuando Rocío apagó las luz al instante sentimos la cama de al lado crujir y a Paula gemir primero sensualmente y luego como una gata intercalaba los gemidos con pequeños gritos acallados. Rocío encendió la luz y vimos como Lalo ya estaba completamente dentro Paula mientras ella levantaba las piernas muy arriba para que le entre mejor. Rocío estaba como yo, mirandolos extaciada, fue cuando giro la cabeza hacia mi y vio mi pene duro dentro del slip que lo aprisionaba. 
Giro su cuerpo y bajo su mano a mi pija la tomo hábilmente mientras yo pasaba mis manos por esos pechos divinos. Nos besamos, volaron mi slip su musculosa y shot, le chupaba las tetas y mordia muy suavemente sus pezones que estaban muy parados.
Estaba sobre ella, apoye la punta de mi pene en sus labios ella levantó la mirada y nos vimos a los ojos, entonces empuje y mi pija entro hasta la mitad, cerró los ojos mientras yo daba mi segunda embestida y sentía sus labios vaginales comerse mi pene en toda su extensión. Rocío tiró hacia atrás la cabeza y sus pezones rozaron mis pechos.
Rocío se relajo y abrió más las piernas para que la penetrar mejor. Yo me entretenía chupando sus tetas y ella gemía sin pudor alguno. Ya solo existíamos los dos en esa habitación. Entonces sentí como sus piernas se aferraban a mi cintura y su vagina aprisionaba mi pija, su cara cambio de color, muy roja y pude sentir sus jugos bañando mi pene haciéndolo deslizarse muy suave hasta el fondo de su vagina.
Cada embestida era un gemido más fuerte, a la quinta vez no pude aguantar el espectáculo de placer de Rocío y dispare mi semen dentro suyo, ella al sentirlo me tomó del cuello acercándome hacia ella. Así gemimos unos minutos, disfrutando uno del otro. 
Pero pronto giramos la cabeza y descubrimos que ya no éramos los espectadores iniciales, si no los protagonistas ya que Paula y Lalo nos miraban divertidos.
Rocío me tomo de la cara y me dijo
- olvídate de estos putos-. Me empujo por el hombro haciéndome girar y sentándose sobre mi pija metiendo la bien a fondo, sentía perfectamente su útero golpeando mi glande, y cuando empuja hacia arriba mi pija, forzaba un golpe en el fondo de su vagina que la hacía pegar un gritito ahogado.
Mientras Rocío me cogía sin descanso sentí un gran alboroto y movimiento, el hijo de puta de Lalo la trajo a Paula a cuestas y sin siquiera sacarse la la acostó junto a nosotros, sentía los gemidos y pequeños gritos de Paula en mi oído, mientras Rocío caía sobre mí, gimiendo y apoyando su cabeza en mi hombro, bañando de flujo mi pija nuevamente.
Escuche que Lalo le decía algo en el oído a Paula, ella largó una carcajada y ambos se levantaron. Paula me hizo señas con el dedo llamandome, me deslice girando a Rocío que quedó boca arriba en la cama con los ojos entrecerrados y fui hacia Paula.
Nos besamos intensamente, y luego se fue arrodillando besando mi cuerpo, mientras veía como Lalo le abría las piernas a rocio.
La puja de Lalo era casi el doble de grande que la mía.
Rocío le pone la mano en el pecho y le dice: 
- despacio me vas a romper toda con esa cosa-
Y mientras Lalo comenzaba a penetrarla Paula comenzó a comerme la pija metiéndosela hasta la mitad en la boca, las facciones de Rocío se contraian y era obvio que sentía dolor, cuando Lalo la tuvo metida a la mitad, la saco y de un solo movimiento la volvió a meter casi por completo, Rocío gemía y gritaba al mismo tiempo.
Cuando Lalo le dijo:- toma mi leche putita-.
Yo no aguante mas, tome a Paula de la cabeza con ambas manos y comencé a cogerle la boca, Paula tenía arcadas pero las aguantaba esperando mi semen.
Mientras Rocío sentía el semen de Lalo dentro suyo y su cara de dolor llegaba al máximo yo me derrame completo en la boca de su hermana. Mi semen se le escapaba por la comisura de sus labios y se lo fue tragando de a poco.
Lalo salió de Rocío que quedó tirada en la cama con la piernas abiertas de la cual salia mi semen y el de Lalo, Paola se sentó en el piso y yo fui a buscar más cerveza. Los serví y volvimos a charlar mientras descansamos.
Estábamos casi acabando la cerveza cuando Rocío se queja:
-Hijos de puta los dos me llenaron de leche la concha -.
mientras intentaba limpiarse de la conchita el semen con la sabana. Paula y Lalo estaban sentados en el piso abrazados, y le contesta:
-No se que le hiciste en esa cogida pero tu machito me hizo atragantar con su leche-.
Y Rocío responde a las carcajadas:
-Eso es lo que más te gusta puta de mierda-.
Entonces les largue con artillería pesada.
-A mi lo que más me gusta es ver a dos hembras coger entre ellas-.
Rocío me miró a los ojos y luego miró a su hermana y lo que vio en su cara no le gusto.
-Para hija de puta, soy tu hermana, la concha de la lora.
Tome a Rocío del cuello y la bese en los labios, ese beso la sereno, me gustaba Rocío y me daba cuenta que yo también a ella. Me tomó del pelo y comenzamos a besarnos apasionadamente. Empecé a bajar por sus tetas su ombligo y llegue a su conchita la despeje con los labios y encontré su clítoris, la empecé a editar con la lengua mientras Paula y Lalo hacían lo propio.
Rocío cayó hacia atrás en la cama con mi cabeza sobre su vagina, en eso veo a Lalo ya con su pija bastante parada se apoya sobre Rocío como para hacerse una paja con sus tetas o dársela para que se la chupe. Mientras se besaban con Paula. 
En eso siento una caricia en mi espalda, que me hace apartar mi boca de la cancha de Rocío, era Paula que me hacía señas para que me aparte.
Fue increíble, pero desde que los labios de Paula tocaron la cancha de su hermana Rocío comenzó a gemir de manera demencial. Estaba teniendo un orgasmos fabuloso con la lengua de Paula. Me acerqué a Rocío y le apoye la pija en los labios, ella abrió la boca y tomo mi pija con una mano, entonces cayó en cuentas de lo que pasaba.
Apartó a Lalo de un empujón soltó mi pija y gritó:
-Loca loca, que me haces!!! Mi amor!!!-.
Tomo a Paula del pelo y se movía restregando su conchita por toda la cara de su hermana. Mi pija estaba a su alcance y se la metió en la boca, Lalo entretanto se ubicó detrás de Paula metiéndole toda su pija en la concha.
Paula gemía con la boca metida en la concha de Rocío que no paraba de gemir con mi pija en su boca. Pero en un momento todo cambió.
Lalo salió intempestivamente de la cancha de Paula y volvió a entrar pero en su colita. Obviamente ella no estaba preparada para eso, lago todo y comenzó a gritar.
-Para pelotudo. Para!!!!-
Paula se retorcía y gritaba, pero Lalo no paró siguió empujando y empujando hasta mandarsela completita por el culo. Recién cuando las nalgas de Paula chocaron contra Lalo él paró un momento, Paula respiraba muy hondo por la boca, entonces Lalo comenzó a sacarla casi completa y volverla a meter entera provocando los gritos de Paula.
Rocío largo mi pene y decidió ayudar a su hermana, pero contrariamente a lo que yo pensaba, se metió entre las piernas de Lalo y llegó hasta la concha de su hermana y comenzó a comérsela.
Paula se fue calmando y tomándole el gusto a la terrible sodomizacion. En eso veo que Rocío, que estaba ya chupando toda la cancha de Paula, abre las piernas así que la penetró por la concha.
Moví mi pija y la ubique en el ano de Rocío ella se abrió la nalga con una mano, invitándome. Así fui entrando hasta estar por completo dentro de ella.
Paula tuvo un orgasmo violento y Lalo la siguió casi de inmediato, la sacó mientras echaba la leche la cual se derramó del culo de Paola hacia su conchita y por ende a los labios de Rocío. Que quedó con la cara llena de las acabadas de Lalo y Paola.
Yo no aguante ese espectáculo sublime y me vacie en la cola de Rocío gimiendo como un tarado. Quedamos tirados en la cama los cuatro, entre semen, caca y flujos de mujer, así que al rato nos fuimos a bañar los cuatro.
Al despertar a la tarde del otro día obviamente estábamos al palo y nos la volvimos a coger haciendo cambiazo de vez en cuando.
Nos quedamos las dos semanas. Las cuales nos la pasamos a todo sexo, encontrarse 3 de nosotros en el departamento era automáticamente una orden de trio. Aunque Rocío nunca dejo que Lalo se la meta por la cola, disfruto varias veces montar su pija mientras yo le atendía la cola.
Poco q poco perdimos contacto con los años pero queda el recuerdo en mi de dos hembras maravillosas.

4 comentarios - Rocío y Paula, hermanas misioneras

Tom_Bishop +1
Muy buena historia y bien contada!