El pervertido oculto Dentro de mí

HISTORIA FICTICIA
Vivo en la ciudad de México al ser una de las grandes metrópolis ya se imaginaran el caos que esto puede ser.
El subir al metro provoca muchas sensaciones en mi porque si hay algo que me excita es ver a las mujeres arregladas para ir a trabajar con ese estilo entaconadas y de traje sastre blusas casi siempre traslúcidas que dejan notar su brassier y si corres con suerte se marcan sus pezones.
Pero en esta ocasión llama mi atención una universitaria va sentada y yo de pie a unos metros de ella, trae puesto un vestido escotado con el cual deja ver un poco de esos atributos que Dios le dió es de piel blanca tan blanca como la leche, su cabello es teñido de un tono rojizo (uffff con lo que me excitan las pelirrojas).
Estaciones pasan el metro se llena cada vez más por lo que es más difícil mirarla por fin llegamos a una estación de transborde baja más gente de lo esperado y se hace el espacio suficiente para que yo pueda avanzar hacia la universitaria y admirar esos pechos naturales grandes, me han provocado una erección, para mí fortuna se desocupa el asiento que está al lado de ella sin dudar lo ocupo pero no por mucho tiempo ya que en la siguiente estación se sube una señora mayor y por educación lo cedo, para mí sorpresa y fortuna llega una mamá con niño en brazos, la universitaria también cede el asiento, ahora que la veo de pie notó que su vestido es amplio de abajo. Parece que los planetas se alinearon a mí favor el metro se vuelve a llenar, pero esta vez tanto que a nuestros cuerpos se encuentran frente a frente y los separan tan solo milímetros podemos sentir nuestra respiración y con ello llega el olor a su perfume es aroma dulce para algunas personas no les puede agradar pero para mí entre más dulce el perfume mejor nuestras miradas chocan la sostenemos unos segundos y ella la evade no solo eso sino que me da la espalda. De repente una frenada brusca. Todos los que viajamos en metro sabemos de esos enfrenones que se dan y como nos molestan, use todas mis fuerzas para no irme sobre la chica pero ella casi se cae la alcance a sujetar le pregunté si se encuentra bien??? -Sí muchas gracias. Antes de llegar a la siguiente estación se da otro freno el metro pero está ocasión no me logro contener y le hago sentir a la chica mi erección ella solo me voltea a ver y me lanza una sonrisa de complicidad.
Después de esto el viaje se volvió mucho más interesante pues ya no necesite del mal manejo del operador del metro para recargar mi miembro en sus nalgas y lo mejor de esto es que ella se restregaba en mi miembro también, además de hacerle sentir mi respiración en su cuelloy ver cómo su piel reaccionaba poniéndose chinita, se voltea hacia mi - Quieres ver algo por supuesto asentí. Ella separó el escote de su vestido dejandome ver por un instante su pezón!!!....Wooooowwww. Jamás había visto algo así era de areola grande y pezón finito ambos de un tono rosa de esos que se encuentran uno en un millón.
Ella simplemente me sonrió dándome la espalda nuevamente, yo sentía como mi verga palpitaba después de ver por un instante su teta, mi mano fue por debajo de su vestido y empecé a acariciar sus nalgas su piel estaba muy suave.
Nunca nos dimos de cuantas estaciones recorrimos hasta que se anunció que la próxima era la terminal toda la gente se alistó para salir del vagón, todo ese va y ven de la gente lo aproveche para sentir la humedad de su sexo ella solo ahogo un gemido no descendimos (aprovechamos el pequeño viaje que hace el metro para incorporarse a su nuevo carril) yo seguí con mi dedo dentro de su vulva, ya no estaba húmeda literalmente hablando empapada no podía desaprovechar está situación la lleve a un asiento para saborear su sexo quien se podía negar su sabor no era fuerte estaba recién bañada estos eran sus primeros jugos del día y vaya que néctar tan delicioso. Teníamos que ser más rápidos el metro estaba por llegar al nuevo andén así es que rápidamente le quite su calzón no era tanga era algo mejor un cachetero de color guinda, yo ya estaba muy excitado como coloquialmente se dice ya tenía la vela chorreando. En cuanto se la metí sentí sus jugos vaginales y como arqueó la espalda del orgasmo que estaba sintiendo yo no necesito más de 5 embestidas para venirme dentro de ella,de su bolsa de mano saco una toallita húmeda para limpiarse y se puso un tampón me dijo mi calzón quedatelo de recuerdo y eso hago lo guardo como un trofeo todo esto fue justo a tiempo el metro ya entró a su nuevo carril para emprender otro viaje más y porque no.... Otras 2 personas tengan una historia así de interesante.

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