La ruta

Era una tarde de verano... tatiana y santiago, una chica que trabajaba de moza en una cafetería y un joven pistero de una estación de la zona, de novios ya hacia un par de años, decidieron tomarse un rato para pasar juntos. Termo y mate, moto y un rato a la rambla, ya que en ese momento con el unico capital que contaban era el tanque de nafta lleno, y una caja de puchos recién empezada. 
Cuando ya estaba empezando a caer el sol les parecio buena idea ir hasta la casa de un amigo que hacia tiempo que no veian, guardaron sus cosas se pusieron los cascos y arrancaron. Estaban a poco mas de 20km de la casa de este amigo y sabian que el viaje no duraria mas de 20 minutos. Subieron a la ruta que ya conocian y empezaron a andar suave. 
El andar en moto tranquilos por la ruta para ellos era simplemente un paraiso que disfrutaban juntos. El tenia su estilo veraniego, bermuda de jean, un calsado liviano sin medias y una gastada camisa a cuadros que usaba siempre arremangada.
Ella, por otra parte, tambien llevaba su ropa de verano pero que llamaba mucho mas la atencion, su short de jean negro gastado y rasgado que dejaba ver lo justo y necesario como para tener que acudir a la imaginacion, una camisa rosada palida de manga corta entallada en su cintura que parecia esculpida a mano, con un top negro por debajo que no dejaba que se viera lo que la camisa no podia contener, y unas romanitas bien playeras que le daban ese toque que la hacia ver relajada y comoda todo el tiempo.
Cuando se encontraban ya por la mitad del camino deciden frenar a fumar un pucho ya que ahi habia un barrio chico con una plaza y poca cosa mas. Difrutan de su cigarro como parte del ritual se sacan algunas fotos y cuando lo terminan ven que la rueda trasera de la moto tenia algo que les llamaba la atencion, la goma estaba hinchada como a punto de safarse a lo que Santiago decide preguntarle a un hombre que iba pasando si sabia de alguien que lo pueda ayudar, el hombre muy gentil les indica donde hay una gomeria a unas calles de ahi, y se dirigen despreocupados pensando que seria algo que se podria arreglar muy facil y que podrían entender que no llevaban ni un peso con ellos. 
Al llegar a la gomeria ya era casi de noche y el joven estaba a punto de cerrar, les hace seña desde adentro del aquel galpon y les dice que pasen.
—buenas tades— dice el joven que trabajaba en el lugar
—buenas tardes, Santiago mucho gusto— contesta
—Diego— responde el gomero y pregunta —en que los puedo ayudar?
—mira veniamos andando lo mas bien, paramos a fumar un pucho y vimos esto así—le muestra la rueda—y la verdad ni idea que paso ahi queria saber si se puede acomodar o que onda porque la verdad no pensabamos venir hasta aca y andamos sin un peso.
El gomero mira la rueda y despues de darle un par de vueltas lo mira y le dice un poco risueño —no se como hiciste para q esto no explote mientras andavas mira— le muestra una cubierta nueva que tenia el y le dice —ves eso? Se llama talón, mira tu rueda
Santiago entendió la grabedad del problema y pregunta —que solucion puede haber?
—en realidad la unica que te queda es cambiar la cubierta
Santiago con su sentido del humor de siempre se dirige a su novia y le dice sonriendo
—bueno amor, nos la jugamos a explotar en la ruta o caminamos 10 km 
A lo que ella se dirige a Diego y pregunta —no hay manera de solucionar?
Diego mira y hace una seña con las manos como diciendo si! Pero hay que pagarlo!! Santiago interrumpe el silencio —amor vos no te animas a hacer algo con el hombre, (Refiriendose a diego) como forma de pago por la cubierta nueva? 
Tatiana queda roja totalmente y se ríe, todos se rieron al mismo momento hasta que Diego comenta —bueno no estaria mal pero mira que es cara esta cuebierta. 
Continuó la risa hasta que Santiago, con tono desafiante pero de chiste insiste —mira que ella con la boca en un rato paga dos cubiertas no una; las risas seguian.
Tatiana ya no sabia que hacer por su vergüenza, pero sin embargo, algo en su cara decia que la idea no le disgustaba por completo.
Cuando ella miro a Diego analizando la oferta que había hecho su novio, vio que era un tipo con calle, educado, simpatico, y tenia una sonrisa que llamaba la atencion, un tanto moreno, delgado pero bien definido; usaba una remera un poco ajustada que dejaba ver que se marcaban un poco tanto los musculos de sus brazos como de su abdomen, cuando continuó bajando la mirada sintió una cierta ansiedad al pensar que tal vez no era mala idea la oferta que su novio habia hecho, y que ademas la opcion de caminar 10 km no era muy tentadora.
Otra vez Santiago rompe el silencio y dice
—bueno amor, caminamos? 
—gordo, en serio, 10km?
—la otra opcion ya sabes cual es— dice Santiago pero nota que ella no se ríe, si no que lo mira desafiante y responde
—bueno antes que caminar, no estaria mal
Se hace un silencio en la gomeria que los puso a todos nerviosos, Diego mira a los dos y no dice nada y Santiago le dice a Diego muy calmado —bueno sentate tranqui y disfruta que ella paga.
Se hace un suspenso tenso, ella se rie y mira a Diego, el no lo puede creer y pregunta —es en serio? Miren que yo no tengo problema por mi lo hago.
Ella se rie y queda roja, Santiago responde tambien entre risas
—amor no te cree ponete de rodillas y que se acerque a ver si con eso entiende
Ella muy nerviosa mira a Diego y se arrodilla,
Diego se acerca muy lento y queda en frente de ella.
Santiago estaba muy tranquilo y decidió prender un cigarro y sentarse en una llanta mientras diafruta del show
Tatiana y Diego quedaron a la altura justa donde tenian que estar para que ella pueda pagar la cubierta, y Santiago, le dice a Diego
—tratala mal que le gusta no esperes por ella
Diego ya estaba empezando a ponerse mas caliente y Tatiana veia como aquello que era solo un pantalon tomaba forma y un tamaño que a ella le estaba tentando.
En su cabeza, Tatiana, pensaba que mas que un pago iba a ser una aventura, nunca se había imaginado algo tan grande entrando en su boca, la idea la volvia loca. 
Su pensamiento fue interrumpido por la mano de Diego que la agarró de la nuca y la llevo directo a su pantalón, donde ya lo grande era enorme y ella lo miro a los ojos desde ese ángulo con cara pervertida, volvio la mirada hacia su novio y puso una cara tierna casi como pidiendo perdón, asumiendo que iba a disfrutar mucho lo que estaba por hacer.
Lentamente comenzo a morder y acariciar con la boca y las manos cuando Diego empezo a desprenderse el pantalón dejando que ella siguiera en su boxer.
Ella beso el boxer y mirando nuevamente a los ojos del gomero dijo —perdon por los nervios nunca habia probado algo tan grande
Diego, ahora lleno de confianza y con una mirada un tanto soberbia pero compradora le pregunta —no? Y que tanto queres probar? 
Ella no aguanto mas bajo el boxer de un solo tiron y empezo a chupar suave y con mirada de provocación, sentia el grosor en sus labios abiertos como nunca y notaba que por mas que intentara no lograba meter en su boca mas de la mitad, agarro con su mano y dejo la cabeza al descubierto y pasando la lengua miro a su novio, el se reia y disfrutaba de ver como se tentaba cada vez mas con eso tan grande. Sonriendo le pregunto a su novio
—podemos romper cubiertas todos los dias amor? El solo sonrió.
Diego pidió para sentarse cómodo en una silla mientras el espectáculo seguia, ella asintio con la cabeza sin dejar de ocupar su boca en lo que estaba haciendo.
Diego trajo una silla se sentó de piernas abiertas y se recosto, aquello parecia aún mas grande y ella no resistió la tentacion, hasta que por fin pregunto a su novio: —amor te molesta si hago algo mas? El solo asintió con su mirada y Diego vio su oportunidad.
La agarró de la cadera empezó a jugar con su boca sobre el vientre de ella y comenzó a sacarle de a poco el shortsito, cuando ya estaba desabrochado, agarro el short y la ropa interior y bajo todo de un tiron, la dio vuelta bruscamente y se puso de pie, susurro a su oido: 
—asi que ge gusta que te traten mal? 
La empujó sobre una máquina de desarmar ruedas, le golpeó fuerte una nalga y la tomo con fuerza del pelo cuando le volvio a hablar al oido: 
—nunca vas a olvidar esta pija
- A ella se le escapo un suave gemido al escuchar eso, cuando sintio que suavemente estaba empezando a sentir q la iba a meter, sintio a penas la cabeza, mas grande de lo jamas había sentido cuando de repente la agarra de la cadera y de un solo empujón entra toda, su grito se sintió de todos lados.
- El la dejo asi un instante apretando fuerte la cadera de ella contra su pelvis.
- Ella empezo a penas a temblar y el comenzo a darle desenfrenado, como si la quisiera romper, ella no paraba de gritar, el cada vez lo hacia mas fuerte, ella parecia haber olvidado que su novio estaba ahí, expectante de todo.
- Diego le levantó la pierna derecha y ella parecia gozar aun más, así pasaron varios minutos hasta que Tatiana por fin recordó la presencia de su novio, y volteó a verlo mientras diego seguía cada vez mas fuerte.
- Ella lo miro con esa cara, casi pidiendo perdon pero con tanto placer al gemir, era obvio que le encantaba lo que estaba haciendo.
- Al instante su orgasmo fue tan intenso que le hizo una seña a diego que parara, a lo cual el sigui un poco mas y hasta una nueva seña el no se detuvo, cuando salio ahi quedo ella, apoyada en la maquina, temblando y sudando y mirando a su novio casi como diciendole "ojala me cojieran asi todas las noches" Diego la miro la tomó por el pelo y le dijo apoyandole eso tan duro y mojado en su cara: —sacame toda la leche putita
- A ella le gustó tanto la oferta que no dudo en chuparla como jamas lo habia hecho, entre arcadas y manos lo vio que comenzaba a temblar
- Cuando ya estaba a punto de acabar, diego no se resistio y le empujo la nuca descuidadamente, ella se atraganto y en ese justo momento Diego exploto de placer
- Ella nunca habia visto que alguien acabara tanto, trago lo que pudo hasta que saco la boca y lo masturbo con la mano, haciendo que acabara un poco mas que terminó ensuciando en parte su boca por fuera, cuello y pecho.
- Sin duda habia sido el orgasmo mas intenso de su vida, aún le daba un poco de vergüenza mirar a su novio, quien gozaba de una fuerte erección
- Como pudo ella limpio todos los rastros de placer que estaban sobre su cuerpo y pregunto con voz muy suave y delicada mientras miraba con cara angelical:
- —Quedó paga la cubierta? 
- Diego sonrió y asintió con la cabeza mientras se sentaba plácidamente en la silla y dejaba escapar un suspiro.
- Ella se vistió besó a su novio y le dijo:   —cada vez que pinchamos la moto venimos que yo pago el arreglo
- Todos rieron, esa hermosa pareja subió a su moto, se despidieron del gentil gomero y arrancaron.
- Ella susurro al odio de su novio —espero que esto vuelva a pasar

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