Buscando llegar mas lejos (4°)

Paso un tiempo desde la sugerencia que le hice a Vero de ir con la boca llena. Yo tenia algunos quilombos en mi trabajo, y me distraiían un poco de mi relación con esta hermosa mujer casada. Ella también aprovecho para hacerse tiempo para ella, se fue a la provincia a visitar a su familia, y aunque lo negó, me juego que hizo de las suyas por allá, y me parece perfecto que lo haya hecho. Era una mujer muy hermosa como para que nadie intente acercarse. Cada tanto hablábamos por teléfono, que hacés, que hago, te extraño, y todo eso, pero los dos estábamos bien tomándonos un tiempito.
Ese tiempito fue de cerca de 6 meses, y debo admitir que, a pesar de mis aventuras de todo tipo, ya la extrañaba. Y para confirmar que toda esta historia era rara, el cornudo de Tito no fue a buscarla a Retiro, le dijo que se tome un remise y listo. Y adivinen quien fue el chofer de ese remise con servicio personalizado, jajaja. Atrevido el remisero, la esperó con un ramo de flores y la abrazó sin disimular una mano bien metida en la cola, levantándole la mini. Vero era muy vergonzosa, pero en ese momento no le importó que otros le vieran las nalgas. De más está decir que no fuimos directo a su casa, pasamos por un hotel a matarnos un turnito.
Al día siguiente retomamos la rutina del noviazgo, y mientras estábamos cogiendo, me recordó lo de Tito y el beso con leche, que lo quería hacer pronto. Unos días después, acordamos en hacerlo a la noche siguiente. Esa noche, después de cenar, Vero “sale a fumar” y viene a comenzar con el plan. Estaba super ansiosa por saber si reaccionaria distinto su marido, y yo me moría de ganas de estar ahí, viendo la escena, pero era imposible, al menos por el momento. De tan apurada que estaba, no disfrutó del pete como siempre lo hacía, me pajeó rápido para ordeñarme al toque y se fué sin siquiera decirme chau.


Buscando llegar mas lejos (4°)


Entra a la casa y lo encuentra a Tito en el sillón del living, sirviéndose un whisky que no le deja probar para comerle la boca con la suya llena de leche, también tenía algunas gotas en los labios y alrededor de la misma, que no se había dado cuenta (o no quiso) de limpiarse.
V – Mm, amor, me gusta que te toques cuando te beso así
T – Ahg
Vero y Tito jamás habían hablado de sexo, ni siquiera en las pocas veces que lo consumaron, pero ella estaba superada por la situación.
V – Si mi amor, chupame toda la boca, yo te sigo pajeando, me encanta…
T – Ag!
Y Tito acabó en la mano de su esposa. Se fue a lavar las manos, contenta por haber tenido algo con su esposo, aunque fuera raro. Pero lo que Vero no sabía, es que lo más raro estaba por desatarse.
Al volver al sillón, Tito se para frente a ella y le dice:
T – Ya sé que coges con otro
Vero se puso roja como un tomate, pero trato de negarlo.
V – Que! Que decis? Estas loco?
T – Me vas a decir que recién no tenias semen en la boca?, Dale! Está bien, incluso sé quién es, me duele un poco porque acá viene como amigo de ambos, pero ya sé que Santi te coge hace unos años.
Vero se quedó totalmente helada. No podía reaccionar, cree que Tito le siguió diciendo cosas, pero solo podía pensar en que se le estaba cayendo el mundo encima.
Vero, estas escuchando? (volvió en sí)
T – Te repito, hace rato que lo sabia, pero te veo tan bien, tan radiante, como cuando te conocí, no quise arruinarte la historia, pero con estos besos que me estuviste dando con gusto a macho, hiciste que me pasen cosas…
V – Sos puto?
T – No sé si soy trolo, me gustan las mujeres, pero en ese primer beso con leche sentía que me estallaba la chota, solo pensaba como te estaría cogiendo algún afortunado, y más me calentaba. Después de esa noche, cada vez que puedo me pajeo pensando en verte cogiendo con otro.
V – Pero… como sabias que era gusto a leche?
T – Desde chico cada vez que me pajeaba me chupaba los dedos, no sé por qué lo empecé a hacer, pero siempre lo hice y me gusta el sabor.
Vero no podía salir de su asombro. De repente conoció a otro hombre, éste no era su marido, el tipo que ya hacia como trece años que no la cogía, con quien jamás había siquiera mencionado la palabra “sexo”.
T – Por favor, no quiero cambiar nada de cómo estamos los tres, me hace feliz verte bien atendida en todo, no vayas a dejar de verte con Santi por esto que estamos hablando.
V – OK (tímidamente)
T – Es más, se me ocurre algo, quisiera verte coger con él. Te animas?
V – Eehhh
T – Bueno, pensalo tranquila, háblalo con Santi, y otro día me decís. Que duermas bien.
Vero quedó totalmente aturdida. Estaba sufriendo una tormenta de pensamientos y de sentimientos tan dispares que no sabía qué hacer. Al otro día me contó lo que había pasado, y la noté mal, por eso no le pregunté nada, escuché lo que podía decirme. Sólo le recordé que siempre podría contar conmigo para lo que fuera, pero la iba a dejar tranquila, sin molestarla hasta que ella quisiera. Por las dudas, no me quedé sentado esperando, cada vez que pintaba algo con alguien, le daba para adelante, sin hacer distinción de piel ni de género.
Tuvieron que pasar casi 4 semanas para que pudiera digerir lo que estaba viviendo, y me llamó para vernos. Comenzó como una salida tranquila, de pareja de varios años, sin hacer demostraciones de efusividad en público. Por supuesto que después fuimos a un hotel, pero esta vez fuimos a uno que nunca habíamos visitado. Tiene habitaciones temáticas y cuesta mucho dinero, pero como siempre, pagaba el cornudito, así que no me hice mucho problema. Después del primer polvo, me dice que quería cogerme más seguido en su casa, en su cama, a ver si Tito decía algo. Lo que me estaba ocultando era su verdadero plan, cumplir el pedido de su marido y que pudiera verla cogiendo.

2 comentarios - Buscando llegar mas lejos (4°)

DnIncubus
Hey te salieron las cosas bien, ya no tienen que ocultar nada, al tipo le gusta la onda esa, por qué andan confundidos? No entendí, hubiera sido malo si el se hubiera molestado, enhorabuena bro, cogetela con confianza, sube si hay más
Miguelan12345
Yo creo que los pasa a valores cuando los tenga a los dos juntitos