...
Marlene no volvió con este masajista... le daba vergüenza, así que buscó a otro, pero obtuvo el mismo resultado...
Ella buscaba hombres fuertes, vigorosos, bien parecidos... tenían que ser de su edad o un pooco menores, pero de ninguna manera un hombre mayor... ella pensaba que un hombre mayor sería fácil. Sus masajistas todos fueron menores que ella,... tal vez el más viejo estaba rondando los 30 y ninguno se propasó con ella... tal vez pensaban igual que ella y no querían a alguien mayor?
Marlene conocía discotecas donde podía encontrar sexo fácil, cosa de una noche, pero estos sitios son frecuentados por señoras mayores rondando los 60, hombres horribles, gente de bajo estatus social, con problemas económicos... y esos no eran sitios para ella... pero tampoco tenía experiencia en prostitutos, nunca había escuchado de algún sitio prestigioso para mujeres... y eso realmente tampoco la emocionaba mucho porque ella quería un romance secreto, una aventura, algo escondido y seguro, un romance sin obligaciones, algo con adrenalina, y pagar por sexo no era algo tan exitante... aunque ya lo estaba considerando, sólo por morbo...
Tenía hasta miedo de buscar en internet información al respecto, tampoco sabía cómo hablar del tema con sus amigas, qué iban a pensar... cada noche se acostaba pensando en cómo abrir el tema sin ser atrevida, sin dar pistas...
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Un día salió de fiesta con sus amigas y se fijó que una de ellas coqueteaba con el mesonero y él le correspondía... las demás no se daban cuenta... Marlene aprovechó el momento para sacar información:
- hey! tú estás casada! qué estás haciendo?
- qué hice? sólo le piqué el ojo...
- pero estás casada! cómo te atreves?
- qué va Marlene.. qué te pasa?? todas lo hacen... no me vengas con que eres una santa
Marlene quedó muda y se sintió señalada, como si su amiga supiera sus intenciones... pero claro, era solo el remordimiento de consciencia el que la señalaba...
Se volvió a llenar de corage y seguridad
- yo no he dicho que soy santa, te estoy preguntando que cómo te atreves
otra amiga intervino:
- ay ya Marlene, déjalo pasar... ella no se lo va a garchar, o sí? xD
todas se cagaron de la risa, menos Marlene... y continuaron con la conversación, hablando de chicos, con cuántos se habían acostado antes del matrimonio, si alguna había sido infiel y la cosa siguió así... salió a relucir también el tema de la pornografía, algunas se grababan garchando con el marido y luego borraban los videos, y cosas así... Marlene estaba alarmada pero absorbiendo todo como una esponja.. su plan había funcionado
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Luego de esa noche Marlene quedó estupefacta porque se dio cuenta de que era muy fácil acceder al porno y de una vez pensó en su hijo... así que contactó con su proveedor de internet para que le instalaran lo necesario y poder controlar todo lo que se veía en su casa... En cuanto el sistema estaba funcionando, se dio cuenta de lo obvio: su hijo era consumidor de porno, pero Marlene no sabía que hacer, castigarlo? prohibirlo? regañarlo? aconsejarlo?... pensó que haber instalado eso fue mala idea, porque ahora sabía lo que pasaba, pero tampoco sabía cómo actuar... antes era mejor sin saber nada...
Pero eso tuvo un efecto secundario: tenía direcciones de páginas porno a la mano...
Marlene era astuta y contactó nuevamente con su proveedor de internet y les informó que en su programa veía las direcciones de páginas visitadas pero en el navegador web de su hijo no había registro de nada... tal vez la gente al otro lado del teléfono se burlaba de ella, pero le dieron a conocer la maravilla de borrar el historial o algo mejor: el navegador incógnito!
Hizo pruebas y tenían razón, no se podía saber qué sitios visitó... lo que la llevó a la idea de meterse por primera vez en un sitio porno... ya lo tenía todo: direcciones y cómo no ser descubierta. Y así lo hizo, una noche encerrada en su cuarto comenzó a ver cosas que no había visto antes. Se sentía como una puberta masturbándose frente a su PC, acostada en la cama...
Cada tarde que se quedaba sola aprovechaba para ver porno, leer historias eróticas... un nuevo mundo se abría para Marlene y su crisis comenzaba a calmarse...
Pasados 3 años ya era una experta del porno; su problema existencial se había esfumado... ahora todo lo resolvía con una buena copa de vino, un buen video o historia caliente, y a la cama a darse dedo... si su marido estaba o no, eso ya no le preocupaba, si sus hijos estaban en casa o no, tampoco... había cambiado un poco la visión de todo... sin embargo, consideraba que estaba viendo mucho porno y que ya era hora de ponerle freno
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Su hija ya había crecido (pero todavía le faltaba para sacar la licencia de conducir), se veía que sería una mujer muy hermosa, bueno, ya lo era y el mejor amigo de su hijo (2 años mayor que ella) comenzó a visitarla muy seguido... esto no le gustó mucho a Marlene; ella había escuchado historias de este chico, todos en el salón lo admiraban porque según él, ya había tenido novias y se había acostado con un par de ellas... y ella no quería que su hija fuera una más del montón...
En una de estas visitas Marlene lo confrontó cara a cara, aprovechando que su hija se estaba bañando.. el chico casi se caga en los pantalones del miedo y confesó la verdad: nunca había tenido novia, nunca había besado a una chica, todo era mentiras pero a sus amigos les gustaba escuchar sus historias... Marlene siguió preguntando y él confesó que eran las historias de sus hermanos mayores, él las escuchaba y luego las repetía... a ella le pareció que estaba diciendo la verdad y dejó al chico en paz
Al parecer todavía no eran novios y él la visitaba cada día... Marlene sabía que su hija estaba enamorada de él, pero le parecía muy extraño que no eran novios... el chico de verdad era muy virgo para no notar que su hija lo quería... Marlene obviamente no se metía en ese tema.. simplemente los dejaba seguir...
Con el paso de las semanas, notó que el chico siempre tenía una gorra, no importaba la hora, no importaba el clima, siempre tenía una gorra cuando iba para su casa... lo notó porque lo vio un par de veces en la calle y no llevaba la bendita gorra... Marlene era muy detallista y eso le llamó la atención, algo tenía que estar escondiendo...
A la siguiente visita el chico llevó su gorra como siempre, Marlene estuvo muy pendiente siguiendo su miranda usando cada espejo, cada reflejo de las ventanas, vidrios.. algo trataba de esconder este chiquillo... La sorpresa de Marlene fue que este mocoso la seguía a ella con la mirada y usaba la gorra para esconder sus ojos!
De manera muy agazapada, él le miraba los senos y culo... Marlene no estaba muy segura de lo descubierto, pero tenía que intentar algo... fue a su habitación y se cambió la blusa por un escote y regresó a la sala donde estaba él con su hijo... se acercó a ellos y dejó caer algo a propósito, cuando se agachó a recogerlo, vio por el reflejo del tv que definitivamente le estaba mirando las tetas
Marlene sintió un calor que le entró por la panocha y le subió hasta la garganta... fue directamente a la cocina a tomar agua y a darse cachetadas. Ella misma se regañaba... qué está pasando? es un mocoso de la edad de tu hijo! Marlene trató de poner distancia con el chico, pero era imposible, él la seguía para todos lados y se escondía detrás de su gorra... Pasaban los días y nada cambiaba en la actitud de este pajero. Marlene ya se había acostumbrado y se dijo a sí misma que a nadie le hacía daño que ese mocoso se pajeara pensando en ella, si es que lo hacía... de vez en cuando ella se vestía provocaticamente, pero nada del otro mundo, simplemente una licra corta, blusas pegadas, y el chiquillo quedaba hipnotizado
Un día llegó del trabajo, eran como las 3pm, se suponía que no había nadie en casa y a lo que ella entró, se dio cuenta que los zapatos de este chico estaban allí... todo estaba en silencio, y su instinto de mujer adulta la hizo pensar en su hija!! corrió de inmediato hacia su habitación, pero estaba vacío, buscó en todas las habitaciones y no encontró nada... fue al jardín y tampoco... estuvo gritando pero nadie aparecía... eso estaba muy raro... él tenía que estar en la casa, ahí estaban sus zapatos... recordó que había olvidado una habitación: la de su hijo... subió de inmediato y allí estaba el crío solo acostado en la cama jugando play station, con los audífonos cubriéndole toda la cabeza... Marlene sintió alivio...
Preguntó por sus hijos y le dijo que el hijo había ido a buscar un control en casa de otro amigo, había ido en bici y se demoraría, y no sabía donde estaba la chica...
Ella preguntó sobre el juego, nada interesante, era need for speed... él la invitó a jugar y ella aceptó. Se sentó a su lado en la cama y él le explicó todo. Ella manejaba muy mal, pero él la motivaba y ella reía...
Muy rápido se fijó que él la miraba de reojo, tanto que ni se daba cuenta cómo estaba manejando de mal y respondía cosas como "sí, sí, vas bien"... Ella hizo una pausa y le dijo que se iba a cambiar, que tenía la ropa del trabajo y quería ponerse cómoda. Se fue para el baño y dejó la puerta entre abiarta con toda la intensión, se quitó la ropa excepto la tanga y se puso a arreglar cosas en el baño, ya saben, limpiar aquí, mover ropa para allá... y el mocoso no tardó en llegar a espiarla.
Cuando ella lo notó, lo ignoró y se sintió como si estuviera filmando una película: las cámaras no existen, eres tú y el papel, el personaje... iba y venía, se agachaba... al final se detuvo frente al espejo y comenzó a sostenerse los senos, y los masajeó un poco... luego se puso de espaldas y se miraba el trasero, apretando y dejando caer sus nalgas... volvió a ponerse de frente y pasó sus dedos por el orillo de la tanga, con la insinuación para bajarla... Marlene pensó que sería demasiado, así que tomó su vestido corto y se lo puso... el pendejo salió corriendo de nuevo para la habitación
Ella entró y él estaba agitado, pero no le hizo comentario alguno. Se acostó también en la cama al lado derecho del joven y era su turno para jugar. Levantó su pierna izquierda y el vestido cayó un poco, descubriendo su muslo.
El mocoso estaba loco con semejante hembra a su lado... el corazón se le iba a salir, pero no sabía qué hacer, ni siquiera estaba pensando, ni siquiera se imaginaba cogérsela, o tocarla, simplemente estaba exitado como nunca, trataba de acomodar la posición porque la erección ya le dolía, y tenía un short deportivo que no tapaba ni disimulaba nada...
Marlene movía su pierna y su vestido seguía cayendo un poco más... ella tampoco sabía qué hacer, nunca había estado en esa situación, sólo se dejaba llevar por su instinto... y fue traicionero:
se acomodó mejor en la cama, haciendo contacto con los cuerpos... él reaccionó de inmediato acercándose más a ella, como si los dos supieran lo que están haciendo, pero nadie decía nada, nadie hacia algo explícito
Justo debajo del tv había una vitrina, ellos se veían reflejados allí y Marlene abrió sus piernas lentamente para que él la pudiera mirar... él estaba respirando muy rápido, casi hiperventilando... Ella colocó el juego en pausa, pero no sabía que decir, qué hacer, y nada ocurría, él tampoco reaccionaba de ninguna manera... la cabeza de Marlene daba vueltas y Felix no quería hacer nada que dañara el momento
...
...
...
...
Su acción fue darle un pequeño beso en la cabeza y él la miró de inmediato con una sonrisa... ella le dijo que no necesitaba la gorra y se la quitó... él estaba cagado y sudando frío.
Marlene se arrecostó sobre su brazó izquierdo y quedando de medio lado le hizo conversa:
- Felix, te voy a hacer otra vez una pregunta...
- sí claro (con miedo)
- de verdad nunca has besado a una chica?
- (negó con la cabeza)
- eehhmm quieres probar? no sé, quieres aprender?
- (afirmó con la cabeza)
- quieres besarme?
- (asintió de nuevo, mientras perdía el aliento)
Marlene comenzó con un pico, ninguno de los dos cerró los ojos, él casi no podía respirar. Ella quería separarse para humedecer los labios, pero él no se desprendía de ella así que empezó a besarlo con la lengua y él repetía todo lo que ella hacía... Marlene se estaba calentando y colocó su muslo derecho sobre las piernas de Felix y tomó sus manos para que la acariciara... en cuestión de segundos Felix se estremeció y quedó tullido en un orgasmo que le torció todo el cuerpo.
Él intentó pararse con prisa, pero ella lo detuvo y lo abrazó... le dijo que nada malo había pasado y lo dejó ir al baño... duró un buen rato... ella se limió el muslo, la habitación quedó por un momento impregnada con un olor a cloro. Cuando por fin salió del baño:
- sra Marlene, creo que mejor me voy (intentando esconder sus partes detrás de la puerta)
- por qué? (Marlene comenzaba a ponerse nerviosa)
- tengo que ir a mi casa
- te sientes avergonzado? o sientes miedo de mí?
- no tengo miedo, pero me da pena
- por qué? (ya un poco aliviada)
- pues, tú sabes... me ensucié... tengo que limpiarme bien
- puedes ponerte ropa de mi hijo si quieres y lavo la tuya
- si llega tu hijo se va a dar cuenta... mejor me voy
Marlene lo acompañó hasta la puerta, él se colocó sus zapatos y antes de irse le preguntó que si la podía besar otra vez, ella lo besó de inmediato y le dijo que si quería que se repitiera, entonces nadie podía enterarse de nada, nadie... él sonrió con felicidad y se fue como un campeón...
Marlene no volvió con este masajista... le daba vergüenza, así que buscó a otro, pero obtuvo el mismo resultado...
Ella buscaba hombres fuertes, vigorosos, bien parecidos... tenían que ser de su edad o un pooco menores, pero de ninguna manera un hombre mayor... ella pensaba que un hombre mayor sería fácil. Sus masajistas todos fueron menores que ella,... tal vez el más viejo estaba rondando los 30 y ninguno se propasó con ella... tal vez pensaban igual que ella y no querían a alguien mayor?
Marlene conocía discotecas donde podía encontrar sexo fácil, cosa de una noche, pero estos sitios son frecuentados por señoras mayores rondando los 60, hombres horribles, gente de bajo estatus social, con problemas económicos... y esos no eran sitios para ella... pero tampoco tenía experiencia en prostitutos, nunca había escuchado de algún sitio prestigioso para mujeres... y eso realmente tampoco la emocionaba mucho porque ella quería un romance secreto, una aventura, algo escondido y seguro, un romance sin obligaciones, algo con adrenalina, y pagar por sexo no era algo tan exitante... aunque ya lo estaba considerando, sólo por morbo...
Tenía hasta miedo de buscar en internet información al respecto, tampoco sabía cómo hablar del tema con sus amigas, qué iban a pensar... cada noche se acostaba pensando en cómo abrir el tema sin ser atrevida, sin dar pistas...
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Un día salió de fiesta con sus amigas y se fijó que una de ellas coqueteaba con el mesonero y él le correspondía... las demás no se daban cuenta... Marlene aprovechó el momento para sacar información:
- hey! tú estás casada! qué estás haciendo?
- qué hice? sólo le piqué el ojo...
- pero estás casada! cómo te atreves?
- qué va Marlene.. qué te pasa?? todas lo hacen... no me vengas con que eres una santa
Marlene quedó muda y se sintió señalada, como si su amiga supiera sus intenciones... pero claro, era solo el remordimiento de consciencia el que la señalaba...
Se volvió a llenar de corage y seguridad
- yo no he dicho que soy santa, te estoy preguntando que cómo te atreves
otra amiga intervino:
- ay ya Marlene, déjalo pasar... ella no se lo va a garchar, o sí? xD
todas se cagaron de la risa, menos Marlene... y continuaron con la conversación, hablando de chicos, con cuántos se habían acostado antes del matrimonio, si alguna había sido infiel y la cosa siguió así... salió a relucir también el tema de la pornografía, algunas se grababan garchando con el marido y luego borraban los videos, y cosas así... Marlene estaba alarmada pero absorbiendo todo como una esponja.. su plan había funcionado
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Luego de esa noche Marlene quedó estupefacta porque se dio cuenta de que era muy fácil acceder al porno y de una vez pensó en su hijo... así que contactó con su proveedor de internet para que le instalaran lo necesario y poder controlar todo lo que se veía en su casa... En cuanto el sistema estaba funcionando, se dio cuenta de lo obvio: su hijo era consumidor de porno, pero Marlene no sabía que hacer, castigarlo? prohibirlo? regañarlo? aconsejarlo?... pensó que haber instalado eso fue mala idea, porque ahora sabía lo que pasaba, pero tampoco sabía cómo actuar... antes era mejor sin saber nada...
Pero eso tuvo un efecto secundario: tenía direcciones de páginas porno a la mano...
Marlene era astuta y contactó nuevamente con su proveedor de internet y les informó que en su programa veía las direcciones de páginas visitadas pero en el navegador web de su hijo no había registro de nada... tal vez la gente al otro lado del teléfono se burlaba de ella, pero le dieron a conocer la maravilla de borrar el historial o algo mejor: el navegador incógnito!
Hizo pruebas y tenían razón, no se podía saber qué sitios visitó... lo que la llevó a la idea de meterse por primera vez en un sitio porno... ya lo tenía todo: direcciones y cómo no ser descubierta. Y así lo hizo, una noche encerrada en su cuarto comenzó a ver cosas que no había visto antes. Se sentía como una puberta masturbándose frente a su PC, acostada en la cama...
Cada tarde que se quedaba sola aprovechaba para ver porno, leer historias eróticas... un nuevo mundo se abría para Marlene y su crisis comenzaba a calmarse...
Pasados 3 años ya era una experta del porno; su problema existencial se había esfumado... ahora todo lo resolvía con una buena copa de vino, un buen video o historia caliente, y a la cama a darse dedo... si su marido estaba o no, eso ya no le preocupaba, si sus hijos estaban en casa o no, tampoco... había cambiado un poco la visión de todo... sin embargo, consideraba que estaba viendo mucho porno y que ya era hora de ponerle freno
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Su hija ya había crecido (pero todavía le faltaba para sacar la licencia de conducir), se veía que sería una mujer muy hermosa, bueno, ya lo era y el mejor amigo de su hijo (2 años mayor que ella) comenzó a visitarla muy seguido... esto no le gustó mucho a Marlene; ella había escuchado historias de este chico, todos en el salón lo admiraban porque según él, ya había tenido novias y se había acostado con un par de ellas... y ella no quería que su hija fuera una más del montón...
En una de estas visitas Marlene lo confrontó cara a cara, aprovechando que su hija se estaba bañando.. el chico casi se caga en los pantalones del miedo y confesó la verdad: nunca había tenido novia, nunca había besado a una chica, todo era mentiras pero a sus amigos les gustaba escuchar sus historias... Marlene siguió preguntando y él confesó que eran las historias de sus hermanos mayores, él las escuchaba y luego las repetía... a ella le pareció que estaba diciendo la verdad y dejó al chico en paz
Al parecer todavía no eran novios y él la visitaba cada día... Marlene sabía que su hija estaba enamorada de él, pero le parecía muy extraño que no eran novios... el chico de verdad era muy virgo para no notar que su hija lo quería... Marlene obviamente no se metía en ese tema.. simplemente los dejaba seguir...
Con el paso de las semanas, notó que el chico siempre tenía una gorra, no importaba la hora, no importaba el clima, siempre tenía una gorra cuando iba para su casa... lo notó porque lo vio un par de veces en la calle y no llevaba la bendita gorra... Marlene era muy detallista y eso le llamó la atención, algo tenía que estar escondiendo...
A la siguiente visita el chico llevó su gorra como siempre, Marlene estuvo muy pendiente siguiendo su miranda usando cada espejo, cada reflejo de las ventanas, vidrios.. algo trataba de esconder este chiquillo... La sorpresa de Marlene fue que este mocoso la seguía a ella con la mirada y usaba la gorra para esconder sus ojos!
De manera muy agazapada, él le miraba los senos y culo... Marlene no estaba muy segura de lo descubierto, pero tenía que intentar algo... fue a su habitación y se cambió la blusa por un escote y regresó a la sala donde estaba él con su hijo... se acercó a ellos y dejó caer algo a propósito, cuando se agachó a recogerlo, vio por el reflejo del tv que definitivamente le estaba mirando las tetas
Marlene sintió un calor que le entró por la panocha y le subió hasta la garganta... fue directamente a la cocina a tomar agua y a darse cachetadas. Ella misma se regañaba... qué está pasando? es un mocoso de la edad de tu hijo! Marlene trató de poner distancia con el chico, pero era imposible, él la seguía para todos lados y se escondía detrás de su gorra... Pasaban los días y nada cambiaba en la actitud de este pajero. Marlene ya se había acostumbrado y se dijo a sí misma que a nadie le hacía daño que ese mocoso se pajeara pensando en ella, si es que lo hacía... de vez en cuando ella se vestía provocaticamente, pero nada del otro mundo, simplemente una licra corta, blusas pegadas, y el chiquillo quedaba hipnotizado
Un día llegó del trabajo, eran como las 3pm, se suponía que no había nadie en casa y a lo que ella entró, se dio cuenta que los zapatos de este chico estaban allí... todo estaba en silencio, y su instinto de mujer adulta la hizo pensar en su hija!! corrió de inmediato hacia su habitación, pero estaba vacío, buscó en todas las habitaciones y no encontró nada... fue al jardín y tampoco... estuvo gritando pero nadie aparecía... eso estaba muy raro... él tenía que estar en la casa, ahí estaban sus zapatos... recordó que había olvidado una habitación: la de su hijo... subió de inmediato y allí estaba el crío solo acostado en la cama jugando play station, con los audífonos cubriéndole toda la cabeza... Marlene sintió alivio...
Preguntó por sus hijos y le dijo que el hijo había ido a buscar un control en casa de otro amigo, había ido en bici y se demoraría, y no sabía donde estaba la chica...
Ella preguntó sobre el juego, nada interesante, era need for speed... él la invitó a jugar y ella aceptó. Se sentó a su lado en la cama y él le explicó todo. Ella manejaba muy mal, pero él la motivaba y ella reía...
Muy rápido se fijó que él la miraba de reojo, tanto que ni se daba cuenta cómo estaba manejando de mal y respondía cosas como "sí, sí, vas bien"... Ella hizo una pausa y le dijo que se iba a cambiar, que tenía la ropa del trabajo y quería ponerse cómoda. Se fue para el baño y dejó la puerta entre abiarta con toda la intensión, se quitó la ropa excepto la tanga y se puso a arreglar cosas en el baño, ya saben, limpiar aquí, mover ropa para allá... y el mocoso no tardó en llegar a espiarla.
Cuando ella lo notó, lo ignoró y se sintió como si estuviera filmando una película: las cámaras no existen, eres tú y el papel, el personaje... iba y venía, se agachaba... al final se detuvo frente al espejo y comenzó a sostenerse los senos, y los masajeó un poco... luego se puso de espaldas y se miraba el trasero, apretando y dejando caer sus nalgas... volvió a ponerse de frente y pasó sus dedos por el orillo de la tanga, con la insinuación para bajarla... Marlene pensó que sería demasiado, así que tomó su vestido corto y se lo puso... el pendejo salió corriendo de nuevo para la habitación
Ella entró y él estaba agitado, pero no le hizo comentario alguno. Se acostó también en la cama al lado derecho del joven y era su turno para jugar. Levantó su pierna izquierda y el vestido cayó un poco, descubriendo su muslo.
El mocoso estaba loco con semejante hembra a su lado... el corazón se le iba a salir, pero no sabía qué hacer, ni siquiera estaba pensando, ni siquiera se imaginaba cogérsela, o tocarla, simplemente estaba exitado como nunca, trataba de acomodar la posición porque la erección ya le dolía, y tenía un short deportivo que no tapaba ni disimulaba nada...
Marlene movía su pierna y su vestido seguía cayendo un poco más... ella tampoco sabía qué hacer, nunca había estado en esa situación, sólo se dejaba llevar por su instinto... y fue traicionero:
se acomodó mejor en la cama, haciendo contacto con los cuerpos... él reaccionó de inmediato acercándose más a ella, como si los dos supieran lo que están haciendo, pero nadie decía nada, nadie hacia algo explícito
Justo debajo del tv había una vitrina, ellos se veían reflejados allí y Marlene abrió sus piernas lentamente para que él la pudiera mirar... él estaba respirando muy rápido, casi hiperventilando... Ella colocó el juego en pausa, pero no sabía que decir, qué hacer, y nada ocurría, él tampoco reaccionaba de ninguna manera... la cabeza de Marlene daba vueltas y Felix no quería hacer nada que dañara el momento
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Su acción fue darle un pequeño beso en la cabeza y él la miró de inmediato con una sonrisa... ella le dijo que no necesitaba la gorra y se la quitó... él estaba cagado y sudando frío.
Marlene se arrecostó sobre su brazó izquierdo y quedando de medio lado le hizo conversa:
- Felix, te voy a hacer otra vez una pregunta...
- sí claro (con miedo)
- de verdad nunca has besado a una chica?
- (negó con la cabeza)
- eehhmm quieres probar? no sé, quieres aprender?
- (afirmó con la cabeza)
- quieres besarme?
- (asintió de nuevo, mientras perdía el aliento)
Marlene comenzó con un pico, ninguno de los dos cerró los ojos, él casi no podía respirar. Ella quería separarse para humedecer los labios, pero él no se desprendía de ella así que empezó a besarlo con la lengua y él repetía todo lo que ella hacía... Marlene se estaba calentando y colocó su muslo derecho sobre las piernas de Felix y tomó sus manos para que la acariciara... en cuestión de segundos Felix se estremeció y quedó tullido en un orgasmo que le torció todo el cuerpo.
Él intentó pararse con prisa, pero ella lo detuvo y lo abrazó... le dijo que nada malo había pasado y lo dejó ir al baño... duró un buen rato... ella se limió el muslo, la habitación quedó por un momento impregnada con un olor a cloro. Cuando por fin salió del baño:
- sra Marlene, creo que mejor me voy (intentando esconder sus partes detrás de la puerta)
- por qué? (Marlene comenzaba a ponerse nerviosa)
- tengo que ir a mi casa
- te sientes avergonzado? o sientes miedo de mí?
- no tengo miedo, pero me da pena
- por qué? (ya un poco aliviada)
- pues, tú sabes... me ensucié... tengo que limpiarme bien
- puedes ponerte ropa de mi hijo si quieres y lavo la tuya
- si llega tu hijo se va a dar cuenta... mejor me voy
Marlene lo acompañó hasta la puerta, él se colocó sus zapatos y antes de irse le preguntó que si la podía besar otra vez, ella lo besó de inmediato y le dijo que si quería que se repitiera, entonces nadie podía enterarse de nada, nadie... él sonrió con felicidad y se fue como un campeón...
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