El Tío Rubén , "El Fati"

Era un potrillo salteño de 19 años y 1, 78 de estatura, un físico grueso y trabajado por el liceo militar. Era el mimado de mi abuela que lo cuidaba y lo había criado tan, pero tan inocente que con su edad apenas sabía algo de sexo, al que consideraba pecádo y " una cochinada"; repitiendo el discurso que su mamá le inculcaba. Era tan inocente que no tomaba a mal mi manoséo pero cuando se agitaba me apartaba. Cómo era el más apegado a mi abuela, yo evitaba ser directo.



Mi mayor temor era que le fuera "con el cuento" y quedar expuesto cómo " un enfermo". Así que a pesar de lo fácil que era tocarle la pija, me hacía el tonto fingiendo jugar





Pero ésa navidad del 75 llegaron parientes de San Juan y no hubo más remedio que ubicarme en su cuarto durante los quince días que duraba la visita. Durmiendo a "los pies".



A la tercera de las noches, se dió cuenta de que yo había entrado a dormir después de medianoche.
- De donde venís a ésta hora?... -, me susurro desde la cabecera de la cama...
- No te puedo contar... -, le susurré y como no alcanzó a oírme me invitó a ir de su lado así no había que gritar y se escuchaba mejor.
- Vení para éste lado, pavote... Contale al tío Fatiga de dónde venís... Si vos no le decís a la abuela que prendí un cigarro, yo no le digo que viniste tarde! Trato?... - Me dijo en tono cómplice, fumar era su primera aventura y " un secreto"



- Y?, De dónde venís? Qué hacías tan tarde afuera?.. - me preguntó curioso mientras encendía su cigarrillo.
- Pasa que no te puedo contar, vos no tenes novia... Y no lo entenderías... -.
- Novia?... Y eso que tiene que ver?
- Nada, pero son cosas que nunca viste o hiciste, entonces no lo entenderías... Y si te cuento, capaz me mandas al frente... -, le dije esperando ver y sentir su reacción.

- Vos no decís nada, yo no digo nada; pero contame... Qué tiene que ver con qué yo no tengo novia?.. - Me dijo con seriedad y curiosidad.
- Es sobre jugar "al papá y a la mamá"... Lo que pasa cuando un hombre y una mujer se acuestan... Pero si te cuento, me van a castigar... Le respondí como atemorizado pero seguro de picar en su curiosidad.

- Contá, soy " una tumba" -, me dijo mientras se sentaba en la cama con el pucho en la boca.
- Cogiste alguna vez?... - le pregunté con malicia, sabiendo que era virgen.
- No... , Pero ya quisiera... -... Me dijo resignado.
-Yo te puedo contar lo que ví si no me mandas al frente...-
-El tío Cachito se cogió a Elisa, la mujer de Sergio... Yo los ví... , O sea ví todo...-. Pero fue sin querer...
Con los ojos grandes y la boca abierta, me miró fijo a los ojos.
- Contame todo... -