una extraña y yo

Esto me sucedió un día inesperado, en el que no esperaba nada, solo debía hacer unas cosas de rutina, comprar comida y cosas así.
Como de costumbre tomé el trasporte público, aunque no me gusta mucho, si es posible prefiero caminar, pero lamentablemente las cosas no son tan económicas donde vivo así que me tocó salir de mi zona y además en una hora en la cual el transporte estaba lleno de personas.
Tomé el metro, a pesar de todo es mas seguro que un autobús o camioneta, lo malo es que suele llenarse mas, y como no podía ser de otra manera estaba hasta el tope, un poco más y algunos hubieran tenido que subirse al techo, lo bueno es que por lo menos había aire acondicionado.
Días antes había conocido a una chica por internet (en un relato que luego contaré) a y habíamos quedado en vernos algún día, pero ese día nunca llegaba, entre unas cosas y otras nunca coincidimos, mientras iba en el transporte recordaba eso, el metro se detuvo en la primera estación y obviamente se subió mucha gente, al parecer no podían tomar otro medio de transporte, lo cierto es que quedé casi en la puerta (fue intencional para poder salir mas fácil) y entró una chica quedando frente a mí.
Su cuerpo era bastante normal, sus senos, culo, abdomen... todo digamos de tamaño normal, al entrar ella se dio la señal de que el vagón iba a cerrar, pero alguien le puso el pie a la puerta para entrar a la fuerza, a pesar de que no cabía mas nadie (si... eso pasa en mi ciudad), la cosa es que esta persona entra a la fuerza haciendo que la chica que estaba frente a mi pegue su cuerpo al mío de frente, era mas o menos de mi estatura por lo que nuestros rostros quedaron
frente a frente, ella intentó hacerse para atrás, pero no pudo y se rindió, yo hacía lo imposible para no tener una erección, pensaba en otras cosas o volteaba a otro lugar, pero ella se movía para intentar acomodarse y no pude contenerme, mi pene se estaba poniendo duro y ella podía sentirlo, me miró y soltó una sonrisa como de pena, ya mi pene estaba al máximo de erección, ella parecía impresionada, de repente bajó sus manos y comenzó a tocarme con suaves caricias hasta que lo tomó y empezó a mover su mano de arriba hacia abajo, yo hice lo mismo y comencé a tocar su vagina, ella llevaba un leggins y mientras la tocaba podía sentir la humedad de su sexo, yo fui un poco mas allá y metí mi mano en su leggins y para mi sorpresa ella no llevaba ropa interior, su vagina estaba hecha agua, la acaricie por unos segundos, luego con mis dedos índice y anular abrí su depilada vagina y con mi dedo medio acaricie su clítoris, ella cerraba los ojos por segundos y hacia un esfuerzo grande por no gemir, de un momento a otro metí mi dedo en ella, escuché como inhalaba fuerte y me miraba, yo metía y sacaba mi dedo de su mojada vagina, unos segundos después sentí como su cuerpo tenia un espasmo, indicándome que había acabado ya, puso sus manos sobre mis hombros, le costaba mantenerse en pie, aunque con la cantidad de gente que había no se hubiera caído, el metro se detuvo:
- Aquí me bajo...
Dijo ella con su respiración agitada, la puerta se abrió y ella salio sin decir mas, pero se quedó mirándome hasta que el metro cerró la puerta y se puso en movimiento.
Al llegar a casa tenia un mensaje de la chica que les dije al principio, la que conocí hace algunos días, ya antes habíamos hablado en varias ocasiones, después de un rato me sorprendió cuando me contó que tuvo que salir en el metro y un desconocido la masturbó y la hizo acabar, me dijo que a pesar de haber sido en publico lo disfrutó y no tendría problemas en que eso le pasara de nuevo y que cada vez que lo recuerda comienza a mojarse.
Después de hablar un rato quedamos para vernos, me envió una foto para reconocerla y sin duda alguna era ella, la chica que masturbé en el metro

1 comentario - una extraña y yo

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Terrible que buena historia man 👏👏