Día de pileta y sorpresa

Mi mejor amigo vivía en una quinta y organizó una juntada un fin de semana, como era algo lejos dijo que los que queríamos nos podíamos quedar a dormir. Con mi novia, Mery, optamos por esta opción para no tener que volver a la madrugada.

Llegamos temprano, estaba el dueño de la casa, su esposa, otros amigos con sus parejas y algunos pibes que no conocía, eran compañeros de fútbol de mi amigo.

Lo primero que hicimos fue ir a agarrar algunas bebidas, la mayoría estaba en la pileta, así que fuimos para ahí. Mery se quedó en bikini, siempre llamaba la atención, estaba muy buena y encima tenía una bikini bastante chiquita, tiro alto, que le acentuaba el hermoso culo que tenía.
Nos metimos, estuvimos tomando y riéndonos con todos. 
Uno de los pibes que no conocía, Marcos, propuso jugar al volley mixto en la pile, como estaba solo agarró a mi novia como pareja, yo quedé con la esposa de mi mejor amigo mientras él estaba haciendo el asado. Marcos era bastante fachero y musculoso, vi cómo Mery le había echado algunas miradas.

No jugué el primer partido, así que estaba a un costado mirando. Mi novia y Marcos cada vez que hacían un punto se abrazaban bastante, se notaba que el pibe le tenía ganas. Es más, en algún festejo me pareció que su mano se deslizó hasta el culo de Mery, que no se quejó en ningún momento. 
Esta dinámica se dio en cada partido. Encima entre juego y juego seguíamos tomando, así que estábamos bastante ebrios. 

La final, casualmente, fue Mery y Marcos contra Juli y yo. Estábamos en match point, la pelota venía hacia mi y mi novia tuvo una gran estrategia de distracción. Se levantó la parte de arriba de la bikini y mostró las tetas. Obviamente erré y ganaron. Se dieron un gran abrazo de festejo, antes de que vuelva a acomodar sus pechos. Todos los espectadores aplaudieron y festejaron. 

Yo me sorprendí, pero no me enojé, es más, un poco me calentó. 

Comimos el asado, seguimos tomando. Ya había muuucho alcohol en el ambiente. Algunos nos pusimos a jugar al truco. Mi novia estaba en la pileta con otras pibas y pibes y, obviamente, Marcos.

Cuando ya estaba cayendo el sol muchos se empezaron a ir. Quedamos pocos. Un par de parejas, Marcos y otro pibe amigo del dueño que creo que se llamaba Martín. 

Con mi amigo y un par más estábamos charlando en la mesa de la galería y mi novia estaba en un sillón charlando con Marcos. Cada tanto me acercaba a sumarme a las conversaciones o darle un beso.

Entrada la noche varios se fueron a dormir. Yo estaba en un sillón bastante ebrio y medio quedándome dormido. Veo que mi novia, que seguía en bikini, está subiendo la escalera así que como pude me levante para ir a dormir con ella, tardé como un minuto en levantarme. Subí, vi que entró en la última habitación del pasillo así que fui para ahí. Estaba la puerta entre abierta y se veía una luz tenue de velador adentro. Afiné un poco la vista y en la cama estaba acostado Marcos, totalmente desnudo. 
Y ahí apareció en plano Mery subiendo a la cama gateando. Agarró su verga, que por cierto era bastante grande, y comenzó a chupársela. Subía y bajaba a la vez que lo pajeaba. Se sacó la bikini de arriba y se dispuso a hacerle una turca, mientras lo miraba a los ojos. 
No sé si por la borrachera o qué, pero no me molestó. Me calentó. Nunca habíamos hecho nada, ni un trío, ni un intercambio, ni siquiera lo habíamos hablado, pero ahí estaba, con otro adelante mío.

Ella siguió subiendo y se sentó en su cara, con la mano estirada para atrás seguía pajeándolo. Gemía como loca. No pasaron más de dos minutos que tuvo un orgasmo muy intenso, sus piernas temblaban. Se dio vuelta y cuando estaba calzándose la verga en la concha miró para la puerta. Cruzamos mirada a los ojos y me hizo un guiño. 

Lo sentí como una señal, entré a la habitación y me senté en un sillón que estaba frente a la cama.

Mery se fue metiendo cada cm de su poronga. Estaba de frente a mi y de espaldas a él. Lentamente subía y bajaba. Con una mano se apretaba una teta, se retorcía el pezón y con la otra se frotaba el clítoris. Se chupaba los dedos y volvía a tocarse. Cada tanto me miraba y se mordía los labios. 
Yo observaba todo, ya en este momento con la pija en la mano, que latía de la calentura que tenía. 

Cuando amagué a levantarme para sumarme me hizo gestos que no, que me siente. 

Marcos en ningún momento me hizo algún gesto, sabía que yo estaba porque me había visto, pero me ignoraba totalmente.

La puso en cuatro, de espaldas a mi. Y se dispuso a comerle el orto durante unos buenos minutos. Apoyó su cabeza en la entrada del ano y Mery le dijo que no, que no quería. Así que se la metió en la concha de un golpe. Mi novia pegó un grito que debe haber despertado a varios. "Ay, síí, más", pedía. 
Mientras la cogía podía ver cómo le metía los dedos en el culo. Estaba como loca. Estiró su mano para tocarse mientras seguía recibiendo y tuvo, rápidamente, un segundo orgasmo.

Marcos estaba por acabar y ella le pidió que la bañe. Sacó su pija de adentro de mi novia, se sacó el forro y le tiró toda la leche en la espalda y el orto. 
Mi novia se dio vuelta con una cara de fascinación tremenda y se la chupó para sacarle las últimas gotas que le quedaban. 

Se levantó. Vino hacia mi. Me dio un beso apasionado y se sentó en mi verga. Hizo 3 o 4 movimientos y le acabé todo adentro. Se desplomó encima mio. Cuando la abracé sentí toda la acabada de Marcos en su espalda y sus nalgas. 

Nos incorporamos del sillón. Marcos estaba acostado desnudo en la cama. 

Con mi novia fuimos al baño a ducharnos. No hablamos nada de lo sucedido. Nos metimos bajo el agua, chapamos, nos manoseamos y cogimos un rato. Cuando salimos para dormir vimos que Marcos estaba durmiendo en la cama, seguía desnudo. 

Yo: - Qué hacemos? Lo despertamos? Nos vamos a buscar otra habitación?
A esta altura ya eran como las 4 am.
Mery: - Ya fue amor, acostémonos los tres en la cama. Cuando nos despertamos podemos hacer algo los tres.
Y me guiñó el ojo. 
Acepté, trabé la puerta, por las dudas. 
Nos acostamos desnudos también, ella al medio. En pocos minutos estábamos dormidos también.

No sé cuánto pasó, pero recién se veía que empezaba a amanecer, así que no debían ser más de las 6. Me desperté porque sentí unos movimientos. Abrí los ojos y mi novia estaba con su cara muy cerca mío, mordiéndose el labio inferior. La mano de marcos estaba apretándole una teta y se notaba el movimiento de la cogida en cucharita que le estaba pegando. 
Lo primero que atiné a hacer fue besarla. Ella agarró mi mano y la dirigío a su clítoris, después se puso a pajearme suavemente. Giró para cambiar de posición y ahora yo la cogía mientras lo pajeaba a Marcos. 
Volvimos a cambiar de posición, esta vez ella se subió sobre él a cabalgarlo. Yo me senté al lado y le agarré el orto para marcar el ritmo. Toda una situación muy porno. Ella lo tenía agarrado de las muñecas por sobre de su cabeza y yo marcaba el ritmo de la cogida subiendo y bajando desde su culo. Le daba nalgadas. Gemía y pedía más fuerte. Así que yo aceleraba el movimiento, la levantaba casi hasta que salga toda y la empujaba de golpe hasta el fondo. De tanto movimiento, la verga de Marcos se zafó y no lo dudé un segundo, se la agarré y volví a meterla en la concha de Mery.

Me paré y le ofrecí mi verga para que la chupe mientras seguía cabalgando. Decidimos volver a cambiar. Ahora yo estaba siendo cogido por ella y Marcos recibía la chupada de pija. Le sostenía la cabeza, se la metía hasta donde podía hasta que se ahogaba un poco y la sacaba. 

Marcos: - Quiero hacerte ese orto hermoso.
Mery: - Ay, no, no quiero, me da miedo.
Marcos: - Te lo hago con cariño, confiá.
Mery: - Ay, no sé. Primero que me lo haga un ratito mi novio así me prepara y vemos.

Se puso en cuatro. Le chupé unos minutos (Ella seguía jugando con la de Marcos con la boca y las manos). Apoyé mi cabeza en su ano y fui empujando suavemente hasta que entró por completo. Me quedé quieto hasta que se acostumbraba un poco y después comenzaron los suaves movimientos. Hasta que me pidió que le dé fuerte. Mery gemía y sostenía la pija de Marcos, no lo pajeaba, la agarraba con fuerzas mientras disfrutaba el sexo anal. 
Un ratito así en ese culo apretado fue demasiado, le acabé todo adentro. Salí y toda la leche chorreaba de su culo. Marcos ya estaba parado esperando a ocupar mi lugar. Me senté en la cama para seguir mirando todo. 

"Lo dejaste todo lubricado", bromeó Marcos. Apoyó su pija y, a pesar de haber estado un rato largo recibiendo de la mía, costó que entre. Pero con perseverancia y empuje logró metersela toda. A Mery le encantaba. Me pidió que la tocara y logró acabar en poco tiempo. 

Marcos me imitó y descargó todo adentro de mi novia que en ese instante largó un fuerte gemido.  Así como estábamos nos tiramos para dormir un rato más. 

Ya debía ser el mediodía, se notaba un sol fuerte afuera y se escuchaba ruido de pileta. Ya debían estar despiertos todos. 

Los tres abrimos los ojos. Nos miramos y creo que pensamos lo mismo: ¿sale otra ronda?

Desde el medio de la cama y sin moverse, Mery comenzó a pajearnos. Una vez que estuvimos los dos bien duros, bajó a chuparnos la pija. Alternaba entre las dos. Nos miraba. "No quiero cojer, pero les voy a regalar una buena chupada", nos dijo.
Estuvo un rato así. Dedicaba un rato a chupar una, mientras pajeaba a la otra y cambiaba. 
Marcos fue el primero en avisar que estaba por acabar así que mi novia se centró en él únicamente. Una mano pajeando, la otra agarrando lo huevos y con la boca succionaba el glande. Hasta que le explotó en la boca. Sin tragar, se fue hacía mi pija. Escupió toda la leche encima y me la chupó. Fue limpiando toda la leche de Marcos de mi verga hasta que también sumé la mía adentro de su boca. Tragó todo, o casi todo, tenía los labios y la pera brillosos de las acabadas que había recibido. Suongo que a propósito se acercó a chaparme. Se sintió el gusto a leche en ese beso. 
Fue el invitado el primero en bañarse y cuando vimos que no había nadie en el pasillo se fue de la habitación, para que nadie se dé cuenta de lo sucedido.

Con Mery demoramos un rato más, también nos bañamos y salimos para ir directo a la pileta.

Cuando llegamos fue el dueño de casa el que gritó: "Bieeeen ahí, al fiiiin, cómo cogieron los dos anoche, eh, se escuchó en todos lados". Todos aplaudieron, vitorearon y celebraron, incluido Marcos que había sido protagonista aunque nadie lo sabía. 

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