No! Es mi hermano! (4)

Pasaban los días y Eugenia noaparecía por la casa ni por el local de Pato y Tommy.
Estaban en el negocio los doshermanos aburridos y en un momento, él casi sin darse cuenta le mira las tetasa su hermana ya que la camisa que tenía le hacía muy buenos pechos.
-       ¿Que mirás?
-       Nada, te queda bien esa camisa
-       ¿Me estabas mirando las tetas?
-       Nooooo nena, pero te queda bien, y te hace mejorlas tetas
-       Ah, entonces me miraste
-       Bueno, un poco quizás
-       Eso no está bien, somos hermanos
-       Y tu amiga, ¿cómo anda?
-       Que amiga
-       Euge, no sabe nada de ella?
-       Euge? ¿Desde cuando le decís Euge vos?
-       ¡Qué se yo! Se le había escapado.
-       No la verdad que no, la voy a llamar.
A la mediahora sale Pato diciendo:
-       Me voy a encontrar con Euge estaba medio rara.Me dijo que yo sabía de qué íbamos a hablar.
-       El problema de siempre, dijo él tratando dedisimular.
-       Mmmmm no se muy rara estaba.
Él pensó cagué, esta le cuenta yse me pudre con mi hermana. En realidad, de que me hago problema si yo no firmenada con Juampi, en todo caso el problema es de ella.
Suena el portero en la casa deEugenia
-       Yo Pato.
-       Subí.
Pato subió dejo las cosas einmediatamente se sentaron en el sofá de frente una a la otra. Eugenia teníapuesto un short y una musculosa sin corpiño y Pato una camisita y una minifaldade jean.
-       ¿Como andas? Contame.
-       ¿Te cuento o ya te contó?
-       ¿Ya me contó quién? A Juampi no lo veo hace milaños.
-       Mirá, Tommy me va a matar, pero a vos no tepuedo mentir.
-       Tommy? ¿Mi hermano?
-       Si.
-       ¿Pero que tiene que ver Tommy?
-       Mucho, mucho.
-       Porque.
-       El lunes pasado cogí con Tommy
-       Queeee?
-       Si, lo que oíste.
-       No te puedo creer.
-       Si creeme, me muero de vergüenza de contarteesto a vos
-       ¡Por Dios!  lo voy a matar!
-       ¿Porque?
-       Porque si
-       No le digas nada, si no hizo nada malo.
-       ¿No?
-       Nooooo! Todo lo contrario.
Y le puso un tono a esecomentario en el cual se notó que la había pasado muy bien.
-       No sabes lo bien que me trató. Tu hermano sí quesabe tratar a una mujer.
-       Demasiado bien te trató por lo que veo.
-       Uffffffffff. Me caliento de solo acordarme.
-       Pará un poco que es mi hermano.
-       Si. Será tu hermano, pero nunca me cogieron deesa manera antes, te juro, nunca.
En ese momento Pato miró lastetas de Eugenia y notó que estaban paradísimas. Los pezones totalmente duros.
Eugenia se dio cuenta. Se miraronambas a los ojos y se ruborizaron de una manera tremenda. Pato también estabaencendida. Le empezó a dar curiosidad como era su hermano cogiendo. ¿Estaríabien pedirle a su amiga que le cuente detalles?
Eugenia se miró los pezonesparados que casi rompían la remera y empezó a reír diciendo:
-       ¡Te das cuenta como me pongo de soloacordarme!!!
-       Si, veo claramente, Pato miró esos pezones ysintió que se mojaba
-       Queres que te cuente detalles?
-       Mmmm, no sé, es mi hermano, me da cosa.
-       Bueno vos te lo perdés, y mejor que no te cuentenada porque si tuviera un hermano que hace esas cosas creo que seríaincestuosa.
-       Ehh, es para tanto?
-       Sí, es para tanto. Ya te dije nunca me cogieronasí
-       ¡Pero mirá a mi hermanito!
-       Tu hermanito tiene una pija hermosa y coge comonadie en el mundo.
-       Pará que hasta yo me estoy calentando, boluda.
-       Y si te cuento la manera en que me chupó laconcha te morís acá nomás.
-       ¡Bueno ganaste! Contame todo, todo, con lujo dedetalles.
-       Los besos fueron impresionantes, sabe cómo usarla lengua a la perfección.
-       Me fue sacando la ropa de a poco y me chupabatoda. Yo no daba más, estaba que explotaba.
-       En un momento para y me dice sacame el pantalón.Vos sabes mi trauma y cuando le bajé el pantalón y apareció esa pija bien dura,hermosa, no me pude aguantar.
Eugenia lo contaba con pasióncomo reviviendo todo. Pato no podía evitar mirarle las tetas que las tenía reparadas.
-       Mmmmm no sabes, te cuento y es como si loreviviera. No sabes cómo le chupé la pija. No quería sacármela de la boca nuncamás. Le hice de todo.
-       ¿Como de todo? Pato se estaba calentando mal.
-       De todo. Primero se la agarré y lo miraba a losojos. Después le empecé a pasar la lengua por la cabeza sin dejar de mirarlo alos ojos mientras le sonreía.
Sin darse cuenta Pato se estabametiendo una mano por debajo de la mini y se estaba frotando el clítoris porencima de la bombacha.
Eugenia contaba y se mojaba toda.Pero no podía, ni quería parar.
-       Después me la metí en la boca y le acariciabalos huevos. Empezaba a subir y a bajar mientras él me corría el pelo para podermirarme y yo lo miraba con una cara de puta que ni te imaginas.
-       No hace falta, es la misma que tenés ahora, yame doy cuenta.
-       Mmmmmm no sabes lo caliente que estaba.
-       Como ahora yo. Disculpame, pero no doy mas,dejame ir al baño.
-       ¿Que?  tevas a tocar al baño?
Eugenia no se había dado cuenta,pero Pato lo decía por eso.
-       No sé, aunque cuando llegue a casa no se…
-       Dale andá al baño y después te sigo contando.
Pato entro al baño, se bajó labombacha empapada y sin dudarlo se metió dos dedos en la concha y se empezó aflotar el clítoris. Estaba frotándose como una perra y a punto de acabar cuandodel otro lado se escucha:
-       Te sigo contando, ¿no? Tocate tranquila
-       Dale, seguí
Pato, sentada en el inodoro seempezó a frotar con mucha intensidad la concha
-       Bueno, la cosa es que le chupé la pija esahermosa que tiene
-       ¿Es muy linda? Pato se frotaba
Eugenia empezó a tocarse y sepegó a la puerta.
-       Es hermosa
-       ¿Si? ¿Y muy grande?
-       Grande, dura, venosa
-       Siiii? La voz de Pato sonó ronca de excitación
-       Me estoy tocando yo también, dijo Eugenia
-       Aghhh aghhhhh, Pato gimió en un orgasmo
-       Aghhh ahhhhhhhh, Eugenia también
-       Aghhhh, que intenso, por Dios
-       Acomodate y salí tranquila que voy para lacocina
Se chupó los dedos, se subió labombacha, se lavó la cara y las manos y salió.
-       Bueno terminá de contarme. Pato quería hacersela superada y no hablar de que se habían masturbado en conjunto
-       En resumen, tu hermanito me cogió de una maneradeliciosa.
-       No lo puedo creer
-       Ahora andá y saludalo de mi parte.
-       Si, pero no lo puedo saludar como a vos tegustaría.
-       ¡Poder podes! Si yo tuviera un hermano así creoque me lo cogería.
-       ¡Pará zarpada! ¡¿Qué te pasa?!
-       Nada, estoy como loca con tu hermanito.
Se despidieron y Pato volvió a sucasa.
 
(continuará…)
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