Vacaciones con mi tía Sol VIII

Después de mucho tiempo sin escribirles, he vuelto.
Esa tarde terrible de Pileta en la quinta de Rincón, Santa Fe, donde la pasamos bomba con Sol, Pame, Fede y yo, fue épica.
Al anochecer, Pame tenía que volverse a Santa Fe, porque tenia que salir a cenar con su novio.
Nos quedamos en la quinta Sol, Fede y yo. Sin hacer comentarios sobre la terrible tarde, nos decidimos a hacer un asadito, por eso fuimos hasta la carnicería a buscar algo para tirar a la parrilla. Sol desapareció, estimamos se fue a descansar, agotada.
Nosotros nos pegamos una ducha, shortcito, y a prender el fueguito para el asado de la noche.
Hicimos un fernet con coca mientras hacíamos despacito el asado. Entre anécdotas de la facultad, pero sin hablar de lo sucedido a la tarde.
Ya tipo 9 de la noche, apareció Sol. Impresionantemente producida, ya les cuento con detalle, porque vale la pena.
Se había puesto un vestido negro, estimo que era de cuando era chica y salía a bailar, corto, suelto, sin espalda y con un gran escote adelante que le llegaba hasta la pancita, no usaba corpiño, unos tacones realtos, y el cabello recogido en una cola atrás, divina, superperfumada, una perrona.
Sol: Hola chicos, como andan? Me trajo el olorcito hasta acá, muero de hambre, estoy agotada, dijo. Y por lo bajo agregó: Me dejaron de cama...
Yo: hola tía, que bueno que descansaste, acá con Fede quisimos hacer un asadito para comer algo rico.
Fede: de paso tomamos un rico Fernet. Queres? Le ofreció a Sol, que agarró la jarra y tomó unos tragos.
Cenamos y no se tocó el tema de la tarde, para nada. Aunque vibraba en el aire esa sensación de sexo salvaje que tuvimos todos.
Después de tomar bastante comenzamos con las charlas de doble sentido, hasta que se volvieron de un solo sentido, SEXO PURO.
Sol: Fede, me gusta el pijón que tenes, es más largo que el de mi sobrinito, pero más finita. En fin larga! Y vos sobrino hermoso, lo que tenes ahí, esos 20 cm, anchos, parece la morcila del asado, divina! Me dejaron de cama los dos.
Fede: Tía Sol, ese culo es para alquilar balcones, hermosa, sos más linda que las chicas de nuestra edad!.
Sol: más linda y más putona, jajaja, eso querrás decir.
Fede: y bueno. Si, eso es, como vos decis.
Ya de sobremesa estábamos meta charla e insinuaciones en el sillón los 3, a mi ya se me empezaba a parar de nuevo por la charla hot que veníamos teniendo.
Mientras escuchábamos música, to.abamos y nos reíamos de todo. Sol se para y empieza a bailarnos.
Sol: shhhhh, uds, sentadillas ahí...
La muy perra bailaba, se tocaba, se agachaba, divinura total.
Nos da la mano y nos invita a bailar, nos tocaba enteros, muchos besos, lenguas para los tres. Insaciables.
Le empezamos a desatar el nudo del vestido, se lo sacamos, quedó Sol en tanguita negra, divina y tacones. Nos pude que nos saquemos los shores y remeras, cuanta adrenalina!
Nos agarraba las pilas reparadas y nos pajeaba a los dos juntos, risas, besos, tragos.
Se agacha Sol y nos empieza a petear de a poco, de a ratos. Paja, pete.... paja, pete...
En un momento se para y se va para el sillón, se arrodilla bien abierta, levantando la cola, nos lira por encima del hombro, fijo, cara de puta mal...
Sol: Fede, te animas? Vení....
Fede anonadado, se le arrima desde atrás, le corre la tanguita a un costado, la agarra de la cintura, y se la mete, así en cuatro desde atrás, Sol gime y grita con cada embestida de Fede, clava la cabeza en el respaldo del sofá y sigue gimiendo.
Sol: Fede, no me acabes adentro.
Fede: es que estoy por acabar.
Sol: salí entonces, sobri, vení vos y vos Fede sentate ahí...
Fede se sienta en el sofá, a punto de acabar, Sol se agacha y lo pelea despacio, y a mi me hace señas que la agarre desde atrás.
La escena era dantesca, Sol peleando a Fede y yo agarrandola de atrás, en cuatro, divina.
Yo: tía ya casi acabo...
Sol no me dice nada, sigue peteandolo a Fede, hasta que se contorciona y lo hace acabar. Sol sigue chupando como loca. Lamiendo la leche de Fede, y yo que no tardo en acabar, apretandola contra mí de la cintura. Me mira, ya sin una gota de la leche de Fede, se la tomó toda, y me dice...
Sol: acabamos todo adentro y quédate ahí.
Hago caso religiosamente y me quedo acabando hasta la última gotita de leche que quedaba en mis testiculos. Caigo hacia atrás, agotado, Sol tirada con la cola para arriba, la concha, ese papo infernal, traga verlas, enorme, rehinchado, abierto, chorreando mi leche, Fede tirado en el sofá... y así nos dormimos, agotados hasta el otro día, en ese sofá que todavía hoy conserva rastros de manchas de semen, de sexo, con la Tia Sol...