Descubrí una vergona que me cambió...

Hola, voy a contar el día que mi vida cambió y desperté ciertos gustos... Antes de continuar me describiré, yo soy de complexión delgada y para ser hombre tengo cintura ancha y unas nalgas grandes que rebotan cuando uso hilo ya que tengo cierto fetiche de usar ropa íntima de mujer (tanga, encaje, etc). No me considero travesti pero tengo el cabello largo y sí me pongo ropa de mujer podría pasar desapercibido perfectamente como una nena.

Era mi época de universidad y estaba de intercambio, tenía cuarto compartido y hasta ese momento vivía solo pero un día llegó el que sería mi nuevo compañero de habitación... ese que me haría descubrir otro tipo de gusto escondido en mí.

Un moreno alto de buen físico, piernas gruesas, brazos fornidos y un bulto que se notaba a kilómetros. Se presentó y me dijo se llamaba Héctor, la verdad es que su voz era bastante grave y me causaba cierta sensación rara en el cuerpo.

Después de semanas conviviendo y conociendo mejor a Héctor fue que me invitó a una fiesta de la facultad, yo estaba algo dudoso ya que no me gustaba salir mucho de fiesta pero la verdad es que si el me lo pedía no podía negarme, había algo que me hacía obedecer.

Llegamos a la fiesta y la noche avanzó muy bien, bailamos y tomamos mucho. El estuvo toda la fiesta pegado a una chica rubia bastante sexy y por su forma de bailarle parecía que tenía bastante caliente a ese macho, todo era risas y diversión pero yo me había pasado con el alcohol (cabe destacar que no estoy muy acostumbrado y tengo poco aguante) así que Héctor me vió y se acercó...

H- Todo bien? Veo que se te pasaron las copas.

-Si estoy bien, solo no me sentó muy bien el tomar tanto jeje

H- Seguro? si gustas te llevo a la habitación.

-Bueno, sino es mucha molestia sí, no vaya a ser que me desmaye en plena fiesta.

El me abrazó y me llevó a la habitación con mucha facilidad como si yo fuera una muñeca de trapo. Todo el camino me percate que su bulto estaba más marcado que de costumbre y me sentí ruborizado por hacer que ese macho me tuviera que llevar de esa forma hasta mi cuarto.

Ya en el cuarto me acostó y el se recostó en su cama aunque lo veía algo ansioso, al parecer la chica lo había dejado bastante caliente ya que no dejaba de apretarse ese tremendo bulto que parecía reventar el boxer. A lo cual le dije...

-Creo que te arruiné la fiesta, discúlpame.

H- Por que? No podía dejarte ahí tirado y que hicieras el ridículo.

-Si pero parece que te interrumpí en un momento bastante "grande" (y miraba su enorme bulto bien estirado dentro de su boxer)

H- Tu crees? Puede ser pero ya perdí la oportunidad.

En ese momento de locura y éxtasis me levanté como pude y me acerqué al borde de su cama para descubrir algo que me moría por ver desde que lo conocí.

El puso cara de confundido al verme arrodillado al borde de su cama pero no lo dejé pensar mucho y lo hice sentar en el borde. Por fin estaba ahí... centímetros me separaban de esa bestia que moría por conocer y parecía reventar la tela de lo dura que estaba.

Le bajé lentamente la última prenda y liberé esa vergona que cómo un resorte me cayó en la cara, aturdido por tremendo macanazo regresé la mirada para observar eso que me daba tanta curiosidad y morbo, la primera vez que veía una así de cerca. Una santa vergona morena que media unos 25 cm aprox y era bastante gruesa, la cabezona abombada y con unas bolas grandes de toro.

El me miró y me dijo que tendría que asumir las consecuencias de mis actos, yo hipnotizado asentí con mi boca llena de baba por tanto deseo y procedí a engullir lentamente esa enorme cabezona que no dejaba de sacar fluidos como si en cada espasmo de sus bolas estuviera eyaculando ese nectar que me hacía mamar como becerro hambriento.

Yo estuve mame y mame unos 15 minutos pero ese macho tenía aguante, el se limitaba a poner su mano en mi cabeza para agarrarme fuerte de los pelos y así no desprendiera mi boquita de su vergota mientras me decía todo tipo de insultos para dejarme en claro que era mi macho y yo su puta.

Estaba muy concentrado atendiendo a mi macho y de repente me la sacó de la boca dejándome desorientado sin saber por que me quitó ese delicioso dulce de mi boca. Lo volteo a ver y me dice que ya casi se iba a venir mientras se pajeaba la verga inflamada, yo baje para darle una buena chupada a esas bolas llenas de mi cena.

Esa vergona estaba palpitando mucho y mi macho bufaba así que percibí iba a recibir mi primera acabada en la boca, la abrí y empecé a recibir unos disparos de abundante y espesa leche calientita, tenía bastante porque duro como medio minuto vaciando sus bolas. El cayó rendido en la cama mientras yo degustaba y saboreaba tan rico nectar que me dió de comer, después procedí a darle una chupada más en cada bola para así provocar espasmos en su vergota y terminara de sacar los residuos de leche que luego procedí a chupar y terminé por dejar bien limpita esa cabezona olorosa.

Luego me recosté a su lado, puse mi cabeza en su pechote mientras acariciaba sus bolas y lo escuchaba suspirar tan plácidamente. Me di cuenta que había logrado dejar muy satisfecho a tremendo semental, estaba orgulloso y me sentía muy feliz porque sabía que había logrado convertir a mi compañero de habitación en mi macho y yo sería su putita todos los días!

(Continuará...)

1 comentario - Descubrí una vergona que me cambió...

juan226
Muy buen relato 🔥🔥🔥