Mi hermanito crece 9

Subimos a su habitación. Una vez ahí lo empujé para qie se siente en la cama.
- Desnudate.
Se sacó la ropa como si estuviera prendida fuego. Luego fue mi turno. Sin apresurarme primero liberé mis tetas y se las mostré.
- Te gustan? Me las vas a chupar?
- Sí, sí sí!
Dejé caer mi vestido al piso y le puse una pie al lado de él, mostrándole toda mi concha. 
- Te vas a portar bien conmigo? Mirá que esto es algo de una sola vez eh!
- Me voy a portar de diez con vos Sofi.
Estaba excitadísimo. Se apretaba la pija dura con una mano. 
- Empecemos entonces. Quiero que te quedes quieto ahora.
En la posición que estaba, me acerqué a su pija y me metí una parte. Después empecé a moverme adelante y atrás muy despacio. Luego de un par de minutos, me subí arriba y lo cabalgué abrazándome a él. Entraba y salía despacio aún pero se sentía muy bien. Lo besé en los labios y paré.
- Bien, ahora ponete un forro y seguimos...
Me agarró de las nalgas y me apretó contra él, metiéndomela más adentro. Se sintió genial. 
- Aaahhh!
- Se me ocurre algo mejor. Es mi regalo y lo prefiero así, pero más fuerte!
Rodamos en la cama quedando él encima mío. Me sujetó con las piernas bien abiertas y la metió aún más. Ahora entraba toda. Era una sensación perfecta. Empezó a darme duro y rico.
- Aahmm...
- Te gusta?
- Siii!
- Querés que pare para ponerme un forro?
- Nooo... Cogeme... pero no acabes adentrooo...
Me daba metidas fuertes y profundas con algunas más suaves y rápidas. Me estaba volviendo loca.
Me lamió el cuello y el lóbulo de la oreja. Me besó muy apasionadamente, como el amante que siempre quise. Fue demasiado para mí. Acabé gimiendo y gritando en su boca.
- Mmm... mmhhmm... Mmaahh!
Él lo percibió y aceleró el ritmo de su cadera. Ahora me daba a toda máquina y a fondo en mi concha sensible por el orgasmo. Era increíble.
Sentí que se ponía todo más tenso y su pija se hibchaba. Me apretó más fuerte, no dejándome escapatoria. 
- No, no, noooo!
-Aaaaahhh!
Era demasiado tarde. Su semen inundaba cada rincón de mi interior. Con cada uno de sus espasmos me la metía más adentro. Hacía que mi placer fuera más intenso, pero me invadió el terror a quedar embarazada de mi hermano.
-Salí estúpido! 
- Que pasó?
Lo empujé y me levanté.
- Me acabaste adentro tarado!
- Por una vez no pasa nada!
- Sos tonto? No importa que sea una vez! Mirá la cantidad de leche que me dejaste!
Un hilo constante de semen caía de mi concha al piso.
- Uh...
- No quiero ni hablar con vos ahora, me voy!
Me fui al baño y me duché, limpiándome lo mejor posible. A la mañana siguiente le pedí consejo a una amiga mía muy experimentada, sin decir que el que me acabó adentro fue mi hermano, y me comentó que ella podía conseguirme la pastilla del día después. Fui a su casa ese mismo día. Unos días después tuve una pérdida de sangre y me hice un test de embarazo. Cuando vi una sola rayita suspiré aliviada. Le informé a Joaquín que andaba muy preocupado y él me abrazó fuerte.
- Que suerte Sofi!
- Salí! Sigo enojada con vos! No vamos a coger nunca más!

Fin de la parte 9

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