Hace tiempo que soy muy pajero. De a poco fui evolucionando, si se puede decir: comencé viendo videos básicos como cualquiera, después fui encontrandole el morbo a algunas categorías especiales (como el anal o el sexo en público), para más tarde trascender y llegar hasta ver porno de trans, aunque luego me de culpa. Pero siempre fue una actividad individual, un placer individual.
Hasta que comencé a entrar a chats o grupos de discord o telegram. Entre por razones típicas: quería ver si se filtro algo de una mina que me encanta, Mica Giammaria, y encontré mucho más que eso. Todas las que vendían estaban ahí. Pronto incluso me vi buscando de Kiara Acosta, una influencer trans, pero ya sin la culpa post-paja por pajearme viendo una "mujer" con pija: no estaba solo, había muchísimos hombres como yo, heteros, con novia, casados, y todos querían verla. Eso me liberó.
El problema es que pronto mi morbo aumento. Me di cuenta que me gustaba compartir packs, que otros me agradecieran y que incluso afirmaran que por mi culpa (o, en verdad, por el porno que pasaba) se habían pajeado. Me daba morbo saber que de algún modo tenía material que otros deseaban y estaba en mi poder darles algo que significaría riquísimas pajas.
El problema es que el morbo siempre iba en aumento. No decaia. Pronto las conversaciones se fueron al chat privado y ahí individualmente iba pasando el pack de alguna mina y nos encontrábamos morboseandola, como dicen. Era raro hablar con alguien mientras te pajeas, sabiendo que el otro también se pajea. Era raro al principio pero me calentaba, me daba morbo.
Así fue que un día, pasándole precisamente a alguien el pack de Kiara Acosta, que uno entró en un terreno peligroso cuando me preguntó algo que nunca había pensado hasta ese momento. "Le chuparias la pija?", me dijo. Y ahí supe y le respondí sin grises "Obvio, entera". Hablar de como me cojeria a la chilena o algún otro gato es diferente a que me pregunten como chuparia una pija, aunque sea la de una mujer. Pero como todo vicio, me dio morbo. Notaba que al otro también le gustaba leerme decir que me ahogaría con esa pija hasta sacarle la leche y tirarmela en la carita. Es raro, porque hasta ese momento no lo había deseado, pero ver que al otro lo calentaba me cristalizó un deseo sin duda latente.
El problema es que hablar así lleva a un gris dudoso. Y la calentura es especialista en atravesar grises. Y así un hetero random termina mostrandole la pija a un pibe que le pasa porno, por primera vez. Y ese pibe, yo, se descubre viendo una pija no muy diferente a la que dijo que chuparia toda, aunque ésta es de un hombre. Pero eso puedo desarrollarlo después
Hasta que comencé a entrar a chats o grupos de discord o telegram. Entre por razones típicas: quería ver si se filtro algo de una mina que me encanta, Mica Giammaria, y encontré mucho más que eso. Todas las que vendían estaban ahí. Pronto incluso me vi buscando de Kiara Acosta, una influencer trans, pero ya sin la culpa post-paja por pajearme viendo una "mujer" con pija: no estaba solo, había muchísimos hombres como yo, heteros, con novia, casados, y todos querían verla. Eso me liberó.
El problema es que pronto mi morbo aumento. Me di cuenta que me gustaba compartir packs, que otros me agradecieran y que incluso afirmaran que por mi culpa (o, en verdad, por el porno que pasaba) se habían pajeado. Me daba morbo saber que de algún modo tenía material que otros deseaban y estaba en mi poder darles algo que significaría riquísimas pajas.
El problema es que el morbo siempre iba en aumento. No decaia. Pronto las conversaciones se fueron al chat privado y ahí individualmente iba pasando el pack de alguna mina y nos encontrábamos morboseandola, como dicen. Era raro hablar con alguien mientras te pajeas, sabiendo que el otro también se pajea. Era raro al principio pero me calentaba, me daba morbo.
Así fue que un día, pasándole precisamente a alguien el pack de Kiara Acosta, que uno entró en un terreno peligroso cuando me preguntó algo que nunca había pensado hasta ese momento. "Le chuparias la pija?", me dijo. Y ahí supe y le respondí sin grises "Obvio, entera". Hablar de como me cojeria a la chilena o algún otro gato es diferente a que me pregunten como chuparia una pija, aunque sea la de una mujer. Pero como todo vicio, me dio morbo. Notaba que al otro también le gustaba leerme decir que me ahogaría con esa pija hasta sacarle la leche y tirarmela en la carita. Es raro, porque hasta ese momento no lo había deseado, pero ver que al otro lo calentaba me cristalizó un deseo sin duda latente.
El problema es que hablar así lleva a un gris dudoso. Y la calentura es especialista en atravesar grises. Y así un hetero random termina mostrandole la pija a un pibe que le pasa porno, por primera vez. Y ese pibe, yo, se descubre viendo una pija no muy diferente a la que dijo que chuparia toda, aunque ésta es de un hombre. Pero eso puedo desarrollarlo después
6 comentarios - Los chats, el morbo y la curiosidad
Es placer, lo que imagino que tenes encima es un monton de ideas sociales, te aseguro que si estarias en otro sitio, con otras ideas...imaginate thailandia.... probablemente estarias hasta casado con una hermosa ladyboy asiatica...o quien sabe, vos mismo quizas serias una, depende el contexto.
Mientras no se dañe y no dañe a otros... disfrute de la vida.